Antonio Viera Fuentes

Antonio Viera Fuentes (Sevilla 1873 aprox., Antequera 1924), junto a su hermano José Viera Fuentes, es el descubridor del dolmen de Viera y del tholos de El Romeral en el Sitio de los Dólmenes de Antequera.

Antonio Viera Fuentes
Información personal
Nacimiento c. 1873 Ver y modificar los datos en Wikidata
Sevilla (España) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 1924 Ver y modificar los datos en Wikidata
Antequera (España) Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Española
Información profesional
Ocupación Conservador y descubridor Ver y modificar los datos en Wikidata
Distinciones
  • Hijo Adoptivo de Antequera (2016) Ver y modificar los datos en Wikidata

Trayectoria editar

Junto a sus padres José Viera Carmona y Dolores Fuentes Millán y su sobrina Candelaria Magariño Viera se traslada a Antequera entre 1899-1900, donde reside su hermano José Viera Fuentes desde 1893 como jardinero municipal. Aunque su profesión es fontanero se incorpora a trabajar con su hermano y termina colaborando con él en las tareas de conservación del entorno del dolmen de Menga. Será en el curso de unos trabajos (llevados a cabo por iniciativa propia y a sus expensas) cuando excaven juntos en 1903[1]​ un cerrillo cercano, descubriendo en el mes de febrero una “Cueva Chica”; en comparación con la monumentalidad de la cueva de Menga. El arqueólogo Manuel Gómez-Moreno Martínez[2]​ la denominará “dolmen de Viera” en honor al entusiasmo y tenacidad de estos hermanos. Las crónicas de la época refieren la expectación creada ante tal descubrimiento entre la población y la comunidad científica, que acude masivamente a presenciar el final de los trabajos.

En agosto de 1904[3]​ descubrirán en la vega de Antequera la “cueva del Cerrillo Blanco”, a la que el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco[4]​ dará el nombre de cueva del Romeral -actualmente tholos de El Romeral- por encontrarse en la finca del mismo nombre propiedad del ministro Francisco Romero Robledo. En su honor, el camino de cipreses construido posteriormente para su acceso recibirá el nombre de “Camino de los hermanos Viera”.

Estos descubrimientos supondrán un punto de inflexión en la comprensión de la necrópolis al comenzar a estudiarse el dolmen de Menga de manera integrada con el dolmen de Viera y el tholos de El Romeral.

Los hermanos Viera no recibieron en la época ningún reconocimiento o recompensa por el descubrimiento, si bien la propia Real Academia de Bellas Artes de San Fernando medió por ellos ante el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. En el año 2016 han sido nombrados a título póstumo Hijos Adoptivos de Antequera.[5]

Véase también editar

Referencias editar

  1. «Monumento druida». La Vanguardia. 4 de noviembre de 1903. p. 2. Consultado el 1 de julio de 2016. 
  2. Gómez-Moreno Martínez, Manuel (1905). «Arquitectura tartesia: la necrópoli de Antequera». Boletín de la Real Academia de la Historia (Madrid: Real Academia de la Historia, publicado el julio-septiembre 1905) (47): 81-132. Consultado el 1 de julio de 2016. 
  3. Ramos Basaga, José (1905). «Antequera. Sus monumentos prehistóricos». La Ilustración Artística (1209) (Barcelona). p. 140-141. Consultado el 1 de julio de 2016. 
  4. Velázquez Bosco, Ricardo (1905). «Cámaras sepulcrales descubiertas en término de Antequera». Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos (Madrid) (5): 1-7. 
  5. Guerrero, Antonio J. (17 de septiembre de 2016). «El Ayuntamiento de Antequera premia la labor de los hermanos Viera, que descubrieron dos de los dólmenes». Diario SUR. Consultado el 30 de septiembre de 2016. 

Bibliografía editar