Diferencia entre revisiones de «Alquimia»

Contenido eliminado Contenido añadido
AstaBOTh15 (discusión · contribs.)
m Bot: Arreglando redirecciones
m Revertidos los cambios de AstaBOTh15 (disc.) a la última edición de AVBOT
Línea 1:
{{Artículo destacado}}
En la [[historia de la ciencia]], la '''alquimia''' (del [[idioma árabe|árabe]] الخيمياء ''al-khimia'') es una antigua práctica [[protociencia|protocientífica]] y una disciplina [[filosofía|filosófica]] que combina elementos de la [[química]], la [[metalurgia]], la [[física]], la [[medicina]], la [[astrología]], la [[semiología|semiótica]], el [[misticismo]], el [[espiritualismo]] y el [[arte]]. La alquimia fue practicada en [[Mesopotamia]], el [[Antiguo Egipto]], [[Persia]], la [[India]] y [[República Popular China|China]], en la [[Antigua Grecia]] y el [[Imperio romano|Imperio Romano]], en el [[Califa|Imperio Islámico]] y después en [[Europa]] hasta el siglo XIX, en una compleja red de escuelas y sistemas filosóficos que abarca al menos 2500 años.
 
La alquimia occidental ha estado siempre estrechamente relacionada con el [[hermetismo (ocultismo)|hermetismo]], un sistema filosófico y espiritual que tiene sus raíces en [[Hermes Trismegisto|Hermes Trimegisto]], una deidad [[sincretismo|sincrética]] grecoegipcia y legendario alquimista. Estas dos disciplinas influyeron en el nacimiento del [[rosacruz|rosacrucismo]], un importante movimiento esotérico del siglo XVII. En el transcurso de los comienzos de la época moderna, la alquimia dominante evolucionó en la actual química.
 
Actualmente es de interés para los [[historia de la ciencia|historiadores de la ciencia]] y la [[historia de la filosofía|filosofía]], así como por sus aspectos místicos, [[esoterismo|esotéricos]] y artísticos. La alquimia fue una de las principales precursoras de las [[ciencia]]s modernas, y muchas de las sustancias, herramientas y procesos de la antigua alquimia han servido como pilares fundamentales de las modernas industrias química y metalúrgica.
Línea 8:
Aunque la alquimia adopta muchas formas, en la [[cultura popular]] es citada con mayor frecuencia en historias, películas, espectáculos y juegos como el proceso usado para transformar plomo (u otros elementos) en [[oro]]. Otra forma que adopta la alquimia es la de la búsqueda de la [[piedra filosofal]], con la que lograr la habilidad para transmutar oro o la vida eterna.
 
En el plano espiritual de la alquimia, los alquimistas debían transmutar su propia [[alma]] antes de transmutar los [[metalmetales]]es. Esto quiere decir que debían purificarse, prepararse mediante la [[oración]] y el [[ayuno]].
 
[[Archivo:Pietro Longhi 021.jpg|thumb|''El alquimista'' de [[Pietro Longhi]].]]
Línea 18:
La percepción popular y de los últimos siglos sobre los alquimistas, es que eran [[charlatán|charlatanes]] que intentaban convertir plomo en oro, y que empleaban la mayor parte de su tiempo elaborando remedios milagrosos, venenos y pociones [[magia|mágicas]].
 
Fundaban su ciencia en que el universo estaba compuesto de cuatro [[elementoselemento de la antigüedadclásico|elementos clásicos]] a los que llamaban por el nombre vulgar de las sustancias que los representan, a saber: tierra, aire, fuego y agua, y con ellos preparaban un quinto elemento que contenía la potencia de los cuatro en su máxima exaltación y equilibrio.
 
La mayoría eran investigadores cultos, inteligentes y bien intencionados, e incluso distinguidos científicos, como [[Isaac Newton]] y [[Robert Boyle]]. Estos innovadores intentaron explorar e investigar la naturaleza misma. La base es un conocimiento del régimen del fuego y de las sustancias elementales del que tras profundos meditaciones se pasa a la práctica, comenzando por construir un [[atanor|horno alquímico]] a menudo las carencias debían suplirse con la [[experimentación]], las tradiciones y muchas especulaciones para profundizar en su arte.
 
Para los alquimistas toda sustancia se componía de tres partes [[Mercurio (elemento)|mercurio]], [[azufre]] y [[sal (condimento)|sal]] siendo estos los nombres vulgares que comúnmente se usaban para designar al [[espíritu]], [[alma]] y [[cuerpo]], estas tres partes eran llamadas principios. Por manipulación de las sustancias y a través de diferentes operaciones, separaban cada una de las tres partes que luego debían ser purificadas individualmente, cada una de acuerdo al régimen de fuego que le es propicia, la sal con fuego de fusión y el mercurio y el azufre con destilaciones recurrentes y suaves. Tras ser purificadas las tres partes en una labor que solía conllevar mucho tiempo y que debían vigilarse los aspectos planetarios las tres partes debían unirse para formar otra vez la substancia inicial. Una vez hecho todo esto la substancia adquiría ciertos poderes.
 
Los aprendices de alquimistas, a lo largo de la historia de la disciplina, se esforzaron en entender la naturaleza de estos principios y encontraron algún orden y sentido en los resultados de sus experimentos alquímicos, que a menudo eran socavados por [[reactivo]]s impuros o mal caracterizados, falta de medidas cuantitativas y [[nomenclatura]] hermética. Esto motivaba que muchos después de años de intensos esfuerzos acabaran arruinados y maldiciendo la alquimia. Los aprendices por lo general debían empezar por trabajar en el reino vegetal hasta dominar el régimen del fuego, las diversas operaciones y el régimen del tiempo.
 
Los alquimistas para diferenciar las sustancias vulgares de aquellas fabricadas por el arte alquímico, que siendo designadas por el mismo nombre de acuerdo a alguna de sus propiedades, procedían a usar el apelativo de «filosófico» o «nuestro». Así, se hablaba de «nuestra agua» para diferenciarla del agua corriente, pero a lo largo de los textos alquímicos se asume que el aprendiz ya sabe diferenciar una de otra y, en ocasiones, explícitamente no se usa, ya que de acuerdo al arte hermético «no se debe dar perlas a los cerdos», razón por la que muchos fracasaban al seguir al pie de la letra las diferentes [[receta]]s. La «[[iluminación]]» sólo se alcanzaba tras arduos años de riguroso estudio y experimentación. Una vez que el aprendiz lograba controlar el fuego, el tiempo de los procesos y los procesos mismos en el reino vegetal, estaba listo para acceder a los [[arcanos mayores]], esto es, los mismos trabajos en el reino animal y mineral. Sostenían que la potencia de los [[medicamento|remediosremedio]]s era proporcional a cada naturaleza.
 
Las trabajos de los alquimistas se basaban en las naturalezas, a cada reino le correspondía una meta: al reino mineral la [[transmutación]] de metales vulgares en [[oro]] o [[plata]], al reino animal la creación de una «[[panacea universal|panacea]]», un remedio que supuestamente curaría todas las enfermedades y prolongaría la vida indefinidamente. Todas ellas eran el resultado de las mismas operaciones donde lo que cambiaba eran la [[materia prima]], la duración de los procesos y la vigilancia y fuerza del [[fuego]]. Una meta intermedia era crear lo que se conocía como [[menstruo]] y que lo que ofrecía era multiplicación de sí mismo por inmersión de otras substancias semejantes en fusión/disolución (según su naturaleza) con estas. De modo que se conseguía tanto la generación como la regeneración de las substancias elementales. Estos no son los únicos usos de esta ciencia, aunque sí son los más conocidos y mejor documentados. Desde la [[Edad Media]], los alquimistas europeos invirtieron mucho esfuerzo y dinero en la búsqueda de la [[piedra filosofal]].
Línea 34:
Los alquimistas sostenían que la piedra filosofal amplificaba místicamente el conocimiento de alquimia de quien la usaba tanto como fuera posible. Muchos aprendices y falsos alquimistas, tenidos por auténticos alquimistas, gozaron de prestigio y apoyo durante siglos, aunque no por su búsqueda de estas metas ni por la especulación mística y filosófica que se desprendía de su literatura, sino por sus contribuciones mundanas a las industrias artesanales de la época: la obtención de pólvora, el análisis y refinamiento de minerales, la metalurgia, la producción de tinta, tintes, pinturas y cosméticos, el curtido del cuero, la fabricación de cerámica y cristal, la preparación de extractos y licores, etcétera. La preparación del ''[[aqua vitae]]'', el «agua de vida», era un experimento bastante popular entre los alquimistas europeos.
 
