Sinfonía n.º 7 (Sibelius)

sinfonía de Jean Sibelius

La Sinfonía n.º 7 en do mayor, Op. 105 fue compuesta por Jean Sibelius en 1924.[1][2]​ Se trata de la última contribución al género del maestro finés.

Sibelius hacia 1925-1926.

Historia editar

Composición editar

La composición de este opus se desarrolló desde los primeros borradores de 1923 hasta su finalización el 2 de marzo de 1924. Sibelius llegó al concepto de una sinfonía de un único movimiento continuo después de un largo proceso de experimentación. Su Sinfonía n.º 3 de 1907 tiene tres movimientos, ya que el cuarto movimiento fue fusionado con el tercero. El resultado final fue lo suficientemente satisfactorio para el compositor que empleó la misma idea en su Sinfonía n.º 5, terminada en 1915. A pesar de que su primera mención de la Séptima se produjo en diciembre de 1918, la fuente de su material se remonta a alrededor de 1914, cuando estaba trabajando en la Quinta.

En 1918 Sibelius había descrito sus intenciones para esta sinfonía marcados por «la alegría de vivir y vitalidad con secciones appassionato». La sinfonía tendría tres movimientos, el último iba a ser un «rondó helénico». Los bocetos que han sobrevivido de principios de la década de 1920 muestran que el compositor estaba trabajando en una obra de cuatro, y no tres movimientos. La tonalidad principal parece haber sido sol menor, mientras que el segundo movimiento, un adagio en do mayor, proporcionó la mayoría de temas que finalmente conforman la sinfonía. El primer esbozo de una sinfonía de un único movimiento data de 1923, lo que sugiere que el maestro finés pudo haber tomado la decisión de dejar de trabajar en una obra de varios movimientos en este momento. Durante el verano de 1923, el compositor produjo nuevos esbozos, de los que al menos uno es posible tocarlo en su estado actual: sin embargo el final de la sinfonía aún no estaba totalmente resuelto.[3]

En 1924 Sibelius estuvo distraído de su trabajo en la sinfonía debido a una serie de eventos externos: la obtención de un gran premio en efectivo de una fundación de Helsinki, cumpleaños familiares y la composición de varias obras breves para piano. Cuando regresó a la Séptima, según afirma el propio compositor, bebió grandes cantidades de whisky con tal de dar firmeza a su mano mientras trabajaba en el manuscrito.[3]​ Junto con su Quinta y Sexta sinfonías, la Séptima fue el destino final para aprovechar el material de Kuutar, un poema sinfónico que nunca llegó a completar, cuyo título hace referencia a Kuutar o «Diosa de la Luna», que aparece en poema épico finlandés Kalevala. Este trabajo ayudó a dar forma a las primeras partes de la Séptima, creadas durante la composición de la Quinta y la Sexta. Uno de los temas de Kuutar, llamado Tähtölä («Donde habitan las estrellas»), se convirtió en parte de la sección introductoria del adagio de la Séptima.

Sibelius vivió 33 años tras terminar la Séptima, pero fue una de las últimas obras que compuso. Completó tan solo una obra orquestal de importancia más: su poema sinfónico Tapiola. Sin embargo, a pesar de la gran evidencia de trabajo en una Sinfonía n.º 8, se cree que Sibelius quemó todo lo que había escrito. Su Séptima sinfonía constituye su declaración final sobre la forma sinfónica.

Estreno y publicación editar

El estreno se celebró el 24 de marzo de 1924 en Estocolmo con la interpretación de la orquesta Konsertföreningen bajo la dirección del propio compositor. En esta primera interpretación la obra se anunció con el nombre de "Fantasia sinfonica".[2]​ Al parecer Sibelius no tenía claro qué nombre darle a la pieza y solo se decidió a concederle el estatus de sinfonía tras algunas deliberaciones.

La primera edición de la obra fue llevada a cabo por el editor Wilhelm Hansen en Copenhague el 25 de febrero de 1925, bajo el título "Sinfonía n.º 7 (en un movimiento)".

