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''The Economist'', reportaba el 2 de octubre de 1948 que:
{{cita|De los 62.000 árabes que antes vivían en Haifa no quedan más de 5.000 o 6.000. Varios factores influyeron en su decisión de buscar seguridad en la fuga. Muy poca duda cabe de que los factores más poderosos fueron los anuncios que hizo por radio el Supremo Ejecutivo Árabe, instando a los árabes a irse (…) Se insinuaba claramente que los árabes que permanecieran en Haifa y aceptaran la protección de los judíos serían considerados como traidores|''The Economist'', 2 de octubre de 1948.}}
 
'''¿UNA EXCUSA FABRICADA 'A POSTERIORI'?'''
 
La versión de radios y líderes árabes llamando al éxodo palestino tiene todo el aspecto de haber sido una excusa 'creada a posteriori' para disminuir la obvia responsabilidad israelí en la deportación forzada de civiles palestinos planeada desde diciembre de 1947 y puede que incluso desde antes. En el prestigioso libro documento '''Oh, Jerusalén''' de D. Lapierre y L. Collins publicado en 1970, no se cita en absoluto que las radios árabes transmitieran consignas al éxodo, ninguno de los dos millares de entrevistados para el libro lo hace.
 
Por el contraio, se documenta que la Liga Árabe, Amin al Husseini y el rey Abdalla de Jordania se veían desbordados por la avalancha de los refugiados y hacían un llamado contrario, para que los palestinos resistieran mientras sus hermanos árabes acudían para salvarles del terrorismo sionista. Pierre y Collins llegan a comparar las columnas de palestinos con las columnas de refugiados civiles registradas en Bélgica y Francia a causa de la invasión nazi en la primavera de 1940. Es obvio que el éxodo civil europeo no se debió a una 'radio inglesa' que llamara al exilio.
 
El acoso a la población civil palestina por la parte judía comenzó al día siguiente a la votación de la Partición, documentado en que incluso la secretaria de David ben Gurion recibió la orden por la Agencia Judía de acosar telefónciamente a una lista de la guía de abonados de Jerusalén. Si el acoso telefónico con insultos, advertencias y amenazas no tenía resultado, se pasaba a las granadas de mano y tiroteos.
 
Collins y Lapierre documentan la acción de francotiradores judíos, la voladura del hotel Semíramis, el ametrallamaiento indiscriminado de la Puerta de Damasco, de las paradas de autobús, comercios, calles y viviendas, terrazas de bares y restaurantes, etc. por parte de fuerzas judías como actos para la intimidación contra musulmanes y cristianos. Así lograron los judíos por ejemplo el 'vaciado' del barrio de Ramona, reocupado por judíos hasta el punto que pareció ''que siempre hubiera sido un barrio judío''' (Collins / Lapierre).
 
Haifa fue también de un verdadero sitio, lucha y finalmente deportación de palestinos civiles, miles de los cuales fueron acogidos en barcos británicos que se dirigieron a Gaza y Acre, mientras los palestinos más ricos se exiliaban por sus propios medios en Líbano, Siria, Jordania o Egipto. Las operaciones terrestres contra aldeas palestinas: Qastel, Deir Yassin, Tiberiah, etc. o las varias voladuras de la vía férrea El Cairo / Haifa tuvieron el mismo objetivo de amedrentamiento de la población palestina y su vaciado humano ejecutado con una gran crueldad, dentro del conocido como Plan Daled de 'cambio de poblaciones' concebido por David ben Gurion.
 
En vísperas de la independencia del 14 de mayo, el Irgún comandado por Menachen Begin lanzó su propia operación de amedrentamiento y conquista contra Jaffa, que culminó dos días antes de la independencia de Israel con la deportación de no menos de 65.000 personas. Las viviendas desocupadas a la fuerza fueron ocupadas por los vecinos judíos de Tel Aviv.
 
Ya en plena guerra, en junio de 1948, ben Gurion en persona dio la orden de deportar a otros 45.000 palestinos concentrados en Lyddah (Lod), orden que fue ejecutada por Isaac Rabin. En una verdadera marcha de la muerte de tres días fallecieron tres centenares de personas de cansancio por marchar a pie, la sed y exposición a un sol abrasador. Entre los deportados se hallaba la familia cristiana de George Habbach, un joven estudiante en Damasco que desde entonces juró venganza y se convirtió en el más sanguinario terrorista contra Israel.
 
En julio 1948, ben Gurion emitió un decreto que prohibía el retorno de los deportados palestinos, lo que en forma expresa admitía su responsabilidad y autoría. Siguiendo la lógica de la deportación, en septiembre el Stern asesinó en Jerusalén al legado de la ONU Folkke von Bernadotte, cuyas gestiones iban encaminaas al regreso de los deportados, ya por entonces no menos de 300.000 personas. Los asesinos nunca fueron perseguidos por Israel.
 
En octubre 1948, la Asamblea General de la ONU emitió una orden en memoria de von Bernadotte instando se permitiera la vuelta de refugiados o bien, si éstos no deseaban regresar, fueran compensados económicamente, que fue desoída por ben Gurion porque '''Israel no forma aún parte de la ONU''', pero que tampoco fue cumplida cuando Israel se unió a la ONU.
 
A finales de 1948, el primer census poblacional realizado por Israel verificaba el éxodo palestino en frías cifras: si el census de la ONU de 1947 para la partición extableció casi dos millones de personas en toda la Palestina británica (650.000 judíos y 1.200.000 árabes), el census israelí arrojó una cifra de sólo 750.000 pesonas: se había evaporado de Palestina no menos de un millón largo de personas.
 
A lo largo de 1949, el militar Moshe Dayan destruyó completamente no menos de 4 centenares de aldeas y villas palestinas abandonadas, dinamitando sus edificios, mezquitas e iglesias y aplanando los restos xon bulldozers, con el objeto expreso y declarado de borrar el pasado árabe (musulmán y cristiano) de Israel.
 
En los años siguientes, Israel instituyó una agencia estatal para distribuir los bienes de los palestinos deportados entre los inmigrantes judíos y nuevos ciudadsnos de Israel: tierras, cultivos, inmuebles, maquinarias, ganado, etc. por los que los recién llegados no pagaban nada. En los inicios de la aliya, la Agencia Judía había gastado enormes sumas para comprar tierra palestina pero, a partir del armisticio de 1949 y gracias a la deportación palestina, dispuso de toda la tierra de forma gratuita.
 
=== La voluntad de convivencia por parte de los líderes judíos ===