Los alquimistas nunca tuvieron voluntad para separar los aspectos físicos de las interpretaciones metafísicas de su arte. La falta de vocabulario común para procesos y conceptos químicos, así como también la necesidad de secretismo, llevaba a los alquimistas a tomar prestados términos y símbolos de la [[mitología]] [[Biblia|bíblica]] y [[paganoPaganismo|pagana]], la [[astrología]], la [[cábala]] y otros campos místicos y esotéricos, de forma que incluso la receta química más simple terminaba pareciendo un obtuso conjuro mágico. Más aún, los alquimistas buscaron en esos campos los marcos de referencia teóricos en los que poder encajar su creciente colección de hechos experimentales inconexos.
 
A partir de la [[Edad Media]], algunos alquimistas empezaron a ver cada vez más estos aspectos metafísicos como los auténticos cimientos de la alquimia y a las sustancias químicas, estados físicos y procesos materiales como meras metáforas de entidades, estados y transformaciones espirituales. De esta forma, tanto la transmutación de metales corrientes en oro como la panacea universal simbolizaban la evolución desde un estado imperfecto, enfermo, corruptible y efímero hacia un estado perfecto, sano, incorruptible y eterno; y la [[piedra filosofal]] representaba entonces alguna clave mística que haría esta evolución posible. Aplicadas al propio alquimista, esta meta gemela simbolizaba su evolución desde la ignorancia hasta la iluminación y la piedra representaba alguna verdad o poder espiritual oculto que llevaría hasta esa meta. En los textos escritos según este punto de vista, los crípticos [[símbolo alquímico|símbolos alquímicos]], diagramas e imaginería textual de las obras alquímicas tardías contienen típicamente múltiples capas de significados, alegorías y referencias a otras obras igualmente crípticas; y deben ser laboriosamente «descodificadas» para poder descubrir su auténtico significado.
Línea 42:
{{AP|Astrología y alquimia}}
 
La alquimia en [[Occidente]] y otros lugares donde fue ampliamente practicada estaba (y en muchos casos aún está) íntimamente relacionada y entrelazada con la [[astrología]] tradicional al estilo [[Grecia|griego]]-[[Babilonia|babilónico]]. En muchos sentidos fueron desarrolladas para complementarse una a la otra en la búsqueda del [[ocultismo|conocimiento oculto]]. Tradicionalmente, cada uno de los siete [[objeto astronómico|cuerpos celestes]] del sistema solar que conocían los antiguos estaba asociado, ejercía el dominio sobre, y ''[[signo zodiacalastrológico|gobernaba]]'' un determinado [[metal]]. En el [[hermetismo]] está relacionada tanto con la astrología como con la [[teúrgia]].
 
=== La alquimia en la época científica ===
Línea 52:
Tal es el caso, por ejemplo, del barón [[Carl Reichenbach]], un conocido químico de la primera mitad del [[siglo XIX]], que trabajó sobre conceptos parecidos a la antigua alquimia, tales como la [[fuerza ódica]], pero su trabajo no entró en la corriente dominante de la discusión científica.
 
La transmutación de la materia, disfrutó de un momento dulce en el [[siglo XX]], cuando los físicos lograron transformar [[átomo]]s de plomo en átomos de oro mediante [[procesosreacción nuclearesnuclear|reacciones nucleares]]. Sin embargo, los nuevos átomos de oro, al ser [[isótopo]]s muy inestables, resistían menos de cinco segundos antes de desintegrarse. Más recientemente, informes de transmutación de elementos pesados —mediante [[electrólisis]] o [[cavitación sónica]]— fueron el origen de la controversia sobre [[fusión fría]] en [[1989]]. Ninguno de estos hallazgos ha podido ser aún reproducido con fiabilidad.
 
El simbolismo alquímico ha sido usado ocasionalmente en el siglo XX por [[psicología|psicólogos]] y filósofos. [[Carl Gustav Jung|Carl Jung]] revisó el simbolismo y teoría alquímicos y empezó a concebir el significado profundo del trabajo alquimista como una senda [[espiritualidad|espiritual]]. La filosofía, los símbolos y los métodos alquímicos han gozado de un cierto renacimiento en contextos [[postmodernidad|postmodernos]] tales como el movimiento [[Nueva era|Nueva Era]].
 
=== La alquimia como objeto de investigación histórica ===
 
La historia de la alquimia se ha convertido en un vigoroso campo académico. A medida que el oscuro lenguaje hermético de los alquimistas va siendo gradualmente «descifrado», los historiadores van haciéndose más conscientes de las conexiones intelectuales entre esa disciplina y otras facetas de la historia cultural occidental, tales como la sociología y la psicología de comunidades intelectuales, el [[cábala|cabalismo]], el [[espiritualismo]], el [[rosacruz|rosacrucismo]] y otros movimientos místicos, la [[criptografía]], la [[brujería]], y la evolución de la [[ciencia]] y la [[filosofía]].
 
== Etimología ==
Línea 64:
La palabra ''alquimia'' procede del [[idioma árabe|árabe]] ''al-kīmiyaˀ'' (الكيمياء) o ''al-khīmiyaˀ'' (الخيمياء), que podría estar formada por el artículo ''al-'' y la palabra [[idioma griego|griega]] ''khumeia'' (χυμεία), que significa ‘echar juntos’, ‘verter juntos’, ‘soldar’, ‘alear’, etcétera (de ''khumatos'', ‘lo que se vierte’, ‘lingote’, o del [[Idioma persa|persa]] ''kimia'', ‘oro’). Un decreto de [[Diocleciano]], escrito en griego sobre el año [[300]], ordenaba quemar «los antiguos escritos de los egipcios, que trataban sobre el arte de fabricar oro y plata»<ref>M. Berthelot (2001) ''Los orígenes de la alquimia.'' p. 38.</ref> la ''khēmia'' [[transmutación]]. La palabra árabe ''kīmiyaˀ'', sin el artículo, ha dado lugar a ‘química’ en castellano y otras lenguas, y ''al-kīmiyaˀ'' significa, en árabe moderno, ‘la química’.
 
Se ha sugerido que la palabra árabe ''al-kīmiyaˀ'' significaba en realidad, originariamente, ‘la ciencia egipcia’, tomando prestada del [[idioma copto|copto]] la palabra ''kēme'', ‘Egipto’, así alquimia era el 'arte de Keme' (o su equivalente en el dialecto medieval bohaírico del copto, ''khēme''). La palabra copta deriva del [[egipcio demótico|demótico]] ''kmỉ'', y éste a su vez del [[lenguasidioma egipciasegipcio|egipcio]] antiguo ''[[Kemet|kmt]]''. Esta última palabra designaba tanto al país como al color ‘negro’ (Egipto era la ‘tierra negra’, en contraste con la ‘tierra roja’, el desierto circundante), por lo que esta etimología podría también explicar el apodo de ‘magia negra egipcia’. Sin embargo, esta teoría puede ser sólo un ejemplo de [[etimología popular]].
 
En la [[Edad Media]] se solía usar la expresión ''ars chimica'' para aludir a la alquimia.
Línea 75:
La alquimia comprende varias tradiciones filosóficas abarcando cerca de cuatro milenios y tres continentes. La general predilección de estas tradiciones por el lenguaje críptico y simbólico hace que resulte difícil trazar sus mutuas influencias y relaciones «genéticas».
 
