Asnat Barzani

rabina kurda, erudita y cabeza de yeshiva en Mosul, Iraq

Asnat bat Shmuel Barzani, Osnat Barzani o Asenath Barzani (en kurdo, Asênat Barzanî; 1590-1670), fue una poetisa, escritora y rabina kurda, que fue la cabeza de la escuela rabínica de Mosul, en Irak.[1][2]​ Por ello considerada la primera mujer rabina de la historia, así como la primera mujer líder en la historia del Kurdistán.[3]

Asnat Barzani
אסנת ברזאני
Rabina

Otros títulos Tana'it. Rosh Yeshivá
Información personal
Nombre Asnat bat Shmuel Barzani
Nacimiento 1590
Mosul
Fallecimiento 1670
Mosul (Irak)
Estudios Yeshiva de Mosul
Profesión Rabina
Cónyuge R. Yakub Mizrahi
Padres R. Samuel HaLevi Barzani

Biografía editar

Se sabe que Asnat nació en el año 1590, en el seno de una prominente familia judía de Mosul.[1]

Asnat era hija y nieta de rabinos. Su padre, el rabino Samuel HaLevi Barzani, era el líder de la yeshivá de Mosul.[4]​ Su familia vivía en la pobreza, mas el rabino era considerado como un santo.[5]​ No tuvo hijos varones, así que se dedicó a educar personalmente a su hija. Conocido maestro de la Cabalá, se dice que enseñó a su hija sus secretos. Barzani adoraba a su padre, y lo consideraba como un rey de Israel. En una carta, ella describió su crianza:

"Nunca me fui de la entrada de mi casa o me asomé afuera; Yo era como una princesa de Israel...crecí sentada con eruditos, junto a mi padre, de bendita memoria. Nunca me enseñaron ningún trabajo físico, sino más bien el estudio sagrado".[6]

Barzani se casó con uno de los mejores estudiantes y sobrino de su padre,[7]​ El rabino Jacob Mizrahi, quien prometió a su padre que su hija no haría ningún trabajo doméstico y podría pasar su tiempo como estudiosa de la Torá. Después de la muerte de su padre, su marido se convirtió en el jefe (Rosh yeshivá) de la Yeshivá de Mosul. Estaba tan involucrado en sus estudios que ella era quien esencialmente enseñaba a los estudiantes de la yeshivá y les proporcionaba la formación rabínica requerida. Según se cuenta, después de haber cumplido con la el mandamiento judío (mitzvá) de casarse y reproducirse, luego de haber tenido un hijo varón y una hija, le suplicó al Señor no volver a quedar embarazada y que cerrara su matriz para poder dedicarse de lleno al estudio de la Torá.[8]

Tras la muerte de su marido, la dirección de la Yeshivá pasó a ella de forma natural, y con el tiempo se hizo conocida como la maestra principal de la Torá en el Kurdistán. Ya que ni su padre ni su marido habían sido exitosos en la recaudación de fondos para la yeshivá, esta siempre estaba en dificultades financieras, y Barzani escribió una serie de cartas solicitando donaciones, describiendo la situación de la academia talmúdica y la de sus hijos. Eventualmente y debido a las deudas, su casa y sus pertenencias fueron confiscadas, incluyendo sus libros, pero ella sentía que no era apropiado que una mujer viajase en busca de apoyo financiero.[9]​ Barzani escribió.:

"Y él [mi padre] hizo que mi marido jurara que no iba a hacer que yo hiciera trabajo doméstico, y él hizo lo que le había mandado. Desde el principio, el rabino [Mizrahi] estaba ocupado con sus estudios y no tenía tiempo para enseñar a los alumnos; pero yo les enseñaba en su lugar, yo era una compañera para él ... [Petición de apoyo en nombre de] mi padre ... y el Rabino ... de modo que su Torá y sus nombres [de los estudiantes] no sean llevados a la nada en estas comunidades; porque yo permaneceré como su maestra de la Torá ... "[10]

A pesar de los problemas financieros, la yeshivá continuó funcionando con éxito y produciendo estudiosos de alto nivel, incluyendo a su hijo, al que envió a Bagdad, donde continuó su dinastía de eruditos rabínicos.[9]

En cartas dirigidas a ella, se puede ver el respeto y la admiración de sus compañeros académicos de lejos y de cerca. Sus pocos escritos existentes demuestran un dominio completo del hebreo, la Torá, el Talmud, el Midrash, así como la Cábala, y sus cartas son no solo dignas de erudito, sino también de un maestro de la prosa y poesía.[11]​ Luego de su muerte, muchos judíos kurdos hacían peregrinaciones a su tumba en Amadiya en el norte de Irak, donde también está enterrado su padre.[12][5]

Título editar

A Barzani se le dio el título de Tanna'it (Tanaim), un raro honor para una mujer judía. El título de Tanna'it, y su papel como jefa de una yeshivá (escuela rabínica) no es exactamente la de rabino, y por lo tanto se la considera como un raro ejemplo de un maestro rabínico de género femenino, aunque sin ordenación como "rabino" equivalente al rango de juez religioso en el judaísmo tradicional. Se hizo muy conocida y famosa en Kurdistán por su gran erudición.

