Diferencia entre revisiones de «Literatura medieval española»

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En cuanto a su forma estrófica, hay predominancia de los [[pareado]]s, [[terceto]]s, [[cuarteta]]s, etc. A veces, presentan una [[glosa]] que desarrollan o bien desdoblan el [[estribillo]], con una narración más objetiva. El [[villancico]] es la estrofa característica: dos o tres versos, variables silábicamente aunque preferiblemente de ocho a seis sílabas, y con un esquema rítmico ''abb''. Se estima que existieron en Castilla desde el siglo XIII.
 
También del [[zéjel]], composición poética de origen árabe, hay ejemplos en las ''[[Cantigas de Santa María|Cantigas]]'' de [[Alfonso X]], en el ''[[Libro de buen amor]]'' y en varios poetas cultos del XV, como [[Juan Álvarez Gato]] y [[Diego Gómez Manrique (poeta)|Diego Gómez Manrique]].
 
Estilísticamente, la expresión es sencilla y elemental, reflejando una actitud emocional ingenua y misteriosamente irracional; hay una ausencia casi total de [[metáfora]]s, prefiriéndose las imágenes visuales que denotan impresiones directas de una realidad exterior frecuentemente subjetivizada y cargada de un simbolismo ancestral; por último, la expresión de los sentimientos amorosos se realiza de forma abierta, patética, con [[énfasis]] y de forma reiterada.
 
=== La lírica culta ===
[[Archivo:Marqués de Santillana.jpg|200px|thumb|Íñigo López de Mendoza, el «Marqués de Santillana».]]
{{AP|Lírica culta castellana}}
 
La llamada '''lírica culta castellana''' es la poesía elaborada en las cortes de los reyes medievales [[Juan II de Castilla]], [[Enrique IV de Castilla]] y [[Reyes Católicos]].<ref>En la corte de [[Alfonso XI]] también se llegó a elaborar una lírica en la que gallego y castellano aparecen mezclados</ref> por parte de los caballeros que vivían en ellas (reyes, políticos, magnates...) y que nos ha llegado a través de los ''[[cancionero]]s'' del [[siglo XV]]. Se extiende a lo largo de siglo y medio, desde los primeros poemas del Cancionero de Baena (h. 1370), hasta la segunda edición del ''Cancionero geral'' (1516) de [[García de Resende]]. Se la puede considerar como "la más impresionante muestra de poesía cortesana de toda la Europa medieval."<ref>Alan Deyermond, "La poesía del siglo XV", en Alan Deyermond, ''Edad Media. Primer suplemento'', págs. 235-259 (235).</ref> Los grandes poetas cultos castellanos de esta época fueron [[Pero López de Ayala]], el [[Marqués de Santillana]], [[Juan de Mena]] y [[Jorge Manrique]].
 
Las características más sobresalientes de la lírica culta castellana son herencia de la [[lírica gallegoportuguesa]]: fundamentalmente, la terminología [[métrica]] y la concepción del [[amor cortés]] (en la que el ''goig'' o alegría del amor provenzal ha sido sustituido por la ''coita'' o pena).<ref>Cf. Vicente Beltrán, "La canción de amor en el otoño de la Edad Media", en Alan Deyermond, ''Edad Media. Primer suplemento'', págs. 260-265.</ref>
 
Se trata de una poesía esencialmente ''social'', y no tan subjetiva, íntima, como la tradicional. Esta función social se ejemplifica en los diversos temas tratados: la [[política]], la [[moral]], la [[filosofía]], la [[teología]], el [[amor cortés]], etc. A diferencia de lo que ocurría en la lírica tradicional, la lírica culta ya no asocia de forma radical la letra y la música; así, aparecen las primeras composiciones líricas destinadas solo a la lectura y no al canto, con lo que la composición hubo de responder a otras necesidades y objetivos: posibilidad de mayor extensión, búsqueda de nuevos niveles de significación con la [[alegoría]], fijación de géneros (canciones y villancicos), etc.<ref>Cf. Carlos Alvar y otros, ''Breve historia de la...'', pág. 180.</ref>
 
Las estrofas comienzan a definirse y a centrarse en diferentes formas, tomando, como base, el verso de ocho sílabas y el de doce.
 
Los temas de esta poesía derivan, básicamente, de la [[poesía provenzal]] de los [[trovador]]es occitanos: el amor y sus variaciones. En la Península se añaden algunas características, como las alegorías -personajes basados en ideas abstractas-, los juegos de palabras complejos, la falta de paisaje y de descripción física, la aceptación de la desgracia por parte del amante, etc.
 
Esta poesía suele recogerse en libros de poemas llamados habitualmente ''Cancioneros''. Destacan tres:
 
#El ''[[Cancionero de Baena]]'', recopilado hacia mediados del [[siglo XV]] para el rey [[Juan II de Castilla]].
#El ''[[Cancionero de Estúñiga]]'', copiado en [[Italia]], en la Corte de Nápoles; incluye poemas de [[Juan de Mena]] o [[Íñigo López de Mendoza]], Marqués de Santillana.
#El ''[[Cancionero General]]'', recopilado por [[Hernando del Castillo]] en [[Valencia]], [[1511]], donde hay poesías de [[Fernán Pérez de Guzmán]], [[Jorge Manrique]], [[Florencia Pinar]], acaso la primera poetisa española, y los citados más arriba, Juan de Mena e Íñigo López de Mendoza.
 
