Diferencia entre revisiones de «Edad Media»

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[[Archivo:Ayasofya 2006-1.JPG|thumb|300px|[[Santa Sofía de Constantinopla]] ([[532]]-[[537]]). Los cuatro [[alminar|minaretesminarete]]s son una adición correspondiente a su transformación en [[mezquita]], a raíz de la [[Caída de Constantinopla|conquista turca]] ([[1453]]). El [[Imperio bizantino|Imperio Bizantino]] fue la única institución política (aparte del [[papapapado]]do) que mantuvo su existencia por la totalidad del periodo medieval.]]
[[Archivo:Carcassonne JPG01.jpg|thumb|300px|La ciudad medieval de [[Carcasona]]. Ciudades amuralladas, puentes bien guarnecidos y castillos son parte de la imagen bélica de la Edad Media. El aspecto actual es fruto de una recreación historicista del siglo XIX, cuando las murallas ya no eran funcionales, y la mayor parte de las ciudades europeas las derribaba. El deseo de recuperarlas es una muestra de ''medievalismo''.]]
[[Archivo:Cristo de la Luz.jpg|thumb|300px|[[Ermita]] del [[Cristo de la Luz]] en [[Toledo]], anteriormente [[mezquita]]. La convivencia entre civilizaciones alternó entre el enfrentamiento y la tolerancia, el aislamiento y la influencia mutua.]]
La '''Edad Media''', '''Medievo''' o '''Medioevo''' es el [[periodización|período histórico]] de la [[occidente|civilización occidental]] comprendido entre el [[siglo V]] y el [[siglo XV|XV]]. Su comienzo se sitúa [[convención|convencionalmente]] en el año [[476]] con la [[decadencia del Imperio Romanoromano|caída del Imperio Romano de Occidente]] y su fin en [[1492]] con el [[descubrimiento de América]],<ref>Edad media 476-1492 [http://www.librarything.com/subject.php?subject=Europe%09History%09476-1492]</ref> o en [[1453]] con la [[Caída de Constantinopla|caída del Imperio Bizantino]], fecha que tiene la ventaja de coincidir con la [[imprenta|invención de la imprenta]] ''([[Biblia de Gutenberg]])'' y con el fin de la [[Guerra de los Cien Años]].
 
Actualmente los historiadores del periodo prefieren matizar esta ruptura entre [[HistoriaEdad Antigua|Antigüedad]] y Edad Media de manera que entre los siglos [[siglo III|III]] y [[siglo VIII|VIII]] se suele hablar de [[Antigüedad tardía|Antigüedad Tardía]], que habría sido una gran etapa de transición en todos los ámbitos: en lo económico, para la sustitución del [[modo de producción esclavista]] por el [[economía feudal|modo de producción feudal]]; en lo social, para la desaparición del concepto de [[ciudadano romano|ciudadanía romana]] y la definición de los [[estamentoestamentos]]s medievales, en lo político para la descomposición de las estructuras centralizadas del [[Imperio romano]] que dio paso a una dispersión del poder; y en lo ideológico y cultural para la absorción y sustitución de la [[arte y cultura clásica|cultura clásica]] por las [[teocentrismo|teocéntricas]] culturas [[cristianismo|cristiana]] o [[islam|islámica]] (cada una en su espacio).<ref>Perry Anderson, ''op. cit.''</ref>
 
Suele dividirse en dos grandes períodos: Temprana o [[Alta Edad Media]] ([[siglo V]] a [[siglo X]], sin una clara diferenciación con la Antigüedad Tardía); y [[Baja Edad Media]] ([[siglo XI]] a [[siglo XV]]), que a su vez puede dividirse en un periodo de plenitud, la [[Plenitud de la Edad Media|Plena Edad Media]] (siglo XI al [[siglo XIII]]), y los dos últimos siglos que presenciaron la [[Crisis del siglo XIV|Crisis de la Edad Media]] o del [[siglo XIV]].
 
Aunque hay algunos ejemplos de utilización previa,<ref>{{cita|Aunque el primero que señaló la existencia de unidad en el periodo comprendido entre el siglo V y el XV fue el humanista [[Flavio Biondo]], la gloria de haber utilizado antes que nadie el término Edad Media le corresponde al [[obispo de Alesia]], [[Giovanni Andrea dei Bussi]]. En una carta suya del año 1469 se dice expresamente lo siguiente: «sed mediae tempestatis tum veteris, tum recentio­res usque ad nostra tempora». Esa ''media tempestas'' era el esbozo de unos «tiempos medios», que servían de puente entre la gloriosa [[antigüedad clásica]], a la que se mitificaba, y los nuevos tiempos, que habían vuelto sus ojos hacia aquel período de esplendor. Expresiones como ''medium aevum'', ''media tempes­tas'', ''media aetas'', etc., aparecen en historiadores o filólogos desde comienzos del siglo XVI. Asi, por ejemplo, las utilizaron [[Joaquin de Wat]], en 1501, o [[Juan de Heerwagen]], en 1532. Más avanzado el siglo, en 1575, las encontramos en [[Marco Welser]] y [[Adriano Junius]]. El uso de dichas expresiones puede, asimismo, rastrearse en el transcurso del siglo XVII: [[Conisius]], en 1601; [[Goldats]], en 1604; [[Vossius]], en 1662; etc. [[Charles du Fresne, señor Du Cange|Du Cange]], en su célebre ''Glosario'', aparecido en 1678, habló de la «mediae et infimae latinitatis». Puede decirse que el término Edad Media había sido plenamente admitido, por más que su origen no fuera propiamente obra de los historiadores, sino de los filólogos. No obstante, en el mismo siglo XVII se produjeron algunas precisiones de gran transcendencia acerca de los «tiempos medios». En 1665, [[Jorge Horn]], en una obra titulada ''Arca Noé'', llamaba «medium aevum» al período comprendido entre los años 300 y 1500. Poco tiempo después, en 1688, apareció un libro que iba a desempeñar un papel destacado en la fijación del concepto de Edad Media. Se trata de la ''Historia medii aevi a temporibus Constantini Magni ad Constantinopolim a Turcis captam'', del que era autor [[CellariusCelarius|Cristóbal Keller]], profesor de la [[Universidad de Halle|universidad alemana de Halle]]. Fue Keller, cuyas precisiones cronológicas sobre el Medievo son bien significativas, el punto de partida de la difusión y generalización de la expresión Edad Media.|Valdeón, ''op. cit.'', vol 11 pg. 11.}}</ref> el concepto de ''Edad Media'' nació como la segunda edad de la división tradicional del [[tiempo histórico]] debida a [[Cellarius|Cristóbal Cellarius]] (''Historia Medii Aevi a temporibus Constanini Magni ad Constaninopolim a Turcis captam deducta'' ([[Jena]], [[1688]]),<ref>Riu, Manuel (1978): ''Prólogo a la edición española'' en ''La historia del mundo en la Edad Media'' (The Shorter Cambridge Medieval History, The Later Roman Empire To The Twelfth Century). Madrid, Sopena, tomo I pg. XXIV.</ref> quien la consideraba un tiempo intermedio, sin apenas valor por sí mismo, entre la [[Historia Antigua|Edad Antigua]] identificada con el arte y la cultura de la [[arte y cultura clásica|civilización grecorromana]] de la [[Antigüedad clásica]] y la renovación cultural de la [[Edad Moderna]] -en la que él se sitúa- que comienza con el [[Renacimiento]] y el [[Humanismo]]. La popularización de este esquema ha perpetuado un [[preconcepto]] erróneo: el de considerar a la Edad Media como una [[edad Oscura|época oscura]], sumida en el retroceso intelectual y cultural, y un aletargamiento social y económico secular (que a su vez se asocia con el ''[[feudalismo]]'' en sus rasgos más [[oscurantismo|oscurantistas]], tal como se definió por los revolucionarios que combatieron el [[Antiguo Régimen]]). Sería un periodo dominado por el aislamiento, la [[ignorancia]], la [[teocracia]], la [[superstición]] y el miedo [[milenarismo|milenarista]] alimentado por la inseguridad endémica, la violencia y la brutalidad de guerras e invasiones constantes y epidemias apocalípticas.<ref>{{cita|Incluso en la actualidad se juzga a la Edad Media como una época mala o "fea", a la vez violenta, oscra e ignorante. Ahora sabemos que esta imagen es falsa, aunque hubo una Edad Media de la violencia, y no únicamente la de los conflictos y las guerras entre grupos y entre países, sino también las violencias contra los judíos, con el comienzo del antisemitismo, y la represión de los rebeldes a la doctrina de la Iglesia... Evidentemente, las Cruzadas también forman parte del balance negativo.
 
Pero la Edad Media fue igualmente, y pienso que incluso ante todo, un gran peródo creador. Se puede apreciar en el terreno el arte, de las instituciones, por supuesto primordialmente en las ciudades (por ejemplo con las universidades), o incluso del pensamiento, en el que la filosofía que se ha llamado "escolástica" alcanzó altas cumbres del saber... la Edad Media creó "lugares de encuentro" comerciales y festivos (las ferias, los mercados y las fiestas), en los que seguimos inspirándonos.|Le Goff, ''op. cit.'', pgs. 115-116}}
{{cita|En esta época, la noche se vive en ambientes poco luminosos: en cabañas alumbradas a lo sumo por el fuego del hogar, en las estancias amplísimas de castillos iluminados por antorchas o en la celda de un monje a la débil luz de un candil, y oscuras (además de inseguras) eran las calles de los pueblos y de las ciudades. No obstante, esta es una característica propia también del Renacimiento, del Barroco y -más tarde aún- del período que se prolonga al menos hasta el descubrimiento de la electricidad. En cambio, al hombre medieval se le ve -o, al menos, se le representa en poesía y en pintura- en un ambiente muy luminoso. Lo que llama la atención en las miniaturas medievales es que, habiendo sido realizadas tal vez en ambientes ocscuros apenas iluminados por una única ventana, están llenas de luz, incluso de una luminosidad especial, producida por la proximidad de colores puros: rojo, azul, oro, plata, blanco y verde, sin matices ni claroscuros.|Umberto Eco, ''Historia de la Belleza'', pg. 99-100}}</ref>
 
Sin embargo, en este largo periodo de mil años hubo todo tipo de hechos y procesos muy diferentes entre sí, diferenciados temporal y geográficamente, respondiendo tanto a influencias mutuas con otras civilizaciones y espacios como a dinámicas internas. Muchos de ellos tuvieron una gran proyección hacia el futuro, entre otros los que sentaron las bases del desarrollo de la posterior [[expansión europea]], y el desarrollo de los agentes sociales que desarrollaron una [[estamento|sociedad estamental]] de base predominantemente rural pero que presenció el nacimiento de una incipiente vida urbana y una [[burguesía]] que con el tiempo desarrollarán el [[capitalismo]].<ref>Rodney Hilton, ''op. cit.''</ref> Lejos de ser una época inmovilista, la Edad Media, que había comenzado con [[invasiones bárbaras|migraciones de pueblos enteros]], y continuado con grandes procesos repobladores ([[Presura|Repoblación]] en la Península Ibérica, ''[[Ostsiedlung]]'' en Europa Oriental) vio cómo en sus últimos siglos los antiguos caminos (muchos de ellos [[calzada romana|vías romanas]] decaídas) se reparaban y modernizaban con airosos puentes, y se llenaban de toda clase de viajeros (guerreros, [[peregrinación|peregrinos]], mercaderes, estudiantes, [[goliardo]]s) encarnando la metáfora espiritual de la vida como un viaje (''[[homo viator]]'').<ref>Le Goff, ''op. cit.'', pg. 63-64</ref>
 
También surgieron en la Edad Media formas políticas nuevas, que van desde el [[califacalifato]]to islámico a los [[poderes universales]] de la [[cristiandad|cristiandad latina]] ([[Pontífice|Pontificado]] e [[Sacro Imperio Romano Germánico|Imperio]]) o el [[Imperio bizantino|Imperio Bizantino]] y los reinos [[pueblos eslavos|eslavos]] integrados en la [[cristiandad|cristiandad oriental]] ([[aculturación]] y [[evangelización]] de [[Cirilo y Metodio]]); y en menor escala, todo tipo de [[ciudad estado|ciudades estado]], desde las pequeñas [[Ciudad Imperial Libre|ciudades episcopales alemanas]] hasta [[repúblicas marítimas|repúblicas]] que mantuvieron imperios marítimos como [[Venecia]]; dejando en la mitad de la escala a la que tuvo mayor proyección futura: las [[monarquía feudal|monarquías feudales]], que transformadas en [[monarquía autoritaria|monarquías autoritarias]] prefiguran el [[estado moderno]].
 
De hecho, todos los conceptos asociados a lo que se ha venido en llamar [[modernidad]] aparecen en la Edad Media, en sus aspectos intelectuales con la misma crisis de la [[escolástica]].<ref>Romano y Tenenti, ''op. cit.''</ref> Ninguno de ellos sería entendible sin el propio [[feudalismo]], se entienda este como [[modo de producción]] (basado en las relaciones sociales de [[producción]] en torno a la [[tierra arable|tierra]] del [[feudo]]) o como [[sistema político]] (basado en las relaciones personales de [[poder]] en torno a la [[institución]] del [[vasallo|vasallaje]]), según las distintas interpretaciones [[historiografía|historiográficashistoriográfica]]s.<ref>El debate entre las distintas concepciones del feudalismo es uno de las clásicas discrepancias entre las escuelas institucionalista o restrictiva ([[François-Louis Ganshof]] ''Qu'est-ce que la féodalité?'' -Qué es el feudalismo-, 1947); y la materialista ([[Georges Duby]] ''Señores y Campesinos''). Para el caso español es muy ilustrativo este texto de Salustiano Moreta (1978) [http://www.geocities.com/urunuela23/moreta/moreta.htm ''Señores contra labradores: el malhechor feudal en la literatura'']:
{{cita|Respecto al feudalismo castellano, dado que la historiografía oficial y academicista partió de los presupuestos teórico-metodológicos positivistas y de una idea jurídico-política del feudalismo, no se dudó en asegurar «sin riesgo de error, que el sistema feudal no alcanzó en los Estados de la Reconquista su completo desarrollo y que la estructura social y política de la mayor parte de la España cristiana nunca llegó a constituirse según las formas políticas de los Estados feudales» ([[Luis García de Valdeavellano]], ''Las instituciones feudales en España'', pág. 231). En esta misma línea, a partir de la consideración del feudalismo como un fenómeno esencialmente político y superestructural, se formularía una distinción mixtificante entre régimen feudal y régimen señorial como categorías excluyentes y contrapuestas (Luis García de Valdeavellano, op. cit; [[Grassotti]], ''Las instituciones feudo-vasalláticas en León y Castilla''. Partiendo desde presupuestos positivistas, [[Salvador de Moxó]] ha puesto de manifiesto algunas de las limitaciones de las causas y razones aducidas por los dos autores anteriores para mantener la no feudalización castellana. ''Sociedad, estado y feudalismo'', págs. 193-202.). Por fortuna la visión académico-oficial del feudalismo en general y del feudalismo castellano en particular resulta cada vez menos inapelable y su cuestionamiento crítico se halla en marcha, precisamente desde las perspectivas teórico-metodológicas derivadas -en unos casos simplemente invocadas y en otros asumidas directa y conscientemente, aunque con desigual acierto y rigor de la otra concepción del feudalismo: el feudalismo entendido como modo de producción (Pese a no contar todavía con una sola monografía rigurosa sobre el feudalismo en Castilla analizado desde las categorías y métodos derivados de su consideración como «modo de producción» se han publicado ya algunos trabajos y se van ensayando, poco a poco, ciertas observaciones y problemas que apuntan hacia esa dirección: [[Bartolomé Clavero]], ''Mayorazgo: propiedad feudal en Castilla (1369-1836)'', págs. 60 y ss.; ''Señorio y hacienda a finales del antiguo régimen en Castilla''; [[Julio Valdeón Baruque]], ''Prólogo'' en ''El modo de producción feudal'', Akal, págs. 7-14; [[Sebastiá Domingo]], ''Crisis de los factores mediatizantes del regimen feudal''; [[Reyna Pastor de Togneri]], ''Del Islam al Cristianismo'', págs. 12 y ss.)}}
</ref>
 
El choque de civilizaciones entre [[Cristiandad]] e [[Islam]], manifestado en la [[expansión musulmana|ruptura de la unidad del Mediterráneo]] (hito fundamental de la época, según [[Henri Pirenne]], en su clásico ''Mahoma y Carlomagno''<ref>Pirenne, ''op. cit.''</ref>), la [[Reconquista|Reconquista española]] y las [[Cruzadas]]; tuvo también su parte de fértil intercambio cultural ([[escuela de Traductores de Toledo]], [[Escuela Médica Salernitana]]) que amplió los horizontes intelectuales de Europa, hasta entonces limitada a los restos de la cultura clásica salvados por el [[monacato]] altomedieval y adaptados al cristianismo.
 
{{cita|La Edad Media realizó una curiosa combinación entre la diversidad y la unidad. La diversidad fue el nacimiento de las incipientes naciones... La unidad, o una determinada unidad, procedía de la religión cristiana, que se impuso en todas partes... esta religión reconocía la distinción entre clérigos y laicos, de manera que se puede decir que... señaló el nacimiento de una sociedad laica.
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... Todo esto significa que la Edad Media fue el período en que apareció y se construyó Europa.<ref>Le Goff, ''op. cit.'', pgs. 116-117</ref>}}
 
Esa misma Europa Occidental produjo una impresionante sucesión de estilos artísticos ([[arte prerrománico|prerrománico]], [[arte románico|románico]] y [[arte gótico|gótico]]), que en las zonas fronterizas se mestizaron también con el [[arte islámico]] ([[mudéjar]], [[arte hispanomusulmán|arte andalusí]], [[arte normando|arte árabe-normando]]) o con el [[arte bizantino]].
 
{{AP|Arte medieval}}
 
La [[ciencia medieval]] no respondía a una [[metodología]] moderna, pero tampoco lo había hecho la de los autores clásicos, que se ocuparon de la [[naturaleza]] desde su propia perspectiva; y en ambas edades sin conexión con [[historia de la tecnología|el mundo de las técnicas]], que estaba relegado al [[trabajo]] manual de [[artesano]]s y [[campesino]]s, responsables de un lento pero constante progreso en las [[herramienta]]s y procesos productivos. La diferenciación entre [[oficios viles y mecánicos]] y [[artes liberales|profesiones liberales]] vinculadas al estudio intelectual convivió con una teórica puesta en valor espiritual del trabajo en el entorno de los [[monasterio]]s [[orden de San Benito|benedictinos]], cuestión que no pasó de ser un ejercicio piadoso, sobrepasado por la mucho más trascendente valoración de la [[pobreza]], determinada por la estructura económica y social y que se expresó en el [[pensamiento económico medieval]].
 
{{AP|Medievalismo}}
Medievalismo es tanto la ''cualidad o carácter de medieval'',<ref>[http://buscon.rae.es/draeI/SrvltGUIBusUsual?TIPO_HTML=2&TIPO_BUS=2&LEMA=medievalismo DRAE]</ref> como el interés por la época y los temas medievales y su estudio; y medievalista el especialista en estas materias.<ref>''Persona versada en el conocimiento de lo medieval.'' [http://buscon.rae.es/draeI/SrvltGUIBusUsual?TIPO_HTML=2&TIPO_BUS=2&LEMA=medievalista DRAE]</ref> El descrédito de la Edad Media fue una constante durante la [[Edad Moderna]], en la que [[Humanismo]], [[Renacimiento]], [[Racionalismo]], [[Clasicismo]] e [[Ilustración]] se afirman como reacciones contra ella, o más bien contra lo que entienden que significaba, o contra los rasgos de su propio presente que intentan descalificar como pervivencias medievales. No obstante desde fines del [[siglo XVI]] se producen interesantes recopilaciones de [[fuente documental|fuentes documentales]] medievales que buscan un método crítico para la [[historiografía|ciencia histórica]]. El [[Romanticismo]] y el [[Nacionalismo]] del [[siglo XIX]] revalorizaron la Edad Media como parte de su programa estético y como reacción anti-académica ([[poesía romántica|poesía]] y [[drama romántico]]s, [[novela histórica]], [[nacionalismo (música)|nacionalismo musical]], [[ópera]]), además de como única posibilidad de encontrar base histórica a las emergentes naciones ([[pintura de historia]], [[arquitectura historicista]], sobre todo el [[arquitectura neogótica|neogótico]] -labor restauradora y recreadora de [[Eugène Viollet-le-Duc]]- y el [[arte neomudéjar|neomudéjar]]). Los abusos románticos de la ambientación medieval ([[exotismo]]), produjeron ya a mediados del siglo XIX la reacción del [[realismo]].<ref>[[Honoré de Balzac]] ''El público está harto de España, del Oriente y de la historia de Francia al modo de Walter Scott''.</ref> Otro tipo de abusos son los que dan lugar a una abundante literatura pseudohistórica que llega hasta el presente, y que ha encontrado la fórmula del éxito mediático entremezclando temas esotéricos sacados de partes más o menos oscuras de la Edad Media ([[Archivo Secreto Vaticano]], [[caballeros Templarios|templarios]], [[rosacruz|rosacruces]], [[francmasonería|masones]] y el mismísimo [[Grial|Santo Grial]]).<ref>Véase todo lo referente a ''[[El código Da Vinci|El código da Vinci]]''.</ref> Algunos de ellos se vincularon al [[nazismo]], como el alemán [[Otto Rahn]]. Por otro lado, hay abundancia de otros tipos de producciones artísticas de ficción de diversa calidad y orientación inspiradas en la Edad Media (literatura, cine, cómic). También se han desarrollado en el [[siglo XX]] otros movimientos medievalistas: un medievalismo historiográfico serio, centrado en la renovación metodológica (fundamentalmente por la incorporación de la perspectiva económica y social aportada por el [[materialismo histórico]] y la [[Escuela de los Annales]]) y un medievalismo popular (espectáculos medievales, más o menos genuinos, como actualización del pasado en el que la comunidad se identifica, lo que se ha venido en llamar ''[[memoria histórica]]'').
 
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[[Archivo:TO map.gif|thumb|left|200px|[[Mapa de T en O|Mapa ''TO'']], con [[Jerusalén]] en el centro, y las tres partes simplificadas del mundo ''recordado'', más que conocido en la Edad Media.]]
 
Las grandes migraciones de la [[invasiones bárbaras|época de las invasiones]] significaron paradójicamente un cierre al contacto de Occidente con el resto del mundo. Muy pocas noticias tenían los europeos del milenio medieval (tanto los de la [[cristiandad|cristiandad latina]] como los de la [[cristiandad|cristiandad oriental]]) de que, aparte de la [[civilización islámica]], que ejerció de puente pero también de obstáculo entre Europa y el resto del [[Viejo Mundo]],<ref>Pirenne, ''op. cit.''</ref> se desarrollaban otras civilizaciones. Incluso un vasto reino cristiano como el de [[Etiopía]], al quedar aislado, se convirtió en el imaginario cultural en el mítico reino del [[Preste Juan]], apenas distinguible de las islas atlánticas de [[Brandán|San Borondón]] y del resto de las maravillas dibujadas en los [[bestiario]]s y los escasos, rudimentarios e imaginativos mapas. El desarrollo marcadamente autónomo de China, la más desarrollada civilización de la época (aunque volcada hacia su propio interior y ensimismada en sus ciclos dinásticos: [[Dinastía Sui|Sui]], [[Dinastía Tang|Tang]], [[Dinastía Song|Song]], [[Dinastía Yuan|Yuan]] y [[Dinastía Ming|Ming]]), y la escasez de contactos con ella (el viaje de [[Marco Polo]], o la mucho más importante expedición de [[Zheng He]]), que destacan justamente por lo inusuales y por su ausencia de continuidad, no permiten denominar a los siglos V al XV de [[Historia de China|su historia]] como ''historia medieval'', aunque a veces se haga, incluso en publicaciones especializadas, más o menos impropiamente.<ref>[[Wolfram Eberhard]] (1952) ''Conquerors and Rulers. Social Forces in Medieval China'' ISBN 978-90-04-00515-0; [http://www.aall.ufl.edu/EMC/ ''Early Medieval China''], revista historiográfica dedicada a la dinastía Han y el comienzo de la Tang; Bao Gan, Gabriel García-Noblejas Sánchez-Cendal, Ning Yao (2000) ''Cuentos Extraordinarios De La China Medieval'', Madrid : Lengua de Trapo, ISBN 84-89618-47-X</ref>
 
La [[Historia de Japón]] (que durante este periodo estaba en formación como civilización, adaptando las influencias chinas a la cultura autóctona y expandiéndose desde las islas meridionales a las septentrionales), a pesar de su mayor lejanía y aislamiento, suele ser paradójicamente más asociada al término ''medieval''; aunque tal denominación es acotada por la historiografía, significativamente, a un ''periodo medieval'' que se localiza entre los años 1000 y 1868, para adecuarse al denominado [[feudalismo japonés]] anterior a la [[era Meiji]] (''véase también [[shogunato]], [[Han (Japón)|han]] y [[castillo japonés]]'').<ref>[http://www.artehistoria.jcyl.es/civilizaciones/contextos/8657.htm ''Sociedad en el Japón medieval''], en Artehistoria.</ref>
 
La [[Historia de la India]] o la [[Historia de África|del África negra]] a partir del siglo VII contaron con una mayor o menor influencia musulmana, pero se atuvieron a dinámicas propias bien diferentes ([[Sultanato de Delhi]], [[Sultanato de Bahmani]], [[Imperio Vijayanagara]] -en la India- [[Imperio de Malí]], [[Imperio Songhay]] -en África negra-). Incluso llegó a producirse una destacada intervención [[desierto del Sahara|sahariana]] en el mundo mediterráneo occidental: el [[Almorávide|Imperio Almorávide]].
 
De un modo todavía más claro, la [[Historia de América]] (que atravesaba sus periodos [[Periodo Clásico de América|clásico]] y [[Periodo Posclásico de América|postclásico]]) no tuvo ningún tipo de contacto con el Viejo Mundo, más allá de la llegada de la denominada ''[[Colonización vikinga en América]]'' que se limitó a una reducida y efímera presencia en [[Groenlandia]] y la enigmática ''[[Vinland]]'', o la posibles posteriores expediciones de [[balleneros vascos]] en parecidas zonas del [[Atlántico Norte]], aunque este hecho ha de entenderse en el contexto del gran desarrollo de la navegación de los últimos siglos de la Baja Edad media, ya encaminada a la [[Era de los descubrimientos|Era de los Descubrimientos]].
 
