Revista depredadora

Una revista depredadora es una publicación académica con un modelo de negocios explotador que implica cobrar a los autores cargos por procesamiento de artículos sin comprobar la calidad y la legitimidad de los textos y sin proporcionar los servicios editoriales y de publicación que las revistas académicas legítimas proporcionan, sean o no de acceso abierto.[1][2][3]​ Se consideran como depredadoras porque los académicos son engañados para que publiquen en ellas, aunque algunos autores pueden ser conscientes de que la revista es de poca calidad o incluso fraudulenta. Especialmente los académicos con poca experiencia de países en desarrollo suelen estar en riesgo de ser engañados por editoriales depredadoras.[4][5]​ Según un estudio, 60% de los artículos publicados en revistas depredadoras no reciben ninguna cita durante el periodo de cinco años después de su publicación.[6][7]

"Piensa. Revisa. Entrega." Cartel de una iniciativa internacional para ayudar a que los investigadores eviten publicar en una revista depredadora.

La lista de Beall, un reporte que era regularmente actualizado por Jeffrey Beall de la Universidad de Colorado hasta enero de 2017, estableció criterios para identificar una publicación como depredadora.[8]​ Beall quitó su lista de Internet en enero de 2017.[9]​ La editorial Frontiers hizo una demanda para que se abriera un caso de mala conducta contra Beall, el cual fue lanzado por su universidad y después se cerró sin hallazgos. Esta puede ser una de las razones por las que Beall quitó su lista de Internet, pero no ha compartido públicamente sus motivos.[9][10]​ Después del cierre de la lista, han aparecido otras iniciativas para identificar a revistas depredadoras, pero algunas han sido iniciativas de paga, y también otras listas se han creado (algunas basadas en la lista original de Beall).

En el artículo Journal Evaluation Tool publicado en LMU Librarian se halla una tabla que contiene una rúbrica de evaluación para detectar las revistas depredadoras.[11]

Historia editar

En marzo de 2008, Gunther Eysenbach, editor de una de las primeras revistas en acceso abierto, alertó sobre lo que llamó "la oveja negra entre las editoriales y revistas de acceso abierto"[12]​ y mencionó en su blog a las editoriales y revistas que recurrían al spam excesivo para atraer a autores y editores, criticando en particular a Bentham, Dove Medical Press y Libertas Academica. En julio de 2008 la serie de entrevistas de Richard Poynder llamó la atención sobre las prácticas de las nuevas editoriales que estaban "más capacitadas para aprovechar las oportunidades del nuevo entorno".[13]​ En 2009 continuaron surgiendo dudas sobre la honestidad y las estafas en un subconjunto de revistas de acceso abierto.[14][15]​ Las preocupaciones por las prácticas de spam de estas revistas llevaron a los principales editores de acceso abierto a crear la Asociación de Publicaciones Académicas de Acceso Abierto en 2008.[16]​ En otro precedente temprano, el blog Improbable Research descubrió en 2009 que las revistas de la editorial Scientific Research Publishing duplicaban artículos ya publicados en otros lugares;[17]​ el caso se informó posteriormente en Nature.[18]​ En 2010, el estudiante de posgrado de la Universidad de Cornell, Phil Davis (editor del blog Scholarly Kitchen ) envió un manuscrito que consistía en disparates generados por computadora (usando SCIgen), el cual fue aceptado por una tarifa (pero retirado por el autor).[19]​ Se ha informado que las revistas depredadoras se quedan con los textos enviados, se niegan a permitir que se retiren y, por lo tanto, impiden su publicación en otra revista científica.[20][21]

Características editar

Las quejas asociadas con la publicación depredadora en acceso abierto incluyen:

  • Aceptar artículos rápidamente con poca o ninguna revisión por pares, incluyendo artículos sin sentido.[22][19][23][24]
  • Notificar a los académicos de cargos por procesamiento de artículos solo después de que han sido aceptados.
  • Hacer campañas agresivas para que los académicos envíen artículos o formen parte de los comités editoriales.[25]
  • Listar académicos como miembros de comités editoriales sin su permiso y no dejarles renunciar a estos comités.[8][26][27]
  • Nombrar falsos académicos en sus comités editoriales.[28]
  • Imitar el nombre o el estilo del sitio web de revistas más establecidas.
  • Hacer afirmaciones engañosas sobre las operaciones de publicación, como indicar una ubicación falsa
  • Utilizar ISSNs de forma incorrecta.
  • Indicar un factor de impacto falso[29][30]​ o inexistente.
  • Presumir estar indizados por redes sociales académicas (como ResearchGate) e identificadores estándar (como ISSN y DOI) como si fueran bases de datos bibliográficas prestigiosas o de buena reputación.[31]

