Elisa Bravo Jaramillo de Bañados se cree que fue una de las pasajeras sobrevivientes del naufragio del bergantín Joven Daniel,[1]​ en 1849 en la playa de Puauchu, frente al Lago Budi.[2]

Elisa Bravo
Información personal
Nacionalidad Chilena

Biografía editar

Fue hija de Miguel Bravo Aldunate y Carmen Jaramillo Jaramillo, nacida en Valdivia y casada, el 12 de octubre de 1846, con Juan Bañados Berendique.[3]​ Esta mujer habría viajado en el bergantín, por lo que la prensa de forma posterior la asoció a una historia sobre la violación, posterior rapto y cautiverio por parte de los mapuches.[4]

No existió mención de ella en la prensa de ese tiempo, en los juicios relacionados al naufragio se la nombra una vez, y es en un juicio levantado por una empresa peruana, ya que se realiza una enumeración de todas las personas involucradas demandantes, donde se nombra:

Don Miguel Bravo representando derechos propios i de su finada ija Doña Elisa Bravo.
Citado por Jorge Muñoz Sougarret.[1]

Contexto histórico y consecuencias editar

Las pocas informaciones que se conocieron de forma verídica de lo ocurrido generaron que la historia se llenara de especulaciones, creándose muchas leyendas sangrientas sobre lo que podía haber ocurrido con los pasajeros sobrevivientes.[5]​ Los diversos matices que toma la leyenda tienden a denostar al pueblo mapuche e intentan hacerlo ver como un grupo de seres sanguinarios, sin que existan pruebas contundentes de lo ocurrido con los pasajeros de la embarcación posterior al naufragio.

Lo que es necesario destacar de este hecho, es que para la sociedad chilena -santiaguina especialmente- se corroboró la imagen de bárbaros y brutales que ya poseían los mapuches. Junto con el temeroso respeto de la bravura, fue creciendo un sentimiento anti-indígena, que predominará en las décadas siguientes.
José Bengoa.[5]

Varios escritos y estudios se hicieron relativos al tema del naufragio y del supuesto cautiverio de Elisa Bravo. Entre ellos destaca el realizado por Benjamín Vicuña Mackenna, Elisa Bravo, o sea, el misterio de su vida, de su cautividad y de su muerte: con las consecuencias políticas i públicas que la última tuvo para Chile de 1884, donde el autor glorifica la imagen de Elisa y la utiliza para justificar la "pacificación" de la Araucanía.[6]

¿Vive cautiva Elisa Bravo, anciana y desnaturalizada ya por el infortunio, y la esclavitud, la promiscuidad de sus amos y sus años ya numerosos, según déjanlo entrever telegramas de última hora trasmitidos desde el fondo de la Araucanía?
Benjamín Vicuña Mackenna, pág. 33.[6]

Se generó un enaltecimiento de la imagen de Elisa Bravo como mártir, supuestamente mujer joven y hermosa, sobreviviente del naufragio y a quien asesinaron a sus hijos, convirtiéndola en cautiva con un casamiento forzoso con el cacique Curin,[1]​ teniendo descendencia mestiza.

Fue emulada bajo la visión de la cautiva que brama entre sus captores por ser liberada.
Yéssica González.[7]

Ocho años después del naufragio se seguía diciendo que Elisa estaba viva y hasta se pensó en realizar un rescate para salvarla.[8]​ Se cuentan historias de telegramas donde se asegura que la han visto muchos años después.

Estas historias solo lograron que la población general sintiera un gran malestar hacia el pueblo mapuche y esto ayudaba a justificar los vejámenes que se les realizaron. Tanto así que se convirtió en un tema país, donde el presidente Manuel Bulnes exigió una investigación de lo ocurrido, concluyendo esta en que no había sucedido ninguna masacre con los náufragos.

