Diferencia entre revisiones de «Auto sacramental»

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Un '''auto sacramental''' es una pieza [[teatro|teatral]] religiosa [[Alegoría|alegórica]] de un sólo acto y de tema preferentemente [[Eucaristía|eucarístico]] que se representaba el día del [[Corpus Christi|Corpus]] entre los siglos XVI y XVIII, hasta la prohibición del género en [[1765]], por lo general con gran aparato [[Escenografía|escenográfico]].
 
==Historia==
El auto era en su origen una representación teatral tanto de índole religiosa como profana; los autos recibían también en la [[Edad Media]] la denominación de ''[[misterio (teatro)|misterio]]s'' o ''[[Moralidad (teatro)|moralidades]]'', sobre todo cuando trataban de tema religioso; desde la segunda mitad del siglo XVI empezaron a llamarse ''autos sacramentales''.
 
Los autos sacramentales fueron haciéndose cada vez menos narrativos y, a consecuencia de las conclusiones contrarreformistas del [[Concilio de Trento]], los dramaturgos fueron intensificando sus contenidos doctrinales y [[Alegoría|alegóricos]] hasta que [[Pedro Calderón de la Barca]] les dio su forma definitiva en el siglo XVII. En su forma clásica, el auto sacramental desarrolla una auténtica [[psicomaquia]] entre personajes simbólicos que encarnan conceptos abstractos o sentimientos humanos en medio de un lujoso aparato escenográfico para desarrollar una idea alegórica de carácter teológico o incluso filosófico, a veces. [[Lope de Vega]], a comienzos de la configuración del género, en una [[loa]] entre un villano y un labrador, introductoria del auto ''El dulce nombre de Jesús'', lo define así:
 
:''Y ¿qué son autos?- Comedias / a honor y gloria del pan / que tan devota celebra / esta coronada Villa / por su alabanza sea / confusión de la herejía / y gloria de la fe nuestra / todas historias divinas''
 
[[Pedro Calderón de la Barca]] arriesgó una definición del género más precisa y ya clásica en la [[loa]] de ''La segunda esposa'':
 
:''Sermones / puestos en verso, en idea / representable cuestiones / de la sacra Teología, / que no alcanzan mis razones / a explicar ni comprender / y el regocijo dispone / en aplauso de este día''.
 
[[Ángel Valbuena Prat]] refundió estas definiciones en 1924 cuando formuló la siguiente: «Composición dramática en una jornada, alegórica y relativa generalmente a la Comunión». A pesar de que la exaltación de la Eucaristía era el tema central, otros motivos enriquecieron también la nómina de los autos -Sagrada Cena, vidas de santos, episodios del Antiguo Testamento, parábolas evangélicas, sucesos históricos, incluso asuntos sacados de la [[Mitología]]. Los elementos reales fueron perdiendo cada vez más su realidad e incluso su referencia a la temporalidad. El auto sacramental carece de la noción de [[tiempo]], como ha observado acertadamente [[Bruce W. Wardropper]] ("The Search for a dramatic formula for the auto sacramental", en ''PMLA'', 1950, LXV, págs. 1196 y ss.) y por eso se constituye en el polo opuesto en cierta medida al [[entremés]], impregnado por todos sus poros de realista vida concreta. Esta irrealidad e inverosimilitud impulsó el ataque de los autores del [[Neoclasicismo]] y la Ilustración en el siglo XVIII: en 1749 [[Blas Antonio de Nasarre]], en el prólogo a su edición de las comedias de [[Cervantes]], dice que los autos sacramentales son una "interpretación cómica de las Sagradas Escrituras, llena de alegorías y metáforas violentas, de anacronismos horribles". En 1762, [[José Clavijo y Fajardo]] dice que las piezas sacramentales son irreverentes y blasfemas, y que perjudican las "buenas costumbres". En 1764, [[Nicolás Fernández de Moratín]] cuestiona los valores literarios y doctrinales del género sacramental y se pregunta: "¿Es posible que hable la primavera? ¿Ha oído usted en su vida una palabra al Apetito?..."; todo esto deparó que se prohibieran por Real Cédula el [[11 de junio]] de [[1765]]. A pesar de ello, algunos autores modernos, en particular los de la [[Generación del 27]] y posteriores, han intentado revitalizar y resucitar el género: [[Rafael Alberti]], con ''[[El hombre deshabitado]]'' y [[Miguel Hernández]], con ''[[Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras]]'', escribieron autos sacramentales y más modernamente, [[Gonzalo Torrente Ballester]].
 
El origen del auto alegórico, aún no concretado al tema del [[Corpus Christi]], hay que buscarlo, aunque con limitaciones, en el ''Auto de la Pasión'' de [[Lucas Fernández]], compuesto hacia 1500. Alguna innovación que Fernández introduce con respecto a los procedimientos de [[Juan del Enzina]] es aprovechada después por [[Gil Vicente]] en su ''Auto pastoril castelanho'' (1502); otro paso más lo da el autor portugués en el ''Auto de la sibila Casandra'', en el que abandona la sumisión a límites cronológicos. Además, según el hispanista [[Ludwig Pfandl]], los autos sacramentales
 
:''Son los únicos dramas verdaderamente simbólicos. Presentan la vida alegórica y, por tanto, perceptible por los sentidos, al conjunto dogmático del Catolicismo; contienen el mundo y la naturaleza, los afectos y los sentimientos, la inteligencia, la voluntad y la imaginación como potencias del alma, la historia religiosa y la profana, el pasado, el presente y el futuro como el conjunto de la Iglesia, purgante, militante y triunfante, bajo el techo protector de aquella catedral de ideas; juntan el universo y la humanidad en una gran parábola''.
 