Pueden distinguirse al menos dos tendencias principales, que parecen ser ampliamente independientes, al menos en sus primeras etapas: la [[alquimia china]], centrada en [[República Popular China|China]] y su zona de influencia cultural, y la [[alquimia occidental]], cuyo centro se desplazó a lo largo del tiempo entre [[Egipto]], [[Grecia]] y [[Roma]], el mundo [[Califa|islámico]], y finalmente de nuevo [[Europa]]. La alquimia china estaba íntimamente relacionada con el [[taoísmo]], mientras que la alquimia occidental desarrolló su propio sistema filosófico, con relaciones sólo superficiales con las principales religiones occidentales. Aún está abierta la cuestión de si estas dos ramas comparten un origen común o hasta qué extremo se influyeron una a la otra.
 
=== La alquimia en el Antiguo Egipto ===
Línea 83:
La alquimia egipcia es conocida principalmente a través de los escritos de antiguos filósofos [[Grecia|griegos]] (helénicos), que a su vez han perdurado a menudo sólo en traducciones islámicas. Prácticamente no se ha conservado ningún documento egipcio original sobre la alquimia. Estos escritos, si existieron, probablemente se perdieron cuando el [[Emperador romano|emperador]] [[Diocleciano]] ordenó la quema de libros alquímicos tras sofocar una revuelta en Alejandría ([[292]]), que había sido un centro de alquimia egipcia.
 
No obstante, recientes expediciones [[Arqueología|arqueológicas]] han desenterrado evidencias de análisis químico durante los periodos [[Naqada]]. Por ejemplo, una herramienta de [[cobre]] fechada en esta época tiene rastros de haber sido usada de esta forma.<ref>Museo Petrie: objeto 5437 [http://www.digitalegypt.ucl.ac.uk/naqada/tombs/finds7.html]</ref> Además, el proceso de [[curtido|curtir]] [[piel]]es [[animalia|animalesanimal]]es ya se conocía en el [[periodo predinástico de Egipto|Egipto predinástico]] en tiempos tan antiguos como el [[VI milenio a. C.|VI milenio&nbsp;a.&nbsp;C.]]
 
Otras evidencias indican claramente que los primitivos alquimistas del Antiguo Egipto habían ideado pastas de [[yeso]] ya en el 4000&nbsp;a.&nbsp;C., [[mortero (construcción)|morteros]] [[cemento|cimentantes]] hacia el 2500&nbsp;a.&nbsp;C. y el [[vidrio]] ([[fayenza]]) en el 1500&nbsp;a.&nbsp;C. La reacción química implicada en la producción del [[óxido de calcio]] es una de la más antiguas conocidas: CaCO<sub>3</sub> + calor ⇒ CaO + CO<sub>2</sub> En el Antiguo Egipto se produjeron [[cosmético]]s, fayenza y también [[brea|pez]] para la [[construcción naval]]. El [[papiro]] también había sido inventado hacia el 3000&nbsp;a.&nbsp;C.
 
La leyenda cuenta que el fundador de la alquimia egipcia fue el [[deidad|dios]] [[Tot]], llamado Hermes-Tot o [[Hermes Trismegisto|Hermes Trimegisto]] (‘Tres veces grande’) por los griegos. Según la leyenda, escribió los llamados cuarenta y dos Libros del Saber, abarcando todos los campos del conocimiento, alquimia incluida. El símbolo de Hermes era el [[caduceo]] o vara con serpientes, que llegó a ser uno de los muchos símbolos principales de la alquimia. La [[Tabla de Esmeralda]] o ''[[Hermetismo|Hermética]]'' de Hermes Trimegisto, conocida sólo por traducciones griegas y [[idiomalenguaje árabe|árabes]], es normalmente considerada{{añadir referencias}} la base de la filosofía y práctica alquímicas occidentales, llamada [[hermetismo (ocultismo)|filosofía hermética]] por sus primeros seguidores.
 
El primer punto de la Tabla de Esmeralda cuenta el propósito de la ciencia hermética: «en verdad ciertamente y sin duda, todo lo que está abajo es como lo que está arriba, y todo lo que está arriba es como lo que está abajo, para realizar los milagros de una cosa» ([[Johann Ludwig Burckhardt|Burckhardt]], p. 196-7). Ésta es la creencia [[universo|macrocosmos]]-[[microcosmos]] principal para la filosofía hermética. En otras palabras, el cuerpo humano (el microcosmos) se ve afectado por el mundo exterior (el macrocosmos), que incluye los cielos a través de la [[astrología]] y la tierra a través de los [[elementoselemento de la antigüedadclásico|elementos]], aunque cuando uno logra el dominio sobre el mundo interior, comienza a ser capaz de controlar el mundo exterior de formas poco convencionales (Burckhardt, p. 34-42).
 
Se ha especulado{{añadir referencias}} con que un acertijo de la Tabla de Esmeralda («fue llevado en el vientre por el viento») alude a la destilación de oxígeno a partir de [[nitrato de potasiopotásico|salitre]], un proceso que era desconocido en Europa hasta su (re) descubrimiento por [[Michał Sędziwój|Sendivogius]] en el siglo XVII.
 
En el [[siglo IV a. C.|siglo IV&nbsp;a.&nbsp;C.]], los [[reinoRegión histórica de Macedonia|macedonios]] grecoparlantes conquistaron Egipto y fundaron la ciudad de Alejandría en [[332]]. Esto los puso en contacto con las ideas egipcias (véase «[[#La alquimia en el mundo griego|La alquimia en el mundo griego]]» más adelante).
 
=== La alquimia china ===
 
La Alquimia China está relacionada con el [[taoísmo]], consecuentemente, sus praticantes utilizan conceptos tales como: los [[Wu Xing|Cinco Elementos]]; el [[Tao]], la relación entre el [[Yin y yang|Yin]] y el [[Yin y yang|Yang]]; el [[Qì|Qi]]; el [[I Ching]]; la [[astrología china|astrologia china]]; los princípios del [[Feng Shui]], la Medicina Tradicional China etc. Mientras la alquimia occidental terminó centrándose en la transmutación de metales corrientes en otros nobles, la alquimia [[república Popular China|china]] tuvo una conexión más obvia con la medicina. La [[piedra filosofal]] de los alquimistas europeos puede ser comparada con el [[Elixir de la vida|gran elixir de la inmortalidad]] perseguido por los alquimistas chinos. Sin embargo, en la visión hermética, estas dos metas no estaban desconectadas y la piedra filosofal era con frecuencia equiparada a la [[panacea universal]]. Por tanto, las dos tradiciones pueden haber tenido más en común de lo que inicialmente parece.
 
La [[pólvora]] puede haber sido una importante invención de los alquimistas chinos. Descrita en textos del siglo IX y usada en [[pirotecnia|fuegos artificiales]] en el siglo X, fue empleada en [[Cañón (artillería)|cañones]] sobre 1290. Desde China, el uso de la pólvora se extendió a [[Japón]], los [[mongol (etnia)|mongoles]], el mundo árabe y Europa. La pólvora fue usada por los mongoles contra los húngaros en 1241 y en Europa a partir del siglo XIV.
 
La alquimia china estaba estrechamente relacionada con las formas [[Taoísmo|taoístas]] de la [[medicina china|medicina tradicional china]], tales como la [[acupuntura]] y la [[moxibustión]], y con [[arte marcial|artes marciales]] como el [[Tai Chi Chuan]] y el [[Kung-fu|Kung Fu]] (aunque algunas escuelas de Tai Chi creen que su arte deriva de las ramas filosófica o higiénica del taoísmo, no de la alquímica). De hecho, al principio de la [[dinastía Song]], los seguidores de esta idea taoísta (principalmente la elite y la clase alta) ingerían [[cinabrio]], que, aunque tolerable en bajas dosis, llevó a muchos a la muerte. Creyendo que estas muertes llevaría a la libertad y el acceso a los cielos taoístas, las consiguientes muertes animaron a la gente a evitar esta forma de alquimia en favor de fuentes externas (el antes mencionado Tai Chi Chuan, el dominio del Qi, etcétera).
 
