Diferencia entre revisiones de «Crisis del siglo XIV»

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Las consecuencias no fueron negativas para todos. Los supervivientes [[acumulación del capital|acumularon inesperadamente capital]] en forma de herencias, que pudo en algunos casos invertirse en empresas comerciales, o acumularon inesperadamente [[patrimonio]]s nobiliarios. Las alteraciones de los precios de mercado de los productos, sometidos a tensiones nunca vistas de [[oferta y demanda]] cambió la forma de percibir las relaciones económicas: los [[salario]]s (un concepto, como el de [[circulación monetaria]] ya de por sí disolvente de la economía tradicional) crecían al tiempo que las rentas feudales pasaron a ser inseguras, obligando a los señores a decisiones difíciles. Alternativamente primero tendieron a ser más comprensivos con sus siervos, que a veces estuvieron en situación de imponer una nueva relación, liberados de la servidumbre; mientras que en un segundo momento, sobre todo tras algunas [[rebeliones campesinas]] fracasadas y duramente reprimidas, impusieron en algunas zonas una nueva [[refeudalización]], o cambios de estrategia productiva como el paso de la agricultura a la ganadería (expansión de la [[Mesta]]).
 
El negocio lanero produjo curiosas alianzas internacionales e interestamentales (señores ganaderos, mercaderes de la lana, artesanos de paños) que suscitaron verdaderas [[guerras '''comerciales]] (en ese sentido se ha podido interpretar las cambiantes alianzas y divisiones internas Inglaterra-Francia-Flandes durante la [[Guerra de los Cien Años]], en la que Castilla se implicó en [[Guerra Civil Castellana|su propia guerra civil]]). Únicamente los nobles con más capacidad (demostrada la mayor parte de las veces por el despojo de nobles con menos capacidad) pudieron convertirse en una [[gran nobleza]] o aristocracia de grandes casas nobiliarias, mientras que la [[pequeña nobleza]] se empobrecía''', reducida a la mera supervivencia o a la búsqueda de nuevos tipos de ingresos en la creciente administración de las monarquías, o a los tradicionales de la Iglesia.
 
En las instituciones del clero también se va abriendo un abismo entre el [[alto clero]] de [[obispo]]s, [[canónigo]]s y [[abad]]es y los [[cura]]s de [[parroquia]]s pobres; y el [[bajo clero]] de frailes o clérigos vagabundos, de opiniones teológicas difusas, o bien supervivientes materialistas e'''Texto en negrita'''n la práctica, [[goliardo]]s o estudiantes [[sin oficio ni beneficio]].
 
En las ciudades, la [[alta burguesía]] y la [[baja burguesía]] viven un similar proceso de separación de fortunas, que hace imposible mantener que un aprendiz o incluso un oficial o un maestro de taller pobre tenga algo que ver con un mercader enriquecido por el comercio a larga distancia de la [[Hansa]] o las [[ferias de Champaña]] y [[Ferias de Medina del Campo|de Medina]], o un médico o un [[letrado]] salidos de la [[universidad]] para entrar en la alta sociedad. Se va abriendo paso la posibilidad (antes inaudita) de que la condición social dependa más de la capacidad económica (no necesariamente ligada siempre a la tierra) que del origen familiar.
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Frente al mundo medieval de los tres órdenes, basado en una economía agraria y firmemente ligada a la posesión de la tierra, emerge un mundo de [[ciudad]]es basado en una economía comercial. Los centros de poder se desplazan hacia los nuevos [[burgo]]s. Estos reequilibrios se vieron reflejados en los campos de batalla, ya que los [[caballero|caballeros feudales]] empezaron a ser superados por el desarrollo de técnicas militares como el arco de tiro largo, arma que los ingleses usaron para barrer a los franceses en la [[Batalla de Azincourt|Batalla de Agincourt]], en [[1415]], o la [[pica (arma)|pica]], usada por la infantería de [[mercenarios suizos]]. Es en esta época cuando aparecen los primeros ejércitos profesionales, compuestos por soldados a los que no les une un pacto de vasallaje con su señor sino la paga.
 
