Segunda epístola a los corintios

octavo libro del Nuevo Testamento, compuesto de 13 capítulos
(Redirigido desde «Segunda Carta a los Corintios»)

La segunda epístola a los corintios es un escrito que pertenece al Nuevo Testamento, la parte más reciente de la Biblia. El conjunto de documentos que forman el Nuevo Testamento se escribieron en el siglo I. Es una carta escrita por Pablo de Tarso a la comunidad cristiana en Corinto.

Pierre-Étienne Monnot: Estatua de San Pablo en la Archibasílica de San Juan de Letrán.

Poco después de escribir su primera carta a los corintios, Pablo salió de Éfeso para llegar a Macedonia. Escrita por el año 57, tiene como finalidad la apologética del ministerio apostólico de Pablo.

Tras observar el fruto de su primera epístola con la creación de nuevas comunidades cristianas, la segunda carta se dirige nuevamente a estos conversos, a los que se trata con gran cariño: «Vosotros sois nuestra carta, escrita en nuestros corazones».

Contenido editar

Capítulo 11 editar

  • 2 Corintios Pablo recuerda a los corintios que su sustento era dispensado por los hermanos de Macedonia, es decir, por la comunidad de Filipos, según se desprende de Filipenses, que a ellos nunca les fue gravoso y que su predicación fue gratuita.
  • 2 Corintios es uno de esos pasajes de tono arduo y polémico en los que Pablo defiende su labor predicadora y su condición apostólica, extendiéndose en un relato pormenorizado de las penurias y padecimientos soportados.
  • 2 Corintios En el versículo 22, Pablo reafirma su origen judío diciendo de sus enemigos: ¿Son hebreos? Yo también. ¿Son israelitas? Yo también. ¿Son descendientes de Abraham? Yo también.[1]​ Dado que Pablo defendía una relajación de la ley judía para los cristianos gentiles, el sector judaizante de las comunidades le acusaba de ser poco judío, máxime cuando era de Tarso, es decir, un judío de la diáspora. Pablo se defendía diciendo yo más, es decir, yo soy tan judío como el que más y cuando perseguí a la iglesia fui su más celoso perseguidor.
  • 2 Corintios En el versículo 23, Pablo continúa la misma argumentación para defenderse de otra de las acusaciones que se le hacían. Pablo se consideraba ministro de Cristo en virtud de su encuentro con él en Damasco. En todas sus epístolas recordaba que su apostolado era de origen divino y tampoco aceptaba que se lo tuviese por menos apóstol que otros. Por eso decía:
¿Son ministros de Cristo? Yo más. En trabajos, más. En azotes, más. En peligros de muerte, más.
  • 2 Corintios En este pasaje comienza Pablo un relato de sus desventuras.

Capítulo 12 editar

Me ha sido dado un aguijón en la carne, para que no me engría.

El aguijón o espina en la carne puede referirse a una dolencia física o a un malestar espiritual. Aún pudiendo tratarse de una enfermedad física, Pablo la interpreta como efecto espiritual que contrapesa el orgullo que le podría sobrevenir por la excelencia única de sus experiencias espirituales. Dicha espina podría ser la misma enfermedad que le sobrevino durante la predicación a los gálatas (Gálatas 4:13-15).

Bibliografía editar

  • Den Heyer, C.J.: Pablo, un hombre de dos mundos. Ediciones El Almendro. ISBN 84-8005-061-6.
  • Bart D. Ehrman: Simón Pedro, Pablo de Tarso y María Magdalena. Editorial Crítica. Barcelona 2007. ISBN 978-84-8432-889-6

Referencias editar

  1. Romanos y Filipenses añaden de la tribu de Benjamín.

Véase también editar

Enlaces externos editar