Para completar el panorama de la poesía de esta época, se pueden añadir otras obras muy diversas en su forma y géneros:
*las ''[[Danzas de la muerte]]'';
*la ''poesía satírica'', como las ''[[Coplas de Mingo Revulgo]]'' o las ''[[Coplas de la panadera]]'';
*los poemas de debate, que dan forma dramática a la confrontación de dos o más puntos de vista sobre un tema. El más antiguo ejemplo de este tipo de poemas es la ''[[Disputa del alma y el cuerpo]]'', compuesto, probablemente, a finales del siglo XII, y que es una adaptación de un debate francés. Otro poema importante de este género es ''[[Elena y María]]'' (sobre las disputas estamentales en la Edad Media), pero la obra maestra del género es la ''[[Razón de amor con los denuestos del agua y el vino]]'', obra cuyo tema no está claro: alegoría cristiana, formulación literaria de una herejía [[cátaros|cátara]], la necesidad de la reconciliación entre contrarios, etc.
*los poemas [[hagiografía|hagiográficos]] en versos octosílabos titulados ''[[Vida de Santa María Egipcíaca]]'' y ''[[Libro de la infancia y muerte de Jesús]]'', transmitidos en el mismo manuscrito del siglo XIV en que aparece el ''Libro de Apolonio'' y copiados, probablemente de un original en francés, por un escriba aragonés.
 
== La narrativa en verso ==
=== La épica. Los cantares de gesta ===
[[Archivo:Mocedrodrig.jpg|thumb|right|250px|Manuscrito de las ''Mocedades de Rodrigo'']]
{{AP|Épica medieval}}
La ''épica'' es un subgénero narrativo compuesto en verso y en lengua romance, cuyos orígenes datan del primer tercio del [[siglo XI]]. Las narraciones épicas están protagonizadas por héroes que representan, por sus valores, a toda una sociedad; suelen centrarse en acontecimientos relevantes dentro de la historia de un pueblo, por lo que esos héroes terminan por ser considerados símbolos para los mismos.
 
Es frecuente, además, que el argumento de estas historias gire alrededor de algún problema del protagonista con el valor social de la [[honra]], que constituía la base de todo el sistema ético-político de relaciones vasalláticas en la Edad Media.
 
La épica castellana toma sus temas, fundamentalmente, de dos acontecimientos históricos:
#la [[invasión árabe]] de la Península y los primeros focos de [[Reconquista|resistencia cristiana]] (siglo VIII);
#los inicios de la [[Castilla#Historia de Castilla|independencia de Castilla]] ([[siglo X]]).
 
En este sentido,
{{cita|la épica propiamente española aparece, incluso en sus testimonios más antiguos e indirectos, caracterizada por una temática original (...) y por una visión del mundo bastante distinta de la de la ''chanson de geste'' [francesa, anterior en el tiempo]. Lo más importante es que el rechazo de las "historias extranjeras" no lleva solo a buscar en los anales del propio patrimonio asuntos dignos de convertirse en narraciones épicas, sino sobre todo a estructurar estas narracinoes a partir de un modelo cultural autóctono e independiente.<ref>María Luisa Meneghetti, "''Chansons de geste'' y cantares de gesta: la singularidad de la épica española", en Alan Deyermond, ''Edad Media. Primer suplemento'', págs. 71-77 (73).</ref>}}
 
Así las cosas, por influencia de la [[épica francesa]] (a través del [[Camino de Santiago]] y de la presencia del mundo occitano en el noreste peninsular), la épica castellana solo tomó algunos temas de esta, como por ejemplo la figura de [[Carlomagno]], en el único texto que presenta huellas del llamado ''ciclo carolingio'', el fragmento conservado del ''[[Cantar de Roncesvalles]]''.
 
El poema épico se denomina propiamente ''cantar de gesta''. De los cantares de gesta se dice que son obras que pertenecen al [[mester de juglaría]], pues eran transmitidos y recitados de memoria por los juglares que actuaban en las plazas de los pueblos y ciudades, en los castillos o en las estancias de la corte, a cambio de un pago por sus servicios. Sabían danzar, tocar instrumentos, recitar y realizar ejercicios acrobáticos y circenses. Consecuentemente, los cantares de gesta se representaban con apoyatura musical ante el público, haciendo uso de una [[monodia]]: una ligera cadencia final en cada uno de los versos que era subrayada en el primero y último de cada tirada (entonación y conclusión).
 
El objetivo de este recitado público era doble: entretener e informar al auditorio, aunque sin propósitos moralizantes ni pedagógicos (propósitos que sí serían propios de las obras del ''mester de clerecía'').
 
Se han conservado muy pocos debido a esta transmisión oral. Además del ''[[Cantar de mio Cid]]'', que se conserva casi completo, nos han llegado fragmentos del ''[[Cantar de Roncesvalles]]'' y del ''[[Cantar de las Mocedades de Rodrigo]]''. De otros cantares de gesta nos han llegado noticias gracias a las ''crónicas históricas'', que los utilizaron como fuente (por ejemplo, el ''[[Cantar de los siete infantes de Lara]]'', que aparece en la ''[[Segunda Crónica General]]'' -''Crónica de 1344'', de [[Pedro de Barcelos]]- y que está vinculado al ciclo de temas relativo a los Condes de Castilla).
 