Leyendas editar

Existen muchas historias folklóricas kurdas y leyendas populares sobre ella y los supuestos milagros que realizaba,[13]​ incluida aquella en la que se describe en "Una multitud de ángeles".[14]​ En el folklore local, su sexualidad juega un papel central, al contrario de lo que ocurrió durante su vida real. Muchas de las historias le suponen poderes sobrenaturales y han sido encontradas en amuletos. Estos incluyen entre otros, su capacidad para limitar sus embarazos a dos niños para poder dedicarse a sus estudios, y la capacidad de alejar a un intruso que intentaba violarla, gracias a la invocación de nombres divinos.[13]

Una multitud de ángeles editar

De acuerdo con la leyenda, su padre se aparecía a menudo en los sueños de Barzani, revelando peligros para ella y diciéndole cómo evitarlos. En una ocasión, fue a Amadiya, en el Sultanato de Bahdinan, donde convenció a los judíos de celebrar Rosh Jodesh, la festividad de la luna nueva, al aire libre, como había sido la costumbre antes de que fueran amenazados por gentiles hostiles.[14]​ A medida que avanzaban con la celebración, hubo gritos y vieron unas llamas que subían hacia el cielo. La sinagoga había sido incendiada, con todos los pergaminos y libros sagrados. Se cuenta que Barzani susurró un nombre secreto que había aprendido de su padre; luego de esto, la gente vio una multitud de ángeles que descendieron hasta el techo de la sinagoga. Los ángeles sacudieron sus alas para apagar las llamas, hasta que la última chispa había sido extinguida. Luego de esto, se levantaron hacia el cielo como una bandada de palomas blancas. Y cuando el humo se disipó, todo el mundo vio que no solo ninguno de los judíos presentes había sido herido en el incendio, sino que otro milagro había ocurrido: la sinagoga no se había quemado, ni ninguno de los rollos de la Torá fueron tocados por las llamas.[8]​ Después de ese milagro, los judíos de Amadiya no fueron acosados por los gentiles durante mucho tiempo. En su honor, dieron su nombre a la sinagoga, y la leyenda a la entrada de la misma termina con las palabras "y que sigue en pie hoy en día".[15]

Muerte editar

Asenat Barzani falleció en 1670.[1]​ Su tumba es un lugar visitado por los pocos judíos que quedan residentes en Kurdistán, así como judíos kurdos que viven en otros países.

Véase también editar

Referencias editar

  1. a b c Michael Kaufman (1993). The Woman in Jewish Law and Tradition. Northvale, N.J., J. Aronson. ISBN 9780876683460. Consultado el 18 de diciembre de 2014. 
  2. Asenat Barzani. «Who was the first female „rabbi“?». Yekta Uzunoglu (en inglés estadounidense). Archivado desde el original el 3 de abril de 2019. Consultado el 6 de julio de 2018. 
  3. Kurdish Asenath Barzani, The first Jewish woman in history to become a Rabbi. Ekurd.net
  4. Maria Teresa Milano (2012). Regina Jonas: vita di una rabbina, Berlino 1902-Auschwitz 1944. Cantalupa, Turín, Italia, Effatà. p. 11. ISBN 9788874027545. Consultado el 18 de diciembre de 2014. 
  5. a b Michael Berenbaum and Fred Skolnik, ed. (2007). «Barazani, Samuel ben Nethanel Ha-Levi». Encyclopaedia Judaica (Detroit: Macmillan Reference USA) 3: 138-139. Consultado el 6 de junio de 2012. 
  6. Renee Levine Melammed (1 de marzo de 2009). «Asnat Barazani». Jewish Women: A Comprehensive Historical Encyclopedia. Jewish Women's Archive. Quoted from: Mann, Jacob. Texts and Studies in Jewish History and Literature, Vol. I. New York: 1972. p. 511. Consultado el 6 de junio de 2012. 
  7. Asnat Barzani (Asenath Barzani). Society for the Study of Women Philosophers.
  8. a b Amos Oz; Fania Oz-Salzberger. Los judíos y las palabras. El ojo del tiempo siruela. Consultado el 18 de diciembre de 2014. 
  9. a b Renée Levine Melammed (2007). Michael Berenbaum and Fred Skolnik, eds. "Barazani, Asenath". Encyclopaedia Judaica (Detroit: Macmillan Reference USA) 3: 138
  10. The German Jewish ethnologist Erich Bauer, who included Barzani's letter without mentioning her name in his study of the “Jews of Kurdistan” in the early 1940s was convinced that: “The letter... could hardly have been composed by her, since it is full of melitzot [poetic expressions] and reveals no small knowledge of Hebrew and rabbinical literature.” Brauer, Erich. The Jews of Kurdistan, ed. Raphael Patai. Wayne State University Press, Detroit 1993, first published 1947, ISBN 0-8143-2392-8. pp. 176-177
  11. Renée Levine Melammed (2007). «Barazani, Asenath». En Michael Berenbaum and Fred Skolnik, ed. Encyclopaedia Judaica (Detroit: Macmillan Reference USA) 3: 138. Consultado el 6 de junio de 2012. 
  12. «Asenath Barzani». Kurdistan's Women. 9 de abril de 2008. Consultado el 6 de junio de 2012. 
  13. a b Renee Levine Melammed (1 de marzo de 2009). «Asnat Barazani». Jewish Women: A Comprehensive Historical Encyclopedia. Jewish Women's Archive. Consultado el 6 de junio de 2012. 
  14. a b Laura Quercioli Mincer (2011). «56: Asenath Barzani e gli angeli del Kurdistan». 101 Storie Ebraiche che non ti hanno mai raccontato (en italiano). Newton Compton Editori. ISBN 978-88-541-2995-5. Consultado el 6 de junio de 2012. 
  15. Howard Schwartz; (Illustrated by Monique Passicot) (2000). «The Day the Rabbi Disappeared. Jewish Holiday Tales of Magic». Viking. pp. 9–14. ISBN 978-067088733-0. Archivado desde el original el 19 de febrero de 2014. Consultado el 6 de junio de 2012.