=== La alquimia india ===
 
Poco se conoce en Occidente sobre el carácter y la historia de la alquimia [[india]]. Un alquimista [[persiaImperio Persa|persa]] del siglo XI llamado [[al-Biruni]] informó que «tienen una ciencia parecida a la alquimia que es bastante característica de ellos, a la que llaman ''[[Rasayāna]]'', en persa ''[[Rasavātam]]''. Significa el arte de obtener y manipular [[Rasa mareal|Rasa]], néctar, mercurio, zumo. Este arte está restringido a ciertas operaciones, metales, drogas, compuestos y medicinas, la mayoría de los cuales tienen mercurio como ingrediente principal. Sus principios devuelven la salud a aquellos enfermos que estaban desahuciados y la juventud a los marchitos ancianos.» Sin embargo, sí es seguro que la alquimia india, como toda su ciencia, se centra en lograr el [[Moksha (hinduismo)|''mokṣa'']]: la perfección, la inmortalidad, la liberación. Así, concentra sus esfuerzos en hacer inmortal el cuerpo humano. Son muchas las historias tradicionales de alquimistas aún vivos desde tiempo inmemorial gracias a los efectos de sus experimentos.
 
Los textos de medicina y ciencia [[āyurvedaĀyur Veda|ayurvédica]] tienen aspectos relacionados con la alquimia, como tener curas para todas las enfermedades conocidas y métodos para tratar a los enfermos mediante la unción de aceites. El mejor ejemplo de texto basado en esta ciencia es el ''Vaishashik Darshana'' de [[Kaṇāda|Kanada]] (sobre [[siglo VII600 a. C.|600&nbsp;a.&nbsp;C.]]), quien describía una teoría atómica cerca de un siglo antes que [[Demócrito]].
 
Dado que la alquimia terminaría integrada en el vasto campo de la erudición india, las influencias de otras doctrinas metafísicas y filosóficas como el [[Sāṃkhya|Samkhya]], el [[Yoga]], el [[Vaiśeṣika|Vaisheshika]] y el [[Āyurveda|Ayurveda]] fueron inevitables. Sin embargo, la mayoría de los textos Rasayāna tienen sus raíces en las escuelas tántricas Kaula relacionadas con las enseñanzas de la personalidad de Matsyendranath.
 
El [[Rasayāna]] era entendido por muy poca gente en aquella época. Dos famosos ejemplos eran Nagarjunacharya y Nityanadhiya. El primero era un monje budista que, en tiempos antiguos, dirigía la gran universidad de [[Nagarjuna Sagar]]. Su conocido libro, ''Rasaratanakaram'', es un famoso ejemplo de la antigua medicina india.
Línea 116:
 
=== La alquimia en el mundo griego ===
La ciudad griega de [[Alejandría]] en Egipto era un centro de saber alquímico que retuvo su preeminencia durante la mayor parte de las eras griega y romana. Los griegos se apropiaron de las creencias herméticas egipcias y las unieron con las filosofías [[Pitágoras|pitagórica]], [[jonismo|jonista]] y [[gnosticismo|gnóstica]]. La filosofía pitagórica es, esencialmente, la creencia en que los números gobiernan el universo, surgida de las observaciones del sonido, las estrellas y formas geométricas como los triángulos o cualquiera de la que pueda derivarse una [[Cociente (aritmética)|razón]]. El pensamiento jonista se basaba en la creencia en que el universo podía ser explicado mediante la concentración en los [[fenómeno]]s naturales; se cree que esta filosofía fue iniciada por [[Tales]] y su pupilo [[Anaximandro]] y posteriormente desarrollada por [[Platón]] y [[Aristóteles]], cuyas obras llegaron a ser una parte integral de la alquimia. Según esta creencia, el universo puede ser descrito por unas pocas [[ley (principio)|leyes]] unificadas que pueden determinarse sólo mediante cuidadosas, minuciosas y arduas exploraciones filosóficas. El tercer componente introducido a la filosofía hermética por los griegos fue el [[gnosticismo]], una creencia, extendida en el [[Imperio romano|Imperio Romano]] cristiano, en que el mundo es imperfecto porque fue creado de manera imperfecta y que el aprendizaje sobre la naturaleza de la sustancia espiritual llevaría a la salvación. Incluso creían que [[Dios]] no «creó» el universo en el sentido clásico, sino que el universo fue creado «de» él pero se corrompió en el proceso (en lugar de corromperse por las transgresiones de Adán y Eva, es decir, por el [[pecado original]]). Según las creencias gnósticas, al adorar el cosmos, la naturaleza o las criaturas del mundo, uno adora al Dios Verdadero. Muchas sectas gnósticas sostenían incluso que la deidad bíblica sería mala y debía ser vista como una emanación caída del Elevado Dios a quien buscaban adorar y unirse. Sin embargo, el aspecto del dios abrahámico como ser malvado no jugó en realidad papel alguno en la alquimia, pero el aspecto del ascenso al Elevado Dios probablemente tuvo mucha influencia. Las teorías platónicas y neoplatónicas sobre los [[problema de los universales|universales]] y la omnipotencia de Dios también fueron absorbidas (sus principales creencias ven el aspecto físico del mundo como imperfecto y creen en Dios como una mente cósmica trascendente).
 
Un concepto muy importante introducido en esta época, concebido por [[Empédocles]] y desarrollado por Aristóteles, fue que todas las cosas del universo estaban formadas por sólo cuatro [[elementoselemento de la antigüedadclásico|elementos]]: tierra, aire, agua y fuego. Según Aristóteles, cada elemento tenía una esfera a la que pertenecía y a la que regresaría si se le dejaba intacto (Lindsay, p. 16).
 
Los cuatro elementos de los griegos eran aspectos mayoritariamente cualitativos de la materia y no cuantitativos como lo son nuestros elementos modernos. «... La auténtica alquimia nunca trató la tierra, el aire, el agua y el fuego como sustancias corpóreas o químicas en el sentido actual de la palabra. Los cuatro elementos era simplemente las cualidades primarias y más generales por medio de las cuales la sustancia amorfa y puramente cuantitativa de todos los cuerpos se presentaba primero en una forma diferenciada.» (Hitchcock, p. 66) Alquimistas posteriores desarrollaron extensivamente los aspectos místicos de este concepto.
Línea 124:
=== La alquimia en el Imperio Romano ===
 
Los [[Antigua Roma|romanos]] adoptaron la alquimia y la metafísica griegas, al igual que adoptaron gran parte de su conocimiento y filosofía. Al final del [[Imperio romano|Imperio Romano]] la filosofía alquímica se había unido a las filosofías de los egipcios creando el culto del hermetismo (Lindsay).
 
Sin embargo, del desarrollo del [[cristianismo]] en el Imperio trajo una línea opuesta de pensamiento, proveniente de [[Agustín de Hipona]] (354-430), un filósofo cristiano temprano que escribió sobre sus creencias poco antes de la [[caída del Imperio Romano]]. En esencia, Agustín sentía que la [[razón]] y la [[fe]] podían ser usadas para entender a Dios, pero que la [[filosofía experimental]] era nociva: «Hay también presente en el alma, por los medios de estos mismos sentidos corporales, una especie de vacío anhelo y curiosidad que pretende no conseguir el placer de la carne sino adquirir experiencia a través de ésta, y esta vacía curiosidad se dignifica con los nombres de conocimiento y ciencia.» (Agustín, p. 245)
Línea 138:
 
[[Archivo:Distillation by Alembic.PNG|thumb|[[Destilación]] en [[alambique]].]]
El mundo islámico fue un crisol para la alquimia. El pensamiento [[platón]]ico y [[Aristóteles|aristotélico]], que ya había sido en cierta medida incluido en la ciencia hermética, continuó siendo asimilado. Alquimistas islámicos como [[al-Razi]] (en [[latín]] ''Rasis'') y [[Jabir ibn Hayyan]] (en latín ''Geber'') aportaron descubrimientos químicos clave propios, tales como la técnica de la [[destilación]] (las palabras ''[[alambique]]'' y ''[[alcohol]]'' son de origen [[idioma árabe|árabe]]), los ácidos muriático ([[ácido clorhídrico|clorhídrico]]), [[ácido sulfúrico|sulfúrico]] y [[ácido nítrico|nítrico]], la [[carbonato de sodiosódico|sosa]], la [[hidróxido de potasio|potasa]] y más. (De los nombres árabes para estas dos últimas sustancias, ''al-natrun'' y ''al-qalīy'', latinizados como ''Natrium'' y ''Kalium'', proceden los símbolos modernos del [[sodio]] y el [[potasio]].) El descubrimiento de que el [[agua regia]], una mezcla de ácido nítrico y clorhídrico, podía disolver el metal más noble —el oro— habría de avivar la imaginación de alquimistas durante el siguiente milenio.
 