Algunas características de los cantares de gesta de la literatura española son:
 
#su carácter anónimo.
#su gran vitalidad, pues sus temas pervivieron en la literatura posterior ([[romancero]], [[comedia nacional]], [[drama neoclásico]], [[drama romántico|romántico]] y moderno, en la lírica, en la novela, etc.)
#su [[realismo]], pues se compusieron en fechas cercanas a los hechos que cuentan, por lo que apenas aparecen elementos fantásticos.
 
Los cantares de gesta fueron tomados como documentos históricos en muchas ocasiones, por que algunos fueron prosificados y así fueron incluidos en crónicas medievales (como la ''[[Estoria de España]]'' o ''[[Primera crónica general]]'' de Alfonso X); gracias a esto, algunos se han podido conservar parcialmente.
 
==== Cantar de mio Cid ====
{{AP|Cantar de mio Cid}}
La obra española más importante (y única completa) de este género es el ''Cantar de mio Cid'', que se conserva en una copia manuscrita del [[siglo XIV]] de un códice de [[1207]] copiado por [[Per Abbat]] de un original fechado entre 1195 y 1207. La fecha de redacción del original se sitúa, por tanto cerca de [[1200]].
[[Archivo:Cantar de mio Cid f. 1r (rep).jpg|thumb|250px|Página inicial del ''[[Cantar de mio Cid]]''.]]
La obra ha sido dividida por los editores modernos en tres cantares:
 
#El primer cantar trata el destierro del Cid por [[Alfonso VI de León y Castilla|Alfonso VI]], a causa de ciertas intrigas cortesanas. Martín Antolínez logra de dos judíos un préstamo de seiscientos marcos para el Cid, para sus fieles y para mantener a su mujer e hijas en el monasterio de [[San Pedro de Cardeña]]. El Campeador conquista Castejón y Alcocer, poblaciones que devuelve a los moros a cambio de un rescate. Cierra el cantar un enfrentamiento con el conde de Barcelona.
#El segundo cantar se inicia con el asedio y conquista de Valencia. [[Álvar Fáñez]] lleva presentes al rey y le pide que consienta a doña Ximena y a sus hijas salir del monasterio para instalarse en Valencia. El rey Alfonso propone casar las hijas del Cid con Fernán y Diego, infantes de Carrión, a lo que éste accede. Se celebran vistas a orillas del Tajo y bodas con sus fiestas en Valencia.
#El cantar tercero se abre con el episodio del león, de carácter novelesco: mientras duerme el Cid, escapa de la red su león, causando el pánico entre los infantes de Carrión, que, tras confirmar su cobardía en la batalla contra el rey Búcar de Marruecos, deciden volver con sus mujeres a sus tierras palentinas. En el robledal de Corpes las golpean y abandonan, por considerarlas impropias de su condición social. El Cid recuerda al rey que, siendo él quien las casó, es suya la afrenta. Alfonso convoca Cortes en Toledo, donde el Cid recobra sus haberes y deja que Pero Bermúdez, Martín Antolínez y Muño Gustioz derroten, respectivamente, a los infantes Fernán y Diego y a su hermano, Asur González. Sus hijas recuperan la honra casándose con los infantes de Navarra y Aragón.
 
Los [[hemistiquio]]s oscilan entre las tres y las once sílabas, con claro predominio, en este orden, de heptasílabos, octosílabos y hexasílabos, lo que da [[verso]]s de longitud variable que se cifra entre 14 y 16 sílabas métricas, y estos se organizan en series o [[Tirada (métrica)|tiradas]] de un número indefinido de versos asonantes entre sí.
Aparecen, sistemáticamente, a lo largo del poema fórmulas -grupos de palabras que se repiten con ligeras variaciones-. Esto apunta al carácter oral de este género, ya que en el origen de la poesía épica, facilitaría la improvisación y la memorización de los versos. De entre estas fórmulas destacan la omisión de verbos de decir -dijo, preguntó, respondió...- y los epítetos, adjetivos generalmente aplicados a personas o lugares caracterizados positivamente.
 
=== El romancero ===
[[Archivo:Portadaromancero.jpg|thumb|250px|Portada del ''Libro de los cincuenta romances'' (c. 1525), primera colección de romances impresa conocida.]]
{{AP|Romance (poesía)}}
 
La palabra ''romancero'', en el contexto de la literatura medieval, hace referencia al conjunto o ''corpus'' de poemas denominados ''romances'' que han sido conservados, ya sea por escrito, ya a través de la tradición oral. Compuestos anónimamente a partir del siglo XIV, fueron recogidos por escrito en el XV y conforman lo que se denomina ''romancero viejo'', en contraposición al ''romancero nuevo'', con autores ya reconocidos, compuesto a partir del XVI. Los músicos españoles del [[Renacimiento]] utilizaron algunos como texto para sus composiciones.
 
Los romances derivan, con bastante probabilidad, de los cantares de gesta:<ref>Cf. Carlos Alvar y otros, ''Breve historia de...'', pág. 141.</ref> ante las actitudes y demandas del público, los juglares y recitadores debieron comenzar a resaltar determinados episodios de esos cantares que destacaban por su interés y singularidad; al aislarlos del conjunto del cantar, se crearían los romances. Este carácter esencial de los mismos, llevaba a que fuesen cantados al son de instrumentos en bailes grupales o en reuniones de entretenimiento o trabajo común.
 