Lo que sí ocurrió, y puede considerarse como una constante del periodo medieval, fue la periódica repetición de puntuales interferencias centroasiáticas en Europa y el Próximo Oriente en forma de invasiones de pueblos del [[Asia Central]], destacadamente los [[turquía|turcos]] ([[köktürks]], [[jázaros]], [[imperio otomano|otomanos]]) y los [[mongol (etnia)|mongoles]] (unificados por [[Gengis Kan]]) y cuya [[Imperio de la Horda de Oro|Horda de Oro]] estuvo presente en Europa Oriental y conformó la personalidad de los estados cristianos que se crearon, a veces vasallos y a veces resistentes, en las estepas rusas y ucranianas. Incluso en una rara ocasión, la primitiva diplomacia de los reinos europeos bajomedievales vio la posibilidad de utilizar a los segundos como contrapeso a los primeros: la frustrada embajada de [[Ruy González de Clavijo]] a la corte de [[Tamerlán]] en [[Samarcanda]], en el contexto del asedio mongol de Damasco, un momento muy delicado ([[1401]]-[[1406]]) en el que también intervino como diplomático [[Ibn Jaldún]]. Los mongoles ya habían [[Batalla de Bagdad (1258)|saqueado Bagdad]] en una incursión de [[1258]].<ref>[http://www.spanisharts.com/books/literature/granada.htm ''Literatura granadina''] (referencia a la embajada de Ibn Jaldún en la corte de Castilla en 1363 y en la de Tamerlán en 1401). [http://blogs.periodistadigital.com/jeronimopaez.php/2006/05/30/ibn_jaldun_auge_y_decadencia_de_los_impe ''Ibn Jaldún: Auge y decadencia de los Imperios''] (sobre Ibn Jaldún y su paralelismo con Ruy González de Clavijo). [http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/12593175330140403087846/ ''Vida y hazañas del Gran Tamorlán, con la descripción de las tierras de su imperio y señorío'', de Ruy González de Clavijo (español moderno)] en Cervantesvirtual.</ref>
 
[[Archivo:Dream of Constantine Milvius BnF MS Gr510 fol440.jpg|thumb|300px|Sueño de Constantino antes de la [[batalla del Puente Milvio]]. ''In hoc signo vinces'' (Con este signo vencerás). Ilustración de las ''Homilías de san [[Gregorio Nacianceno]]'', siglo IX.]]
[[Archivo:Sylvester I and Constantine.jpg|thumb|300px|El papa [[Silvestre I]] bendice a [[Constantino I el Grande|Constantino]], del que recibe con la [[tiara]] (símbolo del [[pontífice|pontificado]] romano clásico, similar a otros tocados político-religiosos, como la doble corona de los faraones) el poder temporal sobre Roma. Fresco del siglo XIII, capilla de San Silvestre, [[cuatro Santos Coronados|monasterio de los Cuatro Santos Coronados]].]]
[[Archivo:Leoattila.jpg|thumb|300px|[[Encuentro de León Magno con Atila]], fresco de [[Rafael Sanzio]] en las [[estancias de Rafael|estancias del Vaticano]] ([[1514]]).]]
 
== El inicio de la Edad Media ==
{{AP|Antigüedad tardía}}
Aunque se han propuesto varias fechas para el inicio de la Edad Media, de las cuales la más extendida es la del año [[476]], lo cierto es que no podemos ubicar el inicio de una manera tan exacta ya que la Edad Media no nace, sino que "se hace" a consecuencia de todo un largo y lento proceso que se extiende por espacio de cinco siglos y que provoca cambios enormes a todos los niveles de una forma muy profunda que incluso repercutirán hasta nuestros días. Podemos considerar que ese proceso empieza con la [[crisis del siglo III]], vinculada a los problemas de reproducción inherentes al modo de producción esclavista, que necesitaba una expansión imperial continua que ya no se producía tras la fijación del ''[[limes]]'' romano. Posiblemente también confluyeran factores climáticos para la sucesión de malas cosechas y epidemias; y de un modo mucho más evidente las primeras [[invasiones bárbaras|invasiones germánicas]] y sublevaciones campesinas (''[[bagaudas]]''), en un periodo en que se suceden muchos breves y trágicos mandatos imperiales. Desde [[Caracalla]] la [[ciudadano romano|ciudadanía romana]] estaba extendida a todos los hombres libres del Imperio, muestra de que tal condición, antes tan codiciada, había dejado de ser atractiva. El [[Bajo Imperio romano|Bajo Imperio]] adquiere un aspecto cada vez más medieval desde principios del [[siglo IV]] con las reformas de [[Diocleciano]]: difuminación de las diferencias entre los [[esclavitud|esclavosesclavo]]s, cada vez más escasos, y los [[colonato|colonos]], [[campesino]]s libres, pero sujetos a condiciones cada vez mayores de [[servidumbre]], que pierden la libertad de cambiar de domicilio, teniendo que trabajar siempre la misma tierra; herencia obligatoria de cargos públicos -antes disputados en reñidas elecciones- y oficios artesanales, sometidos a colegiación -precedente de los [[gremio]]s-, todo para evitar la evasión fiscal y la despoblación de las ciudades, cuyo papel de centro de consumo y de comercio y de articulación de las zonas rurales cada vez es menos importante. Al menos, las reformas consiguen mantener el edificio institucional romano, aunque no sin intensificar la ruralización y aristocratización (pasos claros hacia el feudalismo), sobre todo en Occidente, que queda desvinculado de Oriente con la partición del Imperio. Otro cambio decisivo fue la implantación del [[cristianismo]] como nueva religión oficial por el [[Edicto de Tesalónica]] de [[Teodosio I el Grande]] ([[380]]) precedido por el [[Edicto de Milán]] ([[313]]) con el que [[Constantino I el Grande]] recompensó a los hasta entonces subversivos por su [[providencialismo|providencialista]] ayuda en la [[Batalla del Puente Milvio]] ([[312]]), junto con otras presuntas cesiones más temporales cuya fraudulenta reclamación (Pseudo-[[donación de Constantino]]) fue una constante de los [[Estados Pontificios]] durante toda la Edad Media, incluso tras la evidencia de su refutación por el humanista [[Lorenzo Valla]] ([[1440]]).
 
Ningún evento concreto -a pesar de la abundancia y concatenación de hechos catastróficos- determinó por sí mismo el fin de la [[Historia Antigua|Edad Antigua]] y el inicio de la Edad Media: ni los sucesivos [[saqueo de Roma|saqueos de Roma]] (por los [[pueblo godo|godos]] de [[Alarico I]] en el [[410]], por los [[vándalos]] en el [[455]], por las propias tropas imperiales de [[Ricimero]] en [[472]], por los [[pueblo ostrogodo|ostrogodos]] en [[546]]), ni la pavorosa irrupción de los [[hunos]] de [[Atila]] ([[450]]-[[452]], con la [[Batalla de los Campos Cataláunicos]] y la extraña entrevista con el papa [[León I el Magno]]), ni el derrocamiento de [[Rómulo Augústulo]] (último emperador romano de Occidente, por [[Odoacro]] el jefe de los [[hérulos]] -[[476]]-); fueron sucesos que sus contemporáneos consideraran iniciadores de una nueva época. La culminación a finales del [[siglo V]] de una serie de procesos de larga duración, entre ellos la grave dislocación económica, las invasiones y el asentamiento de los pueblos germanos en el [[Imperio romano|Imperio Romano]], hizo cambiar la faz de Europa. Durante los siguientes 300 años, la [[Europa Occidental]] mantuvo un período de unidad cultural, inusual para este continente, instalada sobre la compleja y elaborada cultura del Imperio romano, que nunca llegó a perderse por completo, y el asentamiento del [[cristianismo]]. Nunca llegó a olvidarse la herencia clásica grecorromana, y la [[latín|lengua latina]], sometida a transformación ([[latín medieval]]), continuó siendo la lengua de cultura en toda Europa occidental, incluso más allá de la Edad Media. El [[derecho romano]] y múltiples instituciones continuaron vivas, adaptándose de uno u otro modo. Lo que se operó durante ese amplio periodo de transición (que puede darse por culminado para el año [[800]], con la coronación de [[Carlomagno]]) fue una suerte de fusión con las aportaciones de otras civilizaciones y formaciones sociales, en especial la germánica y la religión cristiana. En los siglos siguientes, aún en la Alta Edad Media, serán otras aportaciones las que se añadan, destacadamente el [[Islam]].
 
{{VT|Decadencia del Imperio Romano|Invasiones bárbaras|Pueblos germánicos}}
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Image:Roman empire 395.jpg|División del Imperio Romano, año [[395]].
Image:Europe 526.jpg|[[Reinos germánicos]] e [[Imperio bizantino|Imperio Bizantino]] hacia [[526]].
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{{cita|Los bárbaros se desparraman furiosos... y el azote de la peste no causa menos estragos, el tiránico exactor roba y el soldado saquea las riquezas y las vituallas escondidas en las ciudades; reina un hambre tan espantosa, que obligado por ella, el género humano devora carne humana, y hasta las madres matan a sus hijos y cuecen sus cuerpos para alimentarse con ellos. Las fieras aficionadas a los cadáveres de los muertos por la espada, por el hambre y por la peste, destrozan hasta a los hombres más fuertes, y cebándose en sus miembros, se encarnizan cada vez más para destrucción del género humano. De esta suerte, exacerbadas en todo el orbe las cuatro plagas: el hierro, el hambre, la peste y las fieras, cúmplense las predicciones que hizo el Señor por boca de sus Profetas.
 
Asoladas las provincias... por el referido encruelecimiento de las plagas, los bárbaros, resueltos por la misericordia del Señor a hacer la paz, se reparten a suertes las regiones de las provincias para establecerse en ellas.|[[Hidacio]], ''Chronicon'' (hacia 468).<ref>Texto seleccionado por [[Claudio Sánchez-Albornoz|Claudio Sánchez Albornoz]] y [[Aurelio Viñas]] (1929) ''Lecturas de Historia de España'', Madrid, [http://www.cervantesvirtual.com/historia/textos/medieval/alta_edad_media1.shtml p. 24], citado en Cervantesvirtual.</ref>}}
 
El texto se refiere concretamente a Hispania y sus provincias, y los bárbaros citados son específicamente los [[suevos]], [[vándalos]] y [[alanoalanos]]s, que en el [[406]] habían cruzado el ''[[limes]]'' del [[Rin]] (inhabitualmente helado) a la altura de [[Maguncia]] y en torno al [[409]] habían llegado a la Península Ibérica; pero la imagen es equivalente en otros momentos y lugares que el mismo autor narra, del periodo entre 379 y 468.
 
Los [[pueblos germánicos]] procedentes de la Europa del Norte y del Este, se encontraban en un estadio de desarrollo económico, social y cultural obviamente inferior al del Imperio Romano, al que ellos mismos percibían admirativamente. A su vez eran percibidos con una mezcla de desprecio, temor y esperanza (retrospectivamente plasmados en el influyente poema ''Esperando a los bárbaros'' de [[Constantino Cavafis]]),<ref>[http://www.elinconformistadigital.com/modules.php?op=modload&name=News&file=article&sid=987&mode=&order=0 Texto del poema]. El tema fue convertido en novela por [[J. M. Coetzee|John Maxwell Coetzee]]. ''Esperando a los bárbaros'' (Traducción de Concha Manella y Luis Martínez Victorio), Debolsillo: Barcelona, 2004 [http://www.cafedeartistas.com/estanteria/e_barbaros.htm Comentario de la novela].</ref> e incluso se les atribuyó un papel justiciero (aunque involuntario) desde un punto de vista [[providencialismo|providencialista]] por parte de los autores cristianos romanos ([[Paulo Orosio|Orosio]], [[Salviano de Marsella]] y San [[Agustín de Hipona]]).<ref>José Marín Riveros [http://www.geocities.com/milan313/barbaro.html ''El problema bárbaro''].</ref> La denominación de ''[[bárbaro]]s'' (βάρβαρος) proviene de la onomatopeya ''bar-bar'' con la que los griegos se burlaban de los extranjeros no helénicos, y que los romanos -bárbaros ellos mismos, aunque helenizados- utilizaron desde su propia perspectiva. La denominación ''invasiones bárbaras'' fue rechazada por los historiadores alemanes del siglo XIX, momento en el que el término [[bárbaro|barbarie]] designaba para las nacientes ciencias sociales un estadio de [[evolución cultural|desarrollo cultural]] inferior a la [[civilización]] y superior al [[salvaje|salvajismo]]. Prefirieron acuñar un nuevo término: ''Völkerwanderung'' ("Migración de Pueblos"),<ref>Marco Bussagli ''Comprender la arquitectura'' Madrid: Susaeta, ISBN 84-305-4483-6 pg. 116</ref> menos violento que ''invasiones'', al sugerir el desplazamiento completo de un pueblo con sus instituciones y cultura, y más general incluso que ''invasiones germánicas'', al incluir a hunos, eslavos y otros.
 
Los germanos, que disponían de instituciones políticas peculiares, en concreto la asamblea de guerreros libres (''[[thing]]'') y la figura del [[monarca|rey]], recibieron la influencia de las tradiciones institucionales del Imperio y la [[arte y cultura clásica|civilización grecorromana]], así como la del cristianismo (aunque no siempre del cristianismo católico o ''[[atanasianismo|atanasiano]]'', sino del ''[[arrianismo|arriano]]''); y se fueron adaptando a las circunstancias de su asentamiento en los nuevos territorios, sobre todo a la alternativa entre imponerse como minoría dirigente sobre una mayoría de población local o fusionarse con ella.
 
Los nuevos reinos germánicos conformaron la personalidad de Europa Occidental durante la Edad Media, evolucionaron en [[monarquía feudal|monarquías feudales]] y [[monarquía autoritaria|monarquías autoritarias]], y con el tiempo, dieron origen a los [[estado nación|estados-nación]] que se fueron construyendo en torno a ellas. Socialmente, en algunos de estos países ([[España]] o [[Francia]]), el origen germánico ([[pueblo godo|godo]] o [[pueblo franco|franco]]) pasó a ser un rasgo de [[honor]] u orgullo de [[casta]] ostentado por la [[nobleza]] como distinción sobre el conjunto de la población.
 
==== Las transformaciones del mundo romano ====
[[Archivo:Galla Placidia (rechts) und ihre Kinder.jpg|thumb|300px|[[Gala Placidia]] y sus hijos, [[Valentiniano III]] y [[Honoria|Justa Grata Honoria]].]]
{{VT|Decadencia del Imperio Romano}}
El Imperio Romano había pasado por invasiones externas y [[Guerras Civiles de la República de Roma|guerras civiles terribles en el pasado]], pero a finales del siglo IV, aparentemente, la situación estaba bajo control. Hacía escaso tiempo que [[Teodosio I el Grande|Teodosio]] había logrado nuevamente unificar bajo un solo centro ambas mitades del Imperio ([[392]]) y establecido una nueva religión de Estado, el [[Primer Concilio de Nicea I|Cristianismo niceno]] ([[Edicto de Tesalónica]] -[[380]]), con la consiguiente persecución de los tradicionales cultos paganos y las [[heterodoxia]]s cristianas. El [[clero]] cristiano, convertido en una jerarquía de poder, justificaba ideológicamente a un ''Imperium Romanum Christianum'' y a la [[dinastía Teodosiana]] como había comenzado a hacer ya con la [[Dinastía Constantiniana|Constantiniana]] desde el [[Edicto de Milán]] ([[313]]).
 
Se habían encauzado los afanes de protagonismo político de los más ricos e influyentes senadores romanos y de las provincias occidentales. Además, la dinastía había sabido encauzar acuerdos con la poderosa aristocracia militar, en la que se enrolaban nobles germanos que acudían al servicio del Imperio al frente de soldados unidos por lazos de fidelidad hacia ellos. Al morir en [[395]], Teodosio confió el gobierno de Occidente y la protección de su joven heredero [[Flavio Honorio|Honorio]] al general [[Estilicón]], primogénito de un noble oficial vándalo que había contraído matrimonio con [[Flavia Serena]], sobrina del propio Teodosio. Sin embargo, cuando en el [[455]] murió asesinado [[Valentiniano III]], nieto de Teodosio, una buena parte de los descendientes de aquellos nobles occidentales (''nobilissimus, clarissimus'') que tanto habían confiado en los destinos del Imperio parecieron ya desconfiar del mismo, sobre todo cuando en el curso de dos decenios se habían podido dar cuenta de que el gobierno imperial recluido en [[Rávena]] era cada vez más presa de los exclusivos intereses e intrigas de un pequeño grupo de altos oficiales del ejército itálico. Muchos de éstos eran de origen [[pueblos germánicos|germánico]] y cada vez confiaban más en las fuerzas de sus séquitos armados de soldados convencionales y en los pactos y alianzas familiares que pudieran tener con otros jefes germánicos instalados en suelo imperial junto con sus propios pueblos, que desarrollaban cada vez más una política autónoma. La necesidad de acomodarse a la nueva situación quedó evidenciada con el destino de [[Gala Placidia]], princesa imperial rehén de los propios saqueadores de Roma (el visigodo [[Alarico I]] y su primo [[Ataúlfo]], con quien finalmente se casó); o con el de [[Honoria]], hija de la anterior (en segundas nupcias con el emperador [[Constancio III]]) que optó por ofrecerse como esposa al propio [[Atila]] enfrentándose a su propio hermano Valentiniano.
[[Archivo:Anneau sigillaire Alaric II.jpg|thumb|left|200px|''Alaricus rex gothorum'', [[sello]] de [[Alarico II]], rey visigodo.]]
Necesitados de mantener una posición de predominio social y económico en sus regiones de origen, reducidos sus patrimonios fundiarios a dimensiones provinciales, y ambicionando un protagonismo político propio de su linaje y de su cultura, los ''[[honestiores y humiliores|honestioreshonestior]]es'' (los más honestos u honrados, los que tienen [[honor]]), representantes de las [[aristocracia]]s tardorromanas occidentales habrían acabado por aceptar las ventajas de admitir la legitimidad del gobierno de dichos reyes germánicos, ya muy romanizados, asentados en sus provincias. Al fin y al cabo, éstos, al frente de sus soldados, podían ofrecerles bastante mayor seguridad que el ejército de los emperadores de Rávena. Además, el avituallamiento de dichas tropas resultaba bastante menos gravoso que el de las imperiales, por basarse en buena medida en séquitos armados dependientes de la nobleza germánica y alimentados con cargo al patrimonio fundiario provincial de la que ésta ya hacía tiempo se había apropiado. Menos gravoso tanto para los aristócratas provinciales como también para los grupos de ''[[honestiores y humiliores|humilioreshumilior]]es'' (los más humildes, los rebajados en tierra -''humus''-) que se agrupaban jerárquicamente en torno a dichos aristócratas, y que, en definitiva, eran los que habían venido soportando el máximo peso de la dura fiscalidad tardorromana. Las nuevas [[monarquía]]s, más débiles y descentralizadas que el viejo poder imperial, estaban también más dispuestas a compartir el poder con las aristocracias provinciales, máxime cuando el poder de estos monarcas estaba muy limitado en el seno mismo de sus gentes por una nobleza basada en sus séquitos armados, desde su no muy lejano origen en las asambleas de guerreros libres, de los que no dejaban de ser ''primun inter pares''.
 
Pero esta metamorfosis del Occidente romano en romano-germano, no había sido consecuencia de una inevitabilidad claramente evidenciada desde un principio; por el contrario, el camino había sido duro, zigzagueante, con ensayos de otras soluciones, y con momentos en que parecía que todo podía volver a ser como antes. Así ocurrió durante todo el [[siglo V]], y en algunas regiones también en el [[siglo VI]] como consecuencia, entre otras cosas, de la llamada ''[[Recuperatio Imperii]]'' o Reconquista de Justiniano.
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[[Archivo:Battle between Clovis and the Visigoths.jpg|thumb|300px|[[Batalla de Vouillé]] ([[507]]), entre francos y visigodos, representada en un manuscrito del siglo XIV.]]
 
Las [[invasiones bárbaras]] desde el [[siglo III]] habían demostrado la permeabilidad del ''[[limes]]'' romano en Europa, fijado en el [[Rin]] y el [[Danubio]]. La división del Imperio en Oriente y Occidente, y la mayor fortaleza del imperio oriental o [[imperio bizantino|bizantino]], determinó que fuera únicamente en la mitad occidental donde se produjo el asentamiento de estos pueblos y su institucionalización política como reinos.
 
Fueron los [[pueblo visigodo|visigodos]], primero como [[Reino visigodo#Reino visigodo de Tolosa|Reino de Tolosa]] y luego como [[Reino visigodo de Toledo|Reino de Toledo]], los primeros en efectuar esa institucionalización, valiéndose de su condición de federados, con la obtención de un ''[[foederati|foedus]]'' con el Imperio, que les encargó la pacificación de las provincias de [[Galia]] e [[Hispania]], cuyo control estaba perdido en la práctica tras las invasiones del [[410]] por [[suevos]], [[vándalos]] y [[alanoalanos]]s. De éstos, sólo los suevos lograron el asentamiento definitivo en una zona: el [[Suevos|Reino de Braga]], mientras que los vándalos se establecieron en el norte de África y las islas del Mediterráneo Occidental, pero fueron al siglo siguiente eliminados por los bizantinos durante la gran expansión territorial de [[Justiniano I]] (campañas de los generales [[Belisario]], del [[533]] al [[544]], y [[Narsés (general bizantino)|Narsés]], hasta el [[554]]). Simultáneamente los [[pueblo ostrogodo|ostrogodos]] consiguieron instalarse en Italia expulsando a los [[hérulos]], que habían expulsado a su vez de Roma al último emperador de Occidente. El [[Pueblo ostrogodo|Reino Ostrogodo]] desapareció también frente a la presión bizantina de Justiniano I.
 
Un segundo grupo de pueblos germánicos se instala en Europa Occidental en el [[siglo VI]], de entre los que destaca el [[Pueblo franco|Reino franco]] de [[Clodoveo I|Clodoveo]] y sus sucesores [[dinastía Merovingia|merovingios]], que desplaza a los visigodos de las Galias, forzándolos a trasladar su capital de [[Toulouse|Tolosa]] (Toulouse) a [[Toledo]]. También derrotaron a [[pueblo burgundio|burgundios]] y [[pueblo alamán|alamanes]], absorbiendo sus reinos. Algo más tarde los [[lombardos]] se establecen en Italia (568-9), pero serán derrotados a finales del [[siglo VIII]] por los mismos francos, que reinstaurarán el Imperio con [[Carlomagno]] (año [[800]]).
 
En Gran Bretaña se instalarán los [[anglos]], [[pueblo sajón|sajones]] y [[jutos]], que crearán una serie de reinos rivales que serán unificados por los [[Pueblo danés|daneses]] (un pueblo [[países nórdicos|nórdico]]) en lo que terminará por ser el reino de [[Inglaterra]].
 
==== Las instituciones ====
[[Archivo:Bréviaire d'Alaric (Clermont).jpg|thumb|300px|[[Breviario de Alarico]], en un manuscrito del siglo X.]]
La monarquía germánica era en origen una institución estrictamente temporal, vinculada estrechamente al prestigio personal del rey, que no pasaba de ser un ''[[primus inter pares]]'' (primero entre iguales), que la asamblea de guerreros libres elegía ([[monarquía electiva]]), normalmente para una expedición militar concreta o para una misión específica. Las migraciones a que se vieron sometidos los pueblos germánicos desde el [[siglo III]] hasta el [[siglo V]] (encajonados entre la presión de los [[hunos]] al este y la resistencia del limes romano al sur y oeste) fue fortaleciendo la figura del rey, al tiempo que se entraba en contacto cada vez mayor con las instituciones políticas romanas, que acostumbraban a la idea de un poder político mucho más centralizado y concentrado en la persona del [[Emperador romano]]. La monarquía se vinculó a las personas de los reyes de forma vitalicia, y la tendencia era a hacerse [[monarquía hereditaria]], dado que los reyes (al igual que habían hecho los emperadores romanos) procuraban asegurarse la elección de su sucesor, la mayor parte de las veces aún en vida y asociándolos al trono. El que el candidato fuera el primogénito varón no era una necesidad, pero se terminó imponiendo como una consecuencia obvia, lo que también era imitado por las demás familias de guerreros, enriquecidos por la posesión de tierras y convertidos en linajes nobiliarios que se emparentaban con la antigua nobleza romana, en un proceso que puede denominarse [[feudalismo|feudalización]]. Con el tiempo, la monarquía se patrimonializó, permitiendo incluso la división del reino entre los hijos del rey.
 
El respeto a la figura del rey se reforzó mediante la [[sacralización]] de su toma de posesión ([[unción]] con los [[aceite santo|sagrados óleos]] por parte de las autoridades religiosas y uso de elementos distintivos como [[Orbe (joya)|orbe]], [[cetro]] y [[corona]], en el transcurso de una elaborada ceremonia: la [[coronación]]) y la adición de funciones religiosas (presidencia de [[concilio]]s nacionales, como los [[Concilios de Toledo]]) y [[magia|taumatúrgicastaumatúrgica]]s ([[toque real]] de los reyes de Francia para la cura de la [[escrófula]]). El problema se suscitaba cuando llegaba el momento de justificar la deposición de un rey y su sustitución por otro que no fuera su sucesor natural. Los últimos [[dinastía Merovingia|merovingios]] no gobernaban por sí mismos, sino mediante los cargos de su corte, entre los que destacaba el [[mayordomo (Francos)|mayordomo de palacio]]. Únicamente tras la victoria contra los invasores musulmanes en la [[Batalla de Poitiers (732)|batalla de Poitiers]] el mayordomo [[Carlos Martel]] se vio justificado para argumentar que la [[legitimidad#Legitimidad en sentido pol.C3.ADtico|legitimidad de ejercicio]] le daba méritos suficientes para fundar él mismo su propia dinastía: la [[dinastía Carolingia|carolingia]]. En otras ocasiones se recurría a soluciones más imaginativas (como forzar la [[tonsura]] -corte eclesiástico del pelo- del rey visigodo [[Wamba]] para incapacitarle).
 
Los problemas de convivencia entre las minorías germanas y las mayorías locales (hispano-romanas, galo-romanas, etc.) fueron solucionados con más eficacia por los reinos con más proyección en el tiempo (visigodos y francos) a través de la fusión, permitiendo los matrimonios mixtos, unificando la legislación y realizando la conversión al [[catolicismo]] frente a la religión originaria, que en muchos casos ya no era el [[pagano|paganismo]] tradicional germánico, sino el cristianismo [[arriano]] adquirido en su paso por el Imperio Oriental.
 
Algunas características propias de las instituciones germanas se conservaron: una de ellas el predominio del [[derecho consuetudinario]] sobre el [[derecho escrito]] propio del [[Derecho romano]]. No obstante los reinos germánicos realizaron algunas codificaciones legislativas, con mayor o menor influencia del derecho romano o de las tradiciones germánicas, redactadas en latín a partir del siglo V ([[leyes teodoricianas]], [[edicto de Teodorico]], [[Código de Eurico]], [[Breviario de Alarico]]). El primer código escrito en lengua germánica fue el del rey [[Ethelberto de Kent]], el primero de los anglosajones en convertirse al cristianismo (comienzos del [[siglo VI]]). El visigótico ''[[Liber Iudiciorum|Liber Iudicorum]]'' ([[Recesvinto]], 654) y la franca ''[[Ley Sálica]]'' ([[Clodoveo I|Clodoveo]], 507-511) mantuvieron una vigencia muy prolongada por su consideración como [[fuentes del Derecho|fuentes del derecho]] en las monarquías medievales y del Antiguo Régimen.<ref>[[Perry Anderson|Anderson, Perry]] (1986) ''Transiciones de la Antigüedad al Feudalismo'', Madrid: Alianza ISBN 84-323-0355-0; Fernández, Llorens, Ortega y Roig (1986) ''Occidente'', Barcelona: Vicéns Vives ISBN 84-316-2407-8</ref>
{{VT|Derecho germánico|Derecho visigodo}}
 
==== La cristiandad latina y los bárbaros ====
 
[[Archivo:KellsFol124rTuncCrucixerant.jpg|thumb|250px|[[Libro de Kells]] o Evangeliario de [[Columba de Iona|San Columba]], arte hiberno-sajón o irlando-sajón.]]
 
