Diferencia entre revisiones de «Francisco de Quevedo»
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== Análisis de su obra ==
Lo más original de la obra literaria de Quevedo radica en el estilo, vinculado al [[Conceptismo]] barroco y por lo tanto muy amigo de la concisión, de la [[elipsis]] y del cortesano juego de ingenio con las palabras mediante el abuso de la [[anfibología]]. Amante de la retórica, ensayó a veces un estilo oratorio lleno de simetrías, [[antítesis]] e isocola que lució más que nunca en su ''Marco Bruto''. De léxico muy abundante, creó además muchos [[neologismo]]s por [[derivación]], [[composición]] y [[estereotipo|estereotipia]] y flexibilizó notablemente el mecanismo de la [[aposición]] especificativa en castellano ("clérigo cerbatana, zapatos galeones..."), mecanismo que los escritores barrocos posteriores imitaron de él. En su [[sátira]] se acerca a
La mayor parte de la producción poética de Quevedo es satírica, pero como ya apercibió el abate [[José Marchena]] sus sátiras están mal dirigidas y, aunque consciente de las causas verdaderas de la decadencia general, es para él más un mero ejercicio de estilo que otra cosa y se vierte contra el bajo pueblo más que contra la nobleza, en lo cual no tuvo el atrevimiento de, por ejemplo, el otro gran satírico de su época, Juan de Tassis y Peralta, segundo [[Conde de Villamediana]]. Cultivó también una fina lírica cortesana realizando un [[Cancionero petrarquista|cancionero]] [[Petrarquismo|petrarquista]] en temas, estilo y tópicos, prácticamente perfecto en técnica y fondo, en torno a la figura de Lisi, que no hay que identificar como se ha querido con ninguna dama concreta, sino con un arquetipo quintaesenciado de mujer. Destacan sobre todo sus sonetos metafísicos y sus salmos, donde se expone su más íntimo desconsuelo existencial. La visión que da su filosofía es profundamente pesimista y de rasgos preexistencialistas. El cauce preferido para la abundante vena satírica de que hizo gala es sobre todo el [[romance]], pero también la [[letrilla]] ("Poderoso Caballero es Don Dinero"), vehículo de una crítica social a la que no se le esconden los motivos más profundos de la decadencia de España, y el soneto. Abominó de la estética del [[Culteranismo]] cuyo líder, [[Luis de Góngora]], fue violentamente atacado por Quevedo en sátiras personales. Contra la pedantería y obscuridad que le imputaba se propuso también editar las obras de los poetas renacentistas [[Francisco de la Torre]] y [[Fray Luis de León]].
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