Discusión:Lenguaje administrativo

Último comentario: hace 13 años por 87.217.122.136

Opinión de Armando Perera:

En mi opinión, resulta inaudito que tratándose de una cámara estatal, en la que todos hablan el castellano/español se propugne el que cada senador (catalán, vasco, gallego) utilice su lengua oficial de su Comunidad Autónoma respectiva para dirigirse al resto de senadores con el argumento de que tratándose de una cámara territorial, ello supone el arraigo, enriquecimiento, etc. cultural de cada una de las lenguas oficiales, dando lugar a un espectáculo que deja mucho que desear, carente de ese sentido común exigible a el Gobierno, con la meta de querer resquebrajar, aun más la unidad del Estado Español como nación, única y exclusivamente en aras a conseguir un crédito político de dudosa efectividad y enorme coste.

--87.217.122.136 (discusión) 09:04 27 ene 2011 (UTC)Responder


Opinión Jose Núñez:

En mi opinión, he de decir que creo que ya es hora de que realmente se lleven a cabo esos cambios en la forma de expresar y redactar los escritos jurídicos y todo aquello que tiene que ver con el derecho, tal y como se supone que se pretendía hacer con el “Manual de estilo” (de 1993). No estoy diciendo con ello que se incurran en vulgarismos, ni vocablos fuera de lugar, pero pienso que no por ser un escrito jurídico hay que pretender hacerlo ininteligible, ya que se puede conseguir que la gente entienda lo que ponen los escritos, sin que por ello pierdan seriedad o apariencia jurídica. En cuanto a la coexistencia de las lenguas oficiales en España, creo que sinceramente estamos retrocediendo en el tiempo, porque el hecho de que cada comunidad autónoma tenga su propia lengua, no tiene porque ser sinónimo de que no nos podamos entender entre nosotros mismos. Es correcto que las comunidades tengan sus lenguas, sus culturas, y que las conserven y las utilicen en la medida de lo posible, pero lo que yo no encuentro tan correcto es tener que establecer barreras lingüísticas entre nosotros mismos cuando realmente tenemos un idioma que es el castellano en el cual todos los españoles podemos entendernos y comunicarnos sin necesidad de traductores, y menos con el gasto que ello conlleva y sobre todo en una época de crisis como esta.


--Josenr (discusión) 20:04 26 ene 2011 (UTC)jose n.r.--Josenr (discusión) 20:04 26 ene 2011 (UTC)Responder


Opinión Ernesto Heras:

Opinión referente a la situación sociolinguística: Luis Javier Calleja

La nueva situación lingüística en el Senado me inquieta. Existen diversas motivaciones y basamentos para pensar que el uso de las lenguas cooficiales en la cámara no es muy adecuado. Por un lado, si tomamos como cariz la óptica puramente jurídica; lo dispuesto en la Constitución en el artículo 3, a tenor del deber de conocimiento del castellano, arroja luces sobre la inexistencia de ese deber respecto de las lenguas cooficiales. En rigurosa interpretación del mismo precepto, se señala que el castellano es la lengua oficial, por tanto la auténtica reconocida a efectos de la autoridad estatal. Puesto que el Senado forma parte del poder legislativo estatal, debería entonces ceñirse al uso del castellano, pues así está dispuesto. Por otro, si la óptica elegida es la económica; no hace falta realizar un profundo análisis de la situación actual, para sostener que el gasto de los servicios de traducción no es soportable en estos momentos. En observancia de los datos económicos, se podría decir que la nueva situación lingüística de la cámara, muestra una actitud de dispendio en desmesura y responde fielmente a una actitud extravagante y de derroche; mostrando así lo alejado de la austeridad que están las políticas gubernamentales. Una situación bochornosa y deleznable. Por último, está la óptica sociológica; donde el uso de varias lenguas en el entorno de la cámara puede tener serias consecuencias, todas ellas apuntando a la divergencia. La identidad de España, estaría siendo atacada en tanto buscamos las diferencias del lenguaje y no las similitudes que conforman nuestra unidad. Y palabras como las de Carlos III, “ mando que la enseñanza de primeras Letras, Latinidad y Retórica se haga en lengua castellana generalmente, donde quiera que no se practique, recomendándose también por mí el Consejo, a Diocesanos, Universidades y Superiores Regulares para su exacta observancia y diligencia en extender el idioma general de la Nación para su mayor armonía y enlace recíproco" vienen a mi mente; pues entiendo que nada puede hacer más fuerte a una comunidad que la de comunicarse en la misma lengua y con total entendimiento. En suma, la nueva situación me abochorna; en tanto que existen argumentos jurídicos, económicos y sociológicos para apuntar que los servicios de traducción en el Senado son contrarios a la Constitución, son insostenibles económicamente y no dan cabida a la unidad de España.