La expansión del [[cristianismo]] entre los bárbaros, el asentamiento de la autoridad [[episcopal]] en las ciudades y del [[monacato]] en los ámbitos rurales (sobre todo desde la [[regla de San Benitobenedictina|regla]] de San [[Benito de Nursia]] -[[abadía de Montecasino|monasterio de Montecassino]], 529-), constituyeron una poderosa fuerza fusionadora de culturas y ayudó a asegurar que muchos rasgos de la [[arte y cultura clásica|civilización clásica]], como el [[derecho romano]] y el [[latín]], pervivieran en la mitad occidental del Imperio, e incluso se expandiera por [[Europa Central]] y [[Europa del Norte|septentrional]]. Los [[pueblo franco|francos]] se convirtieron al catolicismo durante el reinado de [[Clodoveo I]] (496 ó 499) y, a partir de entonces, expandieron el cristianismo entre los germanos del otro lado del [[Rin]]. Los [[suevos]], que se habían hecho cristianos arrianos con [[Remismundo]] (459-469), se convirtieron al catolicismo con [[Teodomiro (rey suevo)|Teodomiro]] (559-570) por las predicaciones de [[Martín de Braga|San Martín de Dumio]]. En ese proceso se habían adelantado a los propios [[pueblo visigodo|visigodos]], que habían sido cristianizados previamente en Oriente en la versión arriana (en el siglo IV), y mantuvieron durante siglo y medio la diferencia religiosa con los católicos hispano-romanos incluso con luchas internas dentro de la clase dominante goda, como demostró la rebelión y muerte de [[Hermenegildo|San Hermenegildo]] (581-585), hijo del rey [[Leovigildo]]). La conversión al catolicismo de [[Recaredo]] (589) marcó el comienzo de la fusión de ambas sociedades, y de la protección regia al clero católico, visualizada en los [[Concilios de Toledo]] (presididos por el propio rey). Los años siguientes vieron un verdadero ''[[renacimiento visigodo]]''<ref>Jean Daniélou y otros (1982) ''Nueva historia de la Iglesia'' Ediciones Cristiandad, ISBN 84-7057-038-2 [http://books.google.es/books?id=j1pn_4kuliYC&pg=PA542&lpg=PA542&dq=%22renacimiento+visigodo%22&source=web&ots=dQrBY5Dw5M&sig=-yQ7Q_LGdplB_JsCJRyRwCQtwYU&hl=es&sa=X&oi=book_result&resnum=9&ct=result pg. 542]. ''En el ámbito hispánico resultan ya clásicos los estudios de [[Manuel Díaz y Díaz]] referidos a las transformaciones en la educación de las élites y al renacimiento visigodo'' (en Gerardo Rodríguez, [http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0327-50942005000100015 reseña de] Rosamond McKitterick (ed.) (2002) ''La alta Edad Media. Europa 400-1000'', Barcelona, Crítica; en Temas Mediev. v.13 n.1 Buenos Aires ene./dic. 2005.</ref> con figuras de la influencia de san [[Isidoro de Sevilla]] (y sus hermanos [[Leandro de Sevilla|Leandro]], [[Fulgencio de CartagenaÉcija|Fulgencio]] y [[Florentina de Cartagena|Florentina]], los ''cuatro santos de Cartagena''), [[Braulio de Zaragoza]] o [[Ildefonso de Toledo]], de gran repercusión en el resto de Europa y en los futuros reinos cristianos de la Reconquista (''véase [[historia del cristianismo en España|cristianismo en España]], [[el monasterio en España|monasterio en España]], [[monasterio hispano]] y [[liturgia hispánica]]''). Los [[pueblo ostrogodo|ostrogodos]], en cambio, no dispusieron de tiempo suficiente para realizar la misma evolución en Italia. No obstante, del grado de convivencia con el papado y los intelectuales católicos fue muestra que los reyes ostrogodos los elevaban a los cargos de mayor confianza ([[Boecio]] y [[Casiodoro]], ambos ''[[magister officiorum]]'' con [[Teodorico el Grande]]), aunque también de lo vulnerable de su situación (ejecutado el primero -523- y apartado por los bizantinos el segundo -538-). Sus sucesores en el dominio de Italia, los también arrianos [[lombardos]], tampoco llegaron a experimentar la integración con la población católica sometida, y su divisiones internas hicieron que la conversión al catolicismo del rey [[Agilulfo]] (603) no llegara a tener mayores consecuencias.
 
El cristianismo fue llevado a [[Irlanda]] por [[Patricio de Irlanda|San Patricio]] a principios del siglo V, y desde allí se extendió a [[Escocia]], desde donde un siglo más tarde regresó por la zona norte a una Inglaterra abandonada por los cristianos [[britanos|britones]] a los paganos pictos y escotos (procedentes del norte de Gran Bretaña) y a los también paganos germanos procedentes del continente (anglos, sajones y jutos). A finales del [[siglo VI]], con el Papa [[Gregorio Magno]], también Roma envió misioneros a Inglaterra desde el sur, con lo que se consiguió que en el transcurso de un siglo Inglaterra volviera a ser cristiana.
 
A su vez, los britones habían iniciado una emigración por vía marítima hacia la península de [[Bretaña]], llegando incluso hasta lugares tan lejanos como la costa cantábrica entre Galicia y Asturias, donde fundaron la [[bretones en Galicia y Asturias|diócesis de Britonia]]. Esta tradición cristiana se distinguía por el uso de la [[tonsura|tonsura céltica]] o escocesa, que rapaba la parte frontal del pelo en vez de la ''coronilla''.
 
La supervivencia en Irlanda de una comunidad cristiana aislada de Europa por la barrera pagana de los anglosajones, provocó una evolución diferente al cristianismo continental, lo que se ha denominado [[cristianismo celta]]. Conservaron mucho de la antigua tradición latina, que estuvieron en condiciones de compartir con Europa continental apenas la oleada invasora se hubo calmado temporalmente. Tras su extensión a Inglaterra en el siglo VI, los irlandeses fundaron en el siglo VII monasterios en Francia, en Suiza ([[San Galo|Saint Gall]]), e incluso en [[Italia]], destacándose particularmente los nombres de [[Columba]] y [[Columbano de Lexehuil|Columbano]]. Las Islas Británicas fueron durante unos tres siglos el vivero de importantes nombres para la cultura: el historiador [[Beda|Beda el Venerable]], el [[misionero]] [[Bonifacio (mártir)|Bonifacio de Alemania]], el educador [[Alcuino de York]], o el teólogo [[Juan Escoto Erígena]], entre otros. Tal influencia llega hasta la atribución de leyendas como la de [[Úrsula (leyenda)|Santa Úrsula y las Once Mil Vírgenes]], bretona que habría efectuado un extraordinario viaje entre Britania y Roma para acabar martirizada en Colonia.<ref>[http://ec.aciprensa.com/s/sanursu.htm Santa Úrsula y las Once Mil Vírgenes]</ref>
 
===== Otras cristianizaciones medievales =====
 
Por su parte, la extensión del cristianismo entre los [[Bulgaria|búlgaros]] y la mayor parte de los [[pueblos eslavos]] ([[Serbia|serbios]], [[Gran Moravia|moravos]] y los pueblos de [[Crimea]] y estepas [[ucraniaucraniana]]nass y [[rusia|rusasrusa]]s) fue muy posterior, y a cargo del Imperio Bizantino, con lo que se hizo con el credo [[iglesiaIglesia ortodoxaOrtodoxa|ortodoxo]] (predicaciones de [[Cirilo y Metodio]], siglo IX); mientras que la evangelización de otros pueblos de Europa Oriental (el resto de los eslavos -[[Historia de Polonia|polacos]], [[Historia de Eslovenia|eslovenos]] y [[pueblo croata|croatas]]-, [[pueblo báltico|bálticos]] y [[magiares|húngaros]]) y de los pueblos nórdicos ([[vikingovikingos]]s [[escandinavia|escandinavos]]) se hizo por el cristianismo latino partiendo de Europa Central, en un periodo todavía más tardío (hasta los siglos XI y XII).
 
{{cita|Es una locura creer en los dioses.|''[[Saga de Hrafnkell]]'', sacerdote de [[Frey]] (Islandia, compuesta a finales del siglo XIII, pero ambientada en época precristiana).<ref>{{cita libro|apellidos = Pálsson|nombre = Hermann|título = Hrafnkel's Saga and Other Icelandic Stories|editor = Pinguin Classics|año = 1971|id = ISBN 0-14-044238-3}}</ref>}}
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===== Los jázaros, un caso peculiar =====
{{AP|Jázaros}}
Los jázaros eran un [[pueblos túrquicos|pueblo turco]] procedente del Asia central (donde se había formado desde el siglo VI el imperio de los [[Köktürks]]) que en su parte occidental había dado origen a un importante estado que dominaba el [[Cáucaso]] y las estepas rusas y ucranianas hasta [[Crimea]] en el siglo VII. Su clase dirigente se convirtió mayoritariamente al [[judaísmo]], peculiaridad religiosa que le convertía en un vecino excepcional entre el Califato islámico de Damasco y el Imperio cristiano de Bizancio.
 
=== El Imperio Bizantino (siglos IV al XV) ===
[[Archivo:Meister von San Vitale in Ravenna 003.jpg|thumb|300px|Corte del [[emperador bizantino]] [[Justiniano I]], [[mosaico]] de [[Iglesia de San Vital deen Rávena|San Vital de Rávena]].]]
 
{{AP|Imperio Bizantino}}
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==== La restauración imperial de Justiniano ====
{{AP|Recuperatio Imperii}}
[[Justiniano I]] consolidó la frontera del Danubio y, desde [[532]] logró un equilibrio en la frontera con la [[Imperio sasánida|Persia sasánida]], lo que le permitió desplazar los esfuerzos bizantinos hacia el Mediterráneo, reconstruyendo la unidad del ''[[Mare Nostrum]]'': En [[533]], una expedición del general [[Belisario]] aniquila a los [[vándalos]] ([[batalla de Ad Decimum]] y [[Batalla de Tricamerón|batalla de Tricamarum]]) incorporando la provincia de África y las islas del Mediterráneo Occidental ([[Cerdeña]], [[Córcega]] y las [[Islas Baleares|Baleares]]). En [[535]] [[Mundus]] ocupó [[Dalmacia]] y Belisario [[Sicilia]]. [[Narsés (general bizantino)|Narsés]] elimina a los [[pueblo ostrogodo|ostrogodos]] de Italia en [[554]]-[[555]]. [[Rávena]] volvió a ser una ciudad imperial, donde se conservarán los fastuosos mosaicos de [[Iglesia de San Vital deen Rávena|San Vital]]. [[Liberio]] sólo consiguió desplazar a los visigodos de la costa sureste de la Península Ibérica y de la provincia [[Bética]].
 
En Constantinopla se iniciaron dos programas ambiciosos y de prestigio con el fin de asentar la autoridad imperial: uno de recopilación legislativa: el ''[[Digesto]]'', dirigido por [[Triboniano]] (publicado en [[533]]), y otro constructivo: la [[Iglesia de Santa Sofía]], de los arquitectos [[Antemio de Tralles]] e [[Isidoro de Mileto]] (levantada entre el [[532]] y el [[537]]). Un símbolo de la [[arte y cultura clásica|civilización clásica]] fue clausurado: la [[Academia de Atenas]] ([[529]]).<ref>No así la de [[Alejandría]], que sobrevivió incluso al asesinato de [[Hipatia]] ([[415]]). El [[museo de Alejadría]] y la [[biblioteca de Alejandría]] habían sufrido muchas vicisitudes, como incendios y terremotos, y el [[Serapeum]] fue mandado derribar por el patriarca [[Teófilo (desambiguación)|Teófilo]] en [[391]], aunque sus fondos, saqueados y desperdigados, sobrevivieron hasta la invasión musulmana ([[634]]), en que el [[umar ibn al-Jattab|califa Omar]] protagonizó otra célebre ofensa: ''Los libros de la Biblioteca o bien contradicen al Corán, y entonces son peligrosos, o bien coinciden con el Corán, y entonces son redundantes'', citado en ''Curiosidades de la Ciencia'' de Leonardo Moledo [http://www.portalplanetasedna.com.ar/ciencia/ciencia3.htm].</ref> Otro, las carreras de [[cuadriga]]s siguieron siendo una diversión popular que levantaba pasiones. De hecho, eran utilizadas políticamente, expresando el color de cada equipo divergencias religiosas (un precoz ejemplo de movilizaciones populares utilizando [[colores políticos]]). La revuelta de [[Niká]] ([[534]]) estuvo a punto de provocar la huida del emperador, que evitó la emperatriz [[Teodora]] con su famosa frase ''la púrpura es un glorioso sudario''.<ref>O ''bello sudario'', o ''buen sudario''. [[Procopio]], en su ''[[Historia Secreta]]'' reproduce así las palabras de Teodora:
{{cita|Quien ha recibido el poder soberano no debe vivir si se lo deja quitar. Tú César, si quieres huir, nada es más fácil... en cuanto a mí, Dios no permita que abandone la púrpura y aparezca en público sin ser saludada como emperatriz. Aprecio mucho esta antigua sentencia: "La púrpura es un glorioso sudario".}} (Citado por Pilar Benejam, ''Horizonte'', [http://books.google.es/books?id=xPB_jvo8nA0C&pg=PA106&lpg=PA106&dq=p%C3%BArpura+sudario+Justiniano+Teodora&source=web&ots=3vdUksl2qB&sig=dJ5EMTvi6ie-Klnv0AYRan51-Qo&hl=es&sa=X&oi=book_result&resnum=2&ct=result pg. 106])</ref>
 
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Image:Kyrill&Method.jpg|[[Cirilo y Metodio]], los ''apóstoles de los eslavos'', con el [[alfabeto cirílico]] en un [[icono]] ruso del siglo XVIII o XIX.
Image:Clasm Chludov.jpg|Esta página del [[Psalterio Chludov]] (uno de los tres únicos manuscritos ilustrados [[iconodulia|iconódulosiconódulo]]s que sobrevivieron al [[siglo IX]]) ilustra un pasaje evangélico en que un soldado ofrece a Cristo vinagre en una esponja atada a una lanza. En el plano inferior se caricaturiza al último [[Anexo:Patriarca de Constantinopla|Patriarca de Constantinopla]] iconoclasta, [[Patriarca Juan VII de Constantinopla|Juan el Gramático]], borrando un [[icono]] de Cristo con una esponja similar.
Image:MCB-mosaicob.jpg|Mosaico bizantino con el tema de la ''[[Theotokos]]'' (María como Madre de Dios). Los [[nimbo]]s representan la santidad (el del [[Niño Jesús]], cruciforme, la divinidad y el [[sacrificio]] de la [[Cruz]]). El fondo dorado representa la eternidad celeste, además de cumplir con el ''[[horror vacui]]'' propio del estilo. Todos sus rasgos: el [[cromatismo]], la frontalidad y la linealidad (bordes nítidos, marcado de los pliegues), además de influir grandemente en el [[arte románico|románico]] de Europa Occidental, se reprodujeron y continuaron, estereotipados, en los [[icono]]s religiosos de épocas posteriores en toda Europa Oriental.
Imagen:BasilII.jpg|[[Basilio II]] ''Bulgaróctono'' Βασίλειος Β΄ Βουλγαροκτόνος (lo que quiere decir: "matador de búlgaros"; el nombre "Basilio", ''Basileus'' significa "rey" en griego, y era el título que se daba al emperador). Perteneciente a de la dinastía macedónica. Su periodo en el trono ([[976]]-[[1025]]) llevó al Imperio Bizantino a su máxima extensión territorial desde la invasión musulmana, ocupando parte de Siria, Crimea y los Balcanes hasta el Danubio. Medio siglo más tarde comenzó la decadencia definitiva, con sucesivas pérdidas territoriales e intervenciones exteriores, que a pesar de todo se prolongó varios siglos, hasta [[1453]].
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==== Crisis, supervivencia y helenización del Imperio ====
 
Los siglos VII y VIII representaron para Bizancio una ''edad oscura'' similar a la de occidente, que incluyó también una fuerte ruralización y feudalización en lo social y económico y una pérdida de prestigio y control efectivo del poder central. A las causas internas se sumó la renovación de la guerra con los persas, nada decisiva pero especialmente extenuante, a la que siguió la invasión musulmana, que privó al Imperio de las provincias más ricas: Egipto y Siria. No obstante, en el caso bizantino, la disminución de la producción intelectual y artística respondía además a los efectos particulares de la [[Iconoclasia|querella iconoclasta]], que no fue un simple debate teológico entre [[iconoclasta]]s e [[iconodulia|iconódulosiconódulo]]s, sino un enfrentamiento interno desatado por el [[Anexo:Patriarca de Constantinopla|patriarcado de Constantinopla]], apoyado por el emperador [[León III (emperador)|León III]], que pretendía acabar con la concentración de poder e influencia política y religiosa de los poderosos monasterios y sus apoyos territoriales (puede imaginarse su importancia viendo cómo ha sobrevivido hasta la actualidad el [[Monte Athos]], fundado más de un siglo después, en [[963]]).
 
La recuperación de la autoridad imperial y la mayor estabilidad de los siglos siguientes trajo consigo también un proceso de ''helenización'', es decir, de recuperación de la identidad griega frente a la oficial entidad romana de las instituciones, cosa más posible entonces, dada la limitación y homogeneización geográfica producida por la pérdida de las provincias, y que permitía una organización territorial militarizada y más fácilmente gestionable: los ''temas'' (''[[Ejército bizantino#La organización del ejército: los themata|themata]]'') con la adscripción a la tierra de los militares en ellos establecidos, lo que produjo formas similares al feudalismo occidental.
 
El periodo entre [[867]] y [[1056]], bajo la [[Emperador bizantino#Dinastía Macedonia|dinastía macedonia]], se conoce con el nombre de Renacimiento Macedónico, en que Bizancio vuelve a ser una potencia mediterránea y se proyecta hacia los [[pueblos eslavos]] de los [[Península Balcánica|Balcanes]] y hacia el norte del [[Mar Negro]]. La evangelización de [[Cirilo y Metodio]] obtendrá una esfera de influencia bizantina en [[Europa Oriental]] que cultural y religiosamente tendrá una gran proyección futura mediante la difusión del [[alfabeto cirílico]] (adaptación del [[alfabeto griego]] para la representación de los fonemas eslavos, que se sigue utilizando en la actualidad); así como la del [[iglesia ortodoxa|cristianismo ortodoxo]] (predominante desde [[Serbia]] hasta [[Rusia]]).
 
Sin embargo, la segunda mitad del siglo XI presenciará un nuevo desafío islámico, esta vez protagonizado por los [[dinastía Selyúcida|turcos selyúcidas]] y la intervención del Papado y de los europeos occidentales, mediante la intervención militar de las [[Cruzadas]], la actividad comercial de los mercaderes italianos ([[Génova|genoveses]], [[amalfi]]tanos, [[pisa]]nos y sobre todo [[venecia]]nos)<ref>[[Arnold J. Toynbee]] (1971) ''Ciudades en marcha'', Madid: Alianza pg. 64 ISBN 84-206-9253-0</ref> y las polémicas teológicas del denominado [[Cisma de Oriente]] o Gran Cisma de Oriente y Occidente, con lo que la teórica ayuda cristiana se demostró tan negativa o más para el Imperio Oriental que la amenaza musulmana. El proceso de feudalización se acentuó al verse forzados los emperadores [[Comneno]] a realizar cesiones territoriales (denominadas ''[[pronoia]]'') a la aristocracia y a miembros su propia familia.<ref>[http://imperiobizantino.wordpress.com/2007/06/30/la-pronoia/ ''La Pronoia''], en ''Imperio Bizantino. Historia de Bizancio enfocada principalmente en el período de los Comnenos''.</ref>
 
=== La expansión del Islam (desde el siglo VII) ===
[[Archivo:Arabische Rijk.jpg|thumb|300px|right|Expansión árabe en el [[siglo VII]]: [[califa]] [[Abu Bakr as-Siddiq|Abu Bakr]] en la zona I, [[Omar]] en la II, [[Uthman Ibnibn Affan|Uthman]] en la III y [[Ali Ibn Abi Talib|Ali]] en la IV.]]
{{AP|Expansión musulmana}}
En el [[siglo VII]], tras las predicaciones de [[Mahoma]] y las conquistas de los primeros [[califa]]s (a la vez líderes políticos y religiosos, en una religión -el [[Islam]]- que no reconoce distinciones entre laicos y clérigos), se había producido la unificación de [[Arabia]] y la conquista del [[Persia|Imperio Persa]] y de buena parte del [[Imperio bizantino|Imperio Bizantino]]. En el [[siglo VIII]] se llegó a la [[Península Ibérica]], la [[India]] y el [[Asia Central]] ([[batalla del Talas]] -[[751]]- victoria islámica ante China tras la que no se profundizó en ese Imperio, pero que permitió un mayor contacto con su civilización, aprovechando los conocimientos de los prisioneros). En el occidente la expansión musulmana se frenó desde la [[batalla de Poitiers (732)]] ante los francos y la mitificada [[batalla de Covadonga]] ante los asturianos ([[722]]). La presencia de los musulmanes como una civilización rival alternativa asentada en la mitad sur de la [[cuenca del Mediterráneo]], cuyo tráfico marítimo pasan a controlar, obligó al cierre en sí misma de Europa Occidental por varios siglos, y para algunos historiadores significó el verdadero comienzo de la Edad Media.<ref>Pirene, ''op. cit.''</ref>
 
Desde el siglo VIII se produjo una difusión más lenta de la [[civilización islámica]] por sitios tan lejanos como [[Indonesia]] y el [[áfrica|continente africano]], y desde el [[siglo XIV]] por [[Anatolia]] y los [[Península Balcánica|Balcanes]]. Las relaciones con la India fueron también muy estrechas durante el resto de la Edad Media (aunque la imposición del [[imperio mogol]] no se produjo hasta el siglo XVI), mientras que el [[Océano Índico]] se convirtió casi en un ''[[Mare Nostrum]]'' árabe, donde se ambientaron las aventuras de ''[[Simbad el Marino|Simbad el marino]]'' (uno de los cuentos de ''[[Las mil y una noches]]'' de la época de [[Harún al-Rashid]]).<ref>{{wikisource|Las mil y una noches}}</ref> El tráfico comercial de las rutas marítimas y caravaneras unían el Índico con el Mediterráneo a través del [[Mar Rojo]] o el [[Golfo Pérsico]] y las [[caravana]]s del desierto. Esa llamada [[ruta de las especias]] (prefigurada por la [[ruta del incienso]] en la Edad Antigua) fue esencial para que llegaran a occidente retazos de la ciencia y la cultura de [[Extremo Oriente]]. Por el norte, la [[ruta de la seda]] cumplió la misma función atravesando los desiertos y las cordilleras del [[Turquestán]]. El [[ajedrez]], la [[numeración arábiga|numeración indo-arábiga]] y el concepto de [[cero]], así como algunas obras literarias (''[[Calila y Dimna|Calila e Dimna]]'') estuvieron entre los aportes hindúes y persas. El [[papel]], el [[grabado]] o la [[pólvora]], entre las chinas. La función de los árabes, y de los persas, sirios, egipcios y españoles arabizados (no sólo islámicos, pues hubo muchos que mantuvieron su religión cristiana o judía -no tanto la [[zoroastrismo|zoroastriana]]-) distó mucho de ser mera transmisión, como testimonia la influencia de la reinterpretación de la filosofía clásica que llegó a través de los textos árabes a Europa Occidental a partir de las traducciones latinas desde el [[siglo XII]], y la difusión de cultivos y técnicas agrícolas por la región mediterránea. En un momento en que estaban prácticamente ausentes de la economía europea, destacaron las prácticas comerciales y la circulación monetaria en el mundo islámico, animadas por la explotación de minas de oro tan lejanas como las del África subsahariana, junto con otro tipo de actividades, como el [[esclavitud|tráfico de esclavos]].
 
La unidad inicial del [[mundo islámico]], que se había cuestionado ya en el aspecto religioso con la separación de [[sunismo|suníes]] y [[chiismo|chiíes]], se rompió también en lo político con la sustitución de los [[Califato de los Omeyas|Omeyas]] por los [[Califato Abasí|Abbasíes]] al frente del califato en el [[749]], que además sustituyeron [[Damasco]] por [[Bagdad]] como capital. [[Abderramán I]], el último superviviente Omeya, consiguió fundar en [[Emirato de Córdoba|Córdoba]] un emirato independiente para [[Al-Ándalus]] (nombre árabe de la [[Península Ibérica]]), que su descendiente [[Abderramán III]] convirtió en un califato alternativo en el [[929]]. Poco antes, en el [[909]] los [[Califato Fatimí|Fatimíes]] habían hecho lo propio en [[Egipto]]. A partir del [[siglo XI]] se producen cambios muy importantes: el desafío a la hegemonía árabe como etnia dominante dentro del Islam a cargo de los islamizados [[turquía|turcos]], que pasarán a controlar distintas zonas del Medio Oriente ([[mameluco]]s, [[imperio otomano|otomanos]]), o de [[pueblo kurdo|kurdos]] como [[Saladino]]; la irrupción de los cristianos latinos en tres puntos clave del Mediterráneo (reinos cristianos de la [[Reconquista]] en Al Ándalus, [[Conquista normanda de Italia Meridional|normandos]] en el sur de Italia y [[cruzados]] en Siria y Palestina); y la de los [[mongol (etnia)|mongoles]] desde el centro de Asia.
 
{{cita|Los eruditos como [[al-Biruni]], [[al-Jahiz]], [[al-Kindi]], Abu Bakr Muhammad [[al-Razi]], [[Avicena|Ibn Sina]], [[al-Idrisi]], [[Avempace|Ibn Bajja]], [[Omar Jayyam|Omar Khayyam]], [[Ibn Zuhr]], [[Ibn Tufail]], [[Averroes|Ibn Rushd]], [[al-Suyuti]], y miles de otros académicos no fueron una excepción, sino la norma general en la civilización musulmana. La civilización musulmana del periodo clásico fue destacable por el elevado número de eruditos polifacéticos que produjo. Es una muestra de la homogeneidad de la filosofía islámica sobre la ciencia, y su énfasis sobre la síntesis, las investigaciones interdisciplinares y la multiplicidad de métodos.<ref>[[Ziauddin Sardar]], [http://www.cgcu.net/imase/islam_science_philosophy.htm Science in Islamic philosophy]</ref>|[[Ziauddin Sardar]]}}
 
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Image:Kaaba mirror edit jj.jpg|La ''[[Kaaba]]'' en la [[Masjid al-Haram|Mezquita de la Meca]] o mezquita sagrada (''Masjid al-Haram'').
Image:Mosque of Cordoba Spain.jpg|[[Mezquita-Catedral de Córdoba|Mezquita de Córdoba]].
Image:Sughrat.jpg|Manuscrito árabe ilustrado del siglo XIII. La representación de figuras sólo se consiente en algunas interpretaciones del Islam, pero se prohíbe mayoritariamente (lo que incentivó otras artes, como la [[caligrafía árabe]]). Esta representa a [[Sócrates]] (''Sughrat''). La recuperación y difusión de la cultura clásica grecorromana fue una de las principales aportaciones del Islam medieval a la civilización.
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==== Surgimiento y ascenso ====
[[Archivo:Karl den store krons av leo III.jpg|thumb|300px|right|Coronación de Carlomagno por el papa [[León III]], el día de Navidad del año [[800]].]]
Hacia el [[siglo VIII]], la situación política europea se había estabilizado. En oriente, el [[Imperio bizantino|Imperio Bizantino]] era fuerte otra vez, gracias a una serie de emperadores competentes. En occidente, algunos reinos aseguraban relativa estabilidad a varias regiones: [[Northumbria]] a Inglaterra, [[Visigotia]] a España, [[Lombardía]] a Italia, y el Reino Franco a la [[Galia]]. En realidad, el "reino franco" era un compuesto de tres reinos: [[Austrasia]], [[Neustria]] y [[Aquitania]].
 
