Alfarería en la provincia de Segovia

alfarería de la provincia

La alfarería en la provincia de Segovia (España), con precedentes arqueológicos datados con anterioridad a la romanización, ha conservado un «carácter homogéneo» en su producción, aunque con influencias de importantes focos limítrofes como los de Portillo y Peñafiel, en la provincia de Valladolid, o el de Aranda de Duero en la de Burgos.[1]​ Ampliando y actualizando los trabajos de campo realizados en la zona entre 1960 y 1978 por etnólogos alemanes y Natacha Seseña, el Equipo Adobe recopiló en 2017 una guía etnográfica de alfares y tejares de la provincia de Segovia.[2]

Cántaro de Coca (Segovia); altura: 39 cm.; posible obra de la familia Murciego, siguiendo modelos de los cántaros de boca ancha de Jiménez de Jamuz. Los restos de vidriado en la boca parecen hechos con resina de pino.[a]

Historia editar

 
Vaso campaniforme del Bronce Antiguo encontrado en la Cueva de la Fábrica de Harinas de Santibáñez de Ayllón. Mide unos 2 cm de altura y diámetro y está hecho de arcilla cocida y datada en el periodo 2200-1900 a. C.

Además de los restos de material arqueológico de cerámica hallada en la provincia y conservados en instituciones oficiales como el Museo de Segovia, a partir del siglo xviii se documenta actividad alfarera en el Catastro de Ensenada (1752) y en las Memorias políticas y económicas de Eugenio Larruga (1792), así como en el siglo xix en el Diccionario geográfico-estadístico-histórico (1846-1850) de Pascual Madoz.

En el campo etnográfico, la provincia ha sido objeto de varios estudios monográficos, como la –ya clásica– Guía de la Artesanía de la Provincia de Segovia compuesta por Ignacio Sanz, Luis Domingo Delgado y Claudia de Santos, o el más reciente estudio del Grupo Adobe, ampliando trabajos anteriores;[2]​ y con capítulos específicos en otros de carácter regional o nacional.[3]

Alfares más importantes editar

Además de los establecidos en la capital de la provincia –y en su mayoría desaparecidos–, pueden destacarse los de Coca, Fresno de Cantespino, Lastras de Cuéllar y Villaseca como focos con mayor tradición,[4]​ también hay que mencionar los alfares de otras localidades segovianas como Carbonero el Mayor,[b]Santa María la Real de Nieva,[c]Pedraza,[d]Ochando,[e]Vegas de Matute o Navas de Oro.[f][5]​ Un estudio de 2017 llega a documentar casi medio centenar de localidades con actividad alfarera en periodos habidos desde el siglo xviii.[2]

Coca editar

Se han documentado objetos de cerámica de la Edad del Bronce datados en el siglo II a. C., y cerámicas negras, decoradas con motivos incisos, fechadas desde el 500 a. C., que siguen apareciendo bajo el casco urbano. De todo ello y de los abundantes restos celtibéricos se conservan muestras en el Museo Arqueológico Municipal y en el de Segovia, con curiosos embudos de barro y toscos azafranales.[2]

En el siglo xx destacó la actividad de los hermanos Gabriel y Luis Murciego,[6][7][8]​ de una familia de alfareros procedentes de Jiménez de Jamuz (León) instalados en Coca en 1907, contratados por la Unión Resinera Española.[2]​ En principio trabajaban con el «tradicional torno de pie con cabeza y eje de metal y el vuelo de madera», y con dos tipos de tierra, una de las barreras del río de Coca y otra traída desde Balisa.[2]​ Algunos estudiosos relacionan su trabajo con el de la alfarería leonesa y otros con piezas del estilo de las de Arrabal de Portillo.[4]​ Los Murciego también aparecen mencionados en ediciones del Bailly-Baillière-Riera del año 1931, 1950 y 1953.[2]

