Divisa de la piña

La divisa de la piña fue un emblema o divisa real adoptada por Catalina de Lancaster, reina consorte de Castilla por su matrimonio con Enrique III «el Doliente». Su importancia radica en constituir la primera divisa femenina de una reina de Castilla de la Casa de Trastamara.[1]

Sepulcro de Catalina de Lancaster, donde el almohadón está decorado con su divisa de la piña.
Capitel de santa María la Real, donde aparece un árbol decorado con piñas, divisa de la reina.

Su adopción debió de estar motivada por su papel de reina regente de su hijo Juan II de Castilla entre 1407 y 1418,[1]​ así como por su procedencia anglo-francesa,[1]​ donde surgieron este tipo de emblemas y donde estaban más instauradas que en los reinos hispanos.[2]​ Por este motivo, a ella se le atribuye haber importado a España la moda de las divisas.[3]​ Aparece documentada por primera vez en una carta de Fernando de Antequera fechada en Sevilla el 4 de diciembre de 1410, y dirigida a todas las ciudades del reino, en la que como regente de Juan II, prohibió el uso de las divisas reales sin disponer de privilegio, en la que incluye la divisa de la reina Catalina.[1][4][5][6]

El emblema consiste en una piña de color dorado en campo con forma de losange sostenido por dos grifos, como aparece representado en la capilla mayor de la iglesia del monasterio de santa María la Real o de la Soterraña en Santa María de Nieva (Segovia), fundación suya en 1392.[1]​ Por ello la divisa se localiza repartida por diversas estancias del complejo monacal. También aparece en el almohadón sobre el que se apoya la cabeza de su estatua yacente, en su sepulcro ubicado en la capilla de los Reyes Nuevos de la catedral de Toledo.[1]​ Otra representación de la divisa se puede encontrar decorando la pila bautismal de la iglesia de san Quirico y santa Julita de Covaleda (Soria).[7]

Otro de los espacios en los que aparece representada la divisa es la Sala de las Galeras del Alcázar de Segovia, que ella misma ordenó levantar en 1412, así como en la Sala de las Piñas, construida por si nieto Enrique IV de Castilla siendo príncipe, en alusivo homenaje a su abuela.[1][8]

Referencias editar

  1. a b c d e f g Fernández de Córdova Miralles, Álvaro (2016). «El cordón y la piña. Signos emblemáticos y devociones religiosas de Enrique III y Catalina de Lancaster (1390-1418)». Archivo Español de Arte LXXXIX (354). ISSN 1988-8511. 
  2. Martínez Llorente, Félix Javier (2014-2015). «Divisas y heráldica: encuentros y desencuentros de las dos realidades emblemáticas». Emblemata: Revista aragonesa de emblemática (20-21). ISSN 1137-1056. 
  3. de Ceballos Escalera y Gila, Alfonso (1993). La Orden y Divisa de la Banda Real de Castilla. Persevante Borgoña. p. 98. ISBN 848656851X. 
  4. Fernández de Córdova Miralles, Álvaro (2012). «Las divisas del rey: escamas y ristres en la corte de Juan II de Castilla». Reales Sitios: Revista del Patrimonio Nacional (Madrid: Patrimonio Nacional) (191). ISSN 0486-0993. 
  5. Torres Fontes, Juan (1980). «Don Fernando de Antequera y la romántica caballeresca». Miscelánea medieval murciana (5). ISSN 1989-4597. 
  6. Vilaplana Gisbert, María Victoria J. (1993). Documentos de la minoría de Juan II: la regencia de don Fernando de Antequera. Real Academia Alfonso X el Sabio. pp. 293-294. ISBN 9788487408687. 
  7. Llorente, Ángel (2018). «Estudio histórico realizado a partir de la pila bautismal de la parroquia de san Quirico y santa Julita de Covaleda (Soria)». Historia de Covaleda. Consultado el 1 de junio de 2023. 
  8. Cañas Galvez, Francisco de Paula (2007). El itinerario de la corte de Juan II de Castilla (1418-1454). Sílex. p. 98. ISBN 9788477371878.