El Imperio carolingio surge de las bases creadas por los predecesores de Carlomagno desde principios del siglo VIII ([[Carlos Martel]] y [[Pipino el Breve]]). La proyección de sus fronteras a través de una gran parte de la Europa Occidental permitió a Carlos la aspiración de reconstruir la extensión del antiguo Imperio Romano Occidental, siendo la primera entidad política de la Edad Media que estuvo en condiciones de convertirse en una potencia continental. [[Aquisgrán]] (Aachen en alemán, Aix-la Chapelle en francés) fue elegida como capital, en una situación central y suficientemente alejada de Italia, que a pesar de ser liberada del dominio de los [[lombardos|longobardoslongobardo]]s y de las teóricas reivindicaciones bizantinas, conservó una gran autonomía que llegaba a la soberanía temporal con la cesión de unos incipientes [[estados Pontificios|estados papales]] (el ''[[Estados Pontificios|Patrimonium Petri]]'' o Patrimonio de San Pedro, que incluía Roma y buena parte del centro de Italia). Como resultado de la estrecha vinculación entre el pontificado y la dinastía carolingia, que se legitimaban y defendían mutuamente ya por tres generaciones, el papa [[León III (papaPapa)|León III]] reconoció las pretensiones imperiales de Carlomagno con una coronación en extrañas circunstancias, el día de Navidad del año [[800]].
 
Se crearon las [[marquesado|marcas]] para fijar las fronteras ante los enemigos exteriores (árabes en la [[Marca Hispánica]], [[pueblo sajón|sajones]] en la [[Marca Sajona]], [[bretaña|bretones]] en la [[Marca Bretona]], lombardos -hasta su derrota- en la [[Marca Lombarda]] y [[ávaro]]s en la [[Marca Ávara]]; posteriormente también se creó una para los [[magiares]]: la [[Marca del Friuli]]). El territorio interior fue organizado en [[condado]]s y [[ducado]]s (unión de varios condados o marcas). Los funcionarios que los dirigían ([[conde]]s, [[marqués|marqueses]] y [[duque]]s) eran vigilados por inspectores temporales (los ''[[missi dominici]]'' -enviados del señor-), y se procuraba que no se heredaran para evitar que quedaran patrimonializados en una familia (cosa, que con el tiempo, no pudo evitarse). La consignación de tierras junto con los cargos, pretendía sobre todo el mantenimiento de la costosa [[caballería pesada]] y los nuevos [[caballo de batalla|caballos de batalla]] (''[[destrero]]s'', introducidos desde Asia en el siglo VII, que se empleaban de una manera completamente distinta a la caballería antigua, con [[estribo]]s, aparatosas [[silla de montar|sillas]] y que podían sostener [[armadura de combate|armaduras]]).<ref>Le Goff ''op. cit.'', pgs. 25-27</ref> Tal proceso estuvo en el origen del nacimiento de los [[feudo]]s que había que ceder a cada militar de acuerdo con su rango, hasta la unidad básica: el [[caballero]] que ejercía de [[señor]] sobre un territorio, se quedaba para su mantenimiento con una [[feudo#el feudo.2C unidad econ.C3.B3mica|reserva señorial]] y dejaba los [[manso]]s para sus [[siervo]]s, que estaban obligados a cultivar la reserva con prestaciones gratuitas de trabajo a cambio de la protección militar y el mantenimiento del orden y la justicia, que eran las funciones del señor. Lógicamente, los feudos en sus distintos niveles sufrieron la misma transformación patrimonial que marcas y condados, estableciendo una red piramidal de fidelidades que es el origen del [[vasallo|vasallaje]] feudal.
 
Carlomagno negoció de igual a igual con otras grandes potencias de la época, como el [[Imperio bizantino|Imperio Bizantino]], el [[Emirato de Córdoba]], y el [[Califato Abasí|Califato Abasida]]. Al mismo tiempo siguió una política de prestigio cultural y un notable programa artístico. Pretendió rodearse de una corte de sabios e iniciar un programa educativo (''[[trivium]]'' y ''[[quadrivium]]''), para lo que mandó llamar a la intelectualidad de su tiempo a sus dominios, dando impulso, con la colaboración de [[Alcuino de York]], al llamado [[Renacimiento carolingio]].
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Imagen:Raphael Charlemagne.jpg|[[Coronación de Carlomagno|Recreación del mismo hecho]] por [[Rafael Sanzio]], en las [[estancias de Rafael|estancias del Vaticano]] (1517).
Imagen:Charlemagne autograph.svg|K-A-R-L-O-S. [[Monograma]] de Carlomagno, que éste utilizaba como firma. Llegado al poder, ya en edad adulta, no sabía escribir (cosa habitual en la época, en que únicamente algunos clérigos lo hacían). Como una de las medidas del programa cultural conocido como ''[[renacimiento carolingio]]'', ordenó a sus nobles aprender junto con él, aunque nunca consiguió hacerlo con soltura.<ref>Berta Raposo Fernández (1999) ''Textos alemanes primitivos: La edad media temprana alemana en sus testimonios literarios'', [http://books.google.com/books?id=Q3NRNow5UsoC&pg=PA12&lpg=PA12&dq=%22carlomagno+aprendi%C3%B3+a+escribir%22&source=web&ots=dLo3_YYvh0&sig=oLwrkxEYYjBXfnyiCzxXHGXZobQ&hl=es&sa=X&oi=book_result&resnum=1&ct=result#PPA13,M1 pg. 12] Universitat de València. ISBN 978-84-370-4049-3</ref>
Imagen:Ludovico pio.jpg|[[Ludovico Pío]], hijo y heredero de Carlomagno.
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==== División y hundimiento ====
[[Archivo:Viking ship in Stockholms strom.jpg|thumb|250px|Reconstrucción de un [[drakkar]] (barco [[vikingo]]).]]
Muerto Carlomagno en [[814]], toma el poder su hijo [[Ludovico Pío]]. Los hijos de éste: [[Carlos el Calvo]] (''Francia occidental''), [[Luis el Germánico]] (''Francia oriental'') y [[Lotario I]] (primogénito y heredero del título imperial), se enfrentaron militarmente disputándose los diferentes territorios del imperio, que, más allá de las alianzas aristocráticas, manifestaban distintas personalidades, interpretables desde una perspectiva protonacional (idiomas diferentes -hacia el sur y oeste se imponían las [[lenguas romances]] que se comenzaban a diferenciar del [[latín vulgar]], hacia el norte y este las [[lenguas germánicas]], como testimoniaban los previos ''[[Juramentos de Estrasburgo]]''-, costumbres, tradiciones e instituciones propias -romanas hacia el sur, germanas hacia el norte-). Esta situación no concluyó ni siquiera en el [[843]] tras el [[Tratado de Verdún]], puesto que la posterior división del reino de Lotario entre sus hijos (la [[Lotaringia]], franja central desde los [[Países Bajos]] hasta [[Italia]], pasando por la región del [[Rin]], [[Borgoña]] y [[Provenza]]) llevó a los tíos de éstos -Carlos y Luis-, a otro reparto (el [[Tratado de Meerssen|Tratado de Meersen]] -[[870]]) que simplificaba las fronteras (dejando únicamente Italia y Provenza en manos de su sobrino el emperador [[Luis II, emperador carolingio|Luis II el Joven]] -cuyo cargo no suponía más primacía que la honorífica-), pero no condujo a una mayor concentración de poder en manos de esos monarcas, débiles y en manos de la nobleza territorial. En algunas regiones, el pacto no era más que una entelequia, puesto que la costa del Mar del Norte estaba ocupada por los vikingos. Incluso en las zonas teóricamente controladas, las posteriores herencias y luchas internas entre los sucesivos reyes y emperadores carolingios subdividieron y reunificaron los territorios de manera casi azarosa.
 
La división, sumada al proceso institucional de descentralización inherente al sistema feudal, en ausencia de fuertes poderes centrales, y al debilitamiento preexistente de las estructuras sociales y económicas, hizo que la siguiente oleada de invasiones bárbaras, destacadamente los [[magiares]] y los [[vikingovikingos]]s, sumieran de nuevo a Europa Occidental en el caos de una nueva edad oscura.
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Image:Karl II der Kahle.jpg|[[Carlos el Calvo]], rey de ''Francia Occidental''.
Image:Europe 814.jpg|Apogeo del [[Imperio Carolingio|Imperio carolingio]] hacia [[814]].
Image:843-870 Europe.jpg|Divisiones del Imperio en los tratados de Verdún y Meersen.
Image:Europe map 998.PNG|Europa en torno al [[998]].
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El fracaso del proyecto político centralizador de [[Carlomagno]] llevó, en ausencia de ese contrapeso, a la formación de de un sistema político, económico y social que los historiadores han convenido en llamar [[feudalismo]], aunque en realidad el nombre nació como un [[peyorativo]] para designar del [[Antiguo Régimen]] por parte de sus críticos ilustrados. La Revolución Francesa suprimió solemnemente "todos los derechos feudales" en la noche del 4 de agosto de 1789 y "definitivamente el régimen feudal", con el decreto del 11 de agosto.
 
La generalización del término permite a muchos historiadores aplicarlo a las formaciones sociales de todo el territorio europeo occidental, pertenecieran o no al Imperio carolingio. Los partidarios de un uso restringido, argumentando la necesidad de no confundir conceptos como [[feudo]], ''[[villa romana|villae]]'', ''[[tenure]]'', o [[señorío]] lo limitan tanto en espacio (Francia, Oeste de Alemania y Norte de Italia) como en el tiempo: un "primer feudalismo" o "feudalismo carolingio" desde el siglo VIII hasta el año 1000 y un "feudalismo clásico" desde el año 1000 hasta el 1240, a su vez dividido en dos épocas, la primera, hasta el 1160 (la más descentralizada, en que cada señor de castillo podía considerarse independiente, y se produce el proceso denominado ''[[incastellamento]]''); y la segunda, la propia de la "monarquía feudal"). Habría incluso "feudalismos de importación": la Inglaterra normanda desde 1066 y los [[estados Latinos de Oriente|estados latinos de oriente]] creados durante las [[Cruzadas]] (siglos XII y XIII).<ref>Guy Fourquin (1977), ''Señorío y feudalismo en la edad media'', Madrid: EDAF. ISBN 84-7166-347-3</ref>
 
Otros prefieren hablar de "régimen" o "sistema feudal", para diferenciarlo sutilmente del feudalismo estricto, o de ''síntesis feudal'', para marcar el hecho de que sobreviven en ella rasgos de la antigüedad clásica mezclados con contribuciones germánicas, implicando tanto a instituciones como a elementos productivos, y significó la especificidad del feudalismo europeo occidental como formación económico social frente a otras también feudales, con consecuencias trascendentales en el futuro devenir histórico.<ref>Es la tesis principal de Perry Anderson ''op. cit.''. Es comentada y criticada por Gregory Elliott (2004) ''Perry Anderson: El laboratorio implacable de la historia'' Universitat de València, ISBN 84-370-5935-6 [http://books.google.com/books?id=7WAIJPBUoG8C&pg=PA144&lpg=PA144&dq=%22s%C3%ADntesis+feudal%22&source=web&ots=dtrSfByxH5&sig=7aYxyEzoZxmvaS7Rk3su905chrA&hl=es&sa=X&oi=book_result&resnum=7&ct=result#PPA144,M1 pg. 144]. La expresión ''síntesis feudal'' es utilizada habitualmente en ese sentido: Bisso y otros ''Occidente y su legado. Una historia. Volumen I. Desde las primeras civilizaciones a la crisis del mundo medieval'' ISBN 987-9164-80-6 [http://www.editorialtemas.com.ar/libro.php?id_libro=44 reseña]</ref> Más dificultades hay para el uso del término cuando nos alejamos más: Europa Oriental experimenta un proceso de "feudalización" desde finales de la Edad Media, justo cuando en muchas zonas de Europa Occidental los campesinos se liberan de las formas jurídicas de la servidumbre, de modo que suele hablarse del feudalismo polaco o ruso. El Antiguo Régimen en Europa, el Islam medieval o el Imperio Bizantino fueron sociedades urbanas y comerciales, y con un grado de centralización política variable, aunque la explotación del campo se realizaba con relaciones sociales de producción muy similares al feudalismo medieval. Los historiadores que aplican la metodología del materialismo histórico ([[Karl Marx|Marx]] definió el [[economía feudal|modo de producción feudal]] como el estadio intermedio entre el esclavista y el capitalista) no dudan en hablar de "economía feudal" para referirse a ella, aunque también reconocen la necesidad de no aplicar el término a cualquier formación social preindustrial no esclavista, puesto que a lo largo de la historia y de la geografía han existido otros modos de producción también previstos en la modelización marxista, como el [[comunismo primitivo|modo de producción primitivo]] de las sociedades poco evolucionadas, homogéneas y con escasa división social -como las de los mismos pueblos germánicos previamente a las invasiones- y el [[despotismo hidráulico|modo de producción asiático]] o ''despotismo hidráulico'' -Egipto faraónico, reinos de la India o Imperio Chino- caracterizado por la tributación de las aldeas campesinas a un estado muy centralizado.<ref>Witold Kula ''Teoría económica del sistema feudal''; Perry Anderson, ''op. cit''.</ref> En lugares aún más lejanos se ha llegado a utilizar el término feudalismo para describir una época. Es el caso de Japón y el denominado [[feudalismo japonés]], dadas las innegables similitudes y paralelismos que la nobleza feudal europea y su mundo tiene con los [[samurái]]s y el suyo. También se ha llegado a aplicarlo a la situación histórica de los [[primerPrimer periodoPeriodo intermedio de EgiptoIntermedio|periodos intermedios de la historia de Egipto]], en los que, siguiendo un ritmo cíclico milenario, decae el poder central y la vida en las ciudades, la anarquía militar rompe la unidad de las tierras del Nilo, y los templos y señores locales que alcanzan a controlar un espacio de poder gobiernan en él de manera independiente sobre los campesinos obligados al trabajo.
 
==== El vasallaje y el feudo ====
[[Archivo:Hommage au Moyen Age - miniature.jpg|thumb|250px|Un vasallo arrodillado realiza la inmixtio manum durante el homenaje a su señor, sentado. Un escribiente toma nota. Todos están sonrientes.]]
Dos instituciones eran claves para el feudalismo: por un lado el [[vasallo|vasallaje]] como relación jurídico-política entre [[señor]] y [[vasallo]], un [[contrato]] [[contrato bilateral|sinalagmático]] (es decir, entre iguales, con requisitos por ambas partes) entre señores y vasallos (ambos hombres libres, ambos guerreros, ambos nobles), consistente en el intercambio de apoyos y fidelidades mutuas (dotación de cargos, honores y tierras -el feudo- por el señor al vasallo y compromiso de ''auxilium et consilium'' -auxilio o apoyo militar y consejo o apoyo político-), que si no se cumplía o se rompía por cualquiera de las dos partes daba lugar a la [[felonía]], y cuya jerarquía se complicaba de forma piramidal (el vasallo era a su vez señor de vasallos); y por otro lado el [[feudo]] como unidad económica y de [[relaciones de producción|relaciones sociales de producción]], entre el señor del feudo y sus [[siervo]]s, no un contrato igualitario, sino una imposición violenta justificada ideológicamente como un ''[[quid pro quo]]'' de protección a cambio de trabajo y sumisión.
 
Por tanto, la realidad que se enuncia como [[relaciones feudo-vasalláticas]] es realmente un término que incluye dos tipos de [[relación social]] de naturaleza completamente distinta, aunque los términos que las designan se empleaban en la época (y se siguen empleando) de manera equívoca y con gran confusión terminológica entre ellos:
 
El [[vasallo|vasallaje]] era un pacto entre dos miembros de la nobleza de distinta categoría. El caballero de menor rango se convertía en vasallo (''vassus'') del noble más poderoso, que se convertía en su señor (''dominus'') por medio del Homenaje e Investidura, en una ceremonia ritualizada que tenía lugar en la [[torre del homenaje]] del [[castillo]] del señor. El [[homenaje]] (''homage'') -del vasallo al señor- consistía en la postración o humillación -habitualmente de rodillas-, el ''osculum'' (beso), la ''inmixtio manum'' -las manos del vasallo, unidas en posición orante, eran acogidas entre las del señor-, y alguna frase que reconociera haberse convertido en ''su hombre''. Tras el homenaje se producía la [[investidura]] -del señor al vasallo-, que representaba la entrega de un feudo (dependiendo de la categoría de vasallo y señor, podía ser un condado, un ducado, una marca, un castillo, una población, o un simple sueldo; o incluso un monasterio si el vasallaje era eclesiástico) a través de un [[símbolo]] del territorio o de la alimentación que el señor debe al vasallo -un poco de tierra, de hierba o de grano- y del [[espaldarazo]], en el que el vasallo recibe una [[espada]] (y unos golpes con ella en los hombros), o bien un [[báculo]] si era religioso.
 
La [[encomienda]], [[encomendación]] o [[patrocinio]] (''patrocinium'', ''commendatio'', aunque era habitual utilizar el término ''commendatio'' para el acto del homenaje o incluso para toda la institución del vasallaje) eran pactos teóricos entre los campesinos y el señor feudal, que podían también ritualizarse en una ceremonia o -más raramente- dar lugar a un documento. El señor acogía a los campesinos en su feudo, que se organizaba en una [[feudo#el feudo.2C unidad econ.C3.B3mica|reserva señorial]] que los siervos debían trabajar obligatoriamente ([[serna]]s o [[corvea]]s) y en el conjunto de las pequeñas explotaciones familiares ([[feudo#elManso feudo.2C unidad econ.C3.B3micafeudal|mansos]]) que se atribuían a los campesinos para que pudieran subsistir. Obligación del señor era protegerles si eran atacados, y mantener el orden y la justicia en el feudo. A cambio, el campesino se convertía en su siervo y pasaba a la doble [[jurisdicción]] del señor feudal: en los términos utilizados en la península Ibérica en la Baja Edad Media, el [[señorío|señorío territorial]], que obligaba al campesino a pagar rentas al noble por el uso de la tierra; y el [[señorío|señorío jurisdiccional]], que convertía al señor feudal en gobernante y juez del territorio en el que vivía el campesino, por lo que obtenía [[renta feudal|rentas feudales]] de muy distinto origen (impuestos, multas, monopolios, etc.). La distinción entre propiedad y jurisdicción no era en el feudalismo algo claro, pues de hecho el mismo concepto de propiedad era confuso, y la jurisdicción, otorgada por el rey como [[merced]], ponía al señor en disposición de obtener sus rentas. No existieron señoríos jurisdiccionales en los que la totalidad de las parcelas pertenecieran como propiedad al señor, siendo muy generalizadas distintas formas de [[alodio]] en los campesinos. En momentos posteriores de despoblamiento y ''refeudalización'', como la [[crisis del siglo XVII]], algunos nobles intentaban que se considerase despoblado completamente de campesinos un señorío para liberarse de todo tipo de cortapisas y convertirlo en ''[[coto redondo]]'' reconvertible para otro uso, como el ganadero.<ref>Voces ''coto redondo'', ''señorío'' y ''serna'', en ''Diccionario Temático'' de la ''Enciclopedia de historia de España'', Miguel Artola (dir.), pgs. 370-371 y 1086-1089</ref>
 
Junto con el feudo, el vasallo recibe los siervos que hay en él, no como [[propiedad]] [[esclavitud|esclavista]], pero tampoco en régimen de libertad; puesto que su condición servil les impide abandonarlo y les obliga a trabajar. Las obligaciones del señor del feudo incluyen el mantenimiento del orden, o sea, la [[jurisdicción]] civil y criminal (''mero e mixto imperio'' en la terminología jurídica reintroducida con el [[Derecho romano|Derecho Romano]] en la Baja Edad Media), lo que daba aún mayores oportunidades para obtener el [[excedente]] productivo que los campesinos pudieran obtener después de las obligaciones de trabajo -corveas o sernas en la reserva señorial- o del pago de renta -en especie o en dinero, de circulación muy escasa en la Alta Edad Media, pero más generalizada en los últimos siglos medievales, según fue dinamizándose la economía-. Como monopolio señorial solían quedar la explotación de los bosques y la caza, los caminos y puentes, los molinos, las tabernas y tiendas. Todo ello eran más oportunidades de obtener más [[renta feudal]], incluidos derechos tradicionales, como el ''ius prime noctis'' o [[derecho de pernada]], que se convirtió en un impuesto por matrimonios, buena muestra de que es en el excedente de donde se extrae la renta feudal de manera extraeconómica (en este caso en la demostración de que una comunidad campesina crece y prospera).
 
==== Los órdenes feudales ====
{{AP|Estamento}}
[[Archivo:Cleric-Knight-Workman.jpg|thumb|left|250px|''Orator, bellator et laborator'' (clérigo, guerrero y labrador); o sea, los tres órdenes medievales. Letra capitular de un manuscrito.]]
Con el tiempo, siguiendo la tendencia marcada desde el [[Bajo Imperio romano|Bajo Imperio Romano]], que se consolidó en la ''época clásica'' del feudalismo y que pervivió durante todo el [[Antiguo Régimen]], se fue conformando una sociedad organizada de manera estamental, en los llamados [[estamento]]s u ''ordines'' (órdenes): [[nobleza]], [[clero]] y [[pueblo llano]] (o [[tercer Estado|tercer estado]]): ''bellatores, oratores y laboratores'' los hombres que guerrean, los que rezan y los que trabajan, según el vocabulario de la época. Los dos primeros son [[privilegio|privilegiadosprivilegiado]]s, es decir, no se les aplica la ley común, sino un fuero propio (por ejemplo, tienen distintas penas para el mismo delito, y su forma de ejecución es diferente) y no pueden trabajar (les están prohibidos los ''[[oficios viles y mecánicos]]''), puesto que esa es la condición de ''no privilegiados''. En época medieval, los órdenes feudales no eran estamentos cerrados y bloqueados, sino que mantenían una permeabilidad que permitía en casos extraordinarios el ascenso social debido al mérito (por ejemplo, a la demostración de un excepcional valor), que eran tan escasos que no se vivían como una amenaza, cosa que sí ocurrió a partir de las grandes convulsiones sociales de los siglos finales de la Baja Edad Media, en que los privilegiados se vieron obligados a institucionalizar su posición procurando cerrar el acceso a sus estamentos de los no privilegiados (en lo que tampoco tuvieron una eficacia total). Completamente impropia sería la comparación con la [[casta (hinduismo)|sociedad de castas de la India]], en que guerreros, sacerdotes, comerciantes, campesinos y ''[[paria]]s'' pertenecían a castas diferentes entendidas como [[linaje]]s desconectados cuya mezcla se prohibía.
 
Las funciones de los órdenes feudales estaban fijadas ideológicamente por el [[agustinismo político]] (''[[La ciudad de Dios|Civitate Dei]]'' -[[426]]-), en búsqueda de una sociedad que, aunque como ''terrena'' no podía dejar de ser corrupta e imperfecta, podía aspirar a ser al menos una sombra de la imagen de una "Ciudad de Dios" perfecta de raíces [[Platón|platónicas]]<ref>Platón, siguiendo un esquema [[tríada|triádico]] de tradición [[lenguas indoeuropeas|indoeuropea]], plantea en sus [[Diálogo platónico|diálogos]] (por ejemplo en ''Fedro'' y en ''República'') una sociedad en la que los trabajadores (representantes de la [[virtudes cardinales|virtud cardinal]] de la [[templanza]]) sostienen a los guerreros que les defienden([[fortaleza]]) y a los filósofos que les gobiernan ([[prudencia]]), y su conjunto en [[armonía]] produce la obtención final de la [[justicia]].</ref> en que todos tuvieran un papel en su protección, su salvación y su mantenimiento. Esta idea fue reformulada y perfilada a lo largo de la Edad Media, sucesivamente por autores como [[Isidoro de Sevilla]] (630), la ''escuela de [[Auxerre]]'' ([[Haimón de Auxerre]] -865- en la abadía borgoñona en la que trabajaban [[Erico de Auxerre]] y su discípulo [[Remigio de Auxerre]], que seguían la tradición de [[Juan Escoto Erígena|Escoto Eriúgena]]), [[Boecio]] (892), [[Wulfstan de York]] (1010), [[Gerardo de Cambrai]] (1024) o [[Adalberón de Laon]]; y utilizada en textos legislativos como la llamada ''Compilación de [[Huesca]]'' de los [[Fueros de Aragón]] ([[Jaime I de Aragón|Jaime I]]), y el [[Siete Partidas|Código de las Siete Partidas]] ([[Alfonso X de Castilla y León|Alfonso X]] ''el Sabio'', 1265).<ref>Véanse los textos citados en '''[[Estamento]]'''. Fuentes: ''De consolatione Philosophiae'', citado por CONSTABLE, G.,''The orders of society. Three Studies in Medieval Religious and Social Thought''. Cambridge, 1995, pp 267 y sigs. ''Institutes of Polity'' ([[1008]]-[[1010]]), citado por NICCOLI, O.. ''I sacerdoti, i guerrieri, i contadini. Storia di un'immagine della società''. Milán, 1979, pg 13. GELABERT GONZÁLEZ, Juan Eloy. ''El control de la economía'', pg. 591, cap. 7 de ''Historia de Europa'', dir ARTOLA, Miguel, Espasa-Calpe, Madrid, 2007. ISBN 978-84-670-2630-6. Sobre el origen de la división entre oratores, bellatores y laboratores (en francés) [http://www.leforumcatholique.org/print.php?num=231028 leforumcatholique]. ''Gesta episcoporum cameracensium'' ([[1024]]). ''Carmine ad Robertum regem'' ([[1027]]-[[1031]]). SERVERAT, Vincent: ''La Pourpre et la glèbe. Rhétorique des états de la société dans l'Espagne médiévale'' (ELLUG : Grenoble, 1997), sobre todo p. 75-124.; mismo autor: ''Sobre algunas tríadas sociales en la Hispania medieval : de Isidoro de Sevilla a Rodrigo Sánchez de Arévalo'', Revista de Literatura Medieval 19 (2007), sobre todo p. 208-218. ALVARADO PLANAS, Javier: ''De la ideología trifuncional a la separación de poderes'' (UNED : Madrid, 1993). Partida 2, título XXI, introducción.</ref>
 
Los ''bellatores'' o guerreros eran la nobleza, cuya función era la protección física, la defensa de todos ante las agresiones e injusticias. Estaba organizada piramidalmente desde el emperador, pasando por los reyes y descendiendo sin solución de continuidad hasta el último escudero, aunque atendiendo a su rango, poder y riqueza puede clasificarse en dos partes diferenciadas: [[alta nobleza]] ([[marqués|marqueses]], [[conde]]s y [[duque]]s) cuyos feudos tienen el tamaño de regiones y provincias (aunque la mayor parte de las veces no en continuidad territorial, sino repartido y difuso, lleno de [[enclave]]s y [[exclave]]s); y la [[baja nobleza]] o [[caballero]]s ([[barón|barones]], [[infanzón|infanzones]]), cuyos feudos son del tamaño de pequeñas comarcas (a escala municipal o inferior a la municipal), o directamente no poseen feudos territoriales, viviendo en los castillos de señores más importantes, o en ciudades o poblaciones en las que no ejercen jurisdicción (aunque sí pueden ejercer su ''regimiento'', es decir, participar en su gobierno municipal en representación del ''estado noble''). A finales de la Edad Media y en la Edad Moderna, cuando la nobleza ya no ejercía su función militar, como era el caso de los [[hidalgo]]s españoles, que aducían sus privilegios estamentales para evitar el pago de impuestos y obtener alguna ventaja social, alardeando de [[ejecutoria]] o de [[escudo (heráldica)|blasón]] y [[casa solariega]], pero que al no disponer de rentas feudales suficientes para mantener la manera de vida nobiliaria, corrían el peligro de perder su condición por contraer un matrimonio desigual o ganarse la vida trabajando:
{{cita|Pues la sangre de los godos,<br />
y el linaje e la nobleza<br />
Línea 282:
que los tienen;<br />
otros que, por non tener,<br />
con oficios non debidos se mantienen.<ref>Copla X de las ''[[Coplas por la muerte de su padre|Coplas a la muerte de su padre]]'' de [[Jorge Manrique]]</ref>}}
 
Además de la legitimación religiosa, a través de la cultura y el arte laicos (la épica de los [[cantar de gesta|cantares de gesta]] y la lírica del [[amor cortés]] de los [[trovadortrovadores]]es [[provenzalprovenzales]]es) se difundía socialmente la legitimación ideológica de la [[forma de vida]], la [[funcionalismo|función social]] y los [[valor (axiología)|valores]] de la nobleza.<ref>[[Arnold Hauser]] ''Historia social de la literatura y el arte''</ref>
 
[[Archivo:Canterbury Cathedral 092 Murder of St Thomas.JPG|thumb|250px|Asesinato de [[Santo Tomás Becket]] ([[1170]]), provocado por el rey de Inglaterra, anteriormente su aliado. [[Vidriera]] de la [[catedral de Canterbury]] (siglo XIII).]]
[[Archivo:Laurens excomunication 1875 orsay.jpg|thumb|250px|Excomunión de [[Roberto II de Francia]] (998), en una recreación de pintura histórica por [[Jean-Paul Laurens]] (1875).]]
Los ''oratores'' o clérigos eran el [[clero]], cuya función era facilitar la salvación espiritual de las almas inmortales: algunos formaban una élite poderosa llamada [[alto clero]] ([[abad]]es, [[obispo]]s), y otros más humildes, el [[bajo clero]] (curas de pueblo o los [[hermano lego|hermanos legos]] de un monasterio). La extensión y organización del [[monacato]] [[orden de San Benito|benedictino]] a través de la [[Orden de Cluny]], estrechamente vinculado a la organización de la red episcopal centralizada y jerarquizada, con cúspide en el [[Papa]] de Roma, estableció la doble pirámide feudal del [[clero#Clero secular|clero secular]], destinado a la administración los de [[sacramento]]s (que controlaban toda la trayectoria vital de la población, desde el nacimiento hasta muerte); y el [[clero#Clero regular|clero regular]], apartado del ''mundo'' y sometido a una [[clero#Clero regular|regla monástica]] (habitualmente la [[regla de San Benito|regla benedictina]]). Los tres [[clero#Los votos mon.C3.A1sticos|votos monásticos]] del clero regular: pobreza, obediencia y castidad; así como el celibato eclesiástico que se fue imponiendo al clero secular, funcionaron como un eficaz mecanismo de vinculación de los dos estamentos privilegiados: los hijos segundones de la nobleza ingresaban en el clero, donde eran mantenidos sin estrecheces gracias a las numerosas fundaciones, donaciones, dotes y mandas testamentarias; pero no disputaban las herencias a sus hermanos, que podían mantener concentrado el patrimonio familiar. Las tierras de la Iglesia quedaban como [[manos muertas]], cuya función era la de garantizar las misas y oraciones previstas por los donadores, de modo que los hijos rezaban por las almas de los padres. Todo el sistema garantizaba el mantenimiento del prestigio social de los privilegiados, asistiendo a misa en lugares destacados mientras vivían y enterrados en lugares preeminentes de iglesias y catedrales cuando morían.<ref>La identificación entre clero y nobleza como privilegiados, y el papel clave de los votos, era evidente en el momento de su supresión durante la Revolución Francesa, y se explicitó en los debates de la Asamblea (decreto del 13 de febrero de 1790), comentados en [http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/derecho/convocacion/convocacion_19.html ''De la convocación a la revolución. La Constitución francesa de 1791''] de Chantal López y Omar Cortés. Lo mismo ocurrió en el caso español: [http://www.iih.unam.mx/moderna/ehmc/ehmc10/125.html Secularización: Estado e iglesia en tiempos de Gómez Farias''], de Anne Staples, Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México, Álvaro Matute (editor), México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, v. 10, 1986, p. 109-123</ref> No faltaron los enfrentamientos: la evidencia de [[simonía]] y [[nicolaísmo]] (nombramientos de cargos eclesiásticos interferidos por las autoridades civiles o su pura compraventa) y la utilización de la principal amenaza religiosa al poder temporal, equivalente a una [[muerte civil]]: la [[excomunión]]. El Papa se atribuía incluso la autoridad de eximir al vasallo de la fidelidad debida a su señor y reivindicarla para sí mismo, lo que fue utilizado en varias ocasiones para la fundación de reinos que pasaban a ser vasallos del Papa (por ejemplo, la independencia que [[Alfonso I de Portugal|Afonso Henriques]] obtuvo para el condado convertido en [[reino de Portugal]] frente al [[reino de León]]).
 
