Diferencia entre revisiones de «Toribio de Mogrovejo»

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Línea 32:
los conquistadores cometían muchos abusos y los sacerdotes no se atrevían a corregirlos. Muchos para excusarse del mal que estaban haciendo, decían que "esa era la costumbre". Toribio de Mogrovejo les respondía que "Cristo es verdad y no costumbre". y empezó a atacar fuertemente todos los vicios y escándalos. Las medidas enérgicas que tomó contra los abusos que se cometían, le atrajeron muchas persecuciones y atroces calumnias; él callaba y ofrecía todo por amor a Dios, exclamando, "Al único que es necesario siempre tener contento es a Nuestro Señor".
 
Toribio de Mogrovejo era un gran trabajador. Desde muy de madrugada ya se estaba levantado y repetía frecuentemente: "Nuestro gran tesoro es el momento presente. Tenemos que aprovecharlo para ganarnos con él la vida eterna. El Señor Dios nos tomará estricta cuenta del modo como hemos empleado nuestro tiempo". Su generosidad lo llevaba a repartir a los pobres todo lo que poseía. Un día al regalarle sus camisas a un necesitado le recomendó: "Váyase rápido, no sea que llegue mi hermana y no permita que Ud. se lleve la ropa que tengo para cambiarme".
 
Son abundantes los testimonios de su caridad, entrega y desinterés total por lo material: antes de poner su firma a cualquier decreto que lo requiriese, anteponía la palabra gratis. En una ocasión, cuando se desató una terrible peste en la ciudad que causó innumerables muertos y enfermos, muchos de ellos pobres que abarrotaban los hospitales, le mandó decir a su cuñado que gastase todo su dinero en socorrerlos y que si faltaba, que pidiese prestado que luego él lo devolvería. En otra, un altercado gravísimo entre dos nobles limeños terminó con la condena a muerte de uno de ellos. Sólo el perdón del otro, que los ruegos de medio Lima no consiguieron, podía salvar de la ejecución al condenado. Ya a punto de realizarse el ajusticiamiento, el arzobispo de Lima fue a buscarlo, se arrodilló a los pies del ofendido y suplicó por su perdón como si fuera para él mismo obteniéndolo. Fue, además, el primer antitaurino del que se tenga noticia en estas tierras. Mandaba cerrar las ventanas de su casa cuando había corridas en la plaza, que es donde antes se hacían, y tenía a su familia prohibido asistir a ellas.
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== Labor Pastoral ==