Fresno de Cantespino editar

Además de los restos de cerámicas de época romana hallados en la zona,[9]​ la actividad de barreros y alfareros se documenta ya en el siglo xviii (el Catastro menciona cuatro alfarerías).[10]​ Varios trabajos de campo del siglo xx destacan la importancia de la saga familiar de los Martín y su alfar de la calle de San Miguel (y luego en la calle Real),[8]​ regido por Sebastián Martín Sanz, cuyos descendientes siguen trabajando el barro.[4][7][6]

Lastras de Cuéllar editar

Foco alfarero asociado al nombre de la familia Sanz,[4][7]​ uno de cuyos miembros, el escritor y tradición oral Ignacio Sanz tuvo taller en la capital segoviana,[2]​ con formas tradicionales ornamentales y muñecos inspirados en las tradiciones del Duratón y la Tierra de Pinares.[11]

Segovia capital editar

En Segovia –que cuenta entre una de sus antiguas vías la dedicada al Gremio de los Alfareros–,[12]​ la alfarería y cacharrería tradicional o de basto se documenta ampliamente en desde época prerromana.[13]​ Asimismo y más allá de la primitiva labor artesana de los alfareros de basto, puede mencionarse aquí la proyección en la capital segoviana de Daniel Zuloaga y sus hijos, y del museo, recogiendo obras de esta familia de ceramistas,[14]​ y de su discípulo Fernando Arranz, exiliado en Argentina, país en el que se nacionalizó e impulsó la "Escuela Nacional de Cerámica".[15]

También conviene recordar la existencia en la segunda mitad del siglo xix de industrias cerámicas como la fábrica de loza “La Segoviana” (hasta 1992) y la fábrica de loza de los Ledesma (ya desaparecida a finales del siglo xviii).[16]​ Parte de todo ese legado podría rastrearse en la actividad recuperada en el siglo xxi como cerámica decorativa.[17]

Villaseca editar

La Villaseca segoviana, perteneciente al Ochavo de las Pedrizas y Valdenavares, en el actual ayuntamiento de Sepúlveda, tuvo importante producción de cántaros y pucheros a mediados del siglo con sus 80 casas y 278 habitantes pucheros, así como dos telares. [18]​ También escribía Natacha Seseña en su guía de cacharrería popular que en Villaseca «practicamente todo el pueblo se dedicaba a la alfarería»,[6]​ industria de la que nada ha quedado.

Recuperación editar

Desde finales del siglo xx pequeñas industrias familiares coordinadas por el Colectivo Ceramista de Segovia, han recuperado la tradición alfarera y cerámica en diversas localidades de la provincia, y celebrando encuentros y ferias con cierta periodicidad.[19]​ Aunque se han conservado algunos elementos de la primitiva alfarería,[2]​ se ha impuesto la producción para el turismo y algunas formas de cerámica vanguardista.[20]

Notas editar

  1. Ver estudios recopilados por el Equipo Adobe donde se cita a este respecto un párrafo del Diccionario Geográfico y Estadístico de Pascual Madoz (Tomo VI), de 1847: “también se emplea la trementina de los pinos para adornar los barros que se vendían a la provincia de Valladolid”.
  2. Seseña cita como fuente al alfarero Aquilino Pajares que llegó a ver seis alfares activos en este pueblo, cuyo barro se extraía de pozos, galería y cuevas de hasta ocho metros de profundidad.
  3. Los trabajos de campo del Grupo Adobe citan a Fidel Felizón y Faustino Carmona como últimos en Santa María.
  4. Queda referida la actividad entre 1982-1990 en el estudio de Luis Miguel Pascual, publicado en El Adelantado de Segovia (14 de julio de 1983, pp.6).
  5. Aquí queda noticia de la actividad hasta 1942 de Vidal Núñez (que procedía de Santa María la Real de Nieva) y de su nieta Teodora Pérez Núñez. Utilizaba el torno de pie y de madera, común en esta provincia.
  6. En su conjunto se trata de una industria artesanal de tipo familiar con pobre o ninguna tecnología y tosca factura, para cubrir las necesidades de las faenas diarias, es decir de carácter utilitario y funcional.