Los ''laboratores'' o trabajadores, eran el pueblo llano, cuya función era el mantenimiento de los cuerpos, la función ideológicamente más baja y humilde -''[[honestiores y humiliores|humilioreshumilior]]es'' eran los cercanos al ''humus'', la tierra, mientras que sus superiores eran ''[[honestiores y humiliores|honestioreshonestior]]es'', los que podían mantener la [[honor|honra]] u honor-.<ref>Etimológicamente ''humilior'' significa ''los más humildes, los más pobres''. ''Humilis, -e Adjetivo. Humilde; pobre.'' [http://lenguayliteraturalatina.blogspot.com/2007/11/breve-vocabulario-latn-castellano-h.html Breve vocabulario latín-castellano: H]. El ''humilior'' es el que se encuentra rebajado en tierra (''ad humun''). Humillarse es rebajarse porque se supone que la tierra es lo más bajo (''infima'') que hay en el mundo. El mismo origen tiene ''humor'' (humildad), según [[Marco Terencio Varrón|Marcus Terentius Varro]], ''De Lingua Latina'', traducción de Manuel Antonio Marcos Casquero, Anthropos 1990
ISBN 84-7658-238-2 [http://books.google.es/books?id=R0ZtTmVphxkC&pg=PA19&lpg=PA19&dq=humilior+humilde&source=web&ots=arsb3o_Frb&sig=JOIzqAS0LChPZN-hC2Nc8-Ebnv4&hl=es&sa=X&oi=book_result&resnum=1&ct=result#PPA19,M1 Pg.19]. ''Honestior'' significa ''los más honestos, los más honrados'': ''Honestior, -ius Adjetivo en grado comparativo de “honestus”. Honestus, -a, -um Adjetivo. Honesto, honrado.'' [http://lenguayliteraturalatina.blogspot.com/2007/11/breve-vocabulario-latn-castellano-h.html Breve vocabulario latín-castellano: H]</ref> Necesariamente los más numerosos, y la inmensa mayoría de ellos dedicados a tareas agrícolas, dado la bajísima [[productividad]] y [[rendimiento|rendimiento agrícola]], propios de la época preindustrial y del muy escaso nivel técnico (de ahí la identificación en castellano de ''laborator'' con [[labrador]]). Por lo común estaban sometidos a los otros estamentos. El pueblo llano estaba compuesto en su gran mayoría por [[campesino]]s, [[siervo]]s de los señores feudales o campesinos libres (''[[villano]]s''), y por [[artesano]]s, que eran escasos y vivían, bien en las aldeas (aquellos de menor especialización, que solían compartir las tareas agrícolas: herreros, talabarteros, alfareros, sastres) o en las pocas y pequeñas ciudades (los de mayor especialización y de productos de necesidad menos apremiante o de demandada de las clases altas: joyeros, orfebres, cereros, toneleros, tejedores, tintoreros). La autosuficiencia de los feudos y los monasterios limitaba su mercado y capacidad de crecer. Los oficios de la construcción ([[cantería]], [[albañilería]], [[carpintería]]) y la misma profesión de [[maestro de obras]] o [[arquitecto]] son una notable excepción: obligados por la naturaleza de su trabajo al desplazamiento al lugar donde se construye el edificio, se transformaron en un gremio nómada que se desplazaba por los caminos europeos comunicándose novedades técnicas u ornamentales transformadas en ''secretos de oficio'', lo que está en el origen de su lejana y mitificada vinculación con la [[sociedad secreta]] de la [[francmasonería|masonería]], que desde su origen los consideró como los primitivos ''masones''.<ref>La novela de [[Ken Follett]] ''Los pilares de la tierra'' refleja ese ambiente.</ref>
 
Las zonas sin dependencia intermedia de señores nobles o eclesiásticos se denominaban [[realengo]] y solían prosperar más, o al menos solían considerar como una desgracia el pasar a depender de un señor, hasta el punto de que en algunas ocasiones conseguían evitarlo con pagos al rey, o se incentivaba la [[presura|repoblación]] de zonas fronterizas o despobladas (como ocurrió en el [[reino de Asturias|reino astur-leonés]] con la [[Desierto del Duero|despoblada Meseta del Duero]]) donde podían aparecer figuras mixtas, como el [[caballero villano]] (que podía mantener con su propia explotación al menos un caballo de guerra y armarse y defenderse a sí mismo) o las [[behetría]]s, que elegían a su propio señor y podían cambiar de uno u a otro si les convenía, o con la oferta de un [[fuero]] o [[carta Puebla|carta puebla]] que otorgaba a un población su propio ''señorío colectivo''. Los privilegios iniciales no fueron suficientes para impedir que con el tiempo la mayor parte de ellos cayeran en la feudalización.
 
Los tres órdenes feudales no eran en la Edad Media aún unos estamentos cerrados: eran consecuencia básica de la estructura social que se había ido creando lenta pero inexorablemente con la [[transición del esclavismo al feudalismo]] desde la [[crisis del siglo III]] (ruralización y formación de latifundios y ''[[villa romana|villae]]'', reformas de [[Diocleciano]], descomposición del Imperio Romano, las invasiones, el establecimiento de los [[reinos germánicos]], instituciones del [[Imperio Carolingio|Imperio carolingio]], descomposición de éste y nueva oleada de invasiones). Los señores feudales eran continuación de las líneas [[clientelar]]es de los condes carolingios, y algunos pueden remontarse a los latifundistas romanos o los séquitos germanos, mientras que el campesinado provenía de los antiguos esclavos o colonos, o de campesinos libres que se vieron forzados a encomendarse, recibiendo a veces una parte de sus antiguas tierras propias en forma de manso "concedido" por el señor. El campesino heredaba su condición servil y su sujeción a la tierra, y rara vez tenía oportunidad de ascender de nivel como no fuera por su fuga a una ciudad o por un hecho todavía más extraordinario: su ennoblecimiento por un destacado hecho de armas o servicio al rey, que en condiciones normales le estaban completamente vedados. Lo mismo puede decirse del artesano o el mercader (que en algunos casos podía acumular fortuna, pero no alterar su origen humilde). El noble lo era generalmente por herencia, aunque en ocasiones podía alguien ennoblecerse como soldado de fortuna, después de una victoriosa carrera de armas (como fue el caso, por ejemplo, de [[Roberto Guiscardo]]). El clero, por su parte, era reclutado por [[cooptación]], con un acceso distinto según el origen social: asegurado para los segundones de las casas nobles y restringido a los niveles inferiores del bajo clero para los del pueblo llano; pero en casos particulares o destacados, el ascenso en la jerarquía eclesiástica estaba abierto al mérito intelectual. Todo esto le daba al sistema feudal una extraordinaria estabilidad, en donde había "un lugar para cada hombre, y cada hombre en su lugar", al tiempo que una extraordinaria flexibilidad, porque permitía al poder político y económico atomizarse a través de toda Europa, desde [[España]] hasta [[Polonia]].
 
=== El año mil ===
El legendario [[1000|año mil]], final del [[i milenio|primer milenio]], que se utiliza convencionalmente para el paso de la Alta a la Baja Edad Media, en realidad tan solo es una cifra redonda para el cómputo de la [[después de Cristo|era cristiana]], que no era de universal utilización: los musulmanes utilizaban su propio [[calendario musulmán|calendario islámico]] lunar que comienza en la [[Hégira]] ([[622]]); en algunas partes de la Cristiandad se utilizaban eras locales (como la [[era Hispánica|era hispánica]], que cuenta desde el {{aC|38}}). Pero ciertamente, el [[milenarismo]] y los pronósticos del [[fin del mundo|final de los tiempos]] estaban presentes; incluso el propio papa durante el cambio de milenio [[Silvestre II]], el francés Gerberto de Aurillac, interesado en todo tipo de conocimientos, se ganó una reputación esotérica.<ref>Pierre Riché, ''Gerbert d'Aurillac, le pape de l'an mil'', Paris, 1987.
{{cita libro
|id = ISBN 978-84-86763-45-9
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</ref> La astrología siempre pudo encontrar fenómenos celestes extraordinarios en los que apoyar su prestigio (como los [[eclipse]]s), pero ciertamente otros eventos de la época estuvieron entre los más espectaculares de la historia: el [[cometa Halley]], que se acerca a la Tierra periódicamente cada ocho décadas, alcanzó su brillo máximo en la visita de 837,<ref>{{Cita web|título=Great Comets in History|autor=Donald K. Yeomans|obra=Jet Propulsion Laboratory|url=http://ssd.jpl.nasa.gov/?great_comets|año=1998|fechaacceso=2007-03-15}}</ref> despidió el primer milenio en 989 y llegó a tiempo de la [[batalla de Hastings]] en 1066; mucho más visibles aún, las [[supernova]]s [[SN 1006]] y [[SN 1054]], que reciben el número del año en que se registraron, fueron más detalladamente reflejadas en fuentes chinas, árabes e incluso indoamericanas que en las escasas europeas (a pesar de que la de 1054 coincidió con la [[batalla de Atapuerca]]).
 
Todo el [[siglo X]], más bien por las condiciones reales que por las imaginarias, puede considerarse parte de una época oscura, pesimista, insegura y presidida por el [[miedo]] a todo tipo de [[peligro]]s, reales e imaginarios, naturales y sobrenaturales: miedo al mar, miedo al bosque, miedo a las [[brujería|brujasbruja]]s y los [[demonio]]s y a todo lo que, sin entrar dentro de lo sobrenatural cristiano, quedaba relegado a lo inexplicable y al concepto de lo ''[[maravilloso]]'', atribuido a seres de dudosa o quizá posible existencia ([[dragón|dragones]], [[duende]]s, [[hada]]s, [[unicornio]]s). El hecho no tenía nada de único: mil años más tarde, el [[siglo XX]] hizo nacer miedos comparables: al [[guerra nuclear|holocausto nuclear]], al [[cambio climático]] (versiones contemporáneas del ''[[fin del mundo]]''); al [[comunismo]] (la ''[[caza de brujas]]'' con la que se identificó al [[macarthismo]]), a la [[libertad]] (''Miedo a la Libertad'' es la base del [[fascismo]] en la interpretación de [[Erich Fromm]]), comparación que ha sido puesta de manifiesto por los historiadores<ref>Le Goff, ''op. cit.'', especialmente pg. 20 y capítulo 7 ''El imaginario religioso de la Edad Media. Ángeles y demonios, santas y santos, lo maravilloso, dragones y hadas'', pgs. 95-105</ref> e interpretada por los sociólogos (''[[Sociedad del riesgo]]'' de [[Ulrich Beck]]).
 
{{cita|La Edad Media cree firmemente que todas las cosas en el universo tienen un significado sobrenatural, y que el mundo es como un libro escrito por la mano de Dios. Todos los animales tienen un significado moral o místico, al igual que todas las piedras y todas las hierbas (y esto es lo que explican los bestiarios, los lapidarios y los herbarios). Se llega así a atribuir significados positivos o negativos también a los colores... Para el simbolismo medieval una cosa puede tener incluso dos significados opuestos según el contexto en el que se contempla (de ahí que el león a veces simbolice a Jesucristo y a veces al demonio).<ref>[[Umberto Eco]] (2004) ''Historia de la Belleza'', Barcelona:Lumen, ISBN 84-264-1468-0, pg. 121</ref>}}
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==== La coyuntura del año mil ====
 
En la [[coyuntura]] histórica del año mil, las estructuras políticas más fuertes del periodo anterior se estaban demostrando muy débiles: el Islam se descompuso en [[califacalifato]]toss (Bagdad, El Cairo y Córdoba), que para el año 1000 se estaban demostrando incapaces de contener a los reinos cristianos en la [[península Ibérica]] (fracaso final de [[Almanzor]]) y al Imperio Bizantino en el Mediterráneo Oriental. También sufre la expansión bizantina el [[Imperio Búlgaro]], que queda destruido. Los particularismos nacionales francés, polaco y húngaro dibujan fronteras protonacionales que, curiosamente, son muy similares a las del año 2000. En cambio, el Imperio carolingio se había disuelto en principados feudales ingobernables, que los [[Otón I de Alemania|Otónidas]] se proponían incluir en una segunda ''[[Restauratio Imperii]]'' ([[Otón I de Alemania|Otón I]], en el [[962]]), esta vez sobre bases germanas.<ref>Georges Duby (1987) ''Atlas histórico mundial'', Madrid: Debate, ISBN 84-7444-349-0</ref>
 
=== La persistencia del miedo y la función de la risa ===
{{cita|''Nel mezzo del cammin di nostra vita<br />mi ritrovai per una selva oscura<br />chè la diritta via era smarrita.''|col2=En el medio del camino de nuestra vida<br />me encontraba en un bosque oscuro<br />porque el recto camino había extraviado.|[[Dante Alighieri|Dante]], [[La Divina Comedia|Divina Comedia]]}}
[[Archivo:Flagellants.png|thumb|200px|right|Disciplinantes o flagelantes en un grabado del siglo XV. ''[[Penitenciagite]]'' (haced penitencia) ''Hay que castigar el cuerpo para salvar el alma''. El [[ascetismo]] ve en la [[mortificación]] un camino para superar las ''tentaciones de la [[carne (teología)|carne]]'' y obtener méritos en vida para la redención de la [[culpa]] por los [[pecado]]s.]]
 
Los miedos y la inseguridad no acabaron con el año mil, ni tampoco hubo que esperar para volver a encontrarlos a la terrible [[Peste negra|Peste Negra]] y a los [[movimiento de los Flagelantes|flagelantes]] del siglo XIV. Incluso en el ''óptimo medieval'' del expansivo siglo XIII lo más habitual era encontrar textos como el de Dante, o como éstos:
 
[[Dies irae|Este himno]] de autor desconocido, atribuido a muy diversos personajes (el papa Gregorio -que pudiera ser [[Gregorio Magno]], a quien también se atribuye el [[canto gregoriano]], u otro de los de ese nombre-, al fundador del Cister [[Bernardo de Claraval|San Bernardo de Claraval]], a los monjes dominicos [[Umbertus]] y [[Frangipani]] y al franciscano [[Tomás de Celano]]) e incorporado a la liturgia de la [[misa]]:
{{cita|<br />
:''Dies iræ, dies illa,''
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|''Fortuna imperatrix mundi'': Fortuna emperatriz del mundo (''[[Carmina Burana]]'')}}
 
Lo sobrenatural estaba presente en la vida cotidiana de todos como un constante recordatorio de la brevedad de la vida y la inminencia de la muerte, cuyo radical igualitarismo se aplicaba, en contrapunto con la desigualdad de las condiciones, como un cohesionador social, al igual que la promesa de la vida eterna. La imaginación se excitaba con las imágenes más morbosas de lo que ocurriría en el [[juicio Final|juicio final]], los tormentos del infierno y de los méritos que los santos habían obtenido con su vida ascética y sus martirios (que bien administrados por la Iglesia podían ahorrar las penas temporales del [[purgatorio]]). Esto no sólo operaba en los amedrentados iletrados que únicamente disponían del ''evangelio en piedra'' de las iglesias; la mayor parte de los lectores cultos daban todo crédito a las escenas truculentas que llenaban los [[martirologio]]s y a las inverosímiles historias de la ''[[La leyenda dorada|Leyenda Áurea]]'' de [[Santiago de la Vorágine|Jacopo da Vorágine]].
 
El miedo era inherente a la violencia estructural permanente del feudalismo, que aunque se encauzara por mecanismos aceptables socialmente y estableciera un orden estamental teóricamente perfecto, era un permanente recuerdo de la posibilidad de subversión del orden, periódicamente renovado con guerras, invasiones y sublevaciones internas. En particular, las ''sátiras contra el rústico'' eran manifestaciones de la mezcla de desprecio y desconfianza con que clérigos y nobles veían al siervo, reducido a un monstruo deforme, ignorante y violento, capaz de las mayores atrocidades, sobre todo cuando se agrupaba.<ref>''Sátiras contra el rústico y fiestas carnavalescas'', en [[Umberto Eco]] (2007) ''Historia de la Fealdad'', Barcelona: Lumen ISBN 978-84-264-1634-6, pgs. 137.</ref>
 
{{cita|''A furia rusticorum libera nos, Domine''|col2=De la furia de los campesinos, líbranos Señor.|Adición a la liturgia eclesiástica de la [[Letanía de los santos|Letanía de los Santos]].<ref>Citado por E. Pablo Molina [http://www.elhilodeariadna.org/articulos/volumen9/art03_letras_completo.asp ''El latido impetuoso de la letra. Violencia y Literatura en algunos textos hispanoamericanos'']</ref>}}
 
Pero al mismo tiempo, se sostenía, como parte esencial del edificio ideológico (era la justificación de la [[elección papal]]) que la voz del pueblo era la voz de Dios (''Vox populi, vox Dei''). El espíritu medieval debía asumir la contradicción de impulsar manifestaciones públicas de piedad y devoción y al tiempo permitir generosas concesiones al [[pecado]]. Los [[carnavalcarnavales]]es y otras parodias grotescas (la [[fiesta del asno]] o el ''[[charivari]]'') permitían todo tipo de licencias, incluso la [[blasfemia]] y la burla a lo sagrado, invirtiendo las jerarquías (se elegían ''reyes de los tontos'' ''[[Niño obispo|niños obispos]]'' u ''obispos de la fiesta'') haciendo triunfar todo lo que el resto del año estaba prohibido, era considerado feo, desagradable o daba miedo, como reacción saludable al terror cotidiano al más allá y garantía de que, pasados los excesos de la fiesta, se volvería dócilmente al trabajo y la obediencia. ''Seriedad y tristeza eran prerrogativas de quien practicaba un sagrado optimismo (hay que sufrir pues luego nos aguarda la vida eterna), mientras que la risa era la medicina del que vivía con pesimismo una vida miserable y difícil''.<ref>Umberto Eco, ''op. cit.'' pg. 137 y 140.</ref> Frente al mayor rigorismo del cristianismo primitivo, los teólogos medievales especulaban sobre si Cristo rió o no (la ''[[Epístola de Léntulo]]'', uno de los [[evangelio apócrifo|evangelios apócrifos]] sostenía que no; mientras que algunos padres de la iglesia defendían el ''derecho a una santa alegría''), lo que justificaba textos cómicos eclesiásticos, como la ''Coena Cypriani'' y la ''Joca monachorum''.<ref>Umberto Eco ''op. cit.'', pg. 135. El tema de la risa en la Edad Media ha sido tratado también por Eco en su novela ''[[El nombre de la rosa]]''.</ref>
 
== Baja Edad Media (siglos XI al XV) ==
{{AP|Baja Edad Media}}
[[Archivo:Les Très Riches Heures du duc de Berry juin.jpg|thumb|left|250px|Faenas agrícolas del mes de junio, ilustración de [[Las muy ricas horas del Duque de Berry]] (1411-1416). Fenómenos tradicionales y de [[larga duración]], como la necesidad de [[muralla]]s, lo rudimentario de las técnicas y la explotación de los campesinos se contraponen a fenómenos nuevos y dinámicos, como el crecimiento de la ciudad y su atrevida arquitectura, que no obstante se siguen basando en la extracción y distribución del excedente productivo del campo. Aún queda mucho para culminar la [[transición del feudalismo al capitalismo]].]]
La ''Baja Edad Media'' es un término que a veces produce confusión, pues procede de un equívoco etimológico entre alemán y castellano: ''baja'' no significa ''decadente'', sino ''reciente''; por oposición al ''alta'' de la ''Alta Edad Media'', que significa ''antigua'' (en [[Idioma alemán|alemán]] ''alt'': viejo, antiguo). No obstante, es cierto que desde alguna perspectiva historiográfica puede verse al conjunto del periodo medieval como el ciclo de nacimiento, desarrollo, auge e inevitable caída de una civilización, modelo interpretativo que inició [[Edward Gibbon|Gibbon]] para el Imperio Romano (donde es más obvia la oposición entre [[Alto Imperio]] y [[Bajo Imperio romano|Bajo Imperio]]) y que se ha aplicado con mayor o menor fortuna a otros contextos históricos y artísticos.<ref>Basándose en una teoría de [[Eugenio d'Ors i Rovira|Eugenio D'Ors]] se ha aplicado esta idea a los periodos del [[Arte de la Antigua Grecia|Arte griego]]: constructivo=arcaico, pleno=clásico y decadentes=helenístico; y veía paralelismos en el [[Renacimiento]]: [[Quattrocento]]-[[Cinquecento]]-[[Manierismo]]; o en otros periodos: [[Barroco]] [[claroscuro|tenebrista]]-[[Barroco triunfante]]-[[Rococó]]; [[Neoclasicismo]]-[[Romanticismo]].</ref> Así se entiende que se asigne el nombre de ''Plenitud de la Edad Media'' al periodo de la [[Historia de Europa]] que ocupa los siglos XI al XIII. Esa ''Plena Edad Media'' terminaría en la [[crisis del siglo XIV]] o [[crisis del siglo XIV|crisis de la Edad Media]], en la que sí se pueden apreciar procesos decadentes, y es habitual calificarla de ''ocaso'' u ''otoño''. No obstante, los últimos siglos medievales están llenos de hechos y procesos dinámicos, con enormes repercusiones y proyecciones en el futuro, aunque lógicamente son los hechos y procesos que pueden entenderse como "nuevos", que prefiguran los nuevos tiempos de la modernidad. Al mismo tiempo, los hechos, procesos, agentes sociales, instituciones y valores caracterizados como medievales han entrado claramente en decadencia; sobreviven, y sobrevivirán por siglos, en buena medida gracias a su ''institucionalización'' (por ejemplo, el cierre de los [[estamento]]s privilegiados o la adopción del [[mayorazgo]]), lo que no deja de ser un síntoma de que es entonces, y no antes, que se consideró necesario defenderlos tanto.
 
=== La Plena Edad Media (siglos XI al XIII) ===
{{AP|Plena Edad Media}}
 
La justificación de esa denominación es lo excepcional del [[desarrollo]] demográfico, económico, social y cultural de [[Europa]] que tiene lugar en ese periodo de tiempo, coincidente con un [[clima]] bonancible (se ha hablado del "[[período cálido medieval|óptimo medieval]]") que permitía cultivar [[vitis|videsvid]]es en [[Inglaterra]].
 
El simbólico [[1000|año mil]] (cuyos terrores [[milenarismo|milenaristas]] son un mito historiográfico frecuentemente exagerado) no significa nada por sí mismo, pero a partir de entonces se da por terminada la Edad Oscura de las invasiones de la [[Alta Edad Media]]: [[Magiares|húngaros]] y [[normandosnormando]]s están ya asentados e integrados en la [[cristiandad]] latina. La Europa de la '''Plena Edad Media''' es expansiva también en el terreno militar: las [[cruzadas]] en el [[Oriente Próximo|Próximo Oriente]], la dominación [[Anjou|angevina]] de [[Sicilia]] y el avance de los reinos cristianos en la [[península Ibérica]] (desaparecido el [[Califato de Córdoba]]) amenazan con reducir el espacio islámico a la ribera sur de la [[cuenca del Mediterráneo]] y el interior de [[Asia]].
 
El [[economía feudal|modo de producción feudal]] se desarrolla sin encontrar de momento límites a su extensión (como ocurrirá con la [[crisis del siglo XIV]]). La [[renta feudal]] se distribuye por los [[señorío|señores]] fuera del campo, donde se origina: las [[ciudad]]es y la [[burguesía]] crecen con el aumento de la demanda de productos artesanales y del comercio a larga distancia, nacen y se desarrollan las [[feria]]s, las [[ruta]]s comerciales terrestres y marítimas e instituciones como la [[Liga Hanseática|Hansa]]. Europa Central y Septentrional entran en el corazón de la civilización Occidental. El [[Imperio bizantino|Imperio Bizantino]] se mantiene entre el islam y los cruzados, extendida su influencia cultural por los Balcanes y las estepas rusas donde se resiste el empuje [[Mongol (etnia)|mongol]].
 
