La ericera es una construcción tradicional que se realizaba en los propios castañares para almacenar las castañas.

Usos y tipologías editar

Los castaños eran vareados a finales de septiembre y en octubre.[1]​ Mediante unas largas tenazas que evitaban los pinchos de los erizos, las castañas eran recogidas del suelo y colocadas en cestos. Y esos cestos se vaciaban en las ericeras. La castaña se recogía tal como se encontraba en el suelo, es decir, con su erizo. Este se abriría de forma natural en la ericera permitiendo obtener fácilmente el fruto, la castaña propiamente dicha.

Las ericeras son construcciones realizadas con piedra y barro. Su forma solía ser circular u ovalada. Las medidas naturalmente eran muy variables, aunque se ha dicho que las características eran un metro y medio de altura por entre tres y cinco de diámetro.[2]​ No siempre, pero sí frecuentemente constaban de una entrada que permitía extraer más fácilmente las castañas con rastrillos. Estas entradas se cubrían con losas de piedra. Las ericeras se cubrían con hierbas, ramas o cualquier otro material apropiado que se encontrara en el lugar.

Cuando no había piedra, las ericeras se construían en madera.

Parece que la utilidad fundamental de las ericeras era la conservación de las castañas. En el monte se mantenían aptas para el consumo hasta la primavera. De este modo, las castañas se iban bajando poco a poco, generalmente en caballerías, en función de las necesidades de la casa. Podían conservarse incluso hasta mayo, dando lugar así a las «castañas mayeras». La ericera, además de mantener unas condiciones ambientales óptimas para la conservación de las castañas, impedía que los animales del bosque, sobre todo los jabalíes, se las comieran.

En Asturias la ericera era denominada por lo general "corra" o "corripa"[3]​ y las tenazas para recoger las castañas "morgaces".[4]​ La proliferación de hórreos y paneras parece que motivaba que las castañas fueran bajadas a los núcleos de población antes que en otras zonas, sobre mediados de diciembre.

Rutas de ericeras editar

Las ericeras fueron construidas hasta los años 50 del siglo XX.[5]​ El Ayuntamiento de Orozco ha creado una «ruta de los kirikiñausis» (ericeras en euskera)[6]​ en la que pueden observarse varias de ellas restauradas. La zona de Orozco era especialmente importante en la producción de castañas. Contaba con el 70 por ciento de las ericeras construidas en el País Vasco y conserva la mitad de las que existen hoy en día.[7]

Otras construcciones relacionadas con las castañas editar

Existen otras construcciones relacionadas con las castañas: los «secadores de castañas».[8]​ Estas construcciones eran mucho más grandes que las ericeras. Estaban pensadas para que los recolectores pudieran vivir en ellas durante la temporada de recogida. Constaban de una planta baja que hacía las funciones de vivienda, y una superior en la que se secaba el fruto. Pueden visitarse en Trives, provincia de Orense.

Referencias editar

  1. Imbuluzqueta Alcasena, Gabriel (2001). «Aportación a un estudio de las castañas: ericeras en Baztán». Cuadernos de etnología y etnografía de Navarra 33 (76): 25-52. ISSN 0590-1871. Consultado el 14 de noviembre de 2023. 
  2. En "Ericeras en el Macizo del Gorbeia" Archivado el 22 de julio de 2020 en Wayback Machine., de Enrike Ibabe, y María Juana Lujanbio, se describen detalladamente las medidas y características de las ericeras de esa zona, en especial a partir de la página 57.
  3. Diccionario de la Lengua Asturiana, voces corra y corripa. Parece que hay varias denominaciones más locales, como "cuerra" o "cuerría". En Galicia se les denominaba "ouriceiras".
  4. Diccionario de la Lengua Asturiana, entrada morgaces.
  5. Etxebarría, Juan Manuel, “Kirikiñusiek”, en Etniker Bizkaia, nº 1-4 (reedición), Bilbao, 1991.
  6. «Ruta de los Kirikiñausis». Consultado el 25 de agosto de 2020. 
  7. «Orozko crea una ruta permanente para mostrar su pasado castañero». Consultado el 25 de agosto de 2020. 
  8. «En los viejos secaderos de castañas». Consultado el 25 de agosto de 2020.