Formalmente, se trata de poemas no estróficos de carácter épico-lírico; esto quiere decir que, aparte de ser narrativos como los cantares de gesta, presentan ciertos aspectos que los aproximan a la poesía lírica, como la frecuente aparición de la subjetividad emocional.
 
Al derivar de la épica, los versos son largos, de entre 14 y 16 sílabas, y con rima asonante; estos versos presentan lo que se denomina ''cesura interna'', de forma muy marcada, que tiende a dividirlos en dos partes o hemistiquios con cierta independencia sintáctica. En la evolución del género, estos hemistiquios fueron ganando aún más autonomía, por lo que quedaron fijados en las ocho sílabas, aproximadamente. De ahí que, en ocasiones, y por la influencia de la poesía lírica que utilizaba siempre versos cortos, los romances apareciesen como tiradas de versos octosílabos con rima asonante sólo en los versos pares.
 
Su temática y naturaleza son muy variadas. Un grupo importante -acaso el más antiguo- pertenece al género épico y podría derivar de cantares de gesta fragmentados y hoy perdidos en su casi totalidad. Otra parte considerable la forman romances líricos de personajes o situaciones muy diversas.
 
Existes diversas propuestas de clasificación temática; con todo, existen una categorías constantes que serían las siguientes:
*romances históricos: tratan de asuntos y acontecimientos basados en la historia; son característicos los referidos a los problemas fronterizos entre los reinos cristianos y los musulmanes, y los centrados en el rey don [[Pedro I de Castilla]]. Entrarían aquí también los llamados de tema francés, los [[carolingio]]s (que cuentan las hazañas de [[Carlomagno]] y otros personajes de su corte) y los bretones (que recogen las leyendas del [[rey Arturo]] y los caballeros de la [[Tabla Redonda]]);
*romances épicos y legendarios: sus temas proceden directamente de [[leyenda]]s o de cantares de gesta; esto es, se trata de historias ya conocidas reelaboradas poéticamente, conservándose como único recuerdo histórico a ciertos personajes;
*romances de aventuras o novelescos: son enteramente inventados y presentan rasgos folclóricos, aventureros, amorosos, simbólicos, líricos. El sentimiento amoroso aparece en sus manifestaciones más variadas: desde el [[erotismo]] hasta la sombría tragedia conyugal.
 
[[Estilo|Estilísticamente]], se suelen clasificar en:
*romances tradicionales: aquellos en los que la acción se presenta de forma más bien [[diálogo|dialogada]]; precisamente por ello, se conocen también con el nombre de ''romances-escena''. La acción se narra casi siempre en tiempo presente, por lo que el público no es tanto un oyente como un espectador y testigo de unos hechos;
*romances juglarescos: aquellos cuya narración es más demorada y minuciosa, centrándose en un episodio de forma muy intensa.
 
Otros rasgos literarios son:
*estructuralmente, se caracterizan por su fragmentarismo: no cuentan historias completas, sino que buscan la esencialidad y la intensidad, comenzando ''ex-abrupto'' y terminando de forma también abrupta, con finales abiertos: la historia que en ellos se cuenta carece de antecedentes y de consecuencias; son relatos autosuficientes en los que solo aparecen los personajes fundamentales;
*lingüísticamente, son proclives a la naturalidad expresiva, a la espontaneidad, al [[léxico]] básico, a oraciones breves, al uso de pocos nexos y a preferir la [[yuxtaposición]], a la eliminación de referencias espacio-temporales, al uso de elementos expresivos intensificadores (interjecciones, exclamaciones, [[apóstrofe]]s, [[hipérbole]]s...) y a manejar recursos como la [[personificación]], la [[antítesis]], las reiteraciones, los [[hipérbato]]s, las enumeraciones, los diminutivos, etc.;
*narrativamente, presentan diversos elementos líricos por el medio del relato. El narrador suele ser neutral y fomenta la intervención de los personajes, introducidos en estilo directo sin ''verbum dicendi''. El lirismo se manifiesta en la acusada tendencia a presentar una visión misteriosa y enigmática de la realidad, con capacidad para convertir en simbólico un pormenor y convertirlo en eje del romance. La alternancia de tiempos verbales, como ocurría en los cantares de gesta, sirve para captar la atención del oyente: el presente histórico se usa para acercar y actualizar la narración, mientras que el indefinido para los momentos culminantes o climáticos; el imperfecto, por su parte, se usa para introducir los matices de cortesía o para proyectar las cosas y los hechos a los ámbitos de la irrealidad. Aparecen, en fin, fórmulas y motivos también característicos de la épica.
 
El [[siglo XVII]] admiró estas composiciones y no dudó en imitarlas y revitalizarlas. Autores como [[Lope de Vega]], [[Luis de Góngora y Argote|Góngora]] o [[Francisco de Quevedo|Quevedo]] escribieron romances al modo de los antiguos, formando lo que hoy se conoce como '''Romancero nuevo'''.
 