Las nuevas ideas religiosas -que se adaptan mejor a la forma de vida de la burguesía que a la de los privilegiados- ya estuvieron en el fermento de las [[herejía]]s que se habían producido previamente, a partir del siglo XII ([[cátaros]], [[valdenses]]), y que habían encontrado eficaz respuesta en las nuevas [[orden mendicante|órdenes religiosas mendicantes]], insertas en el entorno urbano; pero en los últimos siglos medievales el [[husismo]] o el [[wycliffismo]] tienen una mayor proyección hacia lo que será la [[Reforma protestante]] del siglo XVI. El [[milenarismo]] ([[flagelantes]]) convivía con el [[misticismo]] ([[Tomás de Kempis]]) y los desórdenes y corrupción de costumbres en la Iglesia que culminaron en el [[cisma de Occidente]]. Los intentos de imprimir mayor racionalidad al catolicismo ya venían estando presentes desde la cumbre de la [[escolástica]] de los siglos XII y XIII con [[Pedro Abelardo]], [[Tomás de Aquino]] o [[Roger Bacon]]; pero ahora esa escolástica se enfrenta a su propia crisis y cuestionamiento interno, con [[Guillermo de Ockham]] o [[Duns Scoto]]). La mentalidad [[teocentrismo|teocéntrica]] iba lentamente dando paso a una nueva [[antropocentrismo|antropocéntrica]], en un proceso que culminará con el [[humanismo]] del siglo XV, en lo que ya puede denominarse [[Edad Moderna]].
 
El desafío al monopolio económico, social, político e intelectual de los privilegiados, creaba lentamente nuevos espacios de poder en beneficio de los [[monarca|reyes]], así como un lugar cada vez más amplio para la burguesía. Aunque la mayor parte de la población siguió siendo campesina, lo cierto es que el impulso y las novedades ya no provenían del [[castillo]] o el [[monasterio]], sino de la [[Corte]] y la [[ciudad]]. Entre tanto, el [[amor cortés]] (procedente de la [[Provenza]] del siglo XI) y el [[ideal caballeresco]] se revitalizaron y pasaron a convertirse en una ideología justificativa del modo de vida nobiliario justo cuando este empezaba a estar en cuestión,<ref>[[Arnold Hauser]] ''Historia social de la literatura y el arte''.</ref> viviendo una época dorada, obviamente decadente, localizada en el período de esplendor del [[ducado de Borgoña]], que reflejó [[Johan Huizinga]] en su magistral ''[[El otoño de la Edad Media]]''.
 
== El comienzo de la recuperación ==
A partir del siglo XV, a medida que los efectos de la crisis disminuían, Europa comenzó a experimentar cierta recuperación, que se manifestó en diversos aspectos. En primer lugar, la población comenzó a crecer nuevamente. Uno de los factores que contribuyeron a ello fue la disminución de las guerras y las epidemias que habían asolado el continente durante el siglo XIV. Al mismo tiempo, al aumentar la población, la demanda de productos agrícolas y la cantidad de mano de obra disponible para los trabajos rurales fueron mayores. Además la producción agrícola se vio favorecida por algunos adelantos técnicos (mejoras de los arados y de los sistemas de irrigación) y por la in-corporación a la agricultura de tierras que habían sido abandonadas durante la crisis.
El aumento de la producción agrícola fue acompañado por un crecimiento de las manufacturas y las actividades comerciales. En el primer caso, en esa época surgió una nueva forma de producción manufacturera, que recibió el nombre de ''trabajo rural domiciliado'': con materias primas y créditos facilitados por los comerciantes, los campesinos producían manufacturas en sus aldeas. Luego, vendían sus productos a los comerciantes, quienes lo comercializaban en las ciudades. El aumento de producción de manufacturas, junto con otros factores, como la mejora de los caminos y el perfeccionamiento de los medios de pago, impulsó un significativo crecimiento en los intercambios comerciales.
 
== Referencias ==
 
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== Véase también ==
*[[Baja Edad Media]]
*[[Ciencia medieval]]
*[[Crisis de la Edad Media en España]]
*[[Revolución del siglo XII]]
*[[Renacimiento]]
 
== Bibliografía ==
*FERNÁNDEZ ÁLVAREZ, Manuel; AVILÉS FERNÁNDEZ, Miguel y ESPADAS BURGOS, Manuel (dirs.) (1986), Gran Historia Universal (volumen XIII), Barcelona, Club Internacional del Libro. ISBN 84-7461-654-9.
* HILTON, Rodney (ed.) (1976, 1977 en español) ''La transición del feudalismo al capitalismo'', Barcelona, Crítica, ISBN 84-7423-017-9
*ROMANO, Ruggiero y TENENTI, Alberto (1971),'' Los fundamentos del mundo moderno. Edad Media tardía, Renacimiento, Reforma'', Madrid, Siglo XXI. Depósito Legal M. 23.301-1970
 
[[Categoría:Edad Media]]
[[Categoría:Historia económica]]
 
[[de:Krise des 14. Jahrhunderts]]
[[en:Crisis of the Late Middle Ages]]
[[hr:Kriza 14. stoljeća]]
[[pt:Crise do século XIV]]