Diferencia entre revisiones de «Fantasía heroica»

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Este tipo de literatura cumple la premisa de que tanto quien lo escribe como quien lo lee sabe que los sucesos narrados son '''ficción'''. De este modo, aunque encontramos literatura aparentemente de este tipo en obras como el [[poema de Gilgamesh]] o [[La Odisea]], no se consideran fantasía épica sino [[épica]], ya que los elementos mitológicos o mágicos, como [[Anu]] o [[Istar]] en el primero o [[Zeus]] en el segundo, eran en sus respectivas épocas parte de sendas religiones.
 
Esta premisa se cumple de forma demostrable por primera vez en el [[siglo XIII]] en [[París]], [[Francia]], cuando un autor francés publica una versión de las leyendas artúricas inglesas. De aquí nace la tradición de los [[libros de caballerías]], de los cuales varios contienen los elementos necesarios para formar parte del género que se trata.<ref>Investigaciones filológicas de Laura Gallego García</ref> Un desarrollo posterior, influenciado por la literaturbsliteratura nórdica y germánica,gkse mmfwqcomo las [[saga]]s, en las que abundan países reales e inventados y conquistas, y la [[mitología árabe]], que introduce durante la [[Edad Media]] los dragones, los demonios y otros monstruos en la tradición europea, terminan conformando a finales del [[siglo XIX]] lo que se puede llamar sin género de duda fantasía épica. Además de los relatos del irlandés lord Dunsany, destaca ''El bosque del fin del mundo'' de [[William Morris]], publicado en [[1894]]. En este libro se encuentran las características que perduran hasta la actualidad: las criaturas fantásticas, las aventuras, el punto de misterio, los nombres peyorativos, como el del protagonista, apellidado ''El Dorado'', y sobre todo el ambiente indefinido basado en la Edad Media, producto de las ideas [[Romanticismo|romanticistas]] que se anteponían a la época industrial. Es a través de estas ideas de añoranza del pasado como el ambiente medievalista va triunfando en esta literatura. Por otra parte, a través de la obra de Morris se advierten las influencias que dieron lugar al surgimiento del género; ya sólo los títulos de sus primeras obras nos revelan su conocimiento de las leyendas artúricas, de las sagas islandesas y escandinavas , la épica de la Antigüedad y su conocimiento y utopía por la historia medieval. El mismo caso se da, por ejemplo, en los relatos de [[George McDonald]], de la misma época.
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llamar sin género de duda fantasía épica. Además de los relatos del irlandés lord Dunsany, destaca ''El bosque del fin del mundo'' de [[William Morris]], publicado en [[1894]]. En este libro se encuentran las características que perduran hasta la actualidad: las criaturas fantásticas, las aventuras, el punto de misterio, los nombres peyorativos, como el del protagonista, apellidado ''El Dorado'', y sobre todo el ambiente indefinido basado en la Edad Media, producto de las ideas [[Romanticismo|romanticistas]] que se anteponían a la época industrial. Es a través de estas ideas de añoranza del pasado como el ambiente medievalista va triunfando en esta literatura. Por otra parte, a través de la obra de Morris se advierten las influencias que dieron lugar al surgimiento del género; ya sólo los títulos de sus primeras obras nos revelan su conocimiento de las leyendas artúricas, de las sagas islandesas y escandinavas , la épica de la Antigüedad y su conocimiento y utopía por la historia medieval. El mismo caso se da, por ejemplo, en los relatos de [[George McDonald]], de la misma época.
 
A finales del [[siglo XIX]] la fantasía épica conoció a uno de sus grandes autores, [[H. Rider Haggard]]. Aunque más conocido por su clásico ''[[Las minas del rey Salomón]]'', Haggard exploró el género épico fantástico y la literatura fantástica en general en muchas ocasiones. Cabe señalar su novela ''Eric Ojos Brillantes'', publicada por primera vez en ''1889'' y poseedora de la mayor parte de los elementos del género. Esta novela reconstruye las aventuras de un [[vikingo]], pero a la manera de las [[Saga (literatura)|sagas]], es decir, con gigantes, reyes y geografía ficticios, abundante épica y un ambiente idealizado y poco definido. Con todo esto se convierte no sólo en una de las primeras novelas de fantasía épica sino en uno de sus hitos.