Los filósofos islámicos también hicieron grandes contribuciones al hermetismo alquímico. El autor más influyente en este aspecto posiblemente fuera [[Abu Musa Jabir Ibn Hayyan|Jabir Ibn Hayyan]] (en árabe جابر إبن حيان, en latín ''Geberus'', normalmente escrito en castellano como Geber). El objetivo primordial de Jabir era la ''[[takwin]]'', la creación artificial de vida en el laboratorio alquímico, hasta e incluyendo la vida humana. Jabir analizó cada elemento aristotélico en términos de las cuatro cualidades básicas de ''calor'', ''frío'', ''sequedad'' y ''humedad'' (Burkhardt, p. 29). De acuerdo con él, en cada metal dos de estas cualidades eran interiores y dos exteriores. Por ejemplo, el plomo era externamente frío y seco, mientras que el oro era caliente y húmedo. De esta forma, teorizaba Jabir, reordenando las cualidades de un metal, podía obtenerse uno diferente (Burckhardt, p. 29). Con este razonamiento, la búsqueda de la [[piedra filosofal]] fue introducida en la alquimia occidental. Jabir desarrolló una elaborada [[numerología]] mediante la que las iniciales del nombre de una sustancia en árabe, cuando se les aplicaban varias transformaciones, mantenían correspondencias con las propiedades físicas del elemento.
Línea 145:
[[Archivo:William Fettes Douglas - The Alchemist.jpg|thumb|''El alquimista'' de William Fettes Douglas.]]
 
Debido a sus fuertes conexiones con las culturas griega y romana, la alquimia fue bastante fácilmente aceptada por la filosofía cristiana y los alquimistas [[Edad Media|medievales]] [[Europa|europeos]] absorbieron extensivamente el conocimiento alquímico islámico. [[Silvestre II|Gerberto de Aurillac]] (fallecido en 1003), quien más tarde se convertiría en el Papa [[Silvestre II]], fue uno de los primeros en llevar la ciencia islámica a Europa desde [[España]]. Más tarde, hombres como [[Abelardo de Bath]], quien vivió en el [[siglo XII]], trajeron enseñanzas adicionales. Pero hasta el [[siglo XIII]] los movimientos fueron principalmente asimilativos (Hollister p. 124, 294).
 
En este periodo aparecieron algunas desviaciones de los principios [[Agustín de Hipona|agustinianos]] de los primeros pensadores cristianos. [[Anselmo de Canterbury|San Anselmo]] (1033–1109) fue un benedictino que creía que la fe debe preceder a la razón, como Agustín y la mayoría de los teólogos anteriores a él había creído, aunque él añadió la opinión de que la fe y la razón eran compatibles y fomentó este último en un contexto cristiano. Sus puntos de vista sentaron las bases para la explosión filosófica que habría de ocurrir. [[Pedro Abelardo]] continuó el trabajo de Anselmo, preparando los cimientos para la aceptación del pensamiento aristotélico antes de que las primeras obras de Aristóteles alcanzasen Occidente. Su principal influencia en la alquimia fue su creencia en que los universales platónicos no tenían una existencia separada fuera de la [[conciencia|consciencia]] del hombre. Abelardo también sistematizó el análisis de las contradicciones filosóficas (Hollister, p. 287-8).
 
[[Roberto Grosseteste|Robert Grosseteste]] (1170–1253) fue un pionero de la teoría científica que posteriormente sería usada y refinada por los alquimistas. Grosseteste tomó los métodos de análisis de Abelardo y añadió el uso de observaciones, experimentación y conclusiones al realizar evaluaciones científicas. También trabajó mucho para tender en puente entre el pensamiento platónico y el aristotélico (Hollister, p. 294-5).
 
[[Alberto Magno]] (1193–1280) y [[Tomás de Aquino]] (1225–1274) fueron dos [[dominicos]] que estudiaron a Aristóteles y trabajaron en la reconciliación de las diferencias entre la filosofía y el cristianismo. Tomás de Aquino también trabajó intensamente en desarrollar el [[método científico]]. Incluso fue tan lejos como para afirmar que los universales podrían ser descubiertos sólo mediante el [[razonamiento lógico]] y, como la [[razón]] no puede oponerse a Dios, debe por tanto ser compatible con la [[teología]] (Hollister p. 290-4, 255). Esto contradecía la comúnmente aceptada creencia platónica en que los universales se encontraban sólo mediante [[iluminación divina]]. Ambos estuvieron entre los primeros en emprender el examen de la teoría alquímica y ellos mismos podrían ser considerados alquimistas, excepto por el hecho de que hicieron poco en cuanto a la [[experimentación]].
 
El primer alquimista auténtico en la Europa medieval fue [[Roger Bacon]]. Su obra supuso tanto para la alquimia como la de [[Robert Boyle]] para la [[química]] y la de [[Galileo Galilei]] para la [[astronomía]] y la [[física]]. Bacon (1214–1294) era un [[orden Franciscana|franciscano]] de Oxford que estudió la [[óptica]] y los [[lingüística|lenguajes]] además de la alquimia. Los ideales franciscanos de conquistar el mundo en lugar de rechazarlo le llevaron a su convicción de que la experimentación era más importante que el razonamiento: «De las tres formas en las que los hombres piensan que adquieren [[conocimiento]] de las cosas: autoridad, [[razón|razonamiento]] y [[experiencia]], sólo la última es efectiva y capaz de llevar de paz al intelecto.» (Bacon p. 367) «La [[experimento|ciencia experimental]] controla las conclusiones de todas las otras ciencias. Revela verdades que el razonamiento de los [[ley (principio)|principios generales]] nunca habrían descubierto.» (Hollister p. 294-5) A Roger Bacon también se le ha atribuido el inicio de la búsqueda de la piedra filosofal y del elixir de la vida: «Esa medicina que eliminará todas las impurezas y corrupciones de los metales menores también, en opinión de los sabios, quitará tanto de la corruptibilidad del cuerpo que la vida humana podrá ser prolongada durante muchos siglos.» La idea de la [[inmortalidad]] fue reemplazada por la noción de la [[longevidad]]: después de todo, el tiempo que el hombre pasa en la Tierra era simplemente para esperar y prepararse para la inmortalidad en el mundo de Dios. La inmortalidad en la Tierra no encajaba con la teología cristiana (Edwards p. 37-8).
 
Bacon no fue el único alquimista de esta época pero sí el más importante. Sus obras fueron usadas por incontables alquimistas entre los siglos XV y XIX. Otros alquimistas de su misma época compartieron diversos rasgos. Primero, y más obviamente, casi todos fueron miembros del clero. Esto se debía simplemente a que poca gente fuera de las escuelas parroquiales tenía la educación necesaria para examinar las obras derivadas del árabe. Además, la alquimia en esta época era autorizada por la iglesia como un buen método de explorar y desarrollar la teología. La alquimia era interesante para la amplia variedad de clérigos porque ofrecía una visión racionalista del universo donde los hombres apenas estaban empezando a aprender sobre el racionalismo (Edwards p. 24-7).
Línea 161:
En el [[siglo XIV]], estos puntos de vista sufrieron un cambio importante. [[Guillermo de Ockham]], un franciscano de [[Oxford]] que murió en [[1349]], atacó la visión [[Tomás de Aquino|tomista]] de la compatibilidad entre la fe y la razón. Su opinión, hoy ampliamente aceptada, era que Dios debe ser aceptado sólo con la fe, pues Él no podía ser limitado por la razón humana. Por supuesto este punto de vista no era incorrecto si uno aceptaba el postulado de un Dios ilimitado frente a la limitada capacidad humana para razonar, pero eliminó virtualmente a la alquimia como práctica aceptada en los siglos XIV y XV (Hollister p. 335). El papa [[Juan XXII]] publicó en el año [[1317]] un edicto contra la alquimia (''Spondet quas non exhibent''), que efectivamente retiró a todos los miembros de la iglesia de la práctica del arte (Edwards, p.49). No obstante, se cree que este mismo papa estuvo interesado en el estudio alquímico y que también escribió un tratado titulado ''Ars transmutatoria''<ref>[http://www.carbanzo.com/Alchemy/textes/arttrans.doc Ars Transmutatoria, documento de word (en francés)]</ref> en el que narraba cómo fabricó 200 barras de oro de un quintal. Los cambios climáticos, la [[peste negra]] y el incremento de [[guerra]]s y [[hambruna]]s que caracterizaron a este siglo sirvieron también sin duda de obstáculo al ejercicio filosófico en general.
 