=== El mester de clerecía ===
[[Archivo:Escribano.jpg|thumb|250px|Un clérigo trabajando en el ''[[scriptorium]]''.]]
{{AP|Mester de clerecía}}
Se denomina ''mester de clerecía'' a la técnica literaria (una manera de componer textos literarios) que desarrollaron en el [[siglo XIII]] una serie de escritores vinculados a la universidad y a la erudición (la ''clerecía''), y que aplicaron a la creación de obras narrativas en verso.
 
Al comienzo del siglo XIII las lenguas vernáculas de la península, y concretamente el castellano, habían alcanzado un grado de madurez relativamente alto. Así, tras una fase dedicada al estudio de su [[gramática]], sobre la base del latín, los ''clérigos'', conocedores además del [[idioma francés|francés]], pudieron elevar al castellano al rango de lengua literaria, o sea, de lengua culta, apta para la escritura de todo tipo de obras. Por otro lado, hacia 1200 la mayoría de la población ya no entendía el latín. En estas circunstancias, debió de parecer inútil seguir usando una lengua solo entendida por una minoría en obras que, por el interés de su contenido histórico, didáctico, moral o religioso, convenía que fuesen conocidas y entendidas por todos.
 
El modelo literario que sirvió de punto de referencia para estos escritores fue el ''[[Libro de Alexandre]]'', sobre todo en lo que se refiere al uso de la estrofa que caracteriza sus obras: la ''[[cuaderna vía]]''. Con todo, el ''Alexandre'' es una adaptación libre al castellano de la ''Alexandreis'' (h. [[1182]]), obra en latín del francés [[Gautier de Châtillon]], que servía de lectura escolar en las primeras universidades españolas; de ahí la fuerte impronta de la [[prosodia]] latina en el ''Alexandre'' y, por ejemplo, la proscripción de la [[sinalefa]] para obligar a una lectura cuidadosa y despaciosa del texto, característica general de las obras del ''mester''.<ref>Cf. Francisco Rico, "La clerecía del mester: 'sílabas contadas' y nueva cultura", en Alan Deyermond, ''Edad Media. Primer suplemento'', págs. 109-113.</ref>
 
De forma sintética, los rasgos definitorios de las obras del ''mester de clerecía'' serían los siguientes:
*son obras compuestas por escrito para ser leídas, no para ser recitadas (como ocurría con las obras del ''mester de juglaría''); su público era, normalmente, culto: monjes, escolares, sacerdotes, etc.
*una versificación culta y regular, manifestada en la forma estrófica denominada ''[[cuaderna vía]]'' (cuatro versos monorrimos de catorce sílabas cada uno).
#uso de una lengua muy influida por el latín, con un estilo muy culto, con abundancia de figuras retóricas.
*una actitud didáctica y moralizante en el tratamiento de los temas.
*los argumentos están vinculados a cuatro grandes grupos temáticos: el de los milagros hechos por la [[Virgen María|Virgen]] (''[[Milagros de Nuestra Señora]]''); el de la vida de los [[santo]]s; el de los relatos más o menos libres (''[[Libro de Alexandre]]''); y el de los ''dichos y castigos'' de sabios.
[[Archivo:Libro de buen amor f. 3r.jpg|thumb|250px|Folio 3r.º del manuscrito ''T'' (Toledo) del ''[[Libro de buen amor]]'' (siglo XIV), conservado en la [[Biblioteca Nacional de España]], Vitr. 6/1.]]
Las obras más importantes del mester de clerecía son ''[[Milagros de Nuestra Señora]]'', de [[Gonzalo de Berceo]], y ''[[El Libro de buen amor]]'', de Juan Ruiz, [[Arcipreste de Hita]]. Otras obras también relevantes son ''[[El Libro de Alexandre]]'' y ''[[El Libro de Apolonio]]''.
 
==== ''Milagros de Nuestra Señora'' ====
{{AP|Milagros de Nuestra Señora}}
Se trata de una obra narrativa en verso compuesta por un prólogo y por 25 relatos independientes que tratan sendos milagros llevados a cabo por la Virgen. No son historias enteramente originales de Berceo, por cuanto lo que hace es seguir lo escrito en un manuscrito latino que él recrea.
 
La intención de la obra es presentar un conjunto de ejemplos morales, pero que ante todo sea un tratado, literario y doctrinal, sobre la Virgen María, en el que sobre todo destaque su carácter de mediadora de todas las gracias.
 
==== ''Libro de buen amor'' ====
{{AP|Libro de buen amor}}
También conocido con el título de ''Libro del arcipreste'', es una narración autobiográfica en verso, ya del segundo cuarto del siglo XIV. Trata, fundamentalmente, del amor.
 
Con la excusa del relato de sus propias aventuras amorosas, casi siempre frustradas, el narrador pretende, en última instancia, advertir y aconsejar al lector u oyente sobre el peligro de los pecados de la carne.
 
Con todo, el libro presenta una estructura muy heterogénea: no solo está inspirado en tradiciones cultas (latinas) y populares a la vez, sino que alterna partes narrativas con otros didácticas, proverbiales y líricas, y pasa del tono humorístico al moralizante de forma continua.
 
Su interpretación es objeto de controversia entre los especialistas.
 
