Basílica menor

título papal para iglesias católicas
(Redirigido desde «Basílica Menor»)

Basílica menor (en latín: Basilica minor, Basilicae minores en plural) es un título papal dado a algunas iglesias católicas.

Ornamentos heráldicos de una basílica menor.

Historia editar

Tras la adopción del cristianismo como religión oficial del Imperio romano, se hizo necesario un modelo de edificio capaz de acoger a grupos importantes de fieles para el culto. De este modo, las primeras iglesias de Roma fueron levantadas a semejanza de las basílicas seculares, lugares donde se administraba justicia delante del pueblo. Su crecimiento en tamaño e importancia marcó la transferencia gradual del poder civil a manos del episcopado durante el siglo V.

Basílicas son, en primer lugar, las iglesias de Roma. Entre ellas se diferencian las mayores y las menores. En la primera categoría se encuentran solamente las cuatro basílicas patriarcales o papales, mientras que en la segunda categorización se encuentran el resto de iglesias importantes de Roma, y más de 1500 basílicas menores en todo el mundo que han sido asimiladas a ellas por breve o rescripto pontificio. Todas las catedrales suelen ser consideradas basílicas menores. La lista completa se puede encontrar en el anexo basílicas católicas.

Privilegios editar

 
Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, ejemplo de basílica menor.
 
Basílica de Nuestra Señora de la Candelaria (Tenerife). Este templo fue elevado a la categoría de basílica menor en el año 2011 por el papa Benedicto XVI.

Los privilegios ligados a la situación de la basílica, que se confiere por un Breve Apostólico, incluyen una determinada precedencia respecto de otras iglesias, el derecho a utilizar el conopeo (un dosel parecido a un paraguas, también llamado umbráculo, ombrellino, papilio, siniquio, etc.) y una campana llamada tintinábulo, que son utilizadas juntas en procesión a la cabeza del clero en actos oficiales, y el uso de capa magna para el rector o los miembros del capítulo si lo tuviera.[1]​ Hoy en día, sin embargo, la normativa vigente sobre las basílicas no se pronuncia en ningún momento sobre el derecho a utilizar el conopeo y el tintinábulo, ya que actualmente no existen litúrgicamente.[2]

Estas basílicas son populares santuarios, a menudo, son receptoras de importantes peregrinaciones, sobre todo aquellas que se construyeron encima de un confessio o lugar de sepultura de un mártir.

Para que un templo pueda alcanzar el título basilical, debe cumplir tres requisitos:

  • Debe ser un templo de regio esplendor, levantado con un perfil destacado.
  • Dicho templo debe ser foco espiritual de una comunidad que es santuario para la multitud de devotos que acuden a él.
  • Que dicho templo, bajo sus bóvedas, posea un tesoro espiritual y sagrado, dando culto ininterrumpido al Señor, a la Virgen y al Santo venerado en él.

También se asocian al templo ciertos deberes, entre ellos:

  • Que el oficio celebrado en ella sea un ejemplo para los demás templos de la Diócesis a la que pertenece,
  • Promover la formación bíblica y religiosa de los fieles, como el estudio y divulgación de los documentos con los que se propone el magisterio del sumo pontífice.
  • Obligación de celebrar las fiestas de la Cátedra del Apóstol San Pedro (22 de febrero), de San Pedro y San Pablo (29 de junio), y el aniversario de la exaltación del sumo pontífice.

Referencias editar

  1. Gietmann, G. and Thurston, Herbert (1913). «Basilica». Catholic Encyclopedia (en inglés). Nueva York: Robert Appleton Company. OCLC 1017058. 
  2. Las obligaciones del título