[[Archivo:flamel-figures.png|thumb|[[Nicolas Flamel]] tenía estos misteriosos símbolos alquímicos grabados en su [[tumba]] en la iglesia de los [[Día de los Santos Inocentes|Santos Inocentes]] de París.]]
 
La alquimia se mantuvo viva gracias a hombres como [[Nicolas Flamel]], digno de mención sólo porque fue uno de los pocos alquimistas que escribieron en estos tiempos difíciles. Flamel vivió entre [[1330]] y [[1417]] y serviría como [[arquetipo]] a la siguiente fase de la alquimia. No fue un investigador religioso como muchos de sus predecesores y todo su interés por el arte giraba en torno a la búsqueda de la piedra filosofal, que se dice que halló. Sus obras dedican gran cantidad de espacio a describir procesos y reacciones, pero nunca llegan realmente a dar la fórmula para conseguir las transmutaciones. La mayoría de su obra estaba dedicada a recoger el saber alquímico anterior a él, especialmente en lo relacionado a la piedra filosofal (Burckhardt p. 170-181).
Línea 167:
Durante la [[baja Edad Media]] (1300–1500) los alquimistas fueron muy parecidos a Flamel: se concentraron en la búsqueda de la piedra filosofal y el elixir de la juventud, que ahora se creía que eran cosas separadas. Sus alusiones crípticas y su [[simbolismo]] llevaron a grandes variaciones en la interpretación del arte. Por ejemplo, muchos alquimistas durante este periodo interpretaban que la purificación del alma significaba la [[transmutación]] del plomo en oro (en la que creían que el [[mercurio (elemento)|mercurio]] desempeñaba un papel crucial). Estos hombres eran considerados [[magia|magos y hechiceros]] por muchos y fueron con frecuencia perseguidos por sus prácticas (Edwards p. 50-75; Norton p. lxiii-lxvii).
 
Uno de estos hombres que surgió a principios del [[siglo XVI]] se llamaba [[Enrique Cornelio Agripa de Nettesheim|Heinrich Cornelius Agrippa]]. Este alquimista creía ser un mago y poder invocar [[Ser espiritual|espíritus]]. Su influencia fue insignificante pero, como Flamel, elaboró escritos a los que se refirieron alquimistas de años posteriores. De nuevo como Flamel, hizo bastante por cambiar la alquimia de una filosofía mística a una magia [[ocultismo|ocultista]]. Mantuvo vivas las filosofías de alquimistas anteriores, incluyendo la ciencia experimental, la numerología, etcétera, pero añadió la teoría mágica, lo que reforzó la idea de la alquimia como creencia ocultista. A pesar de todo esto, Agrippa se consideraba a sí mismo cristiano, si bien sus opiniones entraron con frecuencia en conflicto con la Iglesia (Edwards p. 56-9; Wilson p. 23-9).
 
=== La alquimia en la era moderna y el Renacimiento ===
 
La alquimia europea continuó por esta misma senda hasta los albores del [[Renacimiento]]. Esta época vio también un florecimiento de los [[estafaestafador]]doreses que usaban trucos químicos y juegos de manos para «demostrar» la transmutación de metales comunes en oro o que afirmaban poseer el conocimiento del secreto que (con una «pequeña» inversión inicial) llevaría con toda seguridad a ello.
 
El nombre más importante de este periodo es [[Paracelso]] (1493–1541), quien dio a la alquimia una nueva forma, rechazando parte del ocultismo que había acumulado a lo largo de los años y promoviendo el uso de observaciones y experimentos para aprender sobre el cuerpo humano. Paracelso rechazó las tradiciones gnósticas pero mantuvo mucho de las filosofías hermética, neoplatónica y pitagórica; sin embargo, la ciencia hermética tenía tanta teoría aristotélica que su rechazo del gnosticismo era prácticamente insignificante. En particular, rechazó las teorías mágicas de Flamel y Agrippa. Paracelso no se veía a sí mismo como un mago y desdeñaba a quienes lo hacían (Williams p.239-45).
Línea 177:
Paracelso fue pionero en el uso de compuestos químicos y minerales en medicina. Escribió que «Muchos han dicho que la alquimia es para fabricar oro y plata. Para mí no es tal el propósito, sino considerar sólo la virtud y el poder que puede haber en las medicinas.» (Edwards, p.47) Sus puntos de vista herméticos eran que la enfermedad y la salud del cuerpo dependían de la armonía del hombre (el microcosmos) y la naturaleza (el macrocosmo). Paracelso dio un enfoque diferente al de sus predecesores, usando esta analogía no como referencia a la purificación del alma sino a que los humanos deben mantener ciertos equilibrios de minerales en sus cuerpos y que para ciertas enfermedades de éstos había remedios químicos que podían curarlas (Debus y Multhauf, p. 6-12). Mientras sus intentos de tratar enfermedades con remedios tales como el mercurio podrían parecer contraproducentes desde un punto de vista moderno, su idea básica de medicinas producidas químicamente ha permanecido vigente sorprendentemente bien.
 
[[Archivo:Alchemik Sedziwoj Matejko.JPG|thumb|300px|''Alchemik Michał Sędziwój'', óleo sobre tabla de [[Jan Matejko]], 73×130 cm, Museo de Artes de [[Lodz|Łódź]].]]
 
En [[Inglaterra]] la alquimia en esta época se asocia frecuentemente con [[John Dee]] (1527–1608), más conocido por sus facetas de [[astrología|astrólogo]], criptógrafo y «consultor científico» general de la reina [[Isabel I de Inglaterra|Isabel I]]. Dee era considerado una autoridad en la obra de [[Roger Bacon]] y estuvo lo suficientemente interesado en la alquimia como para escribir un libro sobre ella (''Monas Hieroglyphica'', 1564), influenciado por la [[cábala]]. El socio de Dee, [[Edward Kelly|Edward Kelley]] —quien afirmaba conversar con [[ángel]]es a través de una bola de cristal y poseer un polvo que transformaría el mercurio en oro—, puede haber sido la fuente de la imagen popular del alquimista-charlatán.
 
Un alquimista menos conocido de esta época es [[Michał Sędziwój|Miguel Sendivogius]] (1566–1636), filósofo, médico y pionero de la química [[Polonia|polaco]]. Según algunas fuentes, destiló [[oxígeno]] en el laboratorio sobre 1600, 170 años antes que [[CarlKarl Wilhelm Scheele|Scheele]] y [[Joseph Priestley|Priestley]], calentando [[salitre]]. Pensaba que el gas resultante era «el elixir de la vida». Poco después de descubrir este método, se cree que Sendivogius enseñó su técnica a [[Cornelius Drebbel]], quien en 1621 le daría aplicación práctica en un submarino.
 