El arte [[arte románico|románico]] y el primer [[arte gótico|gótico]] son protegidos por las [[orden religiosa católica|órdenes religiosas]] y el [[clero#Clero secular|clero secular]]. [[Orden de Cluny|Cluny]] y el [[Orden del Císter|Císter]] llenan Europa de [[monasterio]]s. El [[camino de Santiago]] articula la península Ibérica con Europa. Nacen las [[Universidad]]es ([[Bolonia]], [[La Sorbona|Sorbona]], [[Oxford]], [[Cambridge]], [[Salamanca (España)|Salamanca]], [[Coímbra]]). La [[escolástica]] llega a su cumbre con [[Tomás de Aquino]], tras recibir la influencia de las traducciones del árabe ([[averroísmo]]). El [[derecho romano]] empieza a influir en los reyes que se ven a sí mismos como ''emperadores en su reino''.
 
Los conflictos crecen a la par que la sociedad: [[herejía]]s, [[revuelta|revueltas campesinas]] y [[revueltarevueltas urbanas|urbanas]], la salvaje [[represión]] de todas ellas y las no menos salvajes [[guerra]]s feudales son constantes.
 
==== La expansión del sistema feudal ====
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===== Dinamismo interno: económico, social, tecnológico e intelectual =====
[[Archivo:8-alimenti, latte, Taccuino Sanitatis, Casanatense 4182..jpg|thumb|300px|Un campesino ordeña una oveja, mientras en la cabaña un niño come ante una mesa (los muebles no eran muy habituales en las casas de los pobres). Ilustración del siglo XIV de ''[[Tacuinum sanitatis]]'', un tratado médico árabe de [[Ibn Butlan]] que se tradujo al latín y tuvo una gran difusión por Europa Occidental en la Baja Edad Media, como otras obras de origen similar.]]
Lejos de ser un sistema social anquilosado (el cierre del acceso a los [[estamento]]s es un proceso que se produce como reacción conservadora de los [[privilegio|privilegiadosprivilegiado]]s, tras la crisis final de la Edad Media, ya en el [[Antiguo Régimen]]), el feudalismo medieval demostró suficiente flexibilidad como para permitir el desarrollo de dos procesos, que se retroalimentaron mutuamente favoreciendo una rápida expansión. Por una parte, el asignar un lugar a cada persona dentro del sistema, permitió la expulsión de todos aquellos para quienes no había lugar, enviándolos como colonos y aventureros militares a tierras no ganadas para la Cristiandad Occidental, expandiendo así brutalmente sus límites. Por la otra, el asegurar un cierto orden y estabilidad social para el mundo agrario tras el fin del periodo de las invasiones; aunque ni mucho menos se acabaron las guerras -consustanciales al sistema feudal- el nivel habitual de violencia en periodos bélicos tendía a controlarse por las propias instituciones -[[honor|código de honor]], [[paz y tregua de Dios|tregua de Dios]], acogimiento a [[sagrado]]- y en periodos ''normales'' tendía a [[rito|ritualizarse]] -[[desafío]]s, [[duelo]]s, [[riepto]]s, [[justa]]s, [[torneo]]s, [[paso honroso]]-, aunque no desaparecía ni en las relaciones internacionales ni dentro de los reinos, con unas ciudades que basaban su seguridad y ''[[pax urbana]]'' en sus fuertes murallas, sus toques de queda y su expeditiva justicia, y unos inseguros campos en los que [[señorío|señores de horca y cuchillo]] imponían sus prerrogativas e incluso abusaban de ellas ([[malhechores feudales]]), no sin encontrar la resistencia antiseñorial de los siervos,<ref>Salustiano Moreta (1978) ''Malhechores feudales. Violencia, antagonismos y alianzas de clases en Castilla, siglos XIII-XIV'' Madrid : Catedra, ISBN 84-376-0129-0. Una selección del texto en [http://www.geocities.com/urunuela23/moreta/moreta.htm ''Señores contra labradores: el malhechor-feudal en la literatura'']. [http://www.artehistoria.jcyl.es/histesp/contextos/6206.htm ''El ascenso de la nobleza. Resistencia antiseñorial.''] en Artehistoria. También desarrolla la idea Duby, ''op. cit.''</ref> a veces mitificada ([[Robin Hood]]). A diferencia del [[modo de producción esclavista]] (y del [[modo de producción capitalista]]), el [[economía feudal|modo de producción feudal]] ponía en el productor -campesino- el interés en el aumento de la producción, puesto que se beneficiaba directamente de él: si la cosecha es mala, no por ello no paga renta, si la cosecha es buena, se beneficia de esa ventaja. Es por ello que el sistema por sí sólo estimula el trabajo y la incorporación de lo que la experiencia demuestre como buenas prácticas agrícolas, incluso la incorporación de nuevas técnicas que mejoren el [[rendimiento|rendimiento de la tierra]]. Si el aumento de la producción es permanente y no coyuntural (una sola buena cosecha por causas climáticas), quien empezará a recibir estímulos será el señor feudal, que detectará ese aumento de los excedentes cuya extracción es la base de su renta feudal (mayor uso del molino, mayor circulación por los caminos y puentes, mayor consumo en tiendas y tabernas; de todos los cuales cobra impuestos o aspirará a hacerlo), incluso se verá impulsado a subir la renta. Cuando lo que ocurre es que los campesinos, empujados por el aumento de sus familias, presionan los límites de los mansos [[roturación|roturando]] tierras antes incultas ([[erial]]es, [[pasto]]s, [[bosque]]s, [[humedal]]es desecables), el señor podrá imponer nuevas condiciones, e incluso impedirlo, porque forman parte de su reserva o de sus usos monopolísticos (caza, alimento de sus caballos).
 
[[Archivo:Sg fexx 20.JPG|thumb|300px|Caballos de tiro equipados con [[collera]]s para permitir el aprovechamiento eficaz de su fuerza. La fotografía es actual, pero la tecnología empleada es similar a la mejorada en la Edad Media.]]
 
Esa dinámica ''[[lucha de clases]]'' entre siervos y señores dinamizaba la economía y hacía posible el inicio de una concentración de riquezas acumuladas a partir de las rentas agrícolas; pero nunca de manera comparable a la [[acumulación del capital|acumulación de capital]] propia del capitalismo, pues no se hacía con ellas [[inversión]] productiva (como hubiera ocurrido de disponer los campesinos del uso del excedente), sino [[atesoramiento]] en manos de nobleza y clero. Tal cosa, en última instancia, a través de los programas de construcción (castillos, monasterios, iglesias, catedrales, palacios) y el [[bien suntuario|gasto suntuario]] en productos de lujo -[[equus caballus|caballos]], [[armaarmas]]s sofisticadas, [[joyajoyas]]s, [[obra de arte|obras de arte]], [[tela]]s de calidad, [[tinte]]s, [[sedasedas]]s, [[tapiz|tapices]], [[especiaespecias]]s- no pudo dejar de estimular el rudimentario [[comercio a larga distancia]], la circulación monetaria y la vida urbana; en definitiva, el resurgimiento económico de Europa Occidental. Irónicamente, ambos procesos terminarían por minar las bases del feudalismo, y llevarlo hacia su destrucción.<ref>Si las ciudades y la burguesía son una contradicción inherente al sistema feudal en su dinamismo, o algo extraño y externo al modo de producción feudal, es un debate clásico de la historiografía materialista, expuesto en Rodney Hilton, ''op. cit.''. Una visión irónica de esta dinámica se encuentra en la parodia de estudio de economía histórica ''El papel de las especias (y de la pimienta en particular) en el desarrollo económico de la Edad Media'', en ''Allegro ma non troppo'', de [[Carlo Maria Cipolla|Carlo Cipolla]] (1988, ed. española de 1991), Barcelona:Crítica Drakontos ISBN 84-7423-509-X</ref> No obstante, no hay que imaginar que se produjo nada parecido a la [[revolución agrícola]] previa a la [[revolución industrial]]: el hecho de que ni campesinos ni señores pudieran convertir en capital el excedente (unos porque se lo extraían y otros porque su posición social era incompatible con las actividades económicas) hacía lenta y costosa cualquier innovación, además del hecho de que cualquier innovación chocaba con [[prejuicio]]s ideológicos y una [[mentalidades|mentalidad]] fuertemente [[tradicionalismo|tradicionalista]], ambas cosas propias de la [[sociedad preindustrial]]. Sólo en el transcurso de siglos, y debido al ensayo y error del buen hacer artesanal de anónimos [[herrero]]s y [[guarnicionería|talabarterostalabartero]]s sin ningún tipo de conexión con la investigación científica, se produjo la incorporación de escasas pero decisivas mejoras técnicas como la [[collera]] (que posibilita el aprovechamiento eficaz de la fuerza de los [[caballo de tiro|caballos de tiro]], que empiezan a sustituir a los [[buey]]es) o el [[arado]] de [[vertedera]] (que sustituye al [[arado romano]] en las tierras húmedas y pesadas del norte de Europa, no así en las secas y ligeras del sur). El [[barbecho]] de ''año y vez'' siguió siendo el método de cultivo más utilizado; la rotación de cultivos era desconocida, el abonado era un recurso excepcional, dada la escasez de animales, cuyo estiércol era el único abono disponible; el regadío estaba limitado a algunas de las zonas mediterráneas de cultura islámica; se escatimaba la utilización de hierro en herramientas y aperos de labranza, dado su coste inasumible por los campesinos; el nivel técnico, en general, era precario. El [[molino#Molinos de viento|molino de viento]] fue una transferencia tecnológica que, como tantas otras en otros campos (pólvora, papel, brújula, grabado), provenía de Asia. Aun con su alcance limitado, el conjunto de innovaciones y cambios se concentró especialmente en un periodo que algunos historiadores han venido en llamar el "Renacimiento" del siglo XII o la [[Revolución del siglo XII]], momento en el que el dinamismo económico y social, a partir del motor principal, que es el campo, produce el despertar de un mundo urbano hasta entonces marginal en Europa Occidental, y el surgimiento de fenómenos intelectuales como la [[universidad medieval europea|universidad medieval]] y la [[escolástica]].
{{AP|Revolución del siglo XII}}
===== La universidad =====
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Siguiendo el precedente de la organización carolingia de las escuelas palatinas, catedralicias y monásticas (debida a [[Alcuino de York]] -[[787]]-), más que el de otras instituciones semejantes existentes en el mundo islámico,<ref>A partir del siglo IX las ''Bimaristan'' entregaban diplomaturas de medicina a estudiantes que realizaban prácticas hospitalarias para ejercer profesionalmente como médicos. [[John Bagot Glubb]] [http://www.cyberistan.org/islamic/quote2.html ''Quotations on Islamic Civilization'']:
{{cita|En tiempos de [[Mamun]], las escuelas de medicina fueron extremadamente activas en [[Bagdad]]. El primer hospital público gratuito fue abierto en Bagdad durante el califato de [[Harún al-Rashid|Harun Al-Rashid]]. Al desarrollarse este sistema, médicos y [[cirujano]]s fueron requeridos para impartir lecciones en la escuela de médicos, y entregaban diplomas a aquellos a los que consideraban cualificados para practicar la medicina. El primer hospital en Egipto fue abierto en 872, y a partir de entonces saltaron a todo lo largo y ancho del Imperio, desde Al-Andalus hasta Persia.}}
La [[Universidad de Al Karaouine]] ([[Fez]], Marruecos, 859) es considerada la más antigua del mundo (''The Guinness Book Of Records'', Published 1998, ISBN 0-553-57895-2, P.242). La primera universidad completa sería la [[Universidad de al-Azhar|Universidad Al-Azhar]] ([[El Cairo]], Egipto, siglo X), que ofrecía una amplia variedad de graduaciones académicas, incluyendo estudios de post-grado.</ref> las primeras universidades de la Europa cristiana fueron fundadas para el estudio del [[derecho]], la [[medicina]] y la [[teología]]. La parte central de la enseñanza envolvía el estudio de las artes preparatorias (denominadas [[artes liberales]] por cuanto eran mentales o espirituales y ''liberaban'' del trabajo manual propio de las [[artesanía]]s, consideradas [[oficios viles y mecánicos]]); estas artes liberales eran el ''[[trivium]]'' ([[gramática]], [[retórica]] y [[lógica]]) y el ''[[quadrivium]]'' ([[aritmética]], [[geometría]], [[música]] y [[astronomía]]). Después, el alumno entraba en contacto con estudios más específicos. Además de centros de enseñanza, eran también el lugar de investigación y producción del saber, y foco de vigorosos debates y polémicas, lo que a veces requirió incluso las intervenciones del poder civil y eclesiástico, a pesar de los [[fuero]]s de los que estaban dotadas y que las convertían en instituciones independientes, bien dotadas económicamente con una base patrimonial de tierras y edificios. La transformación cultural generada por las universidades ha sido resumida de este modo: ''En 1100, la escuela seguía al maestro; en 1200, el maestro seguía a la escuela.''<ref>[[Charles H. Haskins|HASKINS, Charles H.]], ''Rennaisance of the twelfth Century'', 1927, p. 358</ref> Las más prestigiosas recibían el nombre de ''[[Studium Generale]]'', y su fama se extendía por toda Europa, requiriendo la presencia de sus maestros, o al menos la comunicación epistolar, lo que inició un fecundo intercambio intelectual facilitado por el uso común de la lengua culta, el latín.
 
Entre 1200 y 1400 fueron fundadas en Europa 52 universidades; 29 de ellas de fundación papal, las demás de fundación imperial o real. La primera fue posiblemente [[Universidad de Bolonia|Bolonia]] (especializada en Derecho, 1088), a la que siguió [[Universidad de Oxford|Oxford]] (antes de 1096), de la que se escindió su rival [[Universidad de Cambridge|Cambridge]] (1209), [[Universidad de París|París]], de mediados del siglo XII (uno de cuyos colegios fue [[la Sorbona]], 1275), [[Universidad de Salamanca|Salamanca]] (1218, precedida por el ''[[Universidad de Palencia (histórica)|Estudio General de Palencia]]'' de 1208), [[Universidad de Padua|Padua]] (1222), [[Universidad de Nápoles|Nápoles]] (1224), [[Universidad de Coímbra|Coímbra]] (1308, trasladada desde el ''Estudio General de Lisboa'' de 1290), [[Universidad de Alcalá de Henares (histórica)|Alcalá de Henares]] (1293, refundada por el [[Francisco Jiménez de Cisneros|Cardenal Cisneros]] en 1499), ''[[Universidad de La Sapienza|la Sapienza]]'' (Roma, 1303), [[Universidad de Valladolid|Valladolid]] (1346), la [[Universidad Carolina]] ([[Praga]], 1348), la [[Universidad Jagellónica]] ([[Cracovia]], 1363), [[Universidad de Viena|Viena]] (1365), [[Universidad de Heidelberg|Heidelberg]] (1386), [[Universidad de Colonia|Colonia]] (1368) y, ya al final del periodo medieval, [[Universidad Católica de Lovaina|Lovaina]] (1425), [[Universidad de Barcelona|Barcelona]] (1450), [[Universidad de Basilea|Basilea]] (1460) y [[Universidad de Uppsala|Uppsala]] (1477). En medicina gozaba de un gran prestigio la [[Escuela Médica Salernitana]], con raíces árabes, que provenía del siglo IX; y en 1220 empezó a rivalizar con ella la [[Facultad de Medicina de Montpellier]].
 
{{VT|Universidad}}
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===== La escolástica =====
{{AP|Escolástica}}
La [[escolástica]] fue la corriente teológico-filosófica dominante del pensamiento medieval, tras la [[patrística]] de la Antigüedad tardía, y se basó en la coordinación de [[fe]] y [[razón (filosofía)|razón]] (en principio la identificación de ambas), que en cualquier caso siempre suponía la clara sumisión de la [[razón]] a la [[fe]] (''[[Philosophia ancilla theologiae]]'' -la [[filosofía]] es esclava de la [[teología]]-). Pero también es un [[método]] de trabajo intelectual: todo pensamiento debía someterse al [[principio de autoridad]] (''[[Magister dixit]]'' -lo dijo el Maestro-), y la enseñanza se podía limitar en principio a la repetición o [[glosa]] de los textos antiguos, y sobre todo de la [[Biblia]], la principal fuente de conocimiento, pues representa la [[Revelación divina]]; a pesar de todo ello, la escolástica incentivó la especulación y el razonamiento, pues suponía someterse a un rígido armazón lógico y una estructura esquemática del discurso que debía exponerse a refutaciones y preparar defensas. Desde el comienzo del siglo IX al fin del XII los debates se centraron en la [[problema de los universales|cuestión de los universales]], que opone a los [[Realismo filosófico|realistas]] encabezados por [[Guillermo de Champeaux]], a los [[nominalismo|nominalistas]] representados por [[Roscelino de Compiègne|Roscelino]] y a los [[Conceptualismo|conceptualistas]] ([[Pedro Abelardo]]). En el siglo XII tiene lugar la recepción de textos de [[Aristóteles]] antes desconocidos en Occidente, primero indirectamente a través de los filósofos judíos y árabes, especialmente [[Avicena]] y [[Averroes]], pero en seguida directamente traducido del griego al latín por san [[Alberto Magno]] y por [[Guillermo de Moerbeke]], secretario de santo [[Tomás de Aquino]], verdadera cumbre del pensamiento medieval y elevado al rango de ''[[Doctores de la Iglesia|Doctor de la Iglesia]]''. El apogeo de la escolástica coincide con el siglo XIII, en que se fundan las [[universidad]]es y surgen las [[orden mendicante|órdenes mendicantes]]: [[dominicosdominico]]s (que siguieron una tendencia [[aristótelesaristotelismo|aristotélica]] -los anteriormente citados-) y [[orden Franciscana|franciscanosfranciscano]]s (caracterizados por el [[platonismo]] y la tradición [[patrística]] -[[Alejandro de Hales]] o san [[Buenaventura de Fidanza|Buenaventura]]-). Ambas órdenes coparán las cátedras y la vida de los colegios universitarios, y de ellas procederán la mayoría de los teólogos y filósofos de la época.
 
El siglo XIV representará la crisis de la escolástica a través de dos franciscanos británicos: el ''doctor subtilis'' [[Juan Duns Scoto|Duns Scoto]] y [[Guillermo de Ockham|Guillermo de Occam]]. Precedente de ambos sería la [[Escuela de Oxford]] ([[Roberto Grosseteste|Robert Grosseteste]] y [[Roger Bacon]]) centrada en el estudio de la [[naturaleza]], defendiendo la posibilidad de una [[ciencia]] experimental apoyada en la [[matemáticas|matemática]], contra el [[tomás de Aquino|tomismo]] dominante. La polémica de los universales se terminó decantando por los nominalistas, lo que dejaba un espacio a la filosofía más allá de la teología.
 
[[Archivo:God the Geometer.jpg|thumb|200px|Los intelectuales medievales buscaban entender los principios geométricos y armónicos con los que Dios habría creado el Universo. El [[compás (herramienta)|compás]] en esta ilustración de un manuscrito del siglo XIII es un símbolo del acto de [[creación]] de Dios.<ref name="Geometer"><br />*[[Thomas Woods]], ''How the Catholic Church Built Western Civilization'' (Washington, DC: Regenery, 2005), ISBN 0-89526-038-7</ref>]]
 
{{cita|''Ergo Domine, qui das fidei intellectum, da mihi, ut, quantum scis expedire, intelligam, quia es sicut credimus, et hoc es quod credimus. Et quidem credimus te esse aliquid quo nihil maius cogitari possit. An ergo non est aliqua talis natura, quia "dixit insipiens in corde suo: non est Deus" ?''|col2=Luego Señor, tú que das el entendimiento a la fe, dame de entender, tanto como consideres bueno, que tú eres como creemos y lo que creemos. Y bien, creemos que tú eres algo mayor que lo cual no puede pensarse cosa alguna. Ahora, ¿acaso no existe esta naturaleza, porque "dijo el necio en su corazón: no hay Dios" ?|[[Anselmo de Canterbury]], inicio del [[argumento ontológico]] para probar la [[existencia de Dios]].<br />''Proslogio'', capítulo II (1078). La frase entrecomillada es una cita bíblica ([[Libro de los salmos|Salmos]] 13:1).<ref>[http://www3.ub.uni-freiburg.de/index.php?id=3035#capii Texto latino]. [http://www.taringa.net/posts/offtopic/855658/San-Anselmo-de-Canterbury---Existencia-de-Dios.html Traducción castellana].</ref>}}
 
{{cita|''Dicitur Exodi III, ex persona Dei, ego sum qui sum.''<br />
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[[Archivo:Palazzo Vecchio Palazzo della Signoria.jpg|thumb|left|200px|[[Signoria de Florencia]], una institución municipal que ejerce el poder soberano en esta ciudad estado italiana, dominada por una potente burguesía artesanal y comercial que se va ''ennobleciendo'' y convirtiendo en [[patriciado urbano]].]]
 
La [[burguesía]] es el nuevo agente social formado por los [[artesano]]s y [[mercader]]es que surgen en el entorno de las ciudades, bien en las antiguas ciudades romanas que habían decaído, bien en nuevos núcleos creados en torno a castillos o cruces de caminos -los propiamente llamados [[burgo]]s-. Muchas de estas ciudades incorporaron ese nombre -[[Friburgo]], [[Estrasburgo]]; en España [[El Burgo de Osma|Burgo de Osma]] o [[Burgos]]-.
 
La burguesía estaba interesada en presionar al poder político (imperio, papado, las diferentes monarquías, la nobleza feudal local o instituciones eclesiásticas -diócesis o monasterios- de las que dependieran sus ciudades) para que se facilitara la apertura económica de los espacios cerrados de las urbes, se redujeran los tributos de portazgo y se garantizaran formas de comercio seguro y una centralización de la administración de justicia e igualdad de las normas en amplios territorios que les permitieran desarrollar su trabajo, al tiempo que garantías de que los que vulnerasen dichas normas serían castigados con igual dureza en los distintos territorios.
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ISBN 0-521-09439-9, [http://books.google.es/books?id=7b9bqirm4WcC&pg=PA53&lpg=PA53&dq=%22in+the+sea+of+feudalism%22&source=web&ots=8kUZzDpqcT&sig=ZZ59byq3-xHHGrPldYCnggsJB8U&hl=es&sa=X&oi=book_result&resnum=2&ct=result#PPA53,M1 pg. 53]</ref> porque no participaban directamente de las relaciones feudo-vasalláticas: ni eran señores feudales, ni campesinos sometidos a servidumbre, ni hombres de iglesia. La sujeción como [[súbdito]] del poder político era semejante a un lazo de vasallaje, pero más bien como ''[[señorío colectivo]]'' que hacía que la ciudad respondiera como un todo a las demandas de apoyo militar y político del rey o del gobernante a la que estuviera vinculada, y que a su vez participara en la explotación feudal del campo circundante ([[Alfoz (urbanismo)|alfoz]] en España).
 
La expresión alemana ''Stadtluft macht frei'' "Los aires de la ciudad dan libertad", o "te hacen libre"<ref>{{cita|Un ejemplo de esta utilización nos lo ofrecen quienes citan (descontextualizando sus circunstancias históricas) el conocido refrán alemán, «El aire de la ciudad os hará libres», como corroboración de la tesis ideológica que atribuye a la ciudad, en general, la capacidad de conseguir que un sujeto de la especie humana pueda alcanzar la libertad, es decir, sin tener en cuenta que el refrán citado se formula en el proceso de transformación del sistema feudal en el sistema constituido por las ciudades burguesas de la baja edad media.}}[[Gustavo Bueno]], [http://www.nodulo.org/ec/2007/n062p02.htm ''Sobre la educación para la ciudadanía democrática''], en catobeplás.</ref> (paráfrasis de la frase evangélica "la verdad os hará libres"),<ref>Jn 8,32</ref> indicaba que quienes podían radicarse en las ciudades, a veces huyendo literalmente de la sujeción de la servidumbre,<ref>El siervo huído se consideraba libre de retornar con su señor si conseguía domiciliarse en una corporación urbana por un año y un día. R. J. A. White, ''op. cit.'', pg 54</ref> tenían todo un nuevo mundo de oportunidades que explotar, aunque no en régimen de [[libertad]], entendida ésta en su forma contemporánea. La sujeción a las normas gremiales y a las leyes urbanas podía ser más dura incluso que las del campo: la ''[[pax urbana]]'' significaba la rigidez en la aplicación de la justicia, que mantenía los caminos y las puertas de entrada flanqueados con cadáveres de ajusticiados y un severo toque de queda, con cierre de puertas al anochecer y rondas de vigilancia. Eso sí: concedía a los burgueses la oportunidad de ejercer parcela de poder, incluyendo el uso de las armas en la [[milicia urbana]] (como las [[HermandadHermandades]]es castellanas que se unificaron en la [[Santa Hermandad]] ya en el siglo XV), que en no pocas ocasiones se utilizaron en contra de las huestes feudales, con el beneplácito de las emergentes [[monarquía autoritaria|monarquías autoritarias]]. En el caso más precoz y espectacular fueron las [[comuna]]s italianas, que se independizaron de hecho del [[Sacro Imperio Romano Germánico]] a partir de la [[batalla de Legnano]] (1176).
[[Archivo:Hunterian Psalter c. 1170 Eve spinning.jpg|thumb|200px|Eva hilando ante la cuna de uno de sus hijos. Ilustración del folio 8 del ''Psalterio Hunter''. La introducción de la [[rueca]] para hilar fue una de las innovaciones introducidas desde Asia en la Plena Edad Media. La de la ilustración es una hilandera primitiva, sin rueda. Ambas eran utilizadas tanto en la artesanía urbana como en las labores domésticas de las mujeres en campo y ciudad. Como todos los trabajos, dio origen a tensiones sociales: ''When Adam delved, and Eve span / Who was then a gentleman?'' ("Cuando Adán cavaba y Eva hilaba, ¿quién era entonces caballero?") era una rima popular con la que el clérigo [[John Ball (clérigo)|John Ball]] movilizó a los campesinos ingleses de la revuelta de 1381.]]
En los burgos surgieron muchas instituciones sociales nuevas. El desarrollo del [[comercio]] llevó aparejado consigo el del [[finanzas|sistema financiero]] y la [[contabilidad]]. Los artesanos se unieron en asociaciones llamadas [[gremio]]s, ligas, corporaciones, cofradías, o artes, según el lugar geográfico. El funcionamiento interno de los talleres gremiales implicaba un aprendizaje de varios años del [[aprendizaje|aprendiz]] a cargo de un [[maestro]] (el dueño del taller), que implicaba el paso de aquél a la condición de [[oficial (fuerzas armadas)|oficial]] cuando demostrara conocer el oficio, lo que implicaba su consideración como trabajador [[salario|asalariado]], una condición de por sí ajena al mundo feudal que incluso se trasladó al campo (en principio de manera marginal) con los [[jornalero]]s que no disponían de tierras propias ni concedidas por el señor. La asociación de los talleres en los gremios, funcionaba de manera completamente contraria al [[mercado libre]] capitalista: se procuraba evitar todo rasgo posible de [[Competencia (economía)|competencia]] fijando los precios, las calidades, los horarios y condiciones de trabajo, e incluso las calles donde podían radicarse. La apertura de nuevos talleres y el paso del rango de oficial al de maestro estaban muy restringidos, de modo que en la práctica se incentivaban las herencias y los enlaces matrimoniales endogámicos dentro del gremio. El objetivo era conseguir la supervivencia de todos, no el éxito del mejor.
 
