Diferencia entre revisiones de «Historiografía»

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==Historiografía como meta-historia==
Si la Historia es una [[ciencia]] cuyo objeto de estudio es el pasado de la humanidad, cuestión en que la mayoría, pero no todos los historiadores concuerdan (Véase [[Historia#Historia como ciencia]]); se tiene que someter al [[método científico]], que aunque no pueda aplicársele en todos los extremos de las [[ciencias Naturalesnaturales|ciencias experimentales]], sí puede hacerlo a un nivel equiparable a las llamadas [[ciencias sociales]].
{{VT|metodología|metodología en las ciencias sociales}}
 
Un tercer concepto confluyente a la hora de definir la Historia como fuente de [[conocimiento]] es la «teoría de la historia», que puede llamarse también «[[historiología]]» (término acuñado por [[José Ortega y Gasset]]).<ref>[[José Ortega y Gasset]] (1928): ''La «Filosofía de la historia» de Hegel y la historiología''. En ''Obras completas'' (volumen IV). Madrid: Taurus, 2005. ISBN 84-306-0592-4.</ref>
Su papel es estudiar «la estructura, leyes y condiciones de la realidad histórica»,<ref>Según la definición del [http://buscon.rae.es/draeI/SrvltGUIBusUsual?TIPO_HTML=2&TIPO_BUS=3&LEMA=historiolog%EDa ''Diccionario de la lengua española''], de la [[Real Academia Española|RAE]]</ref> mientras que la «historiografía» es el [[relato]] mismo de la historia, el [[arte]] de escribirla
<ref>Según la definición del [http://buscon.rae.es/draeI/SrvltGUIBusUsual?TIPO_HTML=2&TIPO_BUS=3&LEMA=historiograf%EDa ''DRAE''].</ref>
 
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Un enfoque intelectual que tampoco contribuye mucho a entender la ciencia histórica como tal es la subordinación del punto de vista filosófico a la historicidad, considerando toda la realidad como el producto de un devenir histórico: ese sería el lugar del [[historicismo]], corriente filosófica que puede extenderse a otras ciencias, como la [[Geografía]].
 
Una vez despejada la cuestión meramente nominal, queda para la historiografía por tanto el [[análisis]] de la historia escrita, las descripciones del pasado; específicamente de los enfoques en la [[narración]], [[interpretación|interpretaciones]], visiones de mundo, uso de las [[evidencia]]s o [[documentación]] y métodos de presentación por los [[historiografía|historiadoreshistoriador]]es; y también el estudio de estos mismos, a la vez [[Sujeto histórico|sujetos]] y [[objeto]]s de la ciencia.
 
La historiografía, más llanamente, es la manera en que la historia se ha escrito. En un amplio sentido, la historiografía se refiere a la [[metodología]] y a las prácticas de la escritura de la historia. En un sentido más específico, se refiere a escribir sobre la historia en sí.
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[[Archivo:Nazca-chauchilla-c05.jpg|thumb|300px|Enterramiento de la [[cultura nazca]].]] [[Archivo:Bartolomedelascasas.jpg|thumb|300px|Fray [[Bartolomé de las Casas]].]]
 
Historiografía es equivalente a cada parte de la producción historiográfica, o sea: al conjunto de escritos de los [[historiografía|historiadoreshistoriador]]es acerca de un tema o período histórico concreto. Por ejemplo, la frase «es muy escasa la historiografía sobre la [[vida cotidiana]] en el [[Japón]] en la [[era Meiji]]» quiere decir que hay pocos libros escritos sobre tal cuestión porque hasta el momento no ha recibido atención por parte de los historiadores, no porque su objeto de estudio sea poco relevante o porque haya pocas [[fuente documental|fuentes documentales]] que proporcionen documentación histórica para hacerlo.<ref>De hecho, hay bibliografía sobre el tema: Harold BOLITO: ''Japón Meiji''. Madrid: Akal, 1991. ISBN 84-7600-718-3. Un breve acercamiento accesible en: Mauro BONIFAZI: [http://www.nodo50.org/observatorio/japon.htm ''Japón: revolución, occidentalización y milagro económico''].</ref>
Con respecto a la difusión y publicidad de la producción historiográfica, sería bueno que cumpliera los mismos requisitos a que se someten las demás publicaciones científicas (ver [[publicación]]).
 
También se utiliza el vocablo historiografía para hablar del conjunto de [[historiografía|historiadoreshistoriador]]es de una nación, por ejemplo, en frases semejantes a esta: «La historiografía española abrió sus brazos y sus archivos desde los años 1930 a los [[hispanismo|hispanistas]] franceses y anglosajones, que renovaron su metodología».
 
Es necesario diferenciar los dos términos usados más arriba: «producción historiográfica» y «documentación histórica», aunque en muchos casos coincida que los historiadores utilizan como documentación histórica precisamente la producción historiográfica anterior.
 
Por ejemplo: además de un conjunto de [[documento]]s [[archivo|archivísticos]] de la [[Casa de Contratación de Indias|Casa de Contratación]] de [[Sevilla]] que se produjeron quizá sólo para llevar una [[contabilidad]];<ref>El [[Archivo General de Indias|Archivo de Indias]] es accesible en:[http://www.mcu.es/archivos/visitas/indias/indias.html]</ref> o de algún material [[arqueología|arqueológico]] que se halle en una excavación en [[Perú]], y que se depositó sin intención de que nadie lo encontrara; un historiador [[americanismo (estudio)americanística|americanista]] tendrá que utilizar la ''Brevísima relación de la destrucción de las Indias'', que fue escrita por [[Bartolomé de las Casas]] con un afán histórico indudable, además de con un propósito de la defensa de un [[interés]] o su propio punto de vista.<ref>La obra de Las Casas es accesible en [http://www.ciudadseva.com/textos/otros/brevisi.htm CiudadSeva.com]</ref>
Con eso último vemos otra insalvable característica de la Historia que la peculiariza como ciencia: ningún historiador, por muy [[objetividad|objetivo]] que pretenda ser, es ajeno a sus propios intereses, [[ideología]] o [[mentalidades|mentalidad]] ni puede sustraerse a su punto de vista particular. Como mucho puede intentar la [[intersubjetividad]], es decir, tener en cuenta la existencia múltiples puntos de vista. Para el caso que nos sirve de ejemplo, contrastar las fuentes de Bartolomé de las Casas con las demás voces que se oyeron en la [[Junta de Valladolid]], entre las que destacó la de su rival [[Juan Ginés de Sepúlveda]], o incluso con la llamada «[[visión de los vencidos]]»,<ref>[[Miguel León-Portilla|Miguel LEÓN-PORTILLA]], 1973.</ref> que raramente se conserva, pero a veces sí, como ocurre con la ''Nueva Crónica y Buen Gobierno'' del inca [[Felipe Guamán Poma de Ayala|Guaman Poma de Ayala]]<ref>Puede consultarse en internet el libro de [[Felipe Guamán Poma de Ayala|Guamán Poma]] con sus verdaderamente únicas ilustraciones en la página de la Biblioteca Nacional danesa: [http://www.kb.dk/elib/mss/poma/index-en.htm]</ref>
 
La reflexión sobre la posibilidad o imposibilidad de un enfoque objetivo lleva a la necesidad de superar la oposición entre [[objetividad]] (la de una inexistente ciencia "pura" que no se contamine con el científico) y [[subjetividad]] (implicada en los intereses, ideología y limitaciones de éste) con el concepto de [[intersubjetividad]], que obliga a considerar la tarea del historiador, como la de cualquier científico, como un producto social, inseparable del resto de la [[cultura]] humana, en diálogo con los demás historiadores y con la sociedad entera.
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[[Archivo:FraMauroMapSpainPortugalNorthenAfrica.jpg|thumb|300px|El punto de vista eurocéntrico: ¿nos perturba un mapa «boca abajo»?]]
 