Lenguaje administrativo

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Con mi perspectiva en lo referente al gasto público explicar que la suma de 350.000€ no es una pérdida importante teniendo en cuenta las cifras dinerarias que poseen los presupuestos generales del Estado. Dicha cantidad anual se hace aun más pequeña cuando observamos que la introducción de las lenguas cooficiales en el senado hacen estrictamente necesaria una cantidad de personas que lleven a cabo dicho ejercicio. Con ello me refiero a que la cifra de pérdidas mencionada con anterioridad no es tan grande ya que con ello se genera empleo, un empleo remunerado con el cual a cada empleado se le va a retener el impuesto de la Renta. Por otro lado se aporta un pequeño paso adelante en lo que al paro se refiere, ya que se ha conseguido generar nuevos puestos de trabajo. Haciendo mención a la fomentación de las lenguas oficiales mi opinión es positiva por un lado pero negativa por el otro. Es cierto que la lengua española es la primordial y que es necesario que las personas que residan en España sepan hablarla, entenderla y escribirla. Sabiendo que en el Senado todos han de conocer el castellano resulta un tanto incomprensible que se quiera hacer más difícil el entendimiento dentro de los deberes de todos ellos. Mirando por esta perspectiva resulta un retraso en el ejercicio de sus funciones ya que, es necesario que una persona traduzca la conversación al momento y de la forma más exacta posible. Digo esto porque todos sabemos que las traducciones entre idiomas nunca son del todo iguales y muchas veces pueden cambiar una frase por completo (al igual que ocurre en las traducciones literarias), pero también afirmar que en la Unión Europea se lleva haciendo desde los comienzos de las reuniones y de momento no han generado ningún problema grave. También explicar que la Unión Europea posee dos idiomas comunes (inglés y francés) pero luego cada comisario o parlamentario posee un traductor para el mejor entendimiento de los debates. Mi punto de vista positivo para la utilización en el Senado de las lenguas cooficiales viene definido por la cultura española. Todo esfuerzo que garantice reforzar un matiz cultural es bueno para la sociedad. Cada día se da más importancia en determinadas Comunidades Autónomas a las lenguas cooficiales que estas poseen. En los colegios de dichas Comunidades es obligatoria la enseñanza de la lengua cooficial que posee, no siendo solo es en los centros educativos donde se da importancia, si no también en las profesiones, sobre todo en las administrativas, donde más se pide el conocimiento del idioma de la comunidad para poder optar al puesto de trabajo. Como matiz explicar que la figura del traductor no es una novedad en el sistema español, ya que es empleado también en los juzgados como un derecho que posee el detenido en los juicios penales. A modo de conclusión explicar que no me parece mal la postura adoptada en relación a la utilización de las lenguas cooficiales en el Senado porque aporta un interés y ejemplo cultural, aunque también decir que no es del todo necesario ya que todo el estado español se entiende con el castellano.



Opinión Laura Carazo: Es cierto que existe cierta dificultad en trazar un linde o distinción entre el lenguaje jurídico y lenguaje administrativo, ya que si es verdad, que el primero casi engloba en su totalidad al siguiente, aunque nunca me había planteado la cuestión hasta leer la información en Wikipedia. Del mismo modo considero que si que debería ser más efectiva la claridad de los textos jurídicos y administrativos ya que la función en el Derecho y de manera notoria en la rama administrativa es que ésta, más que otra, está al alcance de cualquier ciudadano, el cual tiene el derecho y la obligación y acudir a la vía administrativa ya sea para reclamar o solicitar algo. Por ello, se debe facilitar la comprensión al ciudadano, no utilizar los métodos rimbombantes y arcaicos y entender que no sólo los abogados debemos y tenemos que comprender y saber utilizar el lenguaje jurídico y administrativo, ya que el modo de comunicación entre la Administración Publica y los ciudadanos es éste lenguaje, y en este caso no media un abogado para poder asesorar a la persona y explicarle qué es lo que la Administración quiere decir un precepto del BOE, por ejemplo. La elaboración del “Manual de estilo” me parece un buen comienzo para modernizar y simplificar el lenguaje administrativo para hacerlo, en definitiva, más cercano al ciudadano. Por otro lado, el tema de la situación sociolingüística en España, es una figura política que los partidos democráticos españoles mueven en función de sus intereses. Ya sabemos que existen cuatro lenguas el castellano, gallego, catalán y vasco, y al mismo tiempo, cada Comunidad Autónoma y los ciudadanos españoles conocemos cómo se desarrolla el uso de cada una de ellas en las diferentes comunidades. Por ello, es incomprensible el hecho de que se haya aprobado una ley que ha entrado ya en vigor, la cual permite que en el Senado se puedan utilizar las lenguas cooficiales. Esta ley, tonta y absurda conllevará el gasto de traductores, que paradójicamente, traducirán argumentaciones que se han debatido en la Cámara, que todo el mundo presente entiende. Por eso creo, que es una figura política el tema referido a las lenguas que se usan es España para crear un debate (en el que a todo el mundo le tira su tierra o comunidad o provincia, cultura etc.,) dejando al margen las cuestiones verdaderamente importantes que necesita España.