Instrumentación editar

La partitura está escrita para una orquesta formada por:[4]

Estructura y análisis editar

La sinfonía consta de un único movimiento, dividido en las siguientes secciones:[4]

  1. Adagio (cc. 192);
  2. Un pochett. meno adagio – poco affrett. – Poco a poco affrettando il Tempo al... Vivacissimo – rallentando al... (cc. 93221);
  3. Adagio – Poco a poco meno lento al... (cc. 222257);
  4. Allegro molto moderato – Un pochett. affrettando (cc. 258285);
  5. Allegro moderato – Poco a poco meno moderato (cc. 286408);
  6. Vivace (cc. 409448);
  7. Presto – Poco a poco rallentando al... (cc. 449475);
  8. Adagio (cc. 476495);
  9. Largamente molto – Affettuoso (cc. 496521);
  10. Tempo I (cc. 522525).

La interpretación de esta obra dura aproximadamente 20 minutos. La forma de la Séptima sinfonía es sorprendentemente original al ser un único movimiento, a diferencia de la forma sinfónica tradicional en cuatro movimientos. Desde la época de Joseph Haydn, un movimiento de una sinfonía solía unificarse a través de un tempo aproximadamente constante y se le dotaba de variedad de forma temática y cromática. Sibelius adoptó este esquema en su cabeza. La Séptima sinfonía está unificada por la tonalidad de do (cada pasaje importante de la obra está escrita en do mayor o en do menor), y la variedad se alcanza por un cambio de tempo casi constante,[5]​ así como por los contrastes de modo, articulación y textura.[6]​ Ya había hecho algo similar en el primer movimiento de la Quinta sinfonía, que combina elementos de un primer movimiento sinfónico estándar con un rápido scherzo. Sin embargo, la Séptima contiene mucha más variedad en el curso de un movimiento. Aunque la sinfonía al parecer estaba compuesta en su forma embrionaria en re mayor, finalmente alcanzó la tonalidad principal de do mayor.

Recepción de la obra editar

Se ha descrito como «completamente original en la forma, sutil en su manejo de los tempi, único en su tratamiento de la tonalidad y totalmente orgánicos en desarrollo»[7]​ y «el mayor logro compositivo de Sibelius».[8]

Hubo un tiempo en que componer en do mayor se consideraba infructuoso, ya que «no tenía nada más que ofrecer». Pero en respuesta a la Séptima, el compositor británico Ralph Vaughan Williams dijo que solo Sibelius podría hacer que do mayor sonara totalmente fresco. Peter Franklin, en sus notas de la Séptima para el ciclo de las sinfonías de Sibelius dirigidas por Segerstam bajo el sello Chandos, califica a la dramática conclusión «la mayor celebración de do mayor habida nunca».

Referencias editar

  1. «Symphony No. 7 in C major, Op. 105». AllMusic. Consultado el 10 de octubre de 2023. 
  2. a b «Symphony no. 7 op. 105 (1924)». www.sibelius.info. Consultado el 10 de octubre de 2023. 
  3. a b Barnett, Andrew (2007). Sibelius. Yale University Press. pp. 304-306. ISBN 978-0-300-11159-0. 
  4. a b «Symphony No.7, Op.105 (Sibelius, Jean)». IMSLP. Consultado el 10 de octubre de 2023. 
  5. Barnett, Andrew (2007). Sibelius. Yale University Press. p. 308. ISBN 978-0-300-11159-0. 
  6. Jackson, Timothy L.; Murtomäki, Veijo (2001). Sibelius Studies. Cambridge University Press. p. 45. ISBN 978-0-521-62416-9. 
  7. Wintle, Justin (2002). «Sibelius». Makers of Modern Culture. Psychology Press. p. 479. ISBN 978-0-415-26583-6. 
  8. Hepokoski, James (2001), «Sibelius», en Sadie, Stanley; Tyrrell, John, eds., The New Grove Dictionary of Music and Musicians, xxiii (Second edición), London: Macmillan, pp. 319-47, ISBN 0-333-23111-2 .

Bibliografía editar

Enlaces externos editar