Los [[anales]] fueron uno de los orígenes de la fijación de la [[memoria]] de los hechos históricos en muchas culturas (véase en su artículo y más abajo en ''[[Historiografía#Roma|Historiografía de Roma]]''). Las [[crónica]]s (que ya en su nombre indican la intención del sesgo temporal) son usadas como reflejo de los acontecimientos notables de un periodo, habitualmente un reinado (véase en su artículo y más abajo en [[Historiografía#Edad Media|Historiografía de la Edad Media]] e [[Historiografía#Historiografía española medieval y moderna|Historiografía española medieval y moderna]]). La [[arcontología]] sería la limitación del registro histórico a la lista de nombres que ocupaban determinados cargos de importancia ordenados cronológicamente. De hecho, la misma [[cronología]], [[disciplinas Auxiliares de la Historia|disciplina auxiliar de la historia]], nace en muchas civilizaciones asociada al cómputo del tiempo pasado que se fija en la memoria escrita por los nombres de los magistrados, como ocurría en [[Roma]], donde era más corriente citar un [[año]] por ser el de los [[Cónsul romano|cónsules]] tal y cual. En el [[Antiguo Egipto]], la datación del tiempo se hizo por años ([[Piedra de Palermo]]), años, meses y días de reinado del [[faraón]] ([[Canon Real de Turín]]), o [[dinastía]]s ([[Manetón]]). Es muy significativo que en las culturas no históricas, que no fijan mediante la escritura la memoria de su pasado, es muy frecuente no plantearse la duración concreta del tiempo pasado más allá de unos pocos años, que pueden ser incluso menos que los que dura una vida humana.<ref>[[Claude Lévi-Strauss|Claude Lévi Strauss]] analiza desde el punto de vista antropológico el significado de estas nociones del tiempo, también desde una perspectiva diacrónica y sincrónica; véase artículo de Regina MARTÍNEZ CASAS (2003): [http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/421/42118909.pdf ''De la orilla de la eternidad informacional a la atemporalidad del ritual''].</ref>
Todo lo que ocurre fuera de ello sería «hace mucho tiempo», o en «tiempo de los [[ancestro|antepasadosantepasado]]s», que pasa a ser un tiempo [[mito|mítico]], ahistórico.<ref>El tiempo totémico y el tiempo del sueño o de los antepasados de los aborígenes australianos: «A la manera de los primitivos, trascender lo real», consultable en Universitat Pompeu Fabra:[http://209.85.135.104/search?q=cache:Wl0xrWU57aIJ:www.upf.es/iuc/ciap/materials/cast/eo_real.pdf+c%C3%B3mputo+del+tiempo+tiempo+de+los+antepasados+m%C3%ADtico&hl=es&gl=es&ct=clnk&cd=3]</ref>
 
El tratamiento cronológico es el más usado por la mayor parte de los historiadores, pues es el que corresponde a la narración convencional, y el que permite enlazar las causas pasadas con los efectos en el presente o futuro. No obstante, se emplea de distinta manera: por ejemplo, el historiador siempre tiene que optar por un tratamiento [[sincronía|sincrónico]] o [[diacronía|diacrónico]] de su estudio de los hechos, aunque muchas veces hacen sucesivamente uno y otro.
*El tratamiento '''diacrónico''' estudia la evolución temporal de un hecho, por ejemplo: estudiaría la formación de la clase obrera en Inglaterra a lo largo de los siglos XVIII y XIX)
*El tratamiento '''sincrónico''' se fija en las diferencias que el hecho histórico estudiado tiene al mismo tiempo pero en diferentes planos, por ejemplo: compararía la situación de la clase obrera en Francia e Inglaterra en la coyuntura de la revolución de 1848 (ambos ejemplos están tomados de [[E. P. Thompson]])<ref>E. P. THOMPSON: ''La formación de la clase obrera en Inglaterra''. Barcelona: Crítica, 1963-1989.</ref>
Periodos o momentos especialmente atractivos para los historiadores terminan convirtiéndose, por la intensidad del debate y el volumen de la producción, en verdaderas especialidades, como la Historia de la [[Guerra Civil Española]], la Historia de la [[Revolución francesa|Revolución Francesa]] o la [[Revolución de octubreOctubre (1917)|Revolución Soviética]], la Historia de la [[Independencia americana|Independencia Americana]].
 
También son de consideración las diferentes concepciones del [[tiempo histórico]], que según [[Fernand Braudel]] van desde la [[larga duración]] al [[acontecimiento]] puntual, pasando por la [[coyuntura]].
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{{AP|Arqueología}}
Para el caso del periodo prehistórico, la radical diferencia de [[fuente documental|fuentes]] y método (así como la división burocrática de las [[cátedra]]s universitarias) la hacen ser una ciencia muy distante de la que hacen los historiadores, sobre todo cuando tales fuentes y método se prolongan, dando primacía al uso de las [[fuente documental|fuentes arqueológicas]] y el estudio de la [[fuente arqueológica|cultura material]] en periodos para los que ya hay [[fuente documental|fuentes escritas]], hablándose entonces no de la [[Prehistoria]], sino propiamente de la [[arqueología]] con sus propias periodizaciones [[arqueología clásica]], [[arqueología Medieval|arqueología medieval]], incluso [[arqueología industrial]]. Menor diferencia pude hallarse con el uso de las [[fuente oral|fuentes orales]] en lo que se conoce con el nombre de [[Historia oral]]. No obstante, hay que recordar lo ya dicho (véase más arriba [[Historiografía#Sesgos temporales|sesgos temporales]]) sobre la primacía de las fuentes escritas y lo que éstas determinan la ciencia historiográfica y la propia conciencia de la historia en su protagonista -que es toda la humanidad-.
 
