Antevorta y Postvorta eran las deidades romanas que presidían los acontecimientos pasados y venideros.

Eran consideradas como las conciliadoras de la providencia y las invocaban las mujeres en los partos. Antevorta era la divinidad a la que se atribuía que las criaturas se presentase en una posición natural y Postvorta la que ayudaba a la mujer cuando el niño salía con los pies por delante. Postvorta calmaba los dolores del parto y Antevorta restituía la salud a la parida.

Referencias editar

Diccionario histórico enciclopédico, V. J. Bastús y Carrera, 1862