Trabajo productivo e improductivo

El trabajo productivo se refiere a aquel trabajo que tiene la capacidad de modificar el valor de uso de las mercancías o de proporcionar servicios, generando la riqueza material y no material que sostiene a la sociedad. En un sistema socioeconómico capitalista, además, los capitalistas pueden apropiarse de parte de esa riqueza en forma de plusvalor.[1][2][3]

En contraposición, el trabajo improductivo es aquel orientado al mantenimiento del orden social basado en clases sociales y que no genera riqueza por sí mismo (como el gobierno, las fuerzas armadas, el mantenimiento de la propiedad privada o las operaciones financieras entre otras).[1][2][3]

Tanto el trabajo productivo como el improductivo pueden ser asalariados, siendo la riqueza generada por el productivo la responsable del mantenimiento tanto de los trabajadores productivos como de los improductivos, así como de la clase capitalista.[1]

Se trata de conceptos centrales en economía política clásica cuya concreción ha ido variando a lo largo del tiempo. Fueron planteados primeramente por la escuela fisiocrática, para, más tarde, tener importantes aportes de Adam Smith y ser finalmente precisados por la crítica de Karl Marx[4]​ y el posterior desarrollo de la teoría marxista.[1][2][3]

Véase también editar

Referencias editar

  1. a b c d La categoría marxista del trabajo productivo. Marxismo crítico. 2012.
  2. a b c La teoría del trabajo productivo e improductivo en Marx. Investigación Económica. 1991.
  3. a b c Trabajo productivo y trabajo improductivo. Realidad Económica y Social. 1989.
  4. «Economic Manuscripts: Theories of Surplus-Value, Chapter 4». www.marxists.org. Consultado el 24 de enero de 2024. 

Bibliografía editar

Enlaces externos editar