Más apertura demostró el comercio. Los [[buhonero]]s que iban de aldea en aldea, y los escasos aventureros que se atrevían a hacer viajes más largos eran los mercaderes más habituales de la Alta Edad Media, antes del año 1000. En tres siglos, para comienzos del siglo XIV, las [[ferias de Champaña]] y [[ferias de Medina del Campo|de Medina]] habían creado rutas terrestres estables y más o menos seguras que (a lomos de mulas o con carretas en el mejor de los casos) recorrían Europa de norte a sur (en el caso castellano siguiendo las [[cañada]]s trashumantes de la Mesta, en el caso francés enlazando los emporios flamenco y norte-italiano a través de las prósperas regiones borgoñonas y renanas, todas ellas salpicadas de ciudades). La ''[[Liga Hanseática|Hansa]]'' o liga hanseática estableció a su vez rutas marítimas de una estabilidad y seguridad similar (con mayor capacidad de carga, en barcos de tecnología innovadora) que unían el [[Báltico]] y el [[Mar del Norte]] a través de los estrechos escandinavos, conectando territorios tan lejanos como [[Rusia]] y [[Flandes]] y rutas fluviales que conectaban todo el norte de Europa (ríos como el [[Rin]] y el [[Río Vístula|Vístula]]), permitiendo el desarrollo de ciudades como [[Hamburgo]], [[Lübeck]] y [[Ciudad libre de Dánzig|Danzing]], y estableciendo [[consulados comerciales]] denominados ''[[kontor]]''.<ref>[http://www.hispamar.com/PAG_HISPAMAR/PROA/135/PAGINA7.htm ''La liga hanseática''] en ''Proa a la mar'', nº 135.</ref> En el Mediterráneo se llamaron [[Consulado del Mar]]: el primero en [[Trani]] en 1063 y luego [[Pisa]], [[Mesina]], [[Chipre]], [[Constantinopla]], [[Venecia]], [[Montpellier]], [[Valencia]] (1283), [[Mallorca]] (1343) y [[Barcelona]] (1347).<ref>Otros consulados, como [[Perpiñán]] y [[Malta]], se abren ya en el siglo XVII. ''Enciclopedia General del Mar''. Ediciones Garriga Barcelona (1957)</ref> Cuando el [[estrecho de Gibraltar]] fue seguro, se pudieron conectar marítimamente ambas Europas, con rutas entre las ciudades italianas (sobre todo [[Génova]]), [[Marsella]], [[Barcelona]], [[Valencia]], [[Sevilla]], [[Lisboa]], los puertos del [[Mar Cantábrico|Cantábrico]] ([[Santander (EspañaCantabria)|Santander]], [[Laredo (Cantabria)|Laredo]], [[Bilbao]]), los del Atlántico francés y los del [[Canal de la Mancha]] (ingleses y flamencos, sobre todo [[Brujas]] y [[Amberes]]). El contacto cada vez más fluido de gentes de distintas ''naciones'' (como comenzaron a llamarse a las agrupaciones de comerciantes de cercano origen geográfico que se entendían en la misma lengua vulgar, al igual que ocurría en las secciones de las [[orden militar|órdenes militares]]) terminó produciendo que ambas instituciones funcionaran de hecho, como primitivas ''[[organismo internacional|organizaciones internacionales]]''.
 
Todo ello desarrolló un incipiente [[capitalismo comercial]] (''véase también [[Historia del capitalismo]]'') con el incremento o surgimiento ''ex novo'' de la [[economía monetaria]], la [[banco|banca]] ([[crédito]], [[préstamo]]s, [[contrato de seguro|seguros]], [[letra de cambio|letras de cambio]]), actividades que mantuvieron siempre recelos morales (pecado de [[usura]] para todas las que significara [[lucro]] indebido, y en que únicamente podían incurrir los [[pueblo judío|judíos]] cuando prestaban a otros que no fueran de su religión, oficio prohibido tanto a los cristianos como a los musulmanes). La aparición de burgueses ricos y de una plebe urbana pobre originó un nuevo tipo de tensiones sociales, que produjeron revueltas urbanas.<ref>[[Michel Mollat]] y [[Philippe Wolff]] (1970) Edición española de 1979 ''Uñas azules, Jacques y Ciompi. Las revoluciones populares en Europa en los siglos XIV y XV'', Madrid: Siglo XXI ISBN 84-323-0232-5</ref> En cuanto a los aspectos ideológicos, la expresión del inconformismo burgués con su puesto marginal en la sociedad feudal está en el origen de las [[herejíaherejías]]s a lo largo de toda la Baja Edad Media ([[catarismo|cátaros]], [[valdensevaldenses]]s, [[catarismo|albigenses]], [[dulcino|dulcinianos]], [[husitas|hussitas]], [[lolardos|wycliffianos]]). Los intentos de responder a esas demandas del mundo urbano por parte de la Iglesia, así como de controlarlas y en su caso reprimirlas, produjeron la aparición de las [[orden mendicante|órdenes mendicantes]] ([[orden Franciscana|franciscanos]] y [[dominicos]]) y de la [[Inquisición]]. A veces, la imposibilidad de conseguir el control hizo optar por el exterminio, como ocurrió en Beziers en 1209, siguiendo la respuesta del legado pontificio [[Arnaldo Amalric|Arnaud Amaury]]:<ref>Eugenia Rico [http://www.elmundo.es/viajes/2002/14/1038926039.html ''La tierra de los cátaros''], El Mundo, especial viajes, diciembre de 2002. La escena novelada por Sophy Burnham (2003) ''El Tesoro de Montsegur'' México: Ediciones B ISBN 84-666-1096-0 [http://books.google.com/books?id=LHsbpXWa9xkC&pg=PA43&lpg=PA43&dq=%22C%C3%B3mo+distinguiremos+a+los+herejes+de+los+cat%C3%B3licos%22&source=web&ots=h-AD5iQ7dK&sig=d5z0iwp7AG_wNwc2jXJXHAtzoY8&hl=es&sa=X&oi=book_result&resnum=1&ct=result#PPA44,M1 pg. 43]</ref>
{{cita|- ¿Cómo distinguiremos a los herejes de los católicos?
 
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Luego, se buscó la luz, e incluso se acabó por identificar a Dios con la luz. Los progresos técnicos, la búsqueda de espacios abiertos y el uso cada vez más sofisticado del hierro y los diversos metales dieron nacimiento, entre los siglos XI y XIII a las grandes catedrales.<ref>Le Goff, ''op. cit.'', pgs. 40-41 y pg. 50</ref>}}
 
La rivalidad entre castillos señoriales tuvo su correlato urbano en la rivalidad entre casas fortificadas, con torres desafiantes, que han sobrevivido en los espectaculares conjuntos de [[San Gimignano]] o de [[Cáceres]]. Mucho más extendida estuvo la rivalidad de las [[catedral]]es, cuya construcción se demoraba por siglos, desarrollándose de un modo orgánico, sin que los planes originarios se terminaran, haciendo que el resultado final fuera habitualmente la suma de estilos muy diferentes. Se llegaron a producir verdaderas carreras de prestigio, como la que se prolongó por cientos de años entre las de [[Siena]] y [[Florencia]]. Las dimensiones extraordinarias de ambas hicieron imposible que se terminaran antes de la crisis bajomedieval, lo que determinó que los sieneses (izquierda: [[Catedral de Siena]] ''Duomo di Santa María'') optaran por conformarse con lo construido hasta entonces (para que pudiera utilizarse desde sus inicios, siempre se comenzaban las obras por el [[ábside]], permitiendo consagrar el altar y dar culto mientras continuaban las obras). Lo que se pretendía era convertir el actual brazo mayor en el menor, y construir un brazo mayor verdaderamente descomunal (proyecto de 1339 que tuvo que abandonarse; el diseño inicial era de 1215-1263). Mientras tanto, los florentinos (derecha: [[Santa María del Fiore|Catedral de Florencia]] ''Duomo di Santa María dei Fiori''), humillados por no ser capaces de cubrir el gigantesco espacio central del crucero (un desproporcionado tambor octogonal sobreelevado), tuvieron que esperar a que [[Filippo Brunelleschi]] consiguiera resolver el desafío técnico con una impresionante [[cúpula]] que abre la época del [[Renacimiento]] (concurso de 1419 y construcción entre 1420 y 1436). ''Véase también [[catedrales de España]]''.
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===== Poderes Universales, Monarquías Feudales y Ciudades-Estado =====
En la Plena Edad Media se observó una gran disparidad en la escala a que se ejercía el poder político: los [[poderes universales]] (Pontificado e Imperio) seguían reivindicando su primacía frente a las [[Monarquía feudal|Monarquías feudales]], que en la práctica funcionaban como estados independientes. Al mismo tiempo, entidades mucho más pequeñas en extensión demostraban ser muy dinámicas en las relaciones internacionales (las [[ciudades-estado italianas]] y las [[Ciudad Imperial Libre|ciudades libres del Imperio Germánico]]), y el municipalismo demostró ser una fuerza muy a tener en cuenta en todos los territorios de Europa.<ref>Toynbee ''op. cit.''</ref>
 
El redescubrimiento del [[Digesto]] justinianeo (''Digestum Vetus'') permitió el estudio autónomo del [[Derecho]] ([[Pepo (jurista)|Pepo]] e [[Irnerio]]) y el surgimiento de la [[Glosadores|Escuela de los Glosadores]] y de la [[Universidad de Bolonia]] (1088). Ese suceso, que permitirá el redescubrimiento paulatino del [[Derecho romano]], llevará a la formación del llamado ''[[Corpus Iuris Civilis]]'' y a la posibilidad de plantear un ''[[Derecho común|Ius commune]]'' (Derecho común), y justificar la concentración de poder y [[Reglamento#Baja Edad Media|capacidad reglamentaria]] en la institución imperial, o en los monarcas, cada uno de los cuales empezará a considerarse como ''imperator in regno suo'' (emperador en su reino).
{{cita|Rex superiorem non recognoscens in regno suo est Imperator: El rey no reconoce superiores, en su reino es emperador.|Decretal ''Per Venerabilem'' de [[Inocencio III]], 1202.<ref>[[Francisco Tomás y Valiente]] y otros (1996) [http://209.85.129.104/search?q=cache:FmOL-1KaGtsJ:www.scielo.cl/scielo.php%3Fpid%3DS0716-54551999002100056%26script%3Dsci_arttext+rex+est+imperator+in+regno+suo&hl=es&ct=clnk&cd=1&gl=es ''Autonomía y soberanía. Una consideración histórica''], Madrid: Marcial Pons; citado en ''Revista de estudios histórico-jurídicos'' nº 21, Valparaíso 1999
ISSN 0716-5455</ref>}}
 
La difícil convivencia de Pontificado e Imperio (''regnum et sacerdocium'') a lo largo de los siglos dio origen entre 1073 y 1122 a la [[querella de las Investiduras|querella de las investiduras]]. Distintas formulaciones [[ideología|ideológicasideológica]]s ([[dos espadas|teoría de las dos espadas]], ''[[Plenitudo potestatis]]'', ''[[Dictatus Papae|Dictatus papae]]'', condenas de la [[simonía]] y el [[nicolaísmo]]) constituían un edificio levantado durante siglos por el que el Papa pretendía marcar la supremacía de la [[teocracia|autoridad religiosa]] sobre el [[poder civil]] (lo que se ha venido denominando [[agustinismo político]]), mientras que el Emperador pretendía hacer valer la [[legitimidad]] de su cargo, que pretendía derivar del antiguo Imperio Romano (''[[Translatio imperii]]''), así como el hecho material de su capacidad militar para imponer su poder territorial e incluso tutelar la vida religiosa (tanto en los aspectos [[institución|institucionalesinstitucional]]es como los [[dogma|dogmáticos]]), a semejanza de su equivalente en Oriente. El acceso de distintas dinastías a la dignidad imperial debilitó el poder de los emperadores, sujetos a un sistema de elección que les hacía dependientes de un delicado juego de alianzas entre los dignatarios que alcanzaron el título de [[príncipe elector]], unos laicos (príncipes territoriales, independientes en la práctica) y otros eclesiásticos (obispos de ciudades libres). No obstante, periódicamente se asistía a intentos de recuperar el poder imperial ([[Otón III del Sacro Imperio Romano Germánico|Otón III]] y [[Enrique II del Sacro Imperio Romano Germánico|Enrique II]] entre los últimos [[otón I de Alemania|otónidas]]), que en ocasiones llegaban a enfrentamientos espectaculares ([[Enrique IV del Sacro Imperio Romano Germánico|Enrique IV]], de la [[dinastía Salia]], o [[Federico I Barbarroja]] y [[Federico II Hohenstaufen|Federico II]] de la [[hohenstaufen|dinastía Hohenstaufen]]). La oposición entre [[güelfos y gibelinos|güelfos]] y [[güelfos y gibelinos|gibelinos]], cada uno asociado a uno de los poderes en liza (papa y emperador), presidió la vida política de Alemania e Italia desde el siglo XII hasta bien entrada la [[Baja Edad Media]].
 
Ambas pretensiones distaron mucho de hacerse efectivas, agotadas en su propio debate y superadas por la mayor eficacia política de las entidades urbanas y los reinos del resto de Europa.<ref>Valdeón, ''op. cit'', especialmente ''La época de las ideas universales. El pontificado y el imperio. Las Cruzadas. Capetos y Angevinos'', pg. 131-157.</ref>
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===== Parlamentarismo =====
Apareció el [[parlamentarismo]], una forma de representación política que con el tiempo se convirtió en el precedente de la [[separación de poderes|división de poderes]] consustancial a la [[democracia]] de la [[Edad Contemporánea]]. La primacía en el tiempo la tiene el ''[[Alþingi]]'' islandés (930), que seguía el modelo de los [[thing]] o asambleas de guerreros germanos; pero desde finales del siglo XI se fue gestando un nuevo modelo institucional, derivado de la obligación feudal de ''consilium'', que implicaba a los tres órdenes feudales, y se generalizó por Europa occidental: las [[Cortes de León de 1188|Cortes de León]] (1188), el [[Parlamento de Inglaterra|Parlamento inglés]] (1258) -previamente las relaciones de poder entre rey y nobleza habían sido reguladas en la [[Carta Magna]], 1215, o las [[Provisiones de Oxford]], 1258- y los [[Estados Generales]] franceses (1302).
 
==== La Reforma Gregoriana y las reformas monásticas ====
[[Archivo:Clocher abbaye cluny 3.JPG|thumb|200px|Torre de la [[Abadía de Cluny]].]]
{{AP|Reforma gregoriana}}
Hildebrando de Toscana, ya desde su posición bajo los pontificados de [[León IX]] y [[Nicolás II (papaPapa)|Nicolás II]], y más tarde como papa [[Gregorio VII]] (con lo que cubre toda la segunda mitad del siglo XI), emprendió un programa de centralización de la Iglesia, con la ayuda de los benedictinos de [[Orden de Cluny|Cluny]], que se extendieron por toda Europa Occidental implicando a las monarquías feudales (destacadamente en los reinos cristianos peninsulares, a través del [[Camino de Santiago]]).
 
Las siguientes reformas monásticas, como la [[monasterio cartujo|cartuja]] ([[Bruno de Colonia|San Bruno]]) y sobre todo la [[orden del Císter|cisterciense]] ([[Bernardo de Claraval|San Bernardo de Claraval]]) significarán nuevos fortalecimientos de la jerarquía eclesiástica y su implantación dispersa en todo el territorio europeo como una impresionante fuerza social y económica ligada a las estructuras feudales, vinculada a las familias nobles y a las dinastías regias y con una base de riqueza territorial e inmobiliaria, a la que se añadía el cobro de los derechos propios de la Iglesia ([[diezmo]]s, [[primicias]], [[derechos de estola]], y otras cargas locales, como el [[voto de Santiago]] en el noroeste de España).
 
El fortalecimiento del poder papal intensificó las tensiones políticas e ideológicas con el Imperio Germánico y con la [[Iglesia ortodoxa|Iglesia oriental]], que en este caso terminarán llevando al [[Cisma de Oriente]].
 
Las Cruzadas trajeron como consecuencia la creación de un tipo especial de órdenes religiosas, que, además de someterse a una regla monástica (habitualmente la [[orden del Císter|cisterciense]], incluyendo el cumplimiento teórico de los [[clero#Los votos mon.C3.A1sticos|votos monásticos]]) exigían a sus componentes una vida castrense más que ascética: fueron las [[orden militar|órdenes militares]], fundadas tras [[Sitio de Jerusalén (1099)|la toma de Jerusalén]] en 1099 ([[Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén|caballeros del Santo Sepulcro]], [[caballeros Templarios|templarios]] -1104- y [[orden de Malta|hospitalarios]] -1118-). También se constituyeron en otros contextos geográficos ([[órdenes militares españolas]] y [[orden Teutónica|caballeros teutónicos]]).
 
La adaptación a la pujante vida urbana de los siglos XII y XIII será misión de un nuevo ciclo de fundaciones en el clero regular: las [[orden mendicante|órdenes mendicantes]], cuyos miembros no eran [[monacato|monjes]], sino [[frailefrailes]]s ([[orden Franciscana|franciscanos]] de [[Francisco de Asís|San Francisco de Asís]] y [[dominicos]] de [[Santo Domingo de Guzmán]], a las que siguieron otras, como los [[orden de San Agustín|agustinos]]); y de nuevas instituciones: las [[Universidad medieval europea|Universidades]] y la [[Inquisición]].
 
[[Archivo:Conrad von Soest 005.jpg|thumb|250px|left|''[[Anunciación]]'' por [[Conrad Soest|Conrad von Soest]], 1403. La [[Virgen]], modelo de ''virtudes femeninas'', cuya [[inocencia]] es simbolizada por el [[lirio]], escucha el mensaje divino traído por el [[arcángel Gabriel|arcángel San Gabriel]] y acepta su destino (concebir a [[Cristo]] por ''obra y gracia del [[Espíritu Santo]]'' -la [[columbidae|paloma]]-) con [[humildad]] y [[obediencia]]: ''Ecce ancilla Domini; fiat mihi secundum verbum tuum'': He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra (Lucas 1:38).<ref>[http://www.vatican.va/archive/bible/nova_vulgata/documents/nova-vulgata_nt_evang-lucam_lt.html Texto en latín] en la ''Nova Vulgata''.</ref>]]
 
==== Innovaciones dogmáticas y devocionales ====
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A partir del siglo XI y el siglo XII, se introdujeron en el cristianismo latino innovaciones dogmáticas y devocionales de gran trascendencia:
 
La imposición del [[rito romano]] frente a la anterior [[ritosRito litúrgicoslitúrgico católicoscatólico|multiplicidad de liturgias]] ([[liturgia hispánica|rito hispánico]], [[rito bracarense]], [[rito ambrosiano]], etc.)
 
La imposición del [[celibato]] sacerdotal en el [[Concilio de Letrán]] (1123).
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===== Mariolatría =====
 
La intensificación del papel de la [[María (madre de Jesús)|Virgen María]], que pasa a ser una [[corredentora]] con atributos investigados por la [[mariología]] y aún no dogmatizados ([[Inmaculada Concepción]], [[Asunción de María|Asunción de la Virgen]]), con nuevas devociones y oraciones ([[Ave María|Avemaría]] -yuxtaposición de textos evangélicos que se introduce en occidente en el siglo XI-, [[Salve]] -adoptada por Cluny en 1135-, [[Rosario (cristianismo)|Rosario]] -introducido por Santo Domingo contra los albigenses-), una fiebre de fundaciones de iglesias en su nombre, y con un amplísimo tratamiento artístico. En la época del [[amor cortés]] ''la devoción a la Virgen apenas podía distinguirse, al menos en las formas, de la que el caballero sentía por su dama''.<ref> Para toda la sección Le Goff, ''op. cit.'', pgs. 80-87; la cita en cursiva, de [[Agustín Rico Mansilla]] ''En torno a Gonzalo de Berceo: Los "milagros de Nuestra Señora" y el culto a la Virgen'', de donde también es esta cita:
 
{{cita|Casi todos los historiadores que han estudiado el tema están de acuerdo en un punto: En Europa, los siglos XII y XIII marcaron el auge de uno de los fenómenos más interesantes del cristianismo, el culto a la Virgen María (Gerli,1988). Hasta ese momento, la devoción a la Virgen, aun existiendo, había sido algo de importancia menor en la Iglesia. Hilda Graef (1967), desde la más estricta ortodoxia católica, considera al siglo XII como la edad de oro de la mariología. Y Atienza (1991) estima que el culto a María en el occidente cristiano estalló masivamente a finales del siglo XI, se expandió a lo largo de los siglos XII y XIII y se estabilizó, pero con una implantación popular cada vez más amplia, a partir del siglo XIV.}}
Véase también una perspectiva más tradicionalista en el artículo [http://ec.aciprensa.com/d/devocionmaria.htm ''Devoción a la Santísima Virgen María''] de la Enciclopedia Católica.</ref>
 
La mariología había nacido en la Antigüedad tardía con la [[patrística]], y el culto popular de la virgen fue uno de los factores clave de la suave transición del [[pagano|paganismo]] al cristianismo, que suele interpretarse como una adaptación del patriarcal monoteísmo del [[judaísmo]] al matriarcal panteón de las diosas-vírgenes-madre del Mediterráneo clásico: ''la cananea [[Astarté]], la babilonia [[Ishtar|Istar]], las griegas [[Rea]] y [[Gaia]], la frigia [[Cibeles]], la [[Artemisa]] de Éfeso, la [[Deméter]] de Eleusis, la egipcia [[Isis]], etc.''<ref>Juan Martín Velasco ''Diccionario de Mariología'' Págs. 580-582: [http://www.mercaba.org/FICHAS/MAR%C3%8DA/paganismo_devocion_maria.htm ''Paganismo y devoción a María'']; también Agustín Rico Mansilla ''op. cit.''
{{cita|parece casi seguro que la consideración y aceptación por la Iglesia del protagonismo mariano en el misterio de la Encarnación fue evolucionando progresivamente desde el siglo II hasta el V (Concilio de Efeso), pero no puede afirmarse con seguridad que se difundiera entre la gran masa de fieles y, menos aún, que fuese objeto de un culto generalizado. Por otra parte, conviene recordar que la liturgia católica fue sustituyendo muy lentamente a los primitivos cultos precristianos, los cuales tardaron varios siglos en olvidarse; aún se pueden rastrear en muchas fiestas actuales de base pagana.
 
Hemos visto que el estudio de las festividades dedicadas a María aporta algunos datos: En la Iglesia oriental solo se tiene noticia de una fiesta anterior al siglo V: la "Conmemoración de Santa María": y, a principios del siglo VI, la del "Tránsito de la Virgen". Sorprendentemente, en la Iglesia romana no se conocen fiestas marianas hasta el siglo VII, lo qué induce a pensar que la evolución fue bastante más lenta.}}</ref> La controversia ''[[Cristotokos]]-[[Theotokos]]'' (María como "Madre de Cristo" o "Madre de Dios"), y el amplio tratamiento de ésta en el [[arte bizantino]] habían caracterizado a la iglesia oriental. El protagonismo de la Virgen quedaba ampliamente compensado con la misoginia del tratamiento de otras figuras femeninas, destacadamente [[Eva]], la [[Magdalena]] y [[María de Egipto|Santa María Egipcíaca]]. La renuncia al cuerpo (la ''[[carne (teología)|carne]]'' enemiga del alma) y a las riquezas, que da oportunidad al arrepentimiento y la redención (y confía su gestión a la ''Madre'' Iglesia) solía ser el aspecto más destacable también en las vidas de otras santas y mártires.<ref>Georges Duby (1996) ''Damas del siglo XII'', Madrid, Alianza; especialmente ''María Magdalena'' (editado como separata: ISBN 84-206-4699-7)</ref>
 
===== Sacramentos y cohesión social. Minorías religiosas =====
[[Archivo:Meister Bertram von Minden 009.jpg|thumb|left|220px|''El pecado original'', por [[Bertram von Minden]], 1375. El tema de [[Adán y Eva]] daba la ocasión más habitual de representación de desnudos durante la Edad Media.]]
 
Por último, la institucionalización de los [[sacramento (desambiguación)|sacramentos]], especialmente la [[penitencia]] y la [[eucaristía|comunión]] pascual que se plantean como trámites anuales que el fiel ha de cumplir ante su párroco y confesor. La vivencia comunitaria de los sacramentos, sobre todo los que significan cambios vitales ([[bautismo]], [[matrimonio]], [[sacramento de la unción de los enfermos|extrema unción]]), y los rituales funerarios, cohesionaban fuertemente a las sociedades locales tanto aldeanas como urbanas, sobre todo cuando se enfrentaban a la convivencia con otras comunidades religiosas -judíos en toda Europa y musulmanes en España-.
 
La celebración de las festividades en días distintos (viernes los musulmanes, sábados los judíos, domingos los cristianos), los distintos tabúes alimentarios (cerdo, alcohol, rituales de matanza que obligan a separar las [[carnicería]]s) y la separación física de las comunidades -[[gueto]]s, [[aljama]]s o [[judería]]s y [[morería]]s- planteaban una situación que, incluso con [[tolerancia religiosa]], distaba mucho de ser un trato igualitario. Los judíos cumplieron una función social de [[chivo expiatorio]] que dio salida a las tensiones sociales en determinados momentos, con el estallido de [[pogromo]]s (revueltas antijudías, que tras la conversiones masivas dieron paso a [[Pedro Sarmiento|revueltas anticonversas]]) o con las políticas de [[expulsión de los judíos|expulsión]] (Inglaterra -1290-, Francia -1394- y España -1492- y Portugal en 1496). La existencia de minorías religiosas dentro del cristianismo, en cambio, no podía ser aceptada, puesto que la comunidad política se identificaba con la unidad en la fe. Los definidos como [[herejía|herejeshereje]]s, por tanto, eran perseguidos por todos los medios.
 
===== Delito y pecado. El sexo =====
 
En cuanto a las desviaciones del comportamiento que no supusieran desafíos de opinión sino [[delito]]s o [[pecado]]s (conceptos identificables y de imposible deslindamiento), su tratamiento era objeto de las jurisdicciones civil (que aplicaba el [[fuero]] correspondiente, la legislación del reino o el [[derecho común]]) y religiosa (que aplicaba el [[Derecho canónico|Derecho Canónico]] en cuestiones ordinarias, o el [[Inquisición|procedimiento inquisitorial]] en caso necesario), cuya coordinación era a veces compleja, como ocurría con las desviaciones de la [[moral sexual católica|conducta sexual considerada correcta]] ([[masturbación]], [[homosexualidad]], [[incesto]], [[abuso sexual infantil|estupro]], [[amancebamiento]], [[adulterio]] y otros asuntos [[matrimonio|matrimonialesmatrimonial]]es).<ref>Martine Charageat y Miguel Ángel Motis Dolader [http://www.vallenajerilla.com/berceo/florilegio/florilegio/cristianosyjudios.htm ''Sexo. Edad Media y Renacimiento. Diferentes maneras de vivir el matrimonio y la sexualidad en las comunidades cristianas y en las hebreas''], en ''Florilegio medieval'', Biblioteca Gonzalo de Berceo.</ref> En cualquier caso, la vivencia de la sexualidad y la desnudez del cuerpo tuvo tratamientos muy distintos en cada época y lugar; y diferentes expectativas para cada nivel social (se consideraba que era propio de los campesinos un comportamiento ''animal'', es decir, natural, y se pretendía que los nobles y clérigos tuvieran más voluntad para controlar sus instintos).
 
