Diferencia entre revisiones de «Sacramento del orden»
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La doctrina Católica indica que este sacramento se confiere a aquellos que, habiendo recibido un particular llamado de [[Dios]] y luego de haber discernido su vocación a la vida sacerdotal, son considerados idóneos para el ministerio pastoral correspondiente.
En el apartado dedicado a la institución se mostrará cómo entiende la Iglesia católica el que, como en los demás sacramentos, se dé una institución por parte de [[Jesús de Nazaret|Cristo]] de un nuevo sacerdocio. En el apartado posterior llamado “reflexión teológica” se ofrece un recorrido histórico a grandes rasgos de las principales concepciones del sacerdocio católico.
=== Institución ===
Jesucristo,
Estos apóstoles fueron quienes le acompañaron durante [[la Última Cena]]. Según el relato evangélico, tras entregar el pan y el vino y hacer alusión a su cuerpo y sangre, Jesucristo dijo: “haced esto en memoria de mí” (cf. 1 Co 11 24 y textos paralelos). Este texto es interpretado como una voluntad del Señor de establecer sacerdotes que perpetuaran este recuerdo.
Más tarde, el día de la Resurrección, Jesús confirió también a los apóstoles el poder de perdonar pecados en su nombre (cf. Jn 20 21-23) y les confió las funciones de gobernar, enseñar y santificar dentro de su Iglesia (cf. Mt 28 19-20).
En estos dos momentos solemnes, así como en la venida del [[Espíritu Santo]] en Pentecostés que terminó de fortalecer a los apóstoles para la misión que habían recibido, la Iglesia reconoce la ocasión de la institución del sacramento del orden por parte de Cristo. Como en los demás sacramentos no se trata de una institución jurídica sino más bien de una intención que los discípulos han ido profundizando a lo largo del tiempo.
Algunos objetan que no estaba en la intención de Cristo tener sacerdotes dado que Él mismo era el único y eterno sacerdote (como se afirma, por lo demás en la carta a los Hebreos) y que nunca usó el término para referirlo a sus apóstoles. Sin embargo, la misma carta a los Hebreos que subraya el acto sacerdotal de Cristo en el sacrificio y en la intercesión ante el Padre, la identificación que se hace del sacrificio con el ofrecimiento que Cristo hace de su cuerpo en la última cena y el mandato de repetirlo en su memoria, hacen ver que se trata de un sacrificio y que, como tal es necesario un sacerdote. Ahora bien, no se afirma un sacerdocio distinto del de Cristo sino más bien una participación conferida a los sacerdotes de ese único y sumo sacerdocio.
=== Reflexión teológica en la historia ===
El crecimiento de la Iglesia
La terminología en relación con los grados del orden se fue delimitando poco a poco. Al parecer en las cartas de san Pablo no hay una distinción clara entre el “episcopos” y el “presbyteros”.
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C. Dillenshneider propone este aspecto como el principal y definitorio del sacerdote. Y Lécuyer lo funda en la plenitud sacerdotal conferida a los obispos y que queda expresada en Pentecostés por las lenguas de fuego. Ahí se subraya y se nota enseguida la fuerza de la predicación y el don conferido a los apóstoles.
Sin embargo, se contestó esta división entre obispos y sacerdotes y era lógico que la tarea de algunos teólogos posteriores fuera un intento de unificación.
Así L. Bouyer que toma “palabra” en su sentido neotestamentario más amplio e indica que la gracia propia es la de la predicación con la misma intensidad y actualidad que la que tenía la de Cristo.
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