== La prosa narrativa de ficción ==
 
La prosa en castellano se inició con los géneros de carácter didáctico o moralizante. La prosa de ficción en castellano surgió a mediados del siglo XIII, aunque en estos momentos se trataba de obras cuyos modelos remontaban al mundo oriental, aunque no siempre.
[[Archivo:Calila y Dimna.jpg|thumb|250px|Manuscrito del ''[[Calila e Dimna]]''.]]
Se trata de colecciones de cuentos o recopilaciones de ''[[exemplum|exempla]]'' como el ''[[Calila y Dimna]]'' (la primera colección vernácula, basada en una colección [[hindú]] de fábulas animales) y el ''[[Libro de los engaños e los asayamientos de las mugeres]]'', conocido como ''Sendebar'' (cuyo título original pudo haber sido ''Los assayamientos de las mugeres'').
 
Luego, tras la época de Alfonso X, la prosa, beneficiándose del prestigio adquirido en las obras sobre todo historiográficas, empezará a aparecer como herramienta para componer novelas. De esta manera, las obras novelísticas de la Edad Media son transformaciones de la historiografía, como lo demuestra el hecho de que sus primeras muestras sean adaptaciones libres de temas procedentes de la antigüedad considerados históricos.
{{cita|La novela medieval es, toda ella, de tema histórico (o pseudo-histórico), pues todas las narraciones son acogidas como relatos de hechos realmente ocurridos.<ref>Cf. Carlos Alvar y otros, ''Breve historia de...'', pág. 206.</ref>}}
Así, pues, al principio, los personajes son siempre individuos de dignidad regia o similar, abriéndose paulatinamente a otros sectores sociales, pero siempre mostrando preferencia por personajes con rasgos atractivos. Consecuentemente, la [[novela de caballerías|novela caballeresca]] se convierte en el género narrativo más abundante de la Edad Media.
 
En el grupo de novelas de contenido más histórico destaca ''[[La gran conquista de Ultramar]]'', sobre las [[cruzadas]] del siglo XI (y en la que aparece la famosa historia d''[[el caballero del cisne]]'').
 
El siglo XIV se abre con el ''[[Libro del cavallero Çifar]]'', primer libro de caballerías hispánico. Su elaboración se inicia en tiempos de Sancho IV y su estructura se enriquece a lo largo del siglo XIV. Comienza como una adaptación de la vida de san Eustaquio, sobre la que se ensamblan diversos elementos. La redacción que nos ha llegado se compone de dos prólogos y cuatro partes. Las dos primeras partes –“El caballero de Dios” y “El rey de Mentón”- siguen una historia de separación y encuentro de los miembros de una familia. En ellas se entretejen colecciones de ejemplos y sentencias. La tercera parte, titulada “Castigos del rey de Mentón”, recoge los consejos que Zifar –ya rey de Mentón- da a sus hijos Garfin y Roboán. La cuarta narra la historia de Roboán desde que abandona el reino de Mentón hasta que consigue ser coronado emperador.
 
El aumento de la presencia de los episodios amorosos en las novelas de caballerías dio como resultado la aparición, entre mediados del siglo XV y 1548, del género de la ''ficción sentimental''. Aun teniendo como fondo relatos propiamente caballerescos, el ambiente ahora es el mismo que se refleja en la poesía cancioneril: la vida cortesana. Las tramas suelen ser dobles, y se centran en la separación de los amantes; abundan en esta novelas los recursos tendentes a conferir verosimilitud a lo narrado, especialmente el autobiografismo y el uso del discurso directo de los personajes (cartas, intervenciones...). Todos estos rasgos se encuentran fijados en la novela de [[Juan Rodríguez del Padrón]], ''[[Siervo libre de amor]]'', y en la obra maestra del género, ''[[Cárcel de amor]]'' (h. 1488), de [[Diego de San Pedro]].
 
El gallego [[Juan Rodríguez del Padrón]] nace a finales del [[siglo XIV]] y viaja por Europa, antes de tomar el hábito [[franciscano]] en [[1441]] en [[Jerusalén]]. La primera de sus obras es la más importante, por inaugurar el nuevo género de '''la ficción sentimental''', que culminará con el fin de siglo: se trata del ''Siervo libre de amor'' ([[1439]]). Con estilo latinizante narra, en su primera parte, cómo la amada desprecia al amante por confiar a un falso amigo su pasión. El Entendimiento, personaje alegórico, disuade en la segunda parte al protagonista de la idea del suicidio e introduce la Estoria de dos amadores -amor trágico de Ardanlier y Liesa, que termina con la muerte de ambos-. Se establece una tercera parte en que el autor, solo y desesperado de amor, encuentra una extraña nave que lo aguarda.
La ficción sentimental alcanza su mayor éxito con [[Diego de San Pedro]] y su ''Cárcel de amor''. El argumento es el siguiente: Leriano consigue del Autor que la princesa Laureola corresponda a su amor, respondiendo una carta suya. Denunciada a su padre, el rey, Laureola es condenada a muerte y salvada por Leriano, que, al ver su amor rechazado, se quita la vida bebiendo las cartas de Laureola disueltas en veneno.
 
Al canciller de Castilla, '''[[Pero López de Ayala]]''' ([[1332]]-[[1407]]), debemos la ''Crónica del rey don [[Pedro I de Castilla|Pedro]]'', a la que siguieron las de [[Enrique II de Castilla|Enrique II]], [[Juan I de Castilla|Juan I]] y [[Enrique III de Castilla|Enrique III]]. Son unas narraciones que presentan personajes y situaciones vividas por él, con puntos de vista y justificaciones de su actitud no siempre clara.
 
