Diferencia entre revisiones de «Agustín de Hipona»

Contenido eliminado Contenido añadido
Camilo (discusión · contribs.)
m Revertidos los cambios de 186.80.196.107 a la última edición de Xabier
Línea 36:
Sumido en una gran frustración personal, decide en [[383]] partir para [[Roma]], la capital del [[Imperio Romano|Imperio]]. Su madre le acompaña en este viaje. En Roma enferma de gravedad y gracias a su amigo y protector [[Símaco]], [[prefecto de Roma]] fue nombrado "magister rhetoricae" en [[Mediolanum]] (actual [[Milán]]).
 
=== Conversión al cristianismo === ehehehe sab sabe sabe
Fue en Milán donde se produjo la última etapa antes de su conversión: empezó a asistir como catecúmeno a las celebraciones litúrgicas del obispo [[San Ambrosio|Ambrosio]], quedando admirado de sus predicaciones y su corazón. Entonces decidió romper definitivamente con el maniqueísmo. Esta noticia llenó de gozo a su madre que se encargó de buscarle un matrimonio acorde con su estado social y dirigirle hacia el bautismo. Se despidió de su compañera sentimental con gran dolor y en vez de optar por casarse con la mujer que Mónica le había buscado, decidió vivir en [[ascesis]]; decisión a la que llegó después de haber conocido los escritos [[neoplatónico]]s gracias al sacerdote [[Simpliciano]]. Los platónicos le ayudaron a resolver el problema del [[materialismo]] y el del mal. San Ambrosio le ofreció la clave para interpretar el [[Antiguo Testamento]] y encontrar en la escritura la fuente de la fe. Por último [[Pablo de Tarso|san Pablo]] le ayudó a solucionar el problema de la mediación y de la gracia. Ya sólo quedaba la crisis decisiva, estando en el jardín con su amigo Alipio, reflexionando sobre el ejemplo de Antonio, oyó la voz de un niño de una casa vecina que decía: ''toma y lee'',<ref> Conf. VIII 12.</ref> y entendiéndolo como una invitación ''divina'', cogió la [[Biblia]], la abrió por las cartas de Pablo y leyó el pasaje [http://www.biblegateway.com/passage/?search=romans%2013:13;&version=60; Rom 13, 13ss]. ''Al llegar al final de esta frase se desvanecieron todas las sombras de duda''.<ref> Conf. VIII 12,29</ref>