En la mitología griega, Pan estaba perdidamente enamorado de la ninfa Syrinx (Siringa en español) pero Pan era un ser de apariencia poco atractiva y la bella ninfa tenía terror de él. Syrinx trataba justamente de huir de Pan cuando llegó a la orilla de un río. La bella suplicó a otras ninfas, las Náyades, que la convirtieran en un cañaveral. Tras oír el sonido que producía el viento rozando las cañas, Pan decidió fabricar una flauta con estas cañas y llamó a ese instrumento con el nombre de su amada. Así que la flauta de Pan también se conoce como Siringa.

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