===Sesgos espaciales===
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[[Archivo:Vite.jpg|thumb|300px|Las ''Vidas de artistas'' de '''Vasari''']]
*la [[Historia política]], reducida a [[acontecimiento|historia evenemencial]] o categorizada en la [[Historia de las instituciones]], la Historia de los [[sistema político|sistemas políticos]], la [[Historia del Derecho]] o la [[Historia militar]];
*la [[Historia económica]], a veces hermanada con la [[Historia social]], que no obstante, puede también entenderse como Historia del [[movimiento obrero]] o una más universal [[Historia de los movimientos sociales y políticos|Historia de los movimientos sociales]];
*la [[Historia del cristianismo|Historia de la Iglesia]], tan antigua como ella misma, o la Historia de las [[religión|religiones]], nacida por la necesidad de hacer su estudio comparado;
*la [[Estudio de la Historia del Arte|Historia del Arte]], nacida en la misma [[Antigüedad clásica|Antigüedad Clásica]] con la valoración de su producción artística y la de su pasado;
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*la [[historia de la vida cotidiana]], que desde una selección similar del objeto, abre después el campo de visión buscando la generalización;
*la [[historia desde abajo]], centrada en los grupos sociales desfavorecidos, [[invisibilización|invisibilizados]] en la mayor parte de los registros históricos habituales;
*la [[historia de la mujer|historia de las mujeres]] o los llamados [[estudios de género]], como muchas historias [[transversal]]es, que a veces pueden englobarse como historia de las [[minoría]]s, o disgregarse temáticamente como la historia de la [[sensibilidad]], la historia de la [[sexualidad]], etc.;
*modificaciones de la historia económica como la [[cliometría]] o la [[historia de la empresa]];
*la [[historia cultural]], que registra un nuevo impulso tras varios decenios;
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A veces las etiquetación de las corrientes es obra de sus detractores, con lo que los historiadores en ellas encasillados pueden o no estar conformes con la manera en que quedan definidos. Tal cosa podría decirse del mismo providencialismo, pero sería más propio para corrientes más modernas, como el [[positivismo]] burgués, la [[acontecimiento|historia evenemencial]] (de los acontecimientos), etc.
 
Interpretar la historiografía como parte del ambiente intelectual de la época en que surge es siempre necesario. Toda producción cultural es dependiente del modelo cultural existente, llámese a esto la moda, del estilo o el paradigma dominante en arte o filosofía; y es evidente que el registro de la historia es una producción cultural. La [[deconstrucción]], el [[pensamiento débil]] o la [[postmodernidad|posmodernidad]], conceptos de finales del siglo XX, han sido la incubadora de la presente deconstrucción de la historia, que para algunos sólo es una narración.<ref>Una reflexión de Rafael Vidal sobre ''La Historia y la Posmodernidad'':[http://www.ucm.es/info/especulo/numero13/finhisto.html]</ref>
Una buena manera de distinguir la interpretación de la historia que tiene una corriente historiográfica es preguntarse a qué considera sujeto histórico o el protagonista verdadero de la historia.
 
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El resto de las civilizaciones asiáticas alcanzan la escritura y la historia a su propio ritmo, compilan sus [[fuente teológica|fuentes teológicas]] en forma de libros sagrados -en ocasiones con partes históricas (la [[Biblia]] hebrea) o sofisticaciones cronológicas (los [[Vedas]] hindúes)-, registran sus propios [[Anales]] y finalmente su propia historiografía, particularmente la china,<ref>En el artículo [[Interpretaciones de la Historia de China]] se habla de la particular filosofía de la historia de la historiografía china tradicional, que incluye el concepto de ciclo dinástico, y fue sustituida por la interpretación materialista en la moderna República Popular. Otros intelectuales chinos no marxistas, como [[Hu Shih]] y [[Ray Huang]], han desarrollado teorías de integración de la civilización china y la occidental en una moderna y única civilización mundial.</ref> que tiene su Heródoto en [[Sima Qian]] ([[Memorias históricas]], 109&nbsp;a.&nbsp;C. – 91&nbsp;a.&nbsp;C.) y alcanzó una definición clásica de historia tipificada, oficial, con el ''Libro de los [[Han]]'' de [[Ban Gu]] ([[siglo I]]), que fijó un modelo repetido sucesivamente por los historiadores de los periodos siguientes en veinticinco "historias tipificadas", hasta 1928, en que apareció la última de tan monumental serie.<ref>''China primitiva'', en ''Historia Universal: El País: Salvat'', tomo 3, Madrid: Salvat Editores. ISBN 84-345-6232-4</ref>
{{VT|Interpretaciones de la Historia de China}}
En la [[América precolombina]], fuera de la [[cultura maya|civilización maya]] no hay textos de ningún modo comparables. Tanto en ese caso como en el del [[África negra|África subsahariana]], las fuentes orales han sido tradicionalmente prioritarias. Son muy recientes (segunda mitad del siglo XX) los intentos de construir una ''historiografía africana''.<ref>Entre los que pueden citarse a [[Joseph Ki-Zerbo]] o a [[Cheik Ant Diop]].</ref> Aun así hay algunos casos excepcionales, como las bibliotecas de manuscritos de [[Tombuctú]], conectadas con viajeros y conquistadores [[magreb]]íes, algunos de origen [[al-Ándalus|andalusí]] como [[León el Africano]], conocido autor de ''Historia y descripción de África y de las extraordinarias cosas que contiene'' (1526).<ref>NAVIA (mayo de 2006): ''Timbuctú, la nostalgia de un sueño'', National Geographic, pgs. 44-71</ref>
 
No obstante, el desarrollo y variedad que ha alcanzado la historiografía en la [[Occidente|Civilización Occidental]] es de un nivel distinto a todas ellas.
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===Roma===
{{VT|Historiografía romana}}
La [[antigua Roma|civilización romana]] dispone, a semejanza de los griegos [[Homero]] y [[Hesíodo|Hesiodo]], de [[mito]]s de origen que recogió [[Virgilio]] poetizados en la ''[[Eneida]]'' como un elemento del programa ideológico diseñado por [[César Augusto|Augusto]]. También al menos desde la [[República romanaRomana|República]], mantuvo un cuidado especial por la recopilación de hechos en [[Anales]], la [[derecho romano|legislación escrita]] y los archivos vinculados al sagrado de los templos. Hasta las [[guerras Púnicas|guerras púnicas]] la recopilación de los principales sucesos acaecidos estaba a cargo de los pontífices, en forma de crónicas anuales.
 
La primera obra histórica completa latina es ''Los Orígenes'' de [[Marco Porcio Catón|Catón]] (siglo III&nbsp;a.&nbsp;C.).
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El contacto de Roma con el [[cuenca del Mediterráneo|mundo mediterráneo]], primero [[Cartago]], y sobre todo [[Grecia]], [[Egipto]] y [[Oriente]] fue fundamental para ampliar la visión y utilidad de su género histórico. Los historiadores (sean romanos o griegos) acompañarán en las campañas militares a los ejércitos, con el declarado fin de preservar su memoria a la posteridad, recopilar información de utilidad y justificar sus acciones. La lengua culta, el [[Idioma griego|griego]], se utilizará para este género a la par que la más sobria [[latín|latina]].
 