Por último, a finales del siglo XIV aparece la novela dialogada ''[[La Celestina]]'', obra de transición hacia el Renacimiento.
 
=== Don Juan Manuel ===
 
[[Archivo:Don Juan Manuel.jpg|thumb|170px|Retrato de don Juan Manuel]]
 
'''[[Juan Manuel|El infante don Juan Manuel]]''' ([[1282]]-[[1348]]), sobrino de Alonso X, es el prosista de más personalidad del siglo XIV.
 
Su primer libro debió escribirlo entre [[1320]] y [[1324]]: es la ''Crónica abreviada'', resumen de una de las derivadas de las de Alfonso X. El ''Libro de los estados'', escrito entre [[1327]] y [[1332]], es un desahogo de sus preocupaciones y amarguras. En él expone la realidad política y social de su tiempo.
 
Su obra más conocida es el ''[[Libro de los ejemplos del conde Lucanor y de Patronio|Libro de los enxiemplos del Conde Lucanor e de Patronio]]'', compuesto en [[1335]]. Consta de dos prólogos y cinco partes, la primera de las cuales es la más célebre por sus cincuenta y un ejemplos o cuentos, tomados de fuentes diversas: árabes, latinas o de crónicas castellanas.
 
Todas las narraciones de esta primera parte tienen la misma '''estructura''':
*Introducción: El Conde Lucanor tiene un problema y le pide consejo a Patronio.
*Núcleo: Patronio cuenta un cuento que se asemeja al problema planteado.
*Aplicación: Patronio aconseja la manera adecuada de solucionar el problema, en relación con el cuento narrado.
*Moraleja: Se termina con dos versos en los que el autor resume la enseñanza de la narración.
 
=== La Celestina ===
{{AP|La Celestina}}
 
''[[La Celestina]]'' es el título por el que se conoce la ''Comedia o Tragicomedia de Calisto y Melibea'', la cual fue publicada en dos versiones diferentes: una en [[1499]], que constaba de 16 actos; y otra, en [[1508]], que tiene 21. Pertenece al género de la comedia humanística, género inspirado en la comedia latina, que estaba destinado a ser leído y no representado.
 
El autor es [[Fernando de Rojas]], nacido en [[La Puebla de Montalbán (Toledo)]], hacia [[1475]], de familia conversa (judíos convertidos al cristianismo), que estudió leyes en [[Salamanca (España)|Salamanca]] y fue alcalde de [[Talavera de la Reina]]. Murió en [[1541]].
[[Archivo:Celestina.jpg|thumb|220px|Una edición impresa de ''[[La Celestina]]''.]]
La obra cuenta cómo Calisto, joven noble, entra en un jardín para recobrar su halcón perdido, y allí conoce a Melibea, de la que se enamora y que le rechaza inicialmente. Calisto, por consejo de su criado Sempronio, contrata los servicios de Celestina para alcanzar los favores de la muchacha. Aquélla consigue con sus trucos concertar una cita entre Calisto y Melibea y, como premio, recibe del enamorado una cadena de oro. Sempronio y Pármeno, criados de Calisto y socios de Celestina en el negocio, reclaman su parte. La anciana se niega al reparto y ambos la asesinan, crimen por el que son ajusticiados. Sus compañeras, Elicia y Areúsa, deciden vengarse por lo sucedido en las personas de los amantes contratando a Centurio. Una noche, estando Calisto con Melibea, al oír los ruidos provocados por Centurio y sus acompañantes, el amante resbala de una escala y muere. Melibea, desesperada, se arroja al vacío desde una torre de la casa de su padre, Pleberio, quien cierra la obra con un lamento por su hija muerta.
 
El rasgo más llamativo de la obra es su ''realismo'', al retratar el ambiente burgués y la crisis de los ideales heroicos y religiosos frente a la importancia que adquiere el dinero.
 
Como declara Fernando de Rojas en los dos prólogos de la obra, el tema de la misma es advertir contra la corrupción que ocasionan los malos y lisonjeros sirvientes y contra los males que provoca el amor profano; por otra parte, en un plano superior, el tema es la concepción de la vida como una lucha a la manera de Heráclito: "Todas las cosas son criadas a manera de contienda o batalla". De ahí que se enfrenten siempre los estamentos sociales de los señores y los siervos, los sexos y aun el mismo lenguaje, que por un lado abunda en rasgos populares (exclamaciones, palabras patrimoniales, refranes, frases cortas, diminutivos, sintaxis suelta) y por otro en rasgos cultos y cortesanos (expresiones engoladas y latinizantes, cultismos, sentencias y apotegmas de autor conocido, periodos largos, hipérbaton).
 
Los personajes celestinescos también muestran una perfecta caracterización y el autor los suele agrupar en parejas para construir mejor por contraste su psicología: los criados Pármeno (joven y aún idealista) y Sempronio (más viejo y cínico); Tristán y Sosia, los criados que les sustituyen; las prostitutas Elicia y Areusa, una más idependiente que la otra; los privilegiados Calisto y Melibea, Pleberio y Alisa... Solamente dos personajes aparecen más o menos aislados: Celestina, que representa la subversión del placer sexual, y la criada de Melibea, Lucrecia, que encarna la represión y el resentimiento.
 