No hay, propiamente, un auto sacramental consagrado a la festividad del Corpus Christi hasta la ''Farsa sacramental'' de [[Hernán López de Yanguas]] (1520-1521) y una anónima ''Farsa sacramental'' de 1521. La de Yanguas es una adaptación del drama litúrgico de Navidad a fines eucarísticos. Se representó durante la fiesta del Corpus de aquel año. Desde luego resulta fundamental que, en 1551, el [[Concilio de Trento]], en la sesión XIII del [[11 de octubre]] -con una predominante composición española- recomienda:
 
:''Que se celebre la fiesta del Corpus como manifestación del triunfo de la verdad sobre la herejía y para que se confundieran los enemigos del Sacaramento viendo el regocijo universal de la iglesia''.
 
En 1554 se publican póstumamente las 28 obras de [[Diego Sánchez de Badajoz]] bajo el título ''Recopilación en metro''. Diez de ellas se suponen destinadas a ser representadas en la capital extremeña el día de la festividad del Corpus: ''Farsa del Santísimo Sacramento'', ''Farsa de la iglesia'', etc. La trayectoria del auto empieza a coger mayor auge entre 1525 y 1550. El citado [[Diego Sánchez de Badajoz]] es el primero en perfilar verdaderamente una acción eucarística, aunque se limita a narrarla y no hace intervenir personajes alegóricos; otro jalón más lo marca el ''Auto de los hierros de Adán'' del ''Códice de sutos viejos'', porque el único personaje real es [[Adán]], que se mueve entre diez símbolos personificados (el [[Libre Albedrío]], el Deseo, el Trabajo, la Ignorancia, la [[Fe]], la Sabiduría, la [[Esperanza]], la [[Caridad]], el Error y la [[Misericordia]]). La enumeración de estos personajes ilustra la panoplia de roles abstractos que legará a alcanzar el auto en el siglo que va desde 1550 a 1650. Posteriormente hay que destacar los nombres de [[Juan de Timoneda]], cuyas piezas suponen un perfeccionamiento de las antiguas farsas sacramentales y el impulso definitivo para el asentamiento del género sacramental en España. Vendrán luego [[Lope de Vega]], que usa la música con funciones significativas y no solo decorativas, tramoyas y vestuario, etc.; [[Antonio Mira de Amescua]], [[Tirso de Molina]], que supone un estadio intermedio entre las primeras fases del auto sacramental y la etapa de auge calderoniano, y [[José de Valdivielso]] como precursores del gran maestro del género, [[Pedro Calderón de la Barca]]. Posteriormente, una serie de escritores epigonales cultivaron aún el auto, pero sin el mismo éxito. Entre éstos se encuentran: [[Francisco Rojas Zorrilla]], [[Agustín Moreto]]. [[Francisco Bances Candamo]] y sor [[Juana Inés de la Cruz]].
 
Tras su prohibición en 1765, algunos autores del siglo XX han tratado de revitalizar el género, a veces desacralizándolo: [[Rafael Alberti]], con ''El hombre deshabitado'' y [[Miguel Hernández]], con ''Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras'', escribieron autos sacramentales y más modernamente, [[Gonzalo Torrente Ballester]].
 
==Clases de autos sacramentales==
Según [[Ignacio Arellano]]:
 
*'''Autos filosóficos-teológicos''' (''El gran teatro del mundo'', ''El gran mercado del mundo'')
*'''Autos mitológicos''' (''El divino Jasón'')
*'''Autos bíblicos''' (''La cena del rey Baltasar'')
*'''Autos de circunstancias''' (''El Año Santo de Roma'')
*'''Autos hagiográficos y marianos''' (''El santo rey don Fernando''. ''A María el corazón'').
 
==Fuente==
*Ignacio Arellano y J. Enrique Duarte, ''El auto sacramental''. Madrid: Ediciones del Laberinto, 2003.
*Ignacio Arellano, ''Historia del teatro español del siglo XVII''. Madrid: Cátedra, 1995.
*VV. AA., ''Diccionario de la literatura española''. Madrid: Revista de Occidente, 1964, 3.ª ed.
 
==Véase también==
* [[Alegoría]]
 
==Enlaces externos==
*[http://www.canalsocial.net/GER/ficha_GER.asp?id=10615&cat=religioncristiana El auto sacramental en la enciclopedia GER]
*[http://www.geocities.com/Hollywood/hills/7985/autosacr.htm El auto sacramental desde un punto de vista religioso]
*[http://www.uco.es/~l72gaagi/htxts_espcall/cron_auto.htm Cronología de la evolución del auto sacramental]
*[http://www.misteridelx.com Misteri d'Elx (Alicante)]
*[http://www.misteriodeobanos.org Misterio de Obanos (Navarra)]
 
[[Categoría:Subgéneros dramáticos]]
 
[[ca:Auto sacramental]]
[[en:Autos sacramentales]]
[[gl:Auto sacramental]]
[[it:Auto sacramental]]
[[pl:Auto sacramental]]