Referencias editar

  1. Seseña, 1997, p. 156.
  2. a b c d e f g h i Adobe, 2017.
  3. Bellido Blanco, Antonio. «Los estudios de alfarería popular en Castilla y León (1)». cervantesvirtual.com. Consultado el 1 de diciembre de 2017. 
  4. a b c d Vossen, 1997, p. 214.
  5. Seseña, 1997, pp. 156-157.
  6. a b c Seseña, 1997, p. 157.
  7. a b c Useros, 2005, p. 63.
  8. a b Lucas, Fuencisla de; Sánchez Yague, Luisa; Álvarez de Frutos, Pedro (junio de 1977). «Algunas notas sobre la alfarería en la provincia de Segovia». Universidad Autónoma de Madrid. Consultado el 1 de diciembre de 2017. 
  9. «Artesanía de Fresno». fresnodecantespino.com. Archivado desde el original el 1 de diciembre de 2017. Consultado el 1 de diciembre de 2017. 
  10. «Catastro de Ensenada (facsímil)». pares.mcu.es. Consultado el 1 de diciembre de 2017. 
  11. «Alfarería y Cerámica de Segovia, más allá de los Zuloaga». Archivado desde el original el 6 de marzo de 2016. Consultado el 2 de marzo de 2016. 
  12. «Calle del Gremio de los Alfarerros». callejero.net. Consultado el 1 de diciembre de 2017. 
  13. «Piezas destacadas del Museo de Segovia». museoscastillayleon.jcyl.es. Consultado el 1 de diciembre de 2017. 
  14. Escorial Pinela, Ángel; Rubio Celada, Abraham (2007). Los Zuloaga, artistas de la cerámica. Madrid: Editorial de Caja Segovia. ISBN 978-84-96145-78-8. 
  15. Fernando Arranz López, ceramista. Alonso Zamora Canellada y Abraham Rubio Celada. Junta de Castilla y León. Museo de Segovia, 2009; pp. 15-27; DL:SG-132/2009
  16. Martín Arredondo, Paloma (2003). Obra Social y Cultural, ed. La fábrica de loza de los Ledesma en la Segovia del siglo XVIII. Segovia: Caja Segovia. ISBN 84-96145-14-X. Consultado el 6 de enero de 2017. 
  17. «(blog temático)». artesanosdesegovia.com. Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2017. Consultado el 1 de diciembre de 2017. 
  18. «Villaseca». sepulveda.es. Archivado desde el original el 1 de diciembre de 2017. Consultado el 1 de diciembre de 2017. 
  19. «XXII Feria Internacional de Cerámica y Alfarería de Segovia». infoceramica.com. 2017/07. Consultado el 1 de diciembre de 2017. 
  20. «Los artesanos mezclan de alfarería tradicional y piezas vanguardistas». El Mundo (periódico). 6 de diciembre de 2009. Consultado el 1 de diciembre de 2017. 

Bibliografía editar

  • Equipo Adobe (2017). Ana Isabel Sanz, Lucía Blesa y Domingo Sanz, ed. Los barros segovianos. Alfareros y tejeros. Noticias Adobe. 
  • Domingo Sanz y Severiano Delgado (1980). Alfarería extinguida de Soria, Segovia y Ávila. Madrid. 
  • Ignacio Sanz, Luis Domingo Delgado y Claudia de Santos (1980). Guía de la Artesanía de la provincia de Segovia. Segovia: Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Segovia. 
  • Seseña, Natacha. Cacharrería popular (1997 edición). Madrid: Alianza Editorial. pp. 152-155. ISBN 84-206-4255-X. 
  • Vossen, Rüdiger; Seseña, Natacha; Köpke, Wulf (1975). Guía de los alfares de España. Madrid, Editora Nacional. p. 223. ISBN 84-276-1293-1. 
  • Useros Cortés, Carmina; Belmonte Useros, Pilar (2005). Museo de cerámica nacional. Piezas de alfarería de toda España. Albacete, Museo de Cerámica Nacional. Chinchilla de Montearagón. p. 63. ISBN 84-609-5626-1. 

Enlaces externos editar