El '''Socorro Rojo Internacional''' (SRI) fue un servicio social internacional organizado por la [[Internacional Comunista]] en [[1922]]. Creada para que funcionara como una [[Cruz Roja]] política internacional. El SRI condujo campañas de apoyo a los prisioneros comunistas y reunió apoyo material y humanitario en situaciones especificas. El SRI estaba dirigido por [[Clara Zetkin]], [[Elena Stasova]] y [[Tina Modotti]].
Después de muchas décadas de represión y resistencia, la continuación del régimen fascista en nuestro país ha cultivado sentimientos y vínculos de solidaridad muy arraigados, que se han expresado de las formas más diversas.
Hoy constatamos que ese torrente de solidaridad antifascista sigue existiendo; lo que no existe es una organización que lo refuerce, lo consolide y lo transmita.
¡Por eso es necesario reconstruir el Socorro Rojo Internacional!
El Socorro Rojo Internacional tiene una historia legendaria
Nació en los años veinte del siglo pasado por impulso de la III Internacional para enfrentar al fascismo entonces sólo incipiente. Entre sus dirigentes formaron parte mujeres antifascistas tan conocidas como la alemana Clara Zetkin, la italiana Tina Modotti y la rusa Elena Stasova. El Socorro Rojo Internacional entronca, pues, directamente con la historia del movimiento comunista y antifascista internacional, alcanzando pronto un gran desarrollo en todo el mundo, destacando en el apoyo político, jurídico y económico a todos los represaliados, sin diferencias ideológicas o partidistas.
En España se desarrolló tras la insurrección de Asturias de 1934 para hacer frente a la dura represión desatada por la reacción y conseguir la liberación del gran número de encarcelados que ocasionó.
Tras la guerra fue disuelto por el fascismo y represaliados sus militantes.
En 1975, impulsado por el PCE(r), hubo un primer intento de refundarlo clandestinamente. Nació ligado a la lucha por la amnistía, tan decisiva en aquella época, como componente destacado de la lucha contra la reforma franquista. El Socorro Rojo editó su propio boletín «Solidaridad» y contó entre sus colaboradores con actores, médicos y enfermeras, abogados y otros muchos intelectuales y artistas, además de los familiares y amigos de los represaliados. Su experiencia duró hasta 1981, ya que la policía se ensañó con sus miembros que fueron perseguidos, detenidos, torturados e incautado su aparato de propaganda.
No se trata de mirar al pasado sin más, pero en momentos cruciales como los actuales debemos tener en cuenta el legado que nos brinda la memoria histórica.
Se crearon otro tipo de organizaciones que han desempeñado una meritoria labor por la amnistía para los presos políticos, contra la tortura, en defensa de la libertad de expresión, etc. Esos pequeños (pero numerosos) grupos los forman amigos, vecinos y familiares del represaliado y están muy condicionados por el motivo concreto que los lleva a formarse.
Todos ellos, pese al extraordinario valor de su trabajo, han dispuesto de evidentes limitaciones, por tratarse de organizaciones, bien locales, bien parciales, bien ceñidas al ámbito humanitario. Son una muestra de la dispersión y el localismo extremo del movimiento solidario con el que es necesario acabar para que la solidaridad se extienda.
Formamos parte integrante de la resistencia antifascista.
Nosotros queremos crear una organización que forme parte integrante de la resistencia contra el fascismo, una organización política, no solamente de denuncia sino de lucha. El Socorro Rojo Internacional pretende reforzar y consolidar los grupos solidarios ya existentes, pero de una forma organizada que ofrezca continuidad y sea capaz de transmitir el aliento solidario a todos los represaliados.
Esa tarea es hoy imprescindible. No podemos conformarnos con el movimiento tal y como lo hemos conocido estos últimos años. Tenemos que dar un paso adelante porque las tareas que se nos avecinan (el retorno de las expresiones más crudas del fascismo y la guerra imperialista) así nos lo imponen.
Necesitamos un Socorro Rojo Internacional ligado estrechamente a las luchas antiimperialistas de todo el mundo, al movimiento revolucionario de la clase obrera y a la defensa y la recuperación de todos los derechos y libertades democráticas.
No podemos limitarnos únicamente a formar una plataforma más especializada en campañas, en el trabajo meramente agitativo, de manera que nos haga perder la naturaleza de nuestro objetivo: desarrollar la solidaridad con la resistencia, organizar la lucha antirrepresiva en su permanente denuncia contra el terrorismo de estado y el fascismo. Por lo que entendemos como una prioridad siempre el tejer organización, consolidar una amplia red solidaria capaz de hacer frente a la represión.
Las campañas son para nosotros una herramienta, no un objetivo en sí mismas. Las campañas deben por tanto ayudarnos a extender nuestro proyecto y consolidar nuestras posiciones.
== Filiales nacionales ==
|