--Laura carazo (discusión) 21:53 26 ene 2011 (UTC)Laura Carazo--Laura carazo (discusión) 21:53 26 ene 2011 (UTC)Responder

Lenguaje Administrativo

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Opinión Mari Carmen SO


Bajo mi punto de vista, teniendo en cuenta que España es una nación organizada territorialmente en diecisiete Comunidades Autónomas y dos ciudades Autónomas y que cada Comunidad Autónoma posee su propia cultura, obliga a un seguimiento de tales culturas que caracterizan cada parte de nuestro país de una forma diferente. Si bien, nos encontramos en un país cuyo Estado es democrático por naturaleza, y como tal, es obvio que cada cultura sea respetada en su propio ámbito. Ahora bien, con ello quiero dejar cabida, a que estoy de acuerdo con la nueva medida implantada, teniendo como base la libertad de elección por los individuos de la lengua utilizada, en base a nuestro Estado democrático. Dicha medida provoca el mantenimiento y la propia reproducción de las lenguas ya existentes para que tales puedan sobrevivir en nuestra sociedad, integrándose así en las propias instituciones, que articulan la actividad institucional y administrativa de nuestro país. Implantando esta medida en el propio Senado, es un camino a abrir, para que dichas lenguas cooficiales sobrevivan que si bien han sido minorizadas en un régimen homogéneo a los largo de los tiempos. De esta forma no sólo estamos fomentando su supervivencia y seguimiento en nuestra sociedad, sino que además dicha pluralidad provoca que todas tengan la misma consideración institucional, es decir, de esta forma mantendríamos esa pluralidad bajo un modelo obligacional que fomente cada provincia su propia lengua, dando luego a una gran pluralidad lingüística. Ahora bien, el único inconveniente, que se podría apreciar en esta medida implantada, resultaría del gasto público que generaría que dicha medida se implante en el Senado, sin embardo, tampoco hablaríamos de un gran gasto. Resultaría más relevante, quizás, el fomentar la propia naturaleza del Senado que es precisamente esa, la de representar el Estado de las Autonomías. Ahora bien, podremos estar de acuerdo en lo pragmático de la decisión o no, pero debemos hacer una valoración general sobre el gasto que por muy pequeño que sea en comparación con los presupuestos generales del Estado, en los tiempos que corren se intenta luchar contra un gran déficit público. ×


Opinión de Pau Montis:


En lo referente al artículo sobre el Lenguaje administrativo, primero de todo decir que se basa más en un debate político que jurídico, ya que es verdad que existen cuatro lenguas oficiales. Segundo, no me ha gustado mucho el rigor del artículo, me parece bastante partidista y parcial, lo que no significa que esté o no de acuerdo. El tono tampoco es adecuado, bajo mi punto de vista; con exclamaciones y sin una línea fija. No es contenido, tal vez que me basaría para estudiar sobre el tema, aunque me parece que el autor tiene bastante conocimiento del tema. Sobre lo que opino sobre la utilización de cualquier lengua oficial dentro del Senado, me parece muy bien. Lo que no me parece bien es que sea acosta de los presupuestos generales, ni acosta del contribuyente. Me parece una falta de sentido común despilfarrar 300.000 € al año en un capricho, de una cámara, que de por si hoy en día es intrascendente, y no se vincula a la realidad política ni jurídica hoy en día. Además, los senadores deberían de abogar por el sentido común y por la comunicación, que es muy importante, y dejarse de historias que tienen un marcado carácter separatista, es decir, de poner trabas en las relaciones entre el Gobierno central y las Comunidades Autónomas. Lo que me da más lástima de todo, es que se siguen premiando las conductas contrarias a la unión del Estado. Después llama la atención los esfuerzos por ejemplo de la Real Academia Española para unificar la lengua en América Latina, y resulta que en casa, tal vez es donde más esfuerzos hagan falta. O que por éxitos nacionales, todo el mundo se apunte al carro de 'lo español' y España. Realmente, este tema no tiene nada que ver ni con la política, ni con el Derecho, ya que no hay norma que prohíba esta práctica, sino con una falta importante de valores y de sentido común, que llega hasta y todo al Senado, una cámara de representación de máximo nivel. Por último, quiero decir que mi lengua materna es el catalán, una lengua que tiene una cultura riquísima y que estoy encantado de saber utilizar. Pero para mí lo más importante es la comunicación entre las personas, sin ninguna traba, y ni me gusta las imposiciones lingüísticas, ni los sin sentidos como en el caso. Son actos que nos perjudican tanto económicamente como culturalmente.

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