Melibea es una mujer enérgica y que toma sus propias decisiones. Es arrogante, apasionada, hábil para improvisar y con un carácter fuerte.
 
Calisto se muestra débil de carácter, que olvida sus obligaciones y sólo piensa en sí mismo y en el interés sexual por Melibea.
 
Celestina se presenta como una persona vital, movida fundamentalmente por la codicia.
 
Los criados no guardan fidelidad a su amo y buscan su propio beneficio también. Esta actitud la muestra Sempronio desde el principio y Pármeno una vez que sus advertencias sobre Celestina son despreciadas por Calisto y Celestina lo corrompe con ayuda de una pupila suya.
 
El lenguaje se muestra también con total realismo. Así, se utiliza el lenguaje culto (lleno de figuras retóricas, especialmene [[antítesis]] y geminaciones, [[hipérbaton]], [[homoteleuton]], [[cultismo]]s, etc.) y el lenguaje vulgar (repleto de obscenidades, palabras malsonantes, amenazas, refranes, etc.). Cada personaje utiliza el nivel del lenguaje que le es propio. Celestina utilizará el que más le interese en función del personaje con el que hable.
 
== El teatro medieval ==
[[Archivo:AutoReyesMagos.jpg|thumb|250px|Página del ''[[Auto de los Reyes Magos]]''.]]
{{AP|Teatro medieval español}}
 
El teatro medieval castellano cuenta con testimonios confusos, escasos e irregulares, hasta el punto de haberse puesto en duda su existencia hasta finales del siglo XV.
 
#De la '''segunda mitad del siglo XII''' consideramos el primer ejemplo de teatro castellano. Es el ''[[Auto de los Reyes Magos]]'', procedente de la [[Catedral de Toledo]]. La lengua del fragmento desconcierta y apunta a una posible fuente francesa.
#Es probable que en la Península se hayan perdido más textos de representaciones teatrales que de otros géneros literarios. Algunas leyes de Alfonso X o normas de [[sínodo]]s eclesiásticos apuntan a manifestaciones dramáticas imprecisas, realizadas por juglares de diversa formación.
#Hasta '''finales del siglo XV''', no publicará sus representaciones quien se considera padre del teatro castellano: [[Juan del Encina]] ([[1469]]-[[1529]]). La estructura de sus obras se irá complicando a medida que va adquiriendo una mayor maestría en el género. Fundamental –por lo que respecta al aprendizaje de nuevas técnicas- es su viaje a Roma en [[1499]]. Su última obra es la más ambiciosa fue la ''Égloga de Plácida y Vitoriano''.
::Compañero, rival y admirador suyo sería el también salmantino [[Lucas Fernández]] ([[1474]]-[[1542]]), cuya obra resulta difícil de fechar, aunque se supone realizada hacia [[1500]]. La edición de sus ''Farsas y églogas'' aparece en [[1514]] en [[Salamanca (España)|Salamanca]]. Este autor parte de presupuestos próximos a los de Juan del Encina, pero prolonga la extensión y el número de personajes.
::Posiblemente se hayan perdido muchos de los autos que se debieron representar a lo largo del siglo XV. Un [[códice]] de la segunda mitad del siglo XVI, llamado ''[[Códice de Autos Viejos]]'' conserva numerosas obras, representadas en muy diversos lugares de la Península, que podrían ser reelaboraciones de estos textos medievales.
 
== Notas ==
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== Fuentes bibliográficas ==
*Alvar, Carlos, José-Carlos Mainer y Rosa Navarro, ''Breve historia de la literatura española'', Alianza Editorial, Madrid, 2005.
*Cañas Murillo, Jesús, ''La poesía medieval: de las jarchas al Renacimiento'', Anaya, Madrid, 1990.
*Deyermond, A. D., ''Historia de la literatura española, 1. La Edad Media'', Ariel, Barcelona, 1989.
*Deyermond, Alan, ''Edad Media. Primer suplemento'', vol. 1/1 de Francisco Rico, ''Historia y crítica de la literatura española'', Crítica, Barcelona, 1991.
*Pedraza Jiménez, Felipe B. y Milagros Rodríguez Cáceres, ''Las épocas de la literatura española'', Ariel, Barcelona, 2006.
*Rubio Tovar, Joaquín, ''La prosa medieval'', Playor, Madrid, 1982.
 
== Ampliación bibliográfica ==
*Deyermond, Alan, ''Edad Media'', vol. 1 de Francisco Rico, ''Historia y crítica de la literatura española'', Crítica, Barcelona, 1980.
*López Estrada, Francisco, ''Introducción a la literatura medieval española'', Gredos, Madrid, 1983 (5ªed.).
 
== Véase también ==
*[[Prosa anterior a Alfonso X]]
*[[Literatura de España]]
*[[Prerrenacimiento en España]]
*[[Baja Edad Media en España]]
 
== Enlaces externos ==
*[http://www.donquijote.org/spanishlanguage/literature/history/ Breve historia literaria en donQuijote.org]
*[http://www.cervantesvirtual.com/historia/textos/medieval/ La historia medieval a través de los textos]
*[http://www.waldemoheno.net/Literatura.html Enlaces de la literatura medieval española]
*[http://www.spanisharts.com/books/literature/poesiamedieval.htm Poesía medieval española]
 
[[Categoría:Historia de la literatura española]]
[[Categoría:Literatura medieval de España]]
 
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