Y la figura de Elisa Bravo llamó la atención de todos, por su juventud, convirtiéndose rápidamente en la protagonista de todos los rumores y clamores de justicia. En la prensa se exigía que el crimen no quedase impune, puesto que podría provocar una rebelión indígena. Por temor no solo a la opinión pública sino que sobre todo a un levantamiento de las tribus, el gobierno de Manuel Bulnes ordenó una investigación militar, a fines del mismo año, con el fin de establecer los hechos y castigar a los culpables. Dicha investigación presentó como resultado la inocencia de los indígenas inculpados, y concluyó que las acusaciones no habían sido más que rumores.
A la luz de la fotografía.[9]

En el arte editar

Una visita a Chile del pintor francés Raymond Monvoisin en 1849 coincidió con la noticia del naufragio y, a su regreso a Europa, realizó dos pinturas alusivas diez años después de lo ocurrido. Naufragio del Joven Daniel donde aparece una mujer con dos niños pequeños raptada por un grupo de mapuches y Elisa Bravo Jaramillo de Bañados, mujer del cacique o Elisa Bravo en cautiverio, donde se muestra a una mujer con dos hijos mestizos y atrás un mapuche. Mostrado en el contenido estilo neoclásico, se retrata el cautiverio de una mujer blanca a manos de los indígenas y el mestizaje.[10]​ Las obras tuvieron una gran circulación nacional, convirtiendo al naufragio en una leyenda trágica, difundiendo la leyenda de Elisa, los supuestos acontecimientos y entregando una visión sesgada y diabólica del pueblo mapuche al resto de la población.[9]

Referencias editar

  1. a b c Jorge Muñoz Sougarret (2010). «El naufragio del Bergantín "Joven Daniel", 1849. El indígena en el imaginario histórico de Chile». Revista Tiempo Histórico. http://bibliotecadigital.academia.cl/handle/123456789/398: Universidad Academia de Humanismo Cristiano. pp. 133-148. Consultado el 26 de junio de 2019. 
  2. «Bergantín "Joven Daniel"». armada.cl. Consultado el 26 de junio de 2019. 
  3. Guarda, Gabriel (2006). La sociedad en Chile austral antes de la colonización alemana : Valdivia, Osorno, Río Bueno, La Unión: 1645-1850. Ediciones Universidad Católica de Chile. 454. ISBN 9561408678. OCLC 128386928. Consultado el 26 de junio de 2019. 
  4. Villalobos, Sergio (1995). Vida fronteriza en la Araucanía: el mito de la Guerra de Arauco. Andres Bello. p. 203. ISBN 9789561313637. Consultado el 26 de junio de 2019. 
  5. a b Bengoa, José (2000). «La Araucanía durante los primeros cincuenta años de la República». Historia del pueblo mapuche: (siglo XIX y XX). Lom Ediciones. 164-165. ISBN 9789562822329. Consultado el 26 de junio de 2019. 
  6. a b Vicuña Mackenna, Benjamín (1884). Elisa Bravo, o sea, el misterio de su vida, de su cautividad y de su muerte: con las consecuencias políticas i públicas que la última tuvo para Chile. Libros Electrónicos UChile: Imprenta Victoria. Consultado el 26 de junio de 2019. 
  7. González, Yéssica (1 de julio de 2016). «Indias blancas tierra adentro. El cautiverio femenino en la Frontera de la Araucanía, siglos XVIII y XIX». Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura 43 (2): 185. ISSN 2256-5647. doi:10.15446/achsc.v43n2.59076. Consultado el 27 de junio de 2019. 
  8. Philippi, Rodolfo Amando (2003). El orden prodigioso del mundo natural. Pehuén Editores Limitada. p. 22. ISBN 9789561603677. Consultado el 27 de junio de 2019. 
  9. a b Ana María Risco Neira, María José Delpiano Kaempffer, Nicole Iroumé Awe. «Un referente desde la coyuntura histórica: la cautiva blanca». Ensayo: A la luz de la fotografía. Consultado el 27 de junio de 2019. 
  10. «En serie: de Monvoisir». Artes y Letras. El Mercurio. 1 de marzo de 2015. Consultado el 26 de junio de 2019.