[[Cayo Salustio|Salustio]], el Tucídides romano, escribe ''De Coniuratione Catilinae'' (la Conjuración de [[Lucio Sergio Catilina|Catilina]], de la que es contemporáneo, 63&nbsp;a.&nbsp;C.). Realiza un relato extenso de las causas lejanas de la conjuración, así como de la ambiciones de Catilina, retratado como un noble degenerado y sin escrúpulos. En ''Bellum Ingurthinum'' (guerra de [[Yugurta]] rey de los númidas, 111&nbsp;a.&nbsp;C. a 105&nbsp;a.&nbsp;C.), denuncia un escándalo colonial. ''Historiae'' era su obra más ambiciosa y madura, conservada parcialmente, que abarcaba en cinco libros los doce años transcurridos desde la muerte de [[Lucio Cornelio Sila|Sila]] en el 78&nbsp;a.&nbsp;C. hasta el 67&nbsp;a.&nbsp;C. No es la precisión histórica lo que le interesa, sino la narración de unos hechos con sus causas y consecuencias, así como la posibilidad de esclarecer el desarrollo del proceso de la degeneración en que la República se vio inmersa. Aparte del individuo, el objeto de su observación se centra en las [[clase social|clases sociales]] y las facciones políticas: idealiza un pasado virtuoso, y detecta un proceso de decadencia que atribuye a los vicios morales, a la discordia social y al abuso del poder por parte de las distintas facciones políticas.
 
[[Julio César]] con su ''Commentarii Rerum Gestarum'', acerca de dos de las más grandes acciones bélicas que llevó a cabo: la [[guerra de las Galias]] (58&nbsp;a.&nbsp;C.-52&nbsp;a.&nbsp;C.) ''([[De Bello Gallico]])'' y la guerra civil (49&nbsp;a.&nbsp;C.-48&nbsp;a.&nbsp;C.) ''(De Bello Civili)''.
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[[Archivo:Beda Venerabilis.jpg|thumb|300px|[[Beda el Venerable]].]]
 
En la decadencia de Roma, el [[cristianismo]] vendrá a dar un cambio metodológico radical, introduciendo el [[providencialismo]] de [[Agustín de Hipona]]. Es ejemplo [[Paulo Orosio|Orosio]], presbítero hispano de [[Braga (Portugal)|Braga]] ''(Historiae adversum paganus)''.
 
===Edad Media===
{{VT|Historiografía cristiana}}
La historiografía medieval se escribe principalmente por [[hagiografía|hagiógrafos]], [[cronista]]s, miembros del [[clero]] episcopal cercanos al poder, o por monjes. Se escriben [[genealogía]]s, [[anales]] áridos, listas cronológicas de acontecimientos sucedidos en los reinos de sus soberanos (anales reales) o sucesión de [[abad]]es (anales monásticos); ''vidas'' ([[biografía]]s de carácter edificante, como las de los santos [[dinastía Merovingia|merovingios]], o más tarde de los reyes de Francia), e ''Historias'' que cuentan el nacimiento de una nación cristiana, exaltan una dinastía o, al contrario, fustigan a los malvados desde una perspectiva religiosa. Esta historia, de la que son muestra [[Beda|Beda el Venerable]] (''Historia eclesiástica del pueblo inglés'', siglo VIII) o [[Isidoro de Sevilla]] (''Etimologías'' e ''Historia Gothorum''), es [[providencialismo|providencialista]], de inspiración [[agustinismo|agustinista]], e inscribe las acciones de los hombres en los designios de Dios. Hay que esperar al siglo XIV para que los cronistas se interesen por el [[pueblo (sociedad)|pueblo]], gran ausente de la producción de este periodo, por ejemplo la del francés [[Jean Froissart|Froissart]] o el florentino [[Matteo Villani]].
 
===Edad Moderna===
Durante el [[Renacimiento]], el [[humanismo]] aporta un gusto renovado por el estudio de los textos antiguos, griegos o latinos, pero también por el estudio de nuevos soportes: las inscripciones ([[epigrafía]]), las monedas ([[numismática]]) o las cartas, diplomas y otros documentos ([[diplomática]]). Estas nuevas ciencias auxiliares de la época moderna contribuyen a enriquecer los métodos de los historiadores: en 1681 [[Jean Mabillon|Dom Mabillon]] indica los criterios que permiten determinar la autenticidad de un acta por la comparación de fuentes diferentes en ''De Re Diplomática''. En [[Nápoles]], más de doscientos años antes, [[Lorenzo Valla]] al servicio de [[Alfonso V de Aragón]] había conseguido demostrar la falsedad de la [[donación de Constantino|pseudo-Donación de Constantino]]. [[Giorgio Vasari]] con sus ''Vidas de artistas'' nos ofrece a la vez una fuente y un método historiográfico para la [[Historia del arte|Historia del Arte]].
 
En esta época la historia no se diferencia de la geografía ni siquiera de las ciencias naturales. Se dividía en dos partes: la historia general (la que hoy llamaríamos historia) y la historia natural (ciencias naturales y geografía). Este sentido amplio de historia se explica por la etimología del término (ver [[Historia]]).
 
La cuestión de la unidad del reino que plantean las [[guerras de religión de Francia]] en el siglo XVI dan origen a trabajos de historiadores que pertenecen a la corriente llamada ''historia perfecta'', que muestra que la unidad política y religiosa de la Francia moderna es necesaria, al derivarse de sus orígenes galos ([[Étienne Pasquier|Etienne Pasquier]], ''Recherches de la France''). El [[providencialismo]] de autores como [[Jacques- Bénigne Bossuet|Bossuet]] (''Discurso sobre la historia universal'', 1681), tiende a devaluar la significación de cualquier cambio histórico.
 
En paralelo, la historia se muestra como instrumento de poder: se pone al servicio de los príncipes, desde [[Nicolás Maquiavelo|Maquiavelo]] y [[Francesco Guicciardini|Guicciardini]] hasta los [[panegírico|panegiristas]] de [[Luis XIV de Francia|Luis XIV]], entre los que se cuenta [[Jean Racine]].
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*la ''Crónica bizantina-árabe'' (741) y la ''Crónica Mozárabe'' (754), que preceden a una crónica perdida del reinado de [[Alfonso II de Asturias|Alfonso II]] y establecen su continuidad con las de [[Alfonso III de Asturias|Alfonso III]] a finales del siglo IX (''[[Crónica Albeldense]], [[Crónica Rotense]], Crónica Profética'' y ''Crónica Sebastianense'');
*la de [[Sampiro]] (del reinado de [[Bermudo II de León|Bermudo II]], cercana al año 1000);
*las del siglo XII ([[Historia Silense|Crónica Silense]] en torno al 1110, la de [[Pelayo, obispo de Oviedo]], la ''Crónica de [[Alfonso VII de León|Emperador Alfonso VII]]'' y la del monje anónimo de [[Nájera]], estas tres de finales del siglo);
*las del reinado de [[Fernando III de Castilla y León|Fernando III el Santo]] (''Chronicon mundi'' de [[Lucas de Tuy|Lucas, obispo de Tuy]], ''Crónica latina de los Reyes de Castilla'' de [[Juan (obispo de Osma)|Juan, obispo de Osma]] y ''De rebus Hispaniae'' del arzobispo de Toledo [[Rodrigo Jiménez de Rada]]);
*las de [[Alfonso X de Castilla y León|Alfonso X el Sabio]] (''[[Estoria de España]]'', editada por [[Ramón Menéndez Pidal]] con el título de ''Primera Crónica General'', y la ''Grande e General Estoria'');
*llegando a las del siglo XIV, en que destacan las ''Crónicas'' de [[Pero López de Ayala|Pedro López de Ayala]] (''Crónica del rey don [[Pedro I de Castilla|Pedro]]'', la de [[Enrique III de Castilla|Enrique II]], la de [[Juan I de Castilla|Juan I]] y la inacabada de [[Enrique III de Castilla|Enrique III]]), más sobrias y pegadas a los hechos que las contemporáneas europeas, aunque su fin primordial fuera la la autojustificación de su autor, [[Canciller]] de Castilla, que también compuso un ''Rimado de Palacio'' donde describe a sus contemporáneos.
 