[[Tycho Brahe]] (1546–1601), más conocido por sus investigaciones astronómicas y astrológicas, era también un alquimista. Tuvo un laboratorio expresamente construido para este fin en [[Uraniborg]], su observatorio e instituto de investigación.
Línea 189:
La desaparición de la alquimia occidental se debió al auge de la ciencia moderna con su énfasis en la rigurosa experimentación cuantitativa y su desdén hacia la «sabiduría antigua». Aunque las semillas de estos sucesos fueron plantadas ya en el siglo XVII, la alquimia aún prosperó durante unos doscientos años, y de hecho puede que alcanzase su apogeo en el siglo XVIII. Tan tarde como en 1781 [[James Price]] afirmó haber producido un polvo que podía transmutar el mercurio en plata u oro.
 
[[Robert Boyle]] (1627–1691), más conocido por sus estudios sobre los gases (véase la [[ley de Boyle-Mariotte|ley de Boyle]]), fue uno de los pioneros del método científico en las investigaciones químicas. Boyle no asumía nada en sus experimentos y recopilaba todos los datos relevantes: en un experimento típico anotaba el lugar en el que se efectuaba, las características del viento, las posiciones del sol y la luna y la lectura barométrica, por si luego resultasen ser relevantes (Pilkington p. 11). Este enfoque terminó llevando a la fundación de la química moderna en los siglos XVIII y XIX, basada en los revolucionarios descubrimientos de [[Antoine Lavoisier|Lavoisier]] y [[John Dalton]], que finalmente proporcionaron un marco de trabajo lógico, cuantitativo y fiable para entender las transmutaciones de la materia, revelando la futilidad de las tradicionales metas alquímicas tales como la piedra filosofal.
 
Mientras tanto, la alquimia paracélsica llevó al desarrollo de la medicina moderna. Los experimentalistas descubrieron gradualmente los mecanismos del cuerpo humano, tales como la circulación de la sangre ([[William Harvey|Harvey]], 1616), y finalmente localizaron el origen de muchas enfermedades en las infecciones con gérmenes ([[Robert Koch|Koch]] y [[Louis Pasteur|Pasteur]], siglo XIX) o la falta de nutrientes y [[vitamina]]s ''naturales'' ([[James Lind|Lind]], [[Christiaan Eijkman|Eijkman]], [[Casimir Funk|Funk]] ''et al.''). Apoyada en el desarrollo paralelo de la química orgánica, la nueva ciencia desplazó fácilmente a la alquimia en sus aplicaciones médicas, interpretativas y prescriptivas, mientras apagaba sus esperanzas en elixires milagrosos y mostraba la inefectividad e incluso toxicidad de sus remedios.
 
De esta forma, a medida que la ciencia siguió descubriendo y racionalizando continuamente los mecanismos del universo, fundada en su propia metafísica materialista, la alquimia fue quedando despojada de sus conexiones química y médica, pero incurablemente sujeta a ellas. Reducida a un sistema filosófico arcano, pobremente relacionada con el mundo material, la alquimia sufrió el destino común a otras disciplinas [[esoterismo|esotéricas]] tales como la [[astrología]] y la [[cábala]]: excluida de los estudios [[universidad|universitarios]], rechazada por sus antiguos mecenas, relegada al [[conocimiento condenado|ostracismo]] por los científicos y considerada habitualmente como el epítome de la [[charlatán|charlatanería]] y la [[superstición]]. Sin embargo, los rosacruces y francmasones siempre han estado interesados en la alquimia y su simbolismo. Una gran colección de libros sobre alquimia se guarda en la [[Bibliotheca Philosophica Hermetica]] de Ámsterdam.
 
Estos avances podrían ser interpretados como parte de una reacción más amplia del intelectualismo europeo contra el movimiento [[Romanticismo|romántico]] del siglo anterior.
Línea 201:
En la época actual se han realizado progresos para alcanzar las metas de la alquimia usando métodos diferentes a los de la alquimia tradicional. Estos avances pueden en ocasiones ser llamados «alquimia» por razones retóricas.
 
En la actualidad la panacea universal sigue resultando esquiva, aunque [[futurista]]s tales como [[Raymond Kurzweil|Ray Kurzweil]] creen que una [[nanotecnología]] lo suficientemente avanzada podría prolongar la vida indefinidamente. Algunos dicen que la tercera meta de la alquimia ha sido alcanzada con la [[fecundación in vitro]] y la [[clonación]] de embriones humanos, aunque estas tecnologías quedan muy lejos de crear una vida humana desde cero.
 
Podría decirse que el objetivo de la investigación en [[inteligencia artificial]] es precisamente crear una vida desde cero, y los filosóficamente opuestos a la posibilidad de la IA la han comparado con la alquimia, como Herbert y Stuart Dreyfus en su ensayo de 1960 ''Alquimia e IA'' (''Alchemy and AI''). Sin embargo, debido a que el objetivo específico de la alquimia es la transmutación humana más que la creación de vida desde cero, la investigación genética, especialmente el [[splicing|ayuste]], estaría más cerca de la misma.
 
=== Transmutación nuclear ===
Línea 209:
En 1919 [[Ernest Rutherford]] usó la [[desintegración artificial]] para convertir nitrógeno en oxígeno. Este proceso o transmutación ha sido posteriormente realizado a [[Radioisótopo sintético|escala comercial]] mediante el bombardeo de núcleos atómicos con partículas de alta energía en [[acelerador de partículas|aceleradores de partículas]] y [[reactor nuclear|reactores nucleares]].
 
La idea de convertir plomo en oro no es del todo incorrecta ya que, teóricamentes, bastaría extraer 3 protones de un átomo de plomo (82 protones) para obtener otro pero de oro (79 protones).<ref> Álvaro Rincón Arce, ''ABC de Química, Primer Curso'', Editorial Herrero, México, 1982, ISBN: 968-420-294-6 </ref> De hecho, en 1980 [[Glenn Theodore Seaborg|Glenn T. Seaborg]] transmutó plomo en oro, solo que el oro resultante apenas dura unos segundos por su inestabilidad atómica y la cantidad obtenida es tan microscópica que hace impensable su rentabilidad.
 
=== Afirmaciones de transmutación no verificadas ===
Línea 219:
[[Carl Gustav Jung]] inició su contacto con la alquimia desde un claro desinterés: «La alquimia me parecía una cosa afectada y ridícula.» Su opinión cambiaría radicalmente en [[1928]] a raíz del comentario solicitado por parte de [[Richard Wilhelm]] sobre la traducción de las ocho primeras secciones de un tratado de alquimia fisiológica china del siglo XIII: ''[[El secreto de la Flor de Oro]]'', libro [[Budismo|budista]] con base [[Taoísmo|taoísta]]. El inicio de su contacto con la alquimia se vio por lo tanto determinado al contemplar en la obra las bases del [[Individuación|Proceso de individuación]], así como un centro procesual al que denominó posteriormente [[sí-mismo]]. Necesitó diez años para elaborar un diccionario de referencias cruzadas con el fin de poder entender los significados incluidos en los textos alquímicos, así como quince años para disponer de una biblioteca semejante a las de sus sueños.<ref>C.G. Jung. O.C. I4. ''Mysterium Coniunctionis''. Introducción a la edición española, Enrique Galán Santamaría. Páginas X-XXIII. Madrid: Editorial Trotta, 2002. ISBN 978-84-8164-513-2.</ref>
 
Jung vio la alquimia como una proto-psicología occidental dedicada al logro de la individuación. En su interpretación, la alquimia era el recipiente en el que el [[gnosticismo]] sobrevivió sus diversas purgas en el [[Renacimiento]]. En este sentido, Jung veía la alquimia como comparable al [[yoga]] de [[Occidente]]. También interpretaba los textos alquímicos chinos en términos de su [[psicología analítica]] como medios para la individuación. Jung sostiene en su obra ''Psicología y Alquimia'' (1944) que los fenómenos observables de lo inconsciente, tales como los sueños, contienen elementos simbólicos que también se pueden hallar en la simbología alquímica. Además, dedica un análisis al paralelismo entre los conceptos de la llamada [[Piedra filosofal|Piedra Filosofal]], por un lado, y la figura de [[Cristo]], por otro. Ilustró a través de las figuras del [[Rosarium philosophorum]] aquellos [[Transferencia (psicoanálisis)|fenómenos transferenciales]] acaecidos en el Proceso de Individuación en su obra ''La psicología de la transferencia'' (1946). Finalmente, en su obra ''Mysterium Coniunctionis'' (1955-1956), configura la culminación de la confrontación entre la alquimia y la psicología analítica. Como tercera parte de dicha obra se incluirá editado y comentado por [[Marie-Louise von Franz]] el [[Aurora consurgens]].
 
