Toxina

sustancia venenosa

Una toxina es una sustancia venenosa producida por células vivas de animales, plantas, bacterias u otros organismos biológicos;[1][2]​ para destacar su origen orgánico, se habla a veces también de biotoxina.[3][4]​ Están excluidas de esta definición las sustancias creadas por procesos artificiales. El vocablo «toxina» fue introducido en 1890 por el químico orgánico Ludwig Brieger (1849-1919).[5][6]

Las toxinas pueden ser pequeñas moléculas, péptidos, o proteínas capaces de causar enfermedad si entran en contacto con, o son absorbidos por, tejidos del cuerpo, interactuando con macromoléculas biológicas como enzimas o receptores celulares. Las toxinas varían enormemente en su severidad, que va de un efecto breve y leve (como en el caso de un aguijón de abeja) hasta mortal casi de inmediato (como en la toxina botulínica).

Etimología editar

Del alemán toxin, este del latín toxĭcum 'veneno' y el alemán -in '-ina',[7]​ y este del griego clásico τοξικόν [toxikón], que significa ‘flecha’.

Acción editar

Las toxinas generadas por microorganismos son un importante factor de virulencia; responsables del carácter patogénico y del grado de evasión del sistema inmunitario del huésped.[8]

Las toxinas en la naturaleza tienen principalmente dos funciones:

  • Depredadora (arañas, serpientes, medusas, etc.)
  • Defensiva (abejas, ranas, orugas, plantas, setas, etc.)

Clasificación editar

Clasificación por su naturaleza química

Hoy en día, las toxinas se pueden clasificar, de acuerdo a su naturaleza química, en toxinas proteicas y toxinas glúcido-lípido-polipeptídicas.

  • Las toxinas proteicas. Se conocen desde hace varios años gracias a los trabajos de Roux y de Yersin (1888) y de varios investigadores más.

Roux demostró que el bacilo diftérico segrega un veneno que por sí solo puede reproducir la enfermedad en un cobayo. Esta toxina diftérica es verdaderamente segregada en el medio externo. Otras toxinas proteicas se hallan al mismo tiempo en el cuerpo microbiano y en el medio ambiente. Y ciertas toxinas proteicas permanecen fuertemente ligadas a los cuerpos microbianos.

Pillemer y Eaton estudiaron de manera especial la estructura de las toxinas tetánica y diftérica. Estas toxinas son solubles en agua y generalmente termolábiles; el calor, la luz y el envejecimiento las afectan. Los ácidos y las bases las destruyen y el formol las transforman en un nuevo producto, llamado anatoxina por el veterinario y biólogo francés Gaston Ramon, en 1923. Este producto es absolutamente inofensivo, pero conserva íntegramente el poder floculante y la actividad inmunizante de la toxina. (Burdin & de Lavergne, 1980)[9]

  • Las toxinas glúcido-lípido-polipeptídicas. Estas están siempre ligadas al cuerpo microbiano. Si se inyecta el germen a un animal no provocaría ninguna reacción; en cambio, una inyección intravenosa de gérmenes muertos provoca la muerte del animal en pocas horas. Este fenómeno hace evidente la reacción que provoca un producto tóxico contenido en un cuerpo microbiano. La causa de la muerte del animal se atribuye a la endotoxina y no a la virulencia, ya que esta no puede darse estando el germen muerto.

Las toxinas glúcido-lípido-polipeptídicas tienen efecto sobre el sistema nervioso (irritan el sistema parasimpático) y representa un papel importante en el favorecimiento de la infección. [9]

Algunos de los tipos de toxina mejor conocidos son:

  • Atraxicotoxinas, causan un aumento del pulso cardiaco, presión arterial y asfixia.
  • Cianotoxinas, producidas por cianobacterias.
  • Hemotoxinas, son aquellas que atacan a los eritrocitos y se transmiten por el torrente sanguíneo.
  • Necrotoxinas, producen necrosis de las células a las que afectan y destruyen los tejidos; también se distribuyen por la sangre y en el caso de los humanos afectan principalmente a músculos y piel.
  • Neurotoxinas, son las que afectan principalmente al sistema nervioso.
  • Citotoxinas, afectan a células de forma individual, bien de un modo genérico o bien a tipos concretos de células.
  • Miotoxinas, afectan a los músculos provocando parálisis.
  • Apitoxinas, producidas por las abejas.
  • Micotoxinas son producidas por hongos, aunque suelen reducirse únicamente a las que afectan a animales en bajas concentraciones.