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Para la [[Corona de Aragón]], tras las ''Gesta veterum Comitum Barcinonensium et Regum Aragonensium''<ref>[http://books.google.com/books?id=bCibPgAACAAJ&dq="Gesta+veterum+Comitum"&hl=es ''Gesta veterum comitum Barcinonensium et Regum Argonensium scripta c. an̄um 1290 a quodam monacho Rivipullensi'']. Editor [[Petr de Marca]], 1688. [[Juan Francisco Masdeu]] la cita junto a otras editadas por [[Pierre de Marca]] como ''Accessere gesta Comitum Barcinonensium, etc. Parisiis 1688'' (pg. 487 de [http://books.google.com/books?id=igrab44FVoYC&dq=%22Gesta%20veterum%20Comitum%22&hl=es&pg=PA487#v=onepage&q=%22Gesta%20veterum%20Comitum%22&f=false ''Historia crítica de España y de la cultura española''], Imprenta de Sancha, 1795). La obra de Morales Moya incluída en la [[#Bibliografía|bibliografía]] (que forma parte de la ''Enciclopedia de historia de España'' de Miguel Artola, 1993), y de la que provienen la mayor parte de los datos españoles de este artículo, da para esta obra el título de ''Gestas veterum Comitatum Barcinonensium et Regum Aragonensium''.</ref> (iniciada el siglo XII y continuada hasta el XIV), se destacan el ''[[Llibre dels feits]]'' o Crónica de [[Jaime I de Aragón|Jaime I el Conquistador]];
la ''[[Crónica de San Juan de la Peña]]'' o de [[Crónica de Pedro el Ceremonioso|Pedro el Ceremonioso]];
la de [[Ramon Muntaner de Sesfàbregues|Ramón Muntaner]], que cubre el periodo 1207-1328, incluyendo la famosa expedición de los [[almogávar]]es, en la que participó;
y la de [[Crónica de Bernat Desclot|Bernat Desclot]] ''Llibre del rei En Pere d'Aragó e dels seus antecessors passats'' (segunda mitad del siglo XIII).
 
Línea 250:
Muhammad [[Al-Razi (historiadores)|al-Razi]] realiza (en la primera mitad del siglo X de la era cristiana, IV de la [[Hégira]]) la primera historia general de la Península Ibérica, ''Ajbar Mutuk al-andalus'' que continuaron otros al-Razi: su hijo Ahmad (llamado en castellano el [[al-Razi (historiadores)|moro Rasis]]) y el de éste (Isa ben Ahmad). Esta historia se divulgó en los reinos cristianos con el nombre de ''Crónica del moro Rasis'' y se utilizó por Jiménez de Rada.
 
[[Arib de Córdoba|Aríb de Córdoba]], secretario de [[alhakén II|al-Hakam II]], escribió una Crónica de su gobierno, y en el mismo reinado [[Muhammad al-Jusaní]] (muerto en 361/971) el ''Kitáb al-qudá bi-Qurtuba'', historia de los [[cadí]]es (jueces) de Córdoba.
 
En época de [[Almanzor]] se escribe una historia controladísima, como es la de [[Ibn Asim]], significativamente titulada ''al-Ma´atir al-camiriyya '' (Gestas amiríes), obra que sólo conocemos por referencias.
Línea 258:
En el siglo XIII, el alcireño [[Ibn Amira]] escribió la ''Kitab Raih Mayurqa'' (Libro del reino de Mallorca).<ref>Texto citado por cronistas posteriores, pero considerado perdido hasta hace poco: el año 2001 el profesor Muhammad ben Mamar identificó un único ejemplar (26 páginas) en una biblioteca de [[Tinduf]], que ha sido traducido por Guillem Rosselló-Bordoy y Nicolau Roser. ''National Geographic'', marzo de 2009, pg. 8.</ref>
 
De familia andalusí emigrada, el tunecino [[Ibn Jaldún]] (finales del siglo XIV comienzos del XV) ha sido muy valorado por como precedente de la [[filosofía de la Historia|filosofía de la historia]] y sus planteamientos innovadores en los terrenos de la economía y sociología de su ''Al-Muqaddimah'' (Historia).
 
Ya fuera del periodo de presencia musulmana en Al-Andalus completa la historiografía islámica clásica [[AhmadAl ibn Muhammad al-Maqqari|Al-Maqqari]], con su ''Nafh al-Tib'' (siglos XVI-XVII), que reúne muchas fuentes anteriores. Las fuentes musulmanas son, en general, peor conocidas, e incluirían las posteriores a la Reconquista, como la poco conocida ''Historia'' de [[Ibn Idhari]] (siglo XVI).<ref>Una página web de referencia para la historiografía andalusí:[http://www.islamyal-andalus.org/octubre02/Ibn%20Hayyan.htm]. Y otra, que incluye toda su literatura:[http://www.spanisharts.com/books/literature/hisparab.htm].</ref>
[[Archivo:Trabajo-inca8.jpg|thumb|300px|Trabajo inca. Ilustración de la ''Nueva Corónica y Buen Gobierno'' de [[Felipe Guamán Poma de Ayala]], 1616]]
 
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Las primeras obras de [[Historia de América]], desde las ''relaciones'' del mismo [[Cristóbal Colón]], su hijo [[Hernando Colón|Hernando]] y muchos otros descubridores y conquistadores como [[Hernán Cortés]] o [[Bernal Díaz del Castillo]] ''([[Historia verdadera de la conquista de la Nueva España|Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España]])'', tienen un claro carácter justificativo. La aportación en sentido contrario de [[Bartolomé de las Casas]] ''(Brevísima relación de la destrucción de las Indias)'' fue tan trascendental que dio origen a la polémica de los [[junta de Valladolid|justos títulos]], en que le dio réplica [[Juan Ginés de Sepúlveda]]; e incluso a la llamada [[Leyenda negra española|Leyenda negra]] al divulgarse por toda Europa como propaganda antiespañola. La visión de los indígenas, que vieron sus documentos y cultura material saqueados y destruidos, fue posible por algunos casos excepcionales, como el inca [[Felipe Guamán Poma de Ayala]].
 
