Diferencia entre revisiones de «Cien años de soledad»

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Meme es la primera hija de Fernanda y Aureliano Segundo. Es enviada a la escuela para aprender a tocar el clavicordio y se gradúa. Mientras se dedica a este instrumento con una 'disciplina inflexible', también disfruta de las fiestas y las exhibiciones siguiendo los excesos de su padre. Conoce y se enamora de Mauricio Babilonia, un aprendiz de mecánico de los talleres de la compañía bananera siempre rodeado de mariposas amarillas. Sin embargo, cuando Fernanda descubre que han tenido relaciones sexuales, solicita al alcalde una guardia nocturna en la casa, la cual le dispara a Mauricio durante una de sus visitas nocturnas y lo deja inválido, y envía a Meme al convento. Meme permanece muda el resto de su vida, no por el trauma que le causó, sino como signo de rebelión y determinación. Algunos meses más tarde se entera de que está embarazada y tiene un hijo, a quien las religiosas llaman Aureliano en honor a su abuelo. Este hijo será llevado a Macondo. Renata muere anciana en el tenebroso hospital de Cracovia, adonde había sido desterrada por su madre, sin pronunciar nunca ni una sola palabra, pensando siempre en su querido Mauricio.
 
==== José Arcadio El Seminarista ====
José Arcadio, llamado igual a sus predecesores de acuerdo con la tradición familiar, tiene la personalidad de los Arcadios anteriores. Es criado por Úrsula, quien quiere que se convierta en [[Papa]], para lo cual es enviado a Roma, pero se retira del [[Seminario sacerdotal|seminario]] al poco tiempo. A su regreso de Roma tras la muerte de su madre, descubre un tesoro enterrado y comienza a derrocharlo en fiestas suntuosas, en donde tiene aventuras sexuales con niños. Más adelante hay un acercamiento muy lejano de la amistad entre él y Aureliano Babilonia, su sobrino bastardo, a quien planea dejarle montado un negocio con el oro que encontró, del cual pudiera vivir luego de que él se fuera a Nápoles. Esto nunca se da, porque José Arcadio fue ahogado en la [[alberca]] por cuatro niños a quienes había azotado previamente y que, luego del asesinato, se llevaron los tres sacos de oro que sólo ellos y José Arcadio sabían dónde estaban escondidos.