También costumbres como los baños (conocidos desde las [[termas romanas]] y reintroducidos por los árabes) y prácticas como la [[prostitución]] fueron objeto de críticas morales y reglamentaciones más o menos permisivas, llegando en el caso de los baños progresivamente hasta la prohibición (se les acusaba de inmorales y de producir el ''afeminamiento'' de los guerreros), y en el de la prostitución al confinamiento en determinados barrios, la obligación de llevar determinadas prendas y la detención de sus actividades en determinadas fechas (Semana Santa). La erradicación de la prostitución no se concebía posible, dado lo inevitable del pecado, y su papel de [[mal menor]] que evitaba que el deseo irrefrenable de los varones fuera en contra del honor de las doncellas y las mujeres ''respetables''. Por lo general, los historiadores suelen coincidir que el periodo de la Plena Edad Media fue una etapa de mayor libertad de costumbres que no tuvo que esperar a ''[[Decamerón|El Decamerón]]'' (1348), y que en algunas cuestiones, como la condición femenina, significó una verdadera promoción, tanto frente a la Alta Edad Media como frente a la Edad Moderna;<ref>Adeline Rucqoi [http://www.vallenajerilla.com/berceo/florilegio/rucquoi/mujermedieval.htm ''La mujer en la Edad Media. El renacimiento terminó con las conquistas femeninas de los siglos XI al XIII''] en Florilegio Medieval, Biblioteca Gonzalo de Berceo.</ref> aunque el extendido mito de que se llegara a dudar si la mujer tenía alma es un error filológico.<ref>[[Uta Ranke-Heinemann]] [http://www.vallenajerilla.com/berceo/utaranke/mujer.htm ''La mujer según Tomás de Aquino''], en Florilegio Medieval, Biblioteca Gonzalo de Berceo.</ref>
 
==== Expansión geográfica de la Europa feudal ====
[[Archivo:Bayeux Tapestry WillelmDux.jpg|thumb|300px|''Willelm Dux'', el [[Guillermo I de Inglaterra|Duque Guillermo de Normandía]] dirige sus tropas a la [[batalla de Hastings]] que le convertirá en rey de Inglaterra ([[1066]]). [[Tapiz de Bayeux]], bordado pocos años después.]]
 
La expansión geográfica se llevó a cabo, o se intentó llevar a cabo, al menos, en varias direcciones, siguiendo no tanto un propósito determinado por concepciones nacionalistas inexistentes en la época, sino la dinámica propia de las casas feudales. Los [[normandos]], [[vikingovikingos]]s asentados en [[Normandía]], dieron origen a una de las casas feudales más expansivas de Europa, que se extendió por Francia, Inglaterra e Italia, enlazada con las de [[Casa de Anjou|Anjou-Plantagenet]] y [[Ducado de Aquitania|Aquitania]]. Las casas de [[Navarra]] y [[Castilla]] ([[dinastía Jimena]]), [[Francia]], [[Estado borgoñón|Borgoña]] y [[Conde de Flandes|Flandes]] ([[Dinastía de los Capetos|Capetos]], [[Casa de Borgoña]] -extendida por la Península Ibérica-, [[Dinastía Valois|Valois]]) y [[Austria]] ([[casa de Habsburgo]]) son otros buenos ejemplos, y todas ellas se vieron vinculadas por alianzas, enlaces matrimoniales y enfrentamientos sucesorios o territoriales, consustanciales a las relaciones feudo-vasalláticas y expresión de la violencia inherente al feudalismo.<ref>Duby, ''op. cit.''</ref> En el contexto espacial de la Europa Nórdica y Centro-Oriental tuvieron un desarrollo similar la [[Anexo:Monarcasreyes de Dinamarca|Casa de Sweyn Estridsson]] danesa, la [[Casa de Bjälbo|Bjälbo]] noruega y [[Anexo:Monarcasreyes de Suecia|los Sverker y Erik]] suecos; y más tarde la [[Dinastía Jogalia]] o Jagellón ([[Hungría]], [[Bohemia]], [[Polonia]] y [[Lituania]]).
 
En [[España]], simultáneamente a la disolución del [[Califato de Córdoba]] (en guerra civil desde el 1010 y extinguido el 1031), se creó un vacío de poder que los reinos feudales cristianohispánicos de [[reino de Castilla|Castilla]], [[Reino de León|León]], [[Reino de Navarra|Navarra]], [[reino de Portugal|Portugal]] y [[Reino de Aragón|Aragón]] (fusionado dinásticamente con el [[condado de Barcelona]]) intentaron aprovechar, expandiéndose frente a los [[taifa|reinos de taifas]] musulmanes en la llamada [[Reconquista]]. En las [[Islas Británicas]], el reino de [[Inglaterra]] intentó repetidas veces invadir a [[Gales]], [[Escocia]] e [[Irlanda]], con mayor o menor éxito. En Europa del Norte, acabadas las invasiones de los [[vikingovikingos]]s, las riquezas saqueadas por éstos sirvieron para adquirir productos y servicios occidentales, creando en el [[Mar Báltico]] una próspera red comercial que atrajo a los escandinavos a la civilización [[Occidente|occidental]], mientras su expansión hacia el oeste por el Atlántico ([[Islandia]] y [[Groenlandia]]) no pasó de la mítica [[VinlandVinlandia]]ia ([[Colonización vikinga en América|asentamiento fracasado en América del Norte]], en torno al año 1000). Los vikingos orientales ([[varegovaregos]]s), llegaron hasta Constantinopla, y fundaron los reinos de [[Ucrania]] y [[Rusia]]. Los vikingos meridionales ([[normandos]]) se instalaron en [[Normandía]], Inglaterra, [[Sicilia]] y el sur de [[Italia]], creando reinos centralizados y eficientes ([[Rolón]], [[Guillermo I de Inglaterra|Guillermo el Conquistador]] y [[Rogelio I de Sicilia|Rogerio I de Sicilia]]). En el este, en el año [[955]], [[Otón I de Alemania|Otón el Grande]] batió a los [[magiares]] en la [[Batalla de Lechfeld|Batalla del Río Lech]] y reincorporó [[Hungría]] a Occidente, al tiempo que comenzaba la "germanización" de [[Polonia]], hasta entonces pagana. Posteriormente, desde tiempos de [[Enrique el León]] ([[siglo XII]]), los alemanes se fueron abriendo paso a través de las tierras de los [[wendos|vendos]], hasta el Mar Báltico, en un proceso de colonización conocido como ''[[Ostsiedlung]]'' (que será mitificado posteriormente con el romántico nombre de ''[[Drang nach Osten]]'', o ''Afán de ir hacia el Este'', lo que sirvió para justificar la teoría nazi del espacio vital alemán ''[[Lebensraum]]''). Pero sin lugar a dudas, el movimiento de expansión más espectacular, aunque finalmente fallido, fueron las [[Cruzadas]], en donde selectos miembros de la nobleza guerrera occidental cruzaron el [[Mar Mediterráneo]] e invadieron el [[Oriente Medio|Medio Oriente]], creando reinos de efímera duración.
 
[[Archivo:Damietta1249.jpg|left|180px|thumb|[[Luis IX de Francia]] (San Luis) dirigió a sus caballeros a un desembarco naval contra el fuerte egipcio de [[Damieta|Damietta]] en la [[Quinta Cruzada]] ([[1217]]-[[1221]]).]]
 
===== Las Cruzadas =====
{{AP|Cruzadas}}
 
Las Cruzadas fueron expediciones emprendidas, en cumplimiento de un solemne voto, para liberar [[Tierra Santa]] de la dominación musulmana. El origen de la palabra remonta a la cruz hecha de tela y usada como insignia en la ropa exterior de los que tomaron parte en esas iniciativas, a partir de la petición del Papa [[Urbano II]] y las predicaciones de [[Pedro de Amiens el Ermitaño|Pedro el Ermitaño]]. Las sucesivas cruzadas tuvieron lugar entre los siglos [[siglo XI|XI]] y [[siglo XIII|XIII]]. Fueron motivadas por los intereses expansionistas de la nobleza feudal, el control del comercio con Asia y el afán hegemónico del papado sobre las iglesias de Oriente.
 
===== Balance de la expansión geográfica =====
[[Archivo:Crown, Sword and Globus Cruciger of Hungary.jpg|thumb|300px|Espada, cetro, orbe y corona (con su característica cruz inclinada) de [[San Esteban de Hungría]], rey [[magiares|magiar]] convertido al cristianismo y coronado en diciembre del año [[1000]] por el papa [[Silvestre II]], en un acto similar al que protagonizó [[Carlomagno]] exactamente doscientos años antes, significando en este caso la expansión del cristianismo occidental y las instituciones feudales por la Europa centro-oriental.]]
 
El balance de esta expansión fue espectacular, por comparación a la vulnerabilidad de la oscura época anterior: Tras medio siglo de instituciones carolingias, hacia [[843]] ([[Tratado de Verdún]]), los territorios que podían identificarse más o menos próximamente con ellas (lo que podría denominarse una formación social cristiano occidental) se extendían por Francia, el oeste y sur de Alemania, el sur de Gran Bretaña, las montañas septentrionales de España y el norte de Italia. Un siglo después, en la época de [[Batalla de Lechfeld|Batalla del Río Lech]] ([[955]]), no había región de Europa Occidental a salvo de las nuevas oleadas de invasores bárbaros, que parecían conducir a una nueva crisis de civilización.<ref>Es la tesis que defiende el historiador [[Kenneth Clark]] en ''[[civilization (documental)|Civilization]]'', un prestigioso documental televisivo de la [[British Broadcasting Corporation|BBC]], de la que se publicó también un libro.</ref>
 
Sin embargo, en los dos siglos siguientes al fatídico [[1000|año mil]] el panorama había cambiado completamente: para la época de la [[Batalla de Las Navas de Tolosa|Batalla de Navas de Tolosa]] ([[1212]]), habían sido incorporadas a la civilización europea toda Italia hasta [[Sicilia]], la Gran Bretaña no inglesa ([[Escocia]] y [[Gales]]), [[Escandinavia]] (que se expandía por el Atlántico Norte hasta [[Groenlandia]]), buena parte de Europa Oriental ([[Polonia]], [[Bohemia]], [[Moravia]] y [[Hungría]], quedando los [[pueblos eslavos]] de los Balcanes y Rusia en la órbita del cristianismo oriental e institucionalizando sus propios reinos) y media Península Ibérica (en el transcurso del siglo XIII lo sería toda excepto el tributario [[reino de Granada|reino nazarí de Granada]], quedando marcado definitivamente el predominio cristiano sobre el [[estrecho de Gibraltar]] con la [[batalla del Salado]] -[[1340]]-). Otros territorios periféricos (como [[Lituania]] o [[Irlanda]]) estaban sometidos a una presión militar cada vez mayor por parte de los reinos centrales de la cristiandad latina. Más allá de los límites de Europa Occidental, las incursiones militares de huestes ''latinas'' de muy variada composición habían puesto en sus manos lugares tan lejanos como [[Constantinopla]] y los [[ducados de Atenas y Neopatria]] o [[Jerusalén]] y los [[Estados Latinos de Oriente|Estados Cruzados]].
 
==== Cristianos, musulmanes y judíos en la Península Ibérica ====
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El final de la Edad Media llega con el comienzo de la [[transición del feudalismo al capitalismo]], otro periodo secular de transición entre modos de producción que no finalizará hasta el final del [[Antiguo Régimen]] y el comienzo de la [[Edad Contemporánea]], con lo que tanto este último periodo medieval como la [[Edad Moderna]] entera cumplen un papel similar y cubren una similar extensión temporal (500 años) a lo que significó la Antigüedad Tardía para el comienzo de la Edad Media.
 
La [[ley de los rendimientos decrecientes|ley de rendimientos decrecientes]] empezó a mostrar sus efectos a medida que el dinamismo de los campesinos forzó la [[roturación]] de tierras marginales y las lentas mejoras técnicas no podían sucederse a un ritmo semejante. La coyuntura climática cambió, acabando con el denominado [[período cálido medieval|óptimo medieval]] que permitió la colonización de Groenlandia y el cultivo de vides en Inglaterra. Las malas cosechas condujeron a [[hambrunahambrunas]]s que debilitaron físicamente a las poblaciones, preparando el terreno para que la [[Peste negra]] de 1348 fuera una [[catástrofe demográfica]] en Europa. La repetición sucesiva de epidemias caracterizó un ciclo secular.
 
==== Consecuencias de la crisis ====
 
[[Archivo:Jan van Eyck 001.jpg|thumb|250px|''[[El matrimonio Arnolfini]]'', por [[Jan van Eyck]] ([[1430]]), representa el interior de una acomodada casa burguesa, que ambientan bien algunos de los nuevos [[valor (axiología)|valores]] de esa emergente clase social: la [[propiedad privada]] ganada con el [[trabajo]], la [[familia nuclear]], la moderación, la discreción y la privacidad. La escena transcurre en [[Flandes]], un emporio comercial y artesanal, que suscitó el florecimiento de una nueva forma de pintura, la de los [[pintura flamenca (siglos XV y XVI)|primitivos flamencos]] que entre otras innovaciones, iniciaron la pintura al [[óleo]], lo que permitía detalles sutilísimos para hacer cada vez más fieles los [[retrato]]s, un género que siglos antes no tenía ninguna demanda social.]]
 
Las consecuencias no fueron negativas para todos. Los supervivientes [[acumulación del capital|acumularon inesperadamente capital]] en forma de herencias, que pudo en algunos casos invertirse en empresas comerciales, o acumularon inesperadamente [[patrimonio]]s nobiliarios. Las alteraciones de los precios de mercado de los productos, sometidos a tensiones nunca vistas de [[oferta y demanda]] cambió la forma de percibir las relaciones económicas: los [[salario]]s (un concepto, como el de [[circulación monetaria]] ya de por sí disolvente de la economía tradicional) crecían al tiempo que las rentas feudales pasaron a ser inseguras, obligando a los señores a decisiones difíciles. Alternativamente primero tendieron a ser más comprensivos con sus siervos, que a veces estuvieron en situación de imponer una nueva relación, liberados de la servidumbre; mientras que en un segundo momento, sobre todo tras algunas [[rebeliones campesinas]] fracasadas y duramente reprimidas, impusieron en algunas zonas una nueva [[refeudalización]], o cambios de estrategia productiva como el paso de la agricultura a la ganadería (expansión de la [[Concejo de la Mesta|Mesta]]).<ref>Rodney Hilton, ''op. cit.''</ref>
 
El negocio lanero produjo curiosas alianzas internacionales e interestamentales (señores ganaderos, mercaderes de la lana, artesanos de paños) que suscitaron verdaderas [[guerra comercial|guerras comerciales]] (en ese sentido se ha podido interpretar las cambiantes alianzas y divisiones internas Inglaterra-Francia-Flandes durante la [[Guerra de los Cien Años]], en la que Castilla se implicó en [[Primera Guerra Civil Castellana|su propia guerra civil]]).<ref>Santos Madrazo Madrazo (1969) ''Las dos Españas. Burguesía y nobleza, los orígenes del precapitalismo español'' Editorial Z Y X.</ref> Únicamente los nobles con más capacidad (demostrada la mayor parte de las veces por el despojo de nobles con menos capacidad) pudieron convertirse en una [[gran nobleza]] o aristocracia de grandes casas nobiliarias, mientras que la [[pequeña nobleza]] se empobrecía, reducida a la mera supervivencia o a la búsqueda de nuevos tipos de ingresos en la creciente administración de las monarquías, o a los tradicionales de la Iglesia.
 
En las instituciones del clero también se va abriendo un abismo entre el [[alto clero]] de [[obispo]]s, [[canónigo (eclesiástico)|canónigos]] y [[abad]]es y los [[clérigo|curascura]]s de [[Parroquia (religión)|parroquias]] pobres; y el [[bajo clero]] de frailes o clérigos vagabundos, de opiniones teológicas difusas, o bien supervivientes materialistas en la práctica, [[goliardo]]s o estudiantes [[beneficio eclesiástico|sin oficio ni beneficio]].
 
En las ciudades, la [[alta burguesía]] y la [[baja burguesía]] viven un similar proceso de separación de fortunas, que hace imposible mantener que un aprendiz o incluso un oficial o un maestro de taller pobre tenga algo que ver con un mercader enriquecido por el comercio a larga distancia de la [[Liga Hanseática|Hansa]] o las [[ferias de Champaña]] y [[Ferias de Medina del Campo|de Medina]], o un médico o un [[abogado|letrado]] salidos de la [[universidad]] para entrar en la alta sociedad. Se va abriendo paso la posibilidad (antes inaudita) de que la condición social dependa más de la capacidad económica (no necesariamente ligada siempre a la tierra) que del origen familiar.
 
Frente al mundo medieval de los tres órdenes, basado en una economía agraria y firmemente ligada a la posesión de la tierra, emerge un mundo de [[ciudad]]es basado en una economía comercial. Los centros de poder se desplazan hacia los nuevos [[burgo]]s. Estos reequilibrios se vieron reflejados en los campos de batalla, ya que los [[caballero|caballeros feudales]] empezaron a ser superados por el desarrollo de técnicas militares como el arco de tiro largo,<ref>[http://www.arc3d.net/doc.php?op=noticia3&id=24 Arqueros en la Edad Media]</ref> arma que los ingleses usaron para barrer a los franceses en la [[Batalla de Azincourt|Batalla de Agincourt]], en [[1415]], o la [[pica (arma)|pica]], usada por la infantería de [[mercenario suizo|mercenarios suizos]]. Es en esta época cuando aparecen los primeros ejércitos profesionales, compuestos por soldados a los que no les une un pacto de vasallaje con su señor sino la paga. A partir del siglo XIII se registran en Occidente los primeros usos de la de [[pólvora]], invención china extendida desde la India por los árabes, pero de forma muy discontinua. [[Roger Bacon]] la describe en [[1216]]) y hay relatos del uso de [[arma de fuego|armas de fuego]] en la defensa musulmana de [[Sevilla]] ([[1248]]) y [[Niebla]] ([[1262]], ''véase [[El cañón en la Edad Media]]''). Con el tiempo, el oficio militar se ''envilece'', devaluando las funciones de la nobleza con las de la [[caballería]] y los [[castillo]]s, que quedan obsoletos. El aumento de los costes y las [[táctica]]s de [[batalla]]s y [[asedio]]s traerá como consecuencia el aumento del poder del rey frente a la aristocracia. La guerra pasa a depender no de las [[hueste]]s feudales, sino de los crecientes [[impuesto]]s, pagados por los no privilegiados.
 
[[Archivo:Jean Fouquet 006.jpg|thumb|200px|left|''[[Díptico]] de [[Melun]]'', de [[Jean Fouquet]] ([[1450]]). Panel izquierdo: [[Étienne Chevalier]], el donante, con [[San Esteban]], su santo patronímico. En otra época, la perspectiva jerárquica hubiera distanciado a un simple mortal, por muy poderoso que fuera, de personajes celestiales.]]
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==== Nuevas ideas ====
 
Las nuevas ideas religiosas -que se adaptan mejor a la forma de vida de la burguesía que a la de los privilegiados- ya estuvieron en el fermento de las [[herejía]]s que se habían producido previamente, a partir del siglo XII ([[catarismo|cátaros]], [[valdensevaldenses]]s), y que habían encontrado eficaz respuesta en las nuevas [[orden mendicante|órdenes religiosas mendicantes]], insertas en el entorno urbano; pero en los últimos siglos medievales el [[husismo]] o el [[lolardos|wycliffismo]] tienen una mayor proyección hacia lo que será la [[Reforma Protestante|Reforma protestante]] del siglo XVI. El [[milenarismo]] de los [[movimiento de los Flagelantes|flagelantes]] convivía con el [[misticismo]] de un [[Tomás de Kempis]] y con los desórdenes y corrupción de costumbres en la Iglesia que culminaron en el [[Cisma de Occidente]]. Fue devastador el impacto que tuvo en la cristiandad occidental el espectáculo de dos (y hasta tres) papas excomulgándose mutuamente (y a emperadores, reyes y obispos, y con ellos a todos sus sacerdotes y fieles), uno en la llamada ''[[cautividad de Avignon]]'' a la que le sometía el rey de Francia (''fille ainée de l'Eglise'' -hija mayor de la Iglesia-), otro en Roma y un tercero elegido por el [[Concilio de Pisa]] (1409). La situación no se recondujo totalmente ni siquiera con el [[Concilio de Constanza]] (1413), que si hubieran prosperado las tesis ''[[conciliarismo|conciliaristas]]'' se habría convertido en una especie de parlamento europeo supranacional, cuasi-soberano y competente en toda clase de temas. Hasta la humilde [[Peñíscola]] se llegó a convertir por algún tiempo en el centro del mundo cristiano -para los escasos seguidores del [[Benedicto XIII de Aviñón|Papa Luna]]-.
 
Los intentos de imprimir mayor racionalidad al catolicismo ya venían estando presentes desde la cumbre de la [[escolástica]] de los siglos XII y XIII con [[Pedro Abelardo]], [[Tomás de Aquino]] o [[Roger Bacon]]; pero ahora esa escolástica se enfrenta a su propia crisis y cuestionamiento interno, con [[Guillermo de Ockham]] o [[Juan Duns Scoto|Duns Scoto]]. La mentalidad [[teocentrismo|teocéntrica]] iba lentamente dando paso a una nueva [[antropocentrismo|antropocéntrica]], en un proceso que culminará con el [[humanismo]] del siglo XV, en lo que ya puede denominarse [[Edad Moderna]]. Ese cambio no se limitó únicamente a las élites intelectuales: personalidades extravagantes, como [[Juana de Arco]], se convierten en héroes populares (con el contrapunto de otras terribles, como [[Gilles de Rais]] -Barba Azul-);<ref>Ernesto Ferrero [http://www.ernestoferrero.it/esp/testo_completo.asp?IDARTICOLO=52 ''Barbablú. Gilles de Rais y el ocaso de la Edad Media. La historia verdadera que anticipó en cuatrocientos años las fantasias más perversas del marqués de Sade''].</ref> la mentalidad social va alejándose del conformismo temeroso para acoger otras concepciones que implican una nueva forma de afrontar el futuro y las novedades:
 
{{cita|Hoy comamos y bebamos y cantemos y holguemos, que mañana ayunaremos.|Villancico de [[Juan del Encina]]}}
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El [[anonimato]] conscientemente buscado en el que vivieron silenciosamente generaciones durante siglos
 
{{cita|''Non nobis, Domine, non nobis,<br />sed nomini tuo da gloriam''|col2=¡No a nosotros, Señor, no a nosotros,<br />sino a tu nombre da la gloria!|[[Libro de los salmos|Salmos]] 115:1, musicalizado y utilizado muy frecuentemente para uso litúrgico.
 
Se adoptó como lema de los templarios y aparece en la obra ''[[Enrique V (teatro)|Enrique V]]'' de [[William Shakespeare|Shakespeare]].<ref>[http://www.vatican.va/archive/bible/nova_vulgata/documents/nova-vulgata_vt_psalmorum_lt.html#PSALMUS%20115 Liber Psalmorum 115:1] en Vatican.va. [http://www.youtube.com/watch?v=ewbuPY3uGQ4 Fragmento de la película] ''[[Enrique V (1989)|Enrique V]]'' de [[Kenneth Branagh]] (subtítulos en francés).</ref>}}
 
y que seguirá siendo la situación de los humildes durante los siglos siguientes, da paso a la búsqueda de la fama y de la gloria personal, no sólo entre los nobles, sino en todos los ámbitos sociales: los artesanos comienzan a firmar sus productos (desde las obras de arte a las marcas artesanas), y cada vez es menos excepcional que cualquier acto de la vida deje su huella documental (libros parroquiales, registros mercantiles, escribanos, protocolos notariales, actos jurídicos).
 
El desafío al monopolio económico, social, político e intelectual de los privilegiados, creaba lentamente nuevos espacios de poder en beneficio de los [[monarca|reyes]], así como un lugar cada vez más amplio para la burguesía. Aunque la mayor parte de la población siguió siendo campesina, lo cierto es que el impulso y las novedades ya no provenían del [[castillo]] o el [[monasterio]], sino de la [[Corte]] y la [[ciudad]]. Entre tanto, el [[amor cortés]] (procedente de la [[Provenza]] del siglo XI) y el [[caballero andante|ideal caballeresco]] se revitalizaron y pasaron a convertirse en una ideología justificativa del modo de vida nobiliario justo cuando este empezaba a estar en cuestión,<ref>[[Arnold Hauser]] ''Historia social de la literatura y el arte''.</ref> viviendo una época dorada, obviamente decadente, localizada en el período de esplendor del [[ducado de Borgoña]], que reflejó [[Johan Huizinga]] en su magistral ''[[El otoño de la Edad Media]]''.
 
{{VT|Gótico tardío|Gótico flamígero|Gótico internacional|Primitivos flamencos|Trecento|Quattrocento|Dante|Petrarca|Bocaccio|Chaucer|Jean Froissart}}
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{{AP|Crisis de la Edad Media en España}}
 
Mientras que para el Mediterráneo Oriental el fin de la Edad Media supuso el avance imparable del islámico [[Imperio otomano|Imperio Otomano]], en el extremo occidental, los expansivos reinos cristianos de la Península Ibérica, tras un periodo de crisis y ralentización del avance secular hacia el sur, simplificaron el mapa político con la unión matrimonial de los [[Reyes Católicos]] ([[Fernando II de Aragón]] e [[Isabel I de Castilla]]), los acuerdos de estos con el de Portugal ([[Tratado de Alcáçovas]], que suponían el reparto de influencias sobre el Atlántico) y la [[guerra de Granada|conquista de Granada]]. Navarra, dividida en una guerra civil entre bandos orientados e intervenidos por franceses y aragoneses, sería anexionada en su mayor parte a la creciente [[Monarquía Católica]] en 1512.
{{VT|Reino de Granada|Guerra Civil Castellana|Casa de Trastámara|Almogávar|Compromiso de Caspe|Guerra de Sucesión Castellana|Conquista de las Islas Canarias|Guerra Civil de Navarra|Guerra civil catalana}}
{{VT|La Biga y la Busca|Guerra de los Remensas|Sentencia arbitral de Guadalupe|Revuelta Irmandiña|Revuelta antijudía de 1391|Revuelta de Pedro Sarmiento|Cristiano nuevo|Inquisición española|Expulsión de los judíos de España}}
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Imagen:Burgos-condestable.jpg|[[Capilla del Condestable]] en la [[Catedral de Burgos]], gótico final ([[1482]]).
Imagen:Gallegocatholicmonarchs.jpg|Los [[Reyes Católicos]], por [[Fernando Gallego]] (hacia [[1490]]).
Imagen:Igreja Matriz da Golega 96a.jpg|Portada manuelina de la iglesia de [[Golegã|Golega]]. El retorcimiento de las columnas imita el de las gruesas maromas de los barcos, en una nación marinera volcada en la [[Era de los descubrimientos]].
Imagen:Alhambra Decree.jpg|[[Edicto de Granada|Decreto de la Alhambra]] por el que se expulsa a los judíos de España, el mismo año que se conquista Granada, se descubre América y Nebrija publica su ''Gramática Castellana'': [[1492]]. Es el final de la Edad Media y el comienzo de la Edad Moderna, con una unidad religiosa que acompañó a la unión de los reinos de la [[Monarquía Católica]].
</gallery></center>
 
== Véase también ==
 
*[[Anexo:Cronología de la Edad Media|Cronología de la Edad Media]]
*[[Medievalismo]]
*[[Arqueología Medieval|Arqueología medieval]]
*[[Filosofía medieval]]
*[[Ciencia medieval]]
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}}
*{{cita libro
|autor =[[Rodney Hilton|Hilton, Rodney]] (ed., artículos de [[Maurice Herbert Dobb|Maurice Dobb]], [[Karl Polanyi]], [[R. H. Tawney]], [[Paul Sweezy]], [[Kohachiro Takahashi]], [[Christopher Hill]], [[Georges Lefebvre]], [[Giuliano Procacci]], [[Eric Hobsbawm]] y [[John Merrington]])
|año = 1976, 1977 en español
|título = La transición del feudalismo al capitalismo
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{{sucesión
|predecesor = [[Historia Antigua|Edad Antigua]]
|título = Edad Media
|período = <small>[[476]]-[[1492]]</small>