A todo ello no hay que olvidar la importancia que revistieron para el acceso de Jung a la esencia de la alquimia dos figuras históricas relevantes: [[Zósimo de Panópolis]] y [[Paracelso]].
Línea 237:
 
* [[William Shakespeare]], ''[[La tempestad (teatro)|La tempestad]]'' (1611). Es su obra más influenciada por la alquimia, plagada de imaginería alquímica y con Próspero como mago arquetípico.
* [[Mary Shelley]], ''[[Frankenstein o el moderno Prometeo(novela)|Frankenstein]]'' (1818). Victor Frankenstein emplea tanto la alquimia como la ciencia moderna para crear el [[monstruo de Frankenstein]].
* [[Vladímir Odóyevski|Vladimir Odoevsky]], ''Salamandra'' (1828).
* [[Johann Wolfgang von Goethe|Goethe]], 2ª parte de ''[[Fausto]]'' (1832). Wagner, el sirviente de Fausto, usa la alquimia para crear un [[homúnculo]].
* [[Antal Szerb]], ''La leyenda de los Pendragon'' (1934)
* [[Gabriel García Márquez]], ''[[Cien años de soledad]]'' (1967). Un alquimista llamado Melquíades se añade a la atmósfera surrealista de la novela (véase [[realismo mágico]]).
* [[Ian Watson]], ''Los Jardines de las Delicias'' (1980). Un alquimista del futuro, ayudado por un poderoso extraterrestre, crea un planeta basado en la pintura de [[Hieronymus Bosch|El Bosco]] ''[[El jardín de las delicias|El Jardín de las Delicias]]''.
* En algunas de las novelas del ''[[Mundodisco]]'' de [[Terry Pratchett]] (1983-actualidad) aparece un [[gremio]] de alquimistas. Son conocidos por volar la sede de su gremio regularmente. Juegan un papel particularmente importante en ''[[Hombres de Armas]]'' (1993).
* [[John Crowley]], ''Ægypt'' (1987-2007). Tetralogía de novelas de realismo mágico que tratan extensivamente del Dr. Dee, la alquimia, la astrología y la magia.
* [[Paulo Coelho]], ''[[El alquimista (novelalibro)|El alquimista]]'' (1988). El protagonista conoce un alquimista y aprende los principios de la alquimia.
* [[Umberto Eco]], ''[[El péndulo de Foucault]]'' (1988).
* [[J. K. Rowling]], ''[[Harry Potter y la piedra filosofal]]'' (1997). En ella aparece [[Nicolas Flamel]] como un personaje.
* [[Neal Stephenson]], ''[[Ciclo Barroco]]'' (2003–2004). Incluye alquimistas reales e imaginarios como [[Isaac Newton]], [[Nicolas Fatio de Duillier|de Duillier]] y [[Enoch Root]].
* [[Hiromu Arakawa]], ''[[El alquimista de Acero]], [[Fullmetal Alchemist|Full Metal Alchemist]] (novela gráfica)'' (2002). La autora recrea un mundo paralelo gobernado por los principios de la alquimia.
 
== Obras clásicas de alquimia ==
 
* [[Alberto Magno|Albertus Magnus]], ''Compositum de Compositis'' ('El compuesto de los compuestos').
* “Altus”, ''Mutus Liber'' ('El Libro Mudo').
* Arnau de Villanova, ''Semita Semitæ'' (‘El camino del camino’); ''[[Rosarium philosophorum|Rosarium Philosophorum]]''.
* Basilius Valentinus, ''Carrus Triumphalis Antimonii'' ('El Carro Triunfal del Antimonio'); ''Duodecim Claves''.
* Bernardo de Treviso, ''El Sueño Verde''.
Línea 264:
* [[Fulcanelli]], ''El Misterio de las Catedrales''; ''Las Moradas Filosofales''; ''Finis Gloriæ Mundi''.
* Georges Aurach, ''El Jardín de las Riquezas''.
* Hermes Trismegisto, ''[[Tabla de Esmeralda|Tabla de esmeralda]]''.
* ''Instrucción de un Padre a su Hijo acerca del Árbol Solar''.
* Jacques Le Tesson, ''La Obra del León Verde''.
Línea 271:
* Le Crom, ''Tratado de la Sal de los Filósofos''.
* [[Michael Maier]], ''[[La fuga de Atalanta|Atalanta Fugiens]]''; ''Scrutinium Chymicum''; ''Septimana Philosophica''; ''Arcana Arcanissima''; ''Viatorum''; ''Lusus Scrius''; ''Symbola Aureæ''; ''Themis Aurea o De Circulo Physico Cuadrato''.
* Michael [[Michał Sędziwój|Sendivogius]], ''Carta Filosófica''; ''Novum Lumen Chymicum''; ''Dialogus Mercurii''; ''Tractatus de Sulphure''; ''Ænigma Philosphicum''.
* [[Nicolas Flamel|Nicholas Flamel]], ''El Libro de las Figuras Jeroglíficas''; ''El Deseo Deseado''.
* Roberto Valensis, ''La Gloria del Mundo o La Tabla del Paraíso''.
* [[Roger Bacon]], ''Speculum Alchemiæ'' (‘El espejo de la alquimia’); ''Alchemia Major''; ''De Ione Viridi''; ''Breviaram de dono Dei''; ''Secretm secretorum''; ''Epístolæ de secretis operibus artis et naturæ ac mullitate magiæ'' .
Línea 278:
* ''Splendor Solis''.
* Stolcius von Stolcenberg, ''Vyridarium Chymicum''.
* [[Paracelso|Teofrasto Paracelso]], ''Opera Omnia''; ''De Natura Rerum Libri Novem''; ''Thesaurus Thesaurorum Alchimistorum'' (‘El tesoro de los tesoros de los alquimistas’).
* ''[[Theatrum chemicum]]'' («Teatro quimico»), recopilación de tratados alquimicos del Renacimiento.
* Tomás de Aquino, ''[[Aurora consurgens|Aurora Consurgens]]''; ''Tratado de la Piedra Filosofal''; ''Tratado sobre el Arte de la Alquimia''.
* ''Tratado del Secreto del Arte Filosófico: La Arqueta del Pequeño Campesino''.
* Valentín Andreae, ''Las Bodas Químicas de Christian Rosenkreutz''.
Línea 310:
 
* ''[[El alquimista (obra de teatro)|El alquimista]]'', una obra de teatro del renacimiento inglés escrita por [[Ben Jonson]].
* ''[[El alquimista (novelalibro)|El alquimista]]'', un libro alegórico escrito por [[Paulo Coelho]].
 
=== Otros artículos relacionados con la alquimia ===
Línea 318:
* [[Alquimia operativa]]
* [[Círculo con un punto en el centro]]
* [[Teoría de los cuatro humores|Cuatro humores]]
* [[Dualidad]]
* [[Espagiria]]
* [[Goldwasser de Danzig|Goldwasser]]
* [[Hermetismo (ocultismo)|Hermetismo]]
* [[Piedra filosofal]]
* [[Símbolo alquímico]]
Línea 336:
* [[Astrología]]
* [[Escritura asémica]]
* [[Esoterismo]], [[rosacruz|rosacrucismo]], [[Illuminati]]
* [[Kayakujutsu]]
* [[Nigromancia]], [[magia]], [[magick]]
* [[Nueva era|Nueva Era]]
* [[Psicología]]
* [[Taoísmo]] y los [[wu Xing|cinco elementos]]
* [[Tay al-Ard]]
* [[Tradición esotérica occidental]]
Línea 351:
* [[Historicismo]]
* [[Pseudociencia]] • [[Anticiencia]]
* [[Teoría científica obsoleta|Teorías científicas obsoletas]]
 
=== Sustancias de los alquimistas ===