Oficialmente el cargo de [[Cronista|Cronista de Indias]] se inicia con la documentación reunida por [[Pedro Mártir de Anglería]] que se pasa en 1526 a [[Antonio de Guevara|Fray Antonio de Guevara]], [[Cronista]] de Castilla; y con [[Juan López de Velasco|Juan Gómez de Velasco]] que hace lo propio con los papeles del [[cosmografía|cosmógrafo]] mayor [[Alonso de Santa Cruz]], a los que suma el cargo de cronista. [[Antonio de Herrera y Tordesillas|Antonio de Herrera]] es nombrado Cronista Mayor de Indias en 1596, y publica entre 1601 y 1615 la ''Historia general de los hechos de los castellanos en las islas y Tierra Firme del mar Océano'', conocida como ''Décadas''. [[Antonio de León Pinelo]] (criado en Lima, que había recopilado las [[Leyes de Indias]]), [[Antonio de Solís y Rivadeneyra|Antonio de Solís]] y [[Pedro Fernández del Pulgar]] cubrieron el cargo durante el siglo XVII. En el siglo XVIII la institución se refunda con la creación de otras dos, muy importantes para el mantenimiento de la memoria y la historiografía española: la [[Real Academia de la Historia]] y el [[Archivo General de Indias]]. Aún tuvo tiempo de destacar la figura de [[Juan Bautista Muñoz]] (''Historia del Nuevo Mundo'', que no completó).
 
===Ilustración===
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En Alemania, esta evolución se había producido antes, y estaba presente en las universidades de la Edad Moderna. La institucionalización de la disciplina da lugar a vastos corpus que reúnen y transcriben sistemáticamente las fuentes. El más conocido es ''[[Monumenta Germaniae Historica]]'', desde 1819. La Historia gana una dimensión de erudición, pero también de actualidad. Pretende rivalizar con las demás ciencias, sobre todo con el gran desarrollo que están teniendo éstas. [[Theodor Mommsen]] contribuye a dar a la erudición las bases críticas, en su ''Römische Geschischte'' (Historia de Roma) 1845-1846, además de colaborar en el citado ''Monumenta Germania Histórica'' y ''[[Corpus Inscriptionum Latinarum]]''.
 
En Francia, desde los años 1860, el historiador [[Fustel de Coulanges]] escribe ''la historia no es un arte, es una ciencia pura, como la física o la geología''. Sin embargo la historia se implica en el debate de su época y está influida por las grandes ideologías, como el [[liberalismo]] de [[Alexis de Tocqueville]] y [[François Guizot]]. Sobre todo se deja influir por el [[nacionalismo]] e incluso el [[racismo]]. Coulanges y Mommsen trasladan al debate historiográfico el enfrentamiento de la [[guerra Franco-Prusianaprusiana|guerra francoprusiana]] de 1870. Cada historiador tiende a encontrar las cualidades de su pueblo (el "genio"). Se fundan las grandes historias nacionales.
[[Archivo:Jules Michelet.jpg|thumb|300px|Michelet, el historiador de la Revolución Francesa.]]
Los historiadores románticos, como [[Augustin Thierry]] y [[Jules Michelet]], manteniendo la calidad de la reflexión y la explotación crítica de las fuentes, no recelan de explayarse en el estilo y la mantienen como un arte. Los progresos metodológicos no impiden contribuir a las ideas políticas de su tiempo. Michelet, en su ''Historia de la Revolución Francesa'' (1847-1853), contribuye igualmente a la definición de la nación francesa contra la dictadura de los [[Casa de Bonaparte|Bonaparte]], así como al revanchismo antiprusiano (murió poco después de la [[batalla de Sedán]]). Con la [[Tercera República Francesa|III República]], la enseñanza de la historia se conforma como un instrumento de propaganda al servicio de la formación de los ciudadanos, y continuará siéndolo durante el siglo XX.
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El papel epistemológico de la ciencia de la historia se ve sujeto a los grandes esquemas intelectuales que se construyen a partir de corrientes filosóficas como el [[positivismo#El positivismo en la historiografía|positivismo]] y el [[historicismo]].
 
[[Georg Wilhelm Friedrich Hegel|Hegel]] y [[Karl Marx|Marx]] introducen el cambio social en la historia. Los historiadores anteriores se habían centrado en los ciclos de auge y decadencia de gobernantes y naciones. Una nueva disciplina emergente aporta el análisis y la comparación a gran escala: la [[sociología]]. Desde la [[Historia del arte|Historia del Arte]], estudios como el de [[Jacob Burckhardt]] sobre el [[Renacimiento]] se convierten en la referencia para entender los fenómenos culturales. La [[arqueología]] pone en contacto el mito con la realidad histórica, tanto en Egipto como en Mesopotamia y Grecia ([[Heinrich Schliemann]] en [[Troya]], [[Micenas]] y [[Tirinto]], y más tarde [[Arthur Evans]] en Creta); todo ello en un ambiente romántico y aventurero que se va depurando para hacerse científico, aunque no desaparece, como prueba la tardía aportación de [[Howard Carter]] ([[Tutankamon]]) y la imagen popular de los arqueólogos que perpetúa el cine ''([[Indiana Jones]])''. La [[antropología]] aplicada a la explicación de los [[mito]]s produjo el monumental trabajo de [[James George Frazer]] ''([[La rama dorada]])'', a partir del cual la historiadores pudieron replantearse su punto de vista sobre la relación de las sociedades humanas de todas las épocas con la [[magia]], la [[religión]] e incluso la [[ciencia]].
 
Durante el siglo XIX, España mantiene al menos su patrimonio documental con la creación de la [[Biblioteca Nacional]] y el [[Archivo Histórico Nacional de España|Archivo Histórico Nacional]], pero no se distingue por una gran renovación de su historiografía que, aparte del arabismo de [[Pascual de Gayangos y Arce|Pascual de Gayangos]] o de la historia económica de [[Manuel Colmeiro y Penido|Manuel Colmeiro]], aparece escindida entre una corriente [[liberal]] ([[Modesto Lafuente|Modesto Lafuente y Zamalloa]], [[Juan Valera]]), y otra [[reaccionario|reaccionaria]], cuya cumbre, el erudito y polígrafo [[Marcelino Menéndez Pelayo|Marcelino Menéndez y Pelayo]] ''(Historia de los heterodoxos españoles)'', es una digna continuación de la tradición que nace con san Isidoro y pasa por la ''Historia'' del [[juan de Mariana|padre Mariana]] y por la ''España sagrada'' del [[enrique Flórez|padre Flórez]].
[[Archivo:MenendezPelayo.jpg|thumb|300px|[[Menéndez Pelayo]].]]
 
