El vergobreto (en latín Vergobretus) era una autoridad de la sociedad celta que ejercía la magistratura superior en numerosas ciudades galas, sobre todo en las de los heduos. César los menciona y describe sus funciones en los Comentarios a la guerra de las Galias. El general romano se refiere a ellos bajo los nombres de princeps civitatis, principatus y magistratus.[1]

Maniquí que representa al vergobreto heduo Dúmnorix, hermano del druida Diviciaco, con la trompeta celta de guerra (carnyx) y el típico escudo oblongo celta con espina mediana y umbo metálico. Museo de la civilización céltica del oppidum de Bibracte.

Elegido cada año bajo los auspicios de los druidas,[2]​ el vergobreto poseía el derecho de vida y muerte sobre sus conciudadanos y de liderar al ejército contra los invasores. No obstante, se le prohibía salir de los límites de su aldea:

Según las leyes de los heduos no era lícito al magistrado supremo salir de su distrito.[2]

No le estaba permitido ejercer el mando del ejército más allá de las fronteras, lo que obligaba a nombrar a un general y asegurarse de evitar que este acaparara demasiado poder.[3]

El vergobreto era elegido entre los nobles más influyentes y poderosos de cada ciudad. Se han encontrado monedas con la efigie de algunos magistrados de este tipo en los territorios de los heduos y los remos.

Se han transmitido hasta los tiempos modernos los nombres de algunos galos que ostentaron este cargo: Lisco (58 a. C.), Valeciaco (53 a. C.) y Convictolave (52 a. C.) entre los heduos; y Celtilo (?) entre los arvernos.

En el caso del pueblo de los lemovices, se han barajado dos nombres: Sedulo, un guerrero muerto en Alesia al que César se refiere como dux et princeps lemovicum («jefe militar y civil»), que detentó probablemente el título de vergobreto; por otra parte, en la ciudad galorromana de Augustoritum se ha hallado una inscripción grabada en piedra, símbolo de una romanización incompleta, que reza:

Póstumo, Vergobreto, Hijo de Dúmnorix.[4]

Véase también editar

Referencias editar

  1. Cayo Julio César, Comentarii de Bello Gallico, I, 16.
  2. a b Cayo Julio César, Comentarii de Bello Gallico, VII,33
  3. Christian Goudineau et Christian Peyre, Bibracte et les Éduens, À la découverte d'un peuple gaulois, éditions Errance, 1993
  4. Jean-Pierre Bost et Jean Perrier, "un vergobret à Augustoritum", Travaux d'Archéologie Limousine