Submicénico es la denominación dada al periodo arqueológico de la Antigua Grecia que toma su nombre del estilo de cerámica de la época. Normalmente se acota entre los años 1200 a. C. y 1050 a. C. y se corresponde con el Heládico reciente III C, aunque el uso del término submicénico ha tomado a veces distintos significados: en ocasiones se le ha dado ese nombre a todo aquello que se situaba entre el Heládico reciente III C y el protogeométrico; a veces se le ha dado el nombre solo a una variante cerámica de la región occidental del Ática o a veces se ha usado para denominar el estilo de un cierto tipo de cerámica anterior a la protogeométrica hallada en una región concreta y cuya cronología puede ser diferente de la de otras regiones.

Cerámica editar

 
Jarra de estribo submicénica, siglo XI a. C. Museo de Arte Cicládico

Se podrían distinguir tres fases en los hallazgos de este periodo: una fase antigua de cerámica de calidad pero de motivos anodinos procedentes de estratos de Micenas, Tirinto y Lefkandi, una fase media, donde se aprecia una cerámica muy fina en varios yacimientos que denotan una influencia recíproca, y una fase tardía en la que la calidad disminuyó sensiblemente.

La cerámica submicénica hecha con torno de alfarero de estilo similar al micénico coexistió (al menos en algunas zonas, como en Corinto) con otro tipo de cerámica bruñida llamada bárbara, hecha a mano y de procedencia desconocida.

Algunos de los elementos característicos del periodo son el vaso en forma de pájaro, la botella y el frasco, de origen chipriota.

Otros rasgos de la arqueología del periodo editar

Este periodo se caracteriza por la despoblación de gran parte de los asentamientos micénicos, sobre todo en las regiones de Mesenia, Laconia y Ática, si bien en otros puntos de Grecia, como Acaya, el Dodecaneso y las Cícladas se percibe un aumento de población derivado probablemente de movimientos migratorios procedentes de las zonas desocupadas. En general se aprecia una continuidad de elementos característicos del periodo micénico como la presencia de enterramientos en tumbas de cámara con elementos decorativos similares a los de periodos precedentes pero una clara disminución de los restos cerámicos y de los ajuares funerarios.

Bibliografía editar

  • María José Hidalgo de la Vega, Juan José Sayás Abengochea y José Manuel Roldán Hervás: Historia de la Grecia antigua, página 77. Salamanca: Universidad de Salamanca, 1998. ISBN 84-7481-889-3.
  • Ian Morris. Historia y cultura. La revolución de la arqueología, páginas 242-243. Barcelona: Edhasa, 2007. ISBN 978-84-350-2648-2
  • Oliver Dickinson. El Egeo, páginas 31-33. Barcelona: Bellaterra, 2010. ISBN 978-84-7290-488-0