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====Historiografía anglosajona====
Los Estados Unidos son muy pródigos en la experimentación de nuevos enfoques metodológicos, como
*el cuantitativismo de la [[cliometría]] o ''new economic history'' (nueva historia económica) norteamericana, de [[Robert Fogel]] y [[Douglass North]], premios Nobel de economía de 1993 (de los pocos historiadores que han recibido el [[Premios Nobel|Premio Nobel]], con los de literatura de [[Theodor Mommsen]] y [[Winston Churchill]]).
*los case-studies (desde los años 1970). Un case study es un método particular de investigación cualitativa. Más que utilizar grandes bases de datos y rígidos protocolos para examinar un número limitado de variables, este método implica un examen longitudinal de un caso: un solo hecho. La historia se acerca al método experimental.<ref>Los autores más conocidos de este método son [[Robert E. Stake|Robert Stake]] y [[Jan Nespor]] (véase wikipedia en inglés [http://en.wikipedia.org/wiki/Case_study])</ref>
*la llamada ''World History'' (desde los años 1980), que compara las diferencias y semejanzas entre regiones del mundo y llega a nuevos conceptos para describirlas (considera a [[Arnold J. Toynbee]] un precursor).
 
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Pero las principales aportaciones de los historiadores ingleses, que disponen de publicaciones comparables a ''Annales'' ''([[Past and Present]])'' están en el centro de la corriente principal de producción historiográfica, para el caso de esta revista, de tendencia marxista, entre los que figuran autores de la talla de [[E. P. Thompson]], [[Eric Hobsbawm]], [[Perry Anderson]], [[Maurice Herbert Dobb|Maurice Dobb]], [[Christopher Hill]], [[Rodney Hilton]], [[Paul Sweezy]], [[John Merrington]]... que en modo alguno debemos entender como una tendencia unitaria, pues, tras los años de la segunda guerra mundial y su posguerra (en que muchos de ellos funcionaron como el ''[[Grupo de historiadores del Partido Comunista de Gran Bretaña]]'') fueron alejándose entre sí y de las posiciones marxistas ortodoxas, dando origen a lo que se ha venido en llamar tendencia ''marxiana''. Las polémicas entre ellos y con autores no marxistas, como [[Hugh Trevor-Roper|H. R. Trevor-Roper]], se hicieron merecidamente famosas.
 
Cada autor debe verse a través de su posición personal, como los norteamericanos [[John Lukacs]], [[Gertrude Himmelfarb]], [[Peter Gay]] (perspectiva psicológica) o [[Immanuel Wallerstein]] (del campo de la historia económica y social, que ha desarrollado un concepto de ''sistema mundial'' en la línea de [[Fernand Braudel]]); los británicos [[Steven Runciman]] (medievalista imprescindible para las [[Cruzadas]]), [[Edward Hallett Carr|E. H. Carr]] o [[Lawrence Stone]]; los canadienses [[Donald Creighton]] o [[Bruce Trigger]] (''etnohistoriador'' y arqueólogo); o los ya citados [[Arno Mayer]], [[Richard Cobb]], [[Crane Brinton]] o [[Simon Schama]].
 
====Historiografía italiana====
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====Historiografía alemana====
La introspección de los intelectuales alemanes ante su papel frente al nazismo y los distintos grados de responsabilidad de la nación, el pueblo o las clases dirigentes alemanas sobre las dos [[guerra mundial|guerras mundiales]] y el convulso [[período de entreguerras|periodo de entreguerras]] que presenció el surgimiento del [[nazismo]] fue objeto de la atención de historiadores de muy distintas tendencias, como [[Gerhard Ritter]] [[Hans-Ulrich Wehler]] o [[Karl Dietrich Bracher]]. La denominada ''[[polémica de los historiadores]]'' de los años ochenta entre el filósofo [[Jürgen Habermas]] (que sostenía la presencia constante del nazismo) e historiadores como [[Ernst Nolte]] y [[Joachim Fest]] (quienes pretendían tomar distancia frente a "ese pasado que no pasa" analizando cuestiones tan espinosas como el [[Holocausto]] desde una perspectiva que a sus oponentes parecía casi justificadora, equiparando nazismo y comunismo) presidió la década de los ochenta, previa a la [[reunificación alemana]] de 1989.<ref>Alberto Buela, citando a Javier Esparza, en [http://www.rebanadasderealidad.com.ar/buela-25.htm ''La relación con el pasado''] [http://letras-uruguay.espaciolatino.com/friedler/la_literatura_alemana.htm]</ref>
 
====Los hispanistas====
{{AP|Hispanismo}}
La disponibilidad de materia prima documental en los archivos españoles atraen a profesionales formados en las universidades europeas o norteamericanas, en una especie de [[fuga de Cerebros|fuga de cerebros]] al revés que renovó la metodología y las perspectivas de los historiadores españoles.
 
[[Maurice Legendre]] fue uno de los iniciadores del hispanismo francés a través de la ''Casa de Velázquez'', siguiéndole una impresionante nómina: [[Marcel Bataillon]] (con su imprescindible ''[[Erasmo de RotterdamRóterdam|Erasmo]] en España''), [[Pierre Vilar]] (''Cataluña en la España Moderna'' y su breve pero influyente ''Historia de España''), [[Bartolomé Bennassar]] (modelo de cómo la [[historia local]] puede integrarse en la corriente central de la historiografía de vanguardia con su ''[[Valladolid]] en el siglo de oro''),<ref>Bartolomé BENNASSAR: ''Valladolid au siècle d'or. Une ville de Castille et sa campagne au XVe. siècle''. París-La Haya: Mouton, 1967. Considerado un clásico de síntesis regional histórica en el espíritu de ''Annales'', siguiendo el método de integración de distintas disciplinas iniciado por [[Fernand Braudel]].</ref>[[Georges Demerson]], [[Joseph Pérez]] (autoridad para las [[Biocenosis|Comunidades]], la [[Inquisición]], los [[pueblo judío|judíos]]...), [[Jean Sarrailh]] (ejemplo de síntesis de una época con ''La España ilustrada de la segunda mitad del siglo XVIII'')...
 
El hispanismo anglosajón tiene como uno de sus decanos a [[Gerald Brenan]] (observador de ''El laberinto español'' desde su atalaya en las Alpujarras), secundado por una lista no menos impresionante que la francesa: [[Hugh Thomas]] (durante mucho tiempo el autor más citado de su especialidad con ''Spanish Civil War''), [[John Huxtable Elliott|John Elliott]] (que con ''El Conde-Duque de Olivares'' ha dado muestra de cómo puede una biografía reflejar una época), [[John Lynch]], [[Henry Kamen]], [[Ian Gibson]] (irlandés nacionalizado español, autor de imprescindibles biografías de los gigantes culturales del siglo XX), [[Paul Preston]], [[Gabriel Jackson]], [[Stanley George Payne|Stanley G. Payne]], [[Raymond Carr]], [[Geoffrey Parker]], [[Edward Malefakis]]...
[[Archivo:Spanish civil war archive.jpg|300px|thumb|Archivo de la Guerra Civil en Salamanca.]]
 