Búsqueda de información sobre toxinas editar

En general, cuando los científicos determinan la cantidad de una sustancia que puede ser peligrosa para las personas, los animales y/o el medio ambiente, determinan la cantidad de la sustancia que puede desencadenar efectos y, si es posible, establecen un nivel seguro. En Europa, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ha elaborado evaluaciones de riesgo de más de 4.000 sustancias en más de 1.600 dictámenes científicos y ofrece en libre acceso las evaluaciones de riesgos para la salud humana, la salud animal y la ecología en su base de datos OpenFoodTox[10]​ database.[11][12]​ La base de datos OpenFoodTox puede utilizarse para detectar la toxicidad de posibles nuevos alimentos[13]

El Toxicology and Environmental Health Information Program (TEHIP, Programa de Información sobre Toxicología y Salud Ambiental)[14]​ de la Biblioteca Nacional de Medicina (National Medicine Library) de los Estados Unidos de América (NLM) mantiene un sitio web exhaustivo sobre toxicología y salud ambiental que incluye acceso a recursos relacionados con las toxinas producidos por TEHIP y por otras agencias y organizaciones gubernamentales.[15]​ Este sitio web incluye enlaces a bases de datos, bibliografías, tutoriales y otros recursos científicos y orientados al consumidor. El TEHIP también es responsable de la Red de Datos Toxicológicos (TOXNET,the Toxicology Data Network),[16]​ un sistema integrado de bases de datos sobre toxicología y salud ambiental disponibles gratuitamente en la web.

TOXMAP es un Sistema de Información Geográfica (SIG) que forma parte de TOXNET.[17]​ TOXMAP utiliza mapas de los Estados Unidos de América para ayudar a los usuarios a explorar visualmente los datos del Inventario de Emisiones Tóxicas (Toxics Release Inventory) y de los Programas del Superfondo de Investigación Básica (Superfund Basic Research Programs) de la Agencia de Protección Medioambiental de los Estados Unidos de América (EPA).

Véase también editar

Referencias editar

  1. Real Academia Española. «toxina». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  2. «toxin - Definition from the Merriam-Webster Online Dictionary». Consultado el 13 de diciembre de 2008. 
  3. «biotoxin - Definition from the Merriam-Webster Online Dictionary». Consultado el 13 de diciembre de 2008. 
  4. biotoxin en el Diccionario Médico de Dorland
  5. Brade, Helmut (editor) (1999). Endotoxin in Health and Disease. Marcel Dekker. ISBN 9780824719449. 
  6. Lara Lazo, José Miguel (15 de octubre de 2019). «Biología, Toxicología y Terapéutica de las especies Venenosas de interés veterinario en Nicaragua» (PDF). Facultad de Ciencia Animal, Departamento de Medicina Veterinaria, Universidad Nacional Agraria (Nicaragua). Consultado el 26 de agosto de 2022. 
  7. «toxina | Definición | Diccionario de la lengua española | RAE - ASALE». 
  8. Proft T (editor) (2009). Microbial Toxins: Current Research and Future Trends. Caister Academic Press. ISBN 978-1-904455-44-8. 
  9. a b Burdin, J.-C., & de Lavergne, E. (1980). Las Bacterias . D.F. (México) : Fondo de Cultura Econónica .
  10. «Chemical hazards data - OpenFoodTox». European Food Safety Authority (en inglés). Consultado el 27 de octubre de 2019. 
  11. Dorne JL, Richardson J, Kass G, Georgiadis N, Monguidi M, Pasinato L, Cappe S, Verhagen H, Robinson T (January 2017). «OpenFoodTox: EFSA's open source toxicological database on chemical hazards in food and feed.». EFSA Journal 15 (1): e15011. PMC 7009813. PMID 32625280. doi:10.2903/j.efsa.2017.e15011. 
  12. Reilly L, Serafimova R, Partosch F, Gundert-Remy U, Cortiñas Abrahantes J, Dorne JM, Kass GE (October 2019). «Testing the thresholds of toxicological concern values using a new database for food-related substances». Toxicology Letters 314: 117-123. PMID 31325634. doi:10.1016/j.toxlet.2019.07.019. 
  13. Pearce JM, Khaksari M, Denkenberger D (April 2019). «Preliminary Automated Determination of Edibility of Alternative Foods: Non-Targeted Screening for Toxins in Red Maple Leaf Concentrate». Plants 8 (5): 110. PMC 6571818. PMID 31027336. doi:10.3390/plants8050110. 
  14. «Environmental Health and Toxicology Information». National Library of Medicine (en inglés). Archivado desde el original el 1 de septiembre de 2018. Consultado el 29 de septiembre de 2010. 
  15. Fonger GC, Stroup D, Thomas PL, Wexler P (January 2000). «TOXNET: A computerized collection of toxicological and environmental health information». Toxicology and Industrial Health 16 (1): 4-6. PMID 10798381. S2CID 34029729. doi:10.1177/074823370001600101. 
  16. «TOXNET». toxnet.nlm.nih.gov (en inglés). Archivado desde el original el 14 de mayo de 2019. Consultado el 29 de septiembre de 2010. 
  17. Hochstein C, Szczur M (24 de julio de 2006). «TOXMAP: a GIS-based gateway to environmental health resources». Medical Reference Services Quarterly 25 (3): 13-31. PMC 2703818. PMID 16893844. doi:10.1300/J115v25n03_02. 

Enlaces externos editar