Toma de Zaragoza (1118)

batalla en el año 1118 por la que Alfonso I de Aragón tomó la ciudad de Zaragoza venciendo al ejército musulmán

La conquista de Zaragoza de 1118 fue una operación militar encabezada por Alfonso I el Batallador, rey de Aragón y Pamplona, que le permitió a este arrebatar la ciudad de Zaragoza a los almorávides.

Reconquista de Zaragoza
Parte de Reconquista
Fecha mayo-diciembre de 1118
Lugar Zaragoza
Coordenadas 41°39′00″N 0°53′00″O / 41.65, -0.88333333333333
Resultado Conquista cristiana de la ciudad
Beligerantes
Reino de Aragón
Reino de Pamplona
Vizcondado de Bearne
Imperio almorávide
Comandantes
Alfonso I el Batallador
Gastón de Béarn
Céntulo de Bigorra
Abd Allah ibn Mazdali

Historia editar

La ciudad, que había sido capital antaño de la Taifa de Zaragoza,[1]​ contaba con cerca de unos &&&&&&&&&&025000.&&&&&025 000 habitantes contando su periferia.[2]​ Había sido asediada con anterioridad por Alfonso VI de León en 1086, por Sancho Ramírez de Aragón en 1091,[1]​ y por el propio Alfonso I de Aragón en 1110.[3]​ Dentro del contingente atacante acudieron, además de aragoneses, franceses, castellanos, navarros y catalanes, comenzando el asedio en mayo de 1118.[4]​ Junto al rey aragonés, que se incorporó al asedio una vez comenzado, combatieron nobles como Gastón de Béarn o Céntulo de Bigorra.[5]​ El monje Pedro de Librana llevó la indulgencia papal,[6]​ concedida por el pontífice Gelasio II en diciembre de 1118.[7]

El reducido contingente almorávide defensor, que carecía de líder tras la muerte del gobernador Ibn Tifilwit en 1116,[7]​ recibió el apoyo externo de tropas comandadas por el gobernador granadino Abd Allah ibn Mazdali,[8]​ que falleció el 16 de noviembre, desmoralizando a las tropas defensoras.[9]​ Estas capitularon el 11 de diciembre de 1118 y las tropas cristianas entraron triunfales en la ciudad el día 18 de dicho mes.[4]​ A pesar de las abundantes armas de asedio dispuestas por el ejército de Alfonso I durante el asedio, la capitulación de la ciudad debió obedecer más al hambre padecida por los asediados.[10]​ También los cristianos padecieron hambre, abandonando el asedio una parte de las tropas francas.[7]

Tras la conquista de Zaragoza, Alfonso I procedió a continuar con la campaña militar, con la conquista de Tudela y Tarazona el año siguiente.[11]​ También a raíz de la toma de la ciudad, la ciudad de Jaca perdería importancia política.[12]

Referencias editar

Bibliografía editar