Referencias editar

  1. Bogost, Ian (24 de noviembre de 2008). «Write-Only Publication». 
  2. Riehle, Dirk (13 de septiembre de 2011). «Definition of Write-Only Journal». 
  3. Anderson, Rick (19 de marzo de 2019). «OSI Brief: Deceptive publishing». 
  4. Kearney, Margaret H. (2015). «Predatory Publishing: What Authors Need to Know». Research in Nursing & Health 38 (1): 1-3. PMID 25545343. doi:10.1002/nur.21640. 
  5. Xia, Jingfeng; Harmon, Jennifer L.; Connolly, Kevin G.; Donnelly, Ryan M.; Anderson, Mary R.; Howard, Heather A. (2014). «Who publishes in "predatory" journals?». Journal of the Association for Information Science and Technology 66 (7): 1406-1417. doi:10.1002/asi.23265. 
  6. Brainard J (2020). «Articles in 'predatory' journals receive few or no citations». Science 367 (6474): 129. Bibcode:2020Sci...367..129B. PMID 31919198. doi:10.1126/science.aba8116. 
  7. Björk, Bo-Christer; Kanto-Karvonen, Sari; Harviainen, J. Tuomas (2020). «How Frequently are Articles in Predatory Open Access Journals Cited». Publications 8 (2): 17. arXiv:1912.10228. doi:10.3390/publications8020017. 
  8. a b Elliott, Carl (5 de junio de 2012). «On Predatory Publishers: a Q&A With Jeffrey Beall». Brainstorm. The Chronicle of Higher Education. Archivado desde el original el 8 de febrero de 2014. 
  9. a b Silver, Andrew (18 de enero de 2017). «Controversial website that lists 'predatory' publishers shuts down». Nature. doi:10.1038/nature.2017.21328. 
  10. Basken, Paul. «Why Beall's List Died — and What It Left Unresolved About Open Access». The Chronicle of Higher Education. Consultado el 29 de agosto de 2020. 
  11. Rele, Shilpa; Kennedy, Marie; Blas, Nataly (1 de abril de 2017). «Journal Evaluation Tool». LMU Librarian Publications & Presentations. Consultado el 13 de noviembre de 2021. 
  12. Eysenbach, Gunther. «Black sheep among Open Access Journals and Publishers». Random Research Rants. 
  13. Poynder, Richard (5 de noviembre de 2008). «The Open Access Interviews: Dove Medical Press». Open and Shut?. Consultado el 13 de abril de 2016.  For the series of interviews, see The Open Access Interviews Archivado el 1 de septiembre de 2016 en Wayback Machine. index page.
  14. Suber, Peter (2 de octubre de 2009). «Ten challenges for open-access journals». SPARC Open Access Newsletter (138). 
  15. Beall, Jeffrey (2009), "Bentham Open", The Charleston Advisor, Volume 11, Number 1, July 2009, pp. 29-32(4)
  16. Eysenbach, Gunther. Black sheep among Open Access Journals and Publishers. Gunther Eysenbach Random Research Rants Blog. Originally posted 2008-03-08, updated (postscript added) 2008-04-21, 2008-04-23, 3 June 2008. (enlace roto disponible en este archivo).. Retrieved 2008-06-03. (Archived by WebCite at )
  17. Abrahams, Marc (22 de diciembre de 2009). «Strange academic journals: Scam?». Improbable Research. Consultado el 13 de enero de 2015. 
  18. Sanderson, Katharine (13 de enero de 2010). «Two new journals copy the old». Nature News 463 (7278): 148. PMID 20075892. doi:10.1038/463148a. 
  19. a b Basken, Paul (10 de junio de 2009). «Open-Access Publisher Appears to Have Accepted Fake Paper From Bogus Center». 
  20. McCook, Alison (26 de agosto de 2016). «U.S. government agency sues publisher, charging it with deceiving researchers». Retraction Watch. Consultado el 2 de noviembre de 2016. 
  21. Molteni, Megan (19 de septiembre de 2016). «The FTC is Cracking Down on Predatory Science Journals». Wired. Consultado el 2 de noviembre de 2016. 
  22. Stratford, Michael (4 de marzo de 2012). «'Predatory' Online Journals Lure Scholars Who Are Eager to Publish».  (requiere suscripción)
  23. Gilbert, Natasha (15 de junio de 2009). «Editor will quit over hoax paper». Nature. doi:10.1038/news.2009.571. 
  24. Safi, Michael (25 de noviembre de 2014), «Journal accepts bogus paper requesting removal from mailing list», The Guardian .
  25. Butler, Declan (27 de marzo de 2013). «Investigating journals: The dark side of publishing». Nature 495 (7442): 433-435. Bibcode:2013Natur.495..433B. PMID 23538810. doi:10.1038/495433a. 
  26. Beall, Jeffrey (1 de agosto de 2012). «Predatory Publishing». 
  27. Kolata, Gina (7 de abril de 2013). «For Scientists, an Exploding World of Pseudo-Academia». 
  28. Neumann, Ralf (2 de febrero de 2012). «Junk Journals" und die "Peter-Panne». Laborjournal. 
  29. Jeffrey Beall (11 de febrero de 2014). «Bogus New Impact Factor Appears». Scholarly Open Access. Archivado desde el original el 25 de octubre de 2014. 
  30. Mehrdad Jalalian; Hamidreza Mahboobi (2013). «New corruption detected: Bogus impact factors compiled by fake organizations». Electronic Physician 5 (3): 685-686. PMC 4477750. PMID 26120403. doi:10.14661/2013.685-686. 
  31. «Don't get fooled of Journal's "Indexed in" information». SAR Publisher (en inglés estadounidense). 2 de marzo de 2019. Consultado el 12 de marzo de 2019.