La denominación valle del Nilo suele estar relacionada con la parte final de la cuenca del río Nilo a su paso por Egipto. Es un valle que como promedio solo tiene 19 kilómetros de ancho desde Asuán hasta El Cairo y se extiende hacia el norte como una delgada cinta verde sobre el árido desierto africano. En el pasado, las inundaciones anuales del Nilo depositaban un cieno enriquecedor del terreno que hizo de Egipto una nación exportadora de alimentos y un lugar de refugio en tiempos de hambre. Las cañas de papiro de sus riberas fueron la base para elaborar el papel más antiguo.

Imagen de satélite en la que destacan el valle y el delta del Nilo por el verde de los cultivos.

El amplio delta del Nilo, donde las aguas del río se bifurcan en abanico para desembocar en el Mediterráneo, recibe el nombre de Bajo Egipto. La tradición sitúa aquí “la tierra de Gosén”, que fue habitada por los hebreos durante su larga estancia en Egipto. (Génesis 47:27.)

La construcción de la gran presa de Asuán en los años sesenta produjo grandes cambios en el medio ambiente del Valle del Nilo. El nivel de las aguas subterráneas ha cambiado; el aire es más húmedo debido a que los canales de riego nunca se vacían; las sales del suelo penetran a través de los antiguos muros, degradándolos, y las aguas residuales han teñido el suelo.