Batalla naval de Gravelinas

La batalla de Gravelinas fue un combate naval ocurrido el lunes 8 de agosto de 1588 cerca de Gravelinas, en el norte de Francia. Esta batalla fue la única relativamente importante de la expedición y supuso el fracaso de la Gran Armada. Hay que notar que el nombre de 'Armada Invencible' fue usado por los ingleses con evidente sarcasmo, pero la flota se llamaba en realidad la 'Grande y Felicísima Armada'.

Batalla Naval de Gravelinas
Guerra anglo-española (1585-1604)
Parte de Guerra anglo-española de 1585-1604
Fecha 8 de agosto de 1588
Lugar Canal de la Mancha, cerca de Gravelinas, Francia (anteriormente posesión de las Provincias Unidas)
Resultado Derrota española
Beligerantes
Bandera de Inglaterra Inglaterra Bandera de España Monarquía Hispánica
Comandantes
Francis Drake
Walter Raleigh
John Hawkins
Alonso Pérez de Guzmán el bueno y Zúñiga (VII duque de Medina Sidonia)
Juan Martínez de Recalde
Fuerzas en combate
134 naves[1] 124 naves[1]
Bajas
Menos de 100 muertos
8 brulotes
~600 muertos o ahogados
800 heridos
397 capturados
1 buque hundido en combate[1]

Historia: 'la empresa de Inglaterra' editar

En 1588 Felipe II envió contra Inglaterra una armada de ciento treinta embarcaciones y treinta mil hombres con el objetivo de atravesar el canal de la Mancha, reunirse en la costa de Flandes con un ejército mandado por el duque de Parma, invadir Inglaterra, derrocar a Isabel I, restaurar el catolicismo en la isla, además de hacer cesar tanto la piratería Inglesa sobre Hispanoamérica y sus entrometimientos en la explosiva Guerra de Flandes.

Después de sobrepasar Calais el 7 de agosto cuando una escuadra inglesa a las órdenes de Francis Drake atacó a la flota comandada por Alonso Pérez de Guzmán el Bueno y Zúñiga (VII duque de Medina Sidonia) con ocho brulotes, creados por Federigo Giambelli y que ya habían sido creados y utilizados antes de forma muy efectiva por él durante el asedio de Amberes, durante la noche. Sabiendo de su efecto devastador en Amberes y de la imposibildad de detenerlos en acciones cercanas, la flota corto los cabos de las anclas, se retiró en pánico y su formación quedó por ello desorganizada.

La flota de Felipe II tuvo entonces que retirarse hacia Gravelinas, donde presentó duro combate donde ambos bandos se lanzaron de todo, desde descargas de artillería y mosquetes hasta insultos. Los españoles no tuvieron viento favorable y no pudieron organizar por lo ocurrido una formación de ataque; tampoco los ingleses diezmaron la flota en combate, ya que esta, al no poder escoltar a las tropas del duque de Parma, resolvió volver a España y para tal fin tomó rumbo norte para dar la vuelta las a islas británicas, puesto que era la única dirección con viento favorable, con el fin de circunnavegarlas y arribar al puerto de Santander en la península ibérica sin alcanzar su objetivo de derrocar a Isabel I.

Referencias editar

  1. a b c Clodfelter, 2017, pp. 20.

Bibliografía editar

  • Clodfelter, Micheal (2017). Warfare and Armed Conflicts: A Statistical Encyclopedia of Casualty and Other Figures, 1492-2015 (en inglés). Jefferson, North Carolina: McFarland. ISBN 978-0786474707. 

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