====Historiografía española contemporánea====
Entre tanto, las universidades españolas se vacían por la Guerra Civil y el exilio interior y exterior. A la mitad del siglo XX podía contemplarse repartido por todo el mundo un nutrido grupo de individualidades: [[Ramón Menéndez Pidal]], [[Américo Castro]], [[Claudio Sánchez-Albornoz|Claudio Sánchez Albornoz]], [[Julio Caro Baroja]], [[José Antonio Maravall]], [[Jaume Vicens i Vives|Jaume Vicens Vives]] (a quien se debe entre otras aportaciones, la creación del [[Índice Histórico Español]] en 1952), [[Antonio Domínguez Ortiz]], [[Luis García de Valdeavellano]], [[Ramón Carande|Ramón Carande y Thovar]]...
 
En la posguerra se crea el [[Consejo Superior de Investigaciones Científicas|CSIC]], en cuyo organigrama se incluyen departamentos de historia. La requisa de papeles por el bando vencedor con fines [[represión política|represivos]] y su concentración permitirán el funcionamiento de una sección del [[Archivo Histórico Nacional de España|Archivo Histórico Nacional]] en [[Salamanca (España)|Salamanca]] especializada en la [[Guerra Civil Española]] (desde 1999 denominado [[Archivo General de la Guerra Civil Española]]). Fue centro de una polémica que trascendió el ámbito de lo historiográfico para entrar completamente en el ámbito de lo político, muy intensa entre 2004 y 2006, por la devolución a la [[Generalidad de Cataluña]] de los originarios de esta institución y de otras catalanas (los llamados [[memoria histórica#Los Papeles de Salamanca|papeles de Salamanca]]), que se puede considerar como parte de la polémica simultánea en torno a la llamada recuperación de la [[memoria histórica]].<ref>[http://www.elmundo.es/elmundo/2005/06/09/cultura/1118336528.html Una cronología de las vicisitudes de los Papeles de Salamanca], en ''El Mundo''.</ref>
 
En la segunda mitad del siglo XX se produce una intensa renovación metodológica en todas las ramas de la ciencia histórica, y se multiplican los departamentos universitarios. Algunos historiadores vuelven del exilio, donde se habían mantenido como referentes de una forma de hacer historia no sometida a censura, es el caso de [[Manuel Tuñón de Lara]], preocupado por la reflexión metodológica ([[materialismo histórico]]) a la vez que mantiene una postura militante en política. Es de destacar la labor efectuada, también en Francia, por la Editorial [[Ruedo ibérico|Ruedo Ibérico]], cuyos libros se distribuían de forma semiclandestina, así como de algunas en México ([[Fondo de Cultura Económica]]).
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Hay una división clara entre una minoría de historiadores conservadores ([[Luis Suárez Fernández]], [[Ricardo de la Cierva]]) y una mayoría abiertos a las nuevas tendencias, que no forman una corriente historiográfica unida. Ver [[Gonzalo Anes Álvarez|Gonzalo Anes]], [[Julio Aróstegui]], [[Miguel Artola Gallego|Miguel Artola]], [[Ángel Bahamonde]], [[Bartolomé Clavero]], [[Manuel Espadas Burgos]], [[Manuel Fernández Álvarez]], [[Emiliano Fernández de Pinedo]], [[Josep Fontana]], [[Jordi Nadal]], [[Gabriel Tortella]], [[Javier Tusell]], [[Julio Valdeón Baruque]]...
 
Son reseñables las figuras destacadas en campos de estudio concretos: la de [[Francisco Tomás y Valiente]] y [[Alfonso García-Gallo]] en la [[Historia del Derecho]], la de [[Emilio García Gómez]] en el [[Arabismo]], la de [[Guillermo Céspedes del Castillo]] en [[Americanismo (estudio)|Americanística]], la de [[Antonio García y Bellido]] y [[Antonio Blanco Freijeiro]] en la [[arqueología]], las de [[Pere Bosch i Gimpera|Pedro Bosch Gimpera]], [[Lluís Pericot García|Luis Pericot]], [[Juan Maluquer]] o [[Emiliano Aguirre Enríquez|Emiliano Aguirre]] en la [[Prehistoria]] (la de éste último vinculada al inicio del excepcional yacimiento de [[Atapuerca]], cuyo estudio es continuado por [[Juan Luis Arsuaga]], [[Eudald Carbonell]] y [[José María Bermúdez de Castro]] que han puesto a la Prehistoria española en el centro de la atención mundial).
{{VT|Estudios de historia del arte en España}}
 
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No es la española la única historiografía que debe enfrentarse con la excentricidad: el caso más llamativo de los últimos años ha sido seguramente el de la atribución del descubrimiento de América al almirante chino [[Zheng He]].<ref>Gavin MENZIES (2005): ''1421: el año en que China descubrió América''. España: Debolsillo, 2005. Aparecido en inglés en 2002. El autor, marino de formación e "historiador" autodidacta mantiene una web oficial: [http://www.1421.tv/], y sus detractores también contestan por la red: [http://www.kenspy.com/Menzies/]. Hay artículos en la wikipedia en castellano sobre la [[Hipótesis de 1421]], y en inglés también [http://en.wikipedia.org/wiki/Gavin_Menzies éste] sobre el autor.</ref>
 
Sobrepasar la frontera de la historia excéntrica es entrar de lleno en el fraude histórico, en el que hay egregios precedentes: desde la [[Donación de Constantino]] (que justificó el poder temporal de los papas) a los ''[[Los protocolos de los sabios de Sión|Protocolos de los Sabios de Sión]]'' (que alimentaron el [[antisemitismo]] y están en el origen de la [[Conspiración judeoJudeo-masónicoMasónico-comunistaComunista-internacionalInternacional|Conspiración Judeomasónica]]). El caso reciente más estrafalario (sin llegar al éxito de los anteriores, por lo que como mucho se puede comparar a los intentos fallidos de falsificar la historia, como los [[plomos del Sacromonte]]), es el de los famosos (y falsos) [[Diarios de Hitler]] publicados por la revista ''Stern'' en 1983, con los que un historiador tan serio como [[Hugh Trevor-Roper|Trevor Roper]] fue engañado o se dejó engañar. El último en desvelarse, de momento, es el de los documentos falsificados e introducidos en archivos británicos que sustentaron los libros donde [[Martin Allen]] revelaba extrañas conspiraciones durante la Segunda Guerra Mundial.<ref>Marcelo JUSTO: [http://www.abc.es/20080507/cultura-cultura/historia-reescrita-papeles-falsos_200805070247.html ''La Historia reescrita con papeles falsos''], ABC, 7 de mayo de 2008 </ref>
 
La utilización de la historiografía para falsear la historia es tan antigua como la propia disciplina (habría que remontarse al menos hasta [[Ramsés II]] y la [[batalla de Qadesh|batalla de Kadesh]]), pero en el siglo XX la capacidad que alcanza el Estado y los medios de comunicación de masas (llamados [[cuarto poder]]) permitieron a los regímenes totalitarios jugar con la posibilidad de cambiar la historia, no sólo hacia el futuro, sino hacia el pasado. La novela ''1984'' de [[George Orwell]] (1948) es un testimonio de lo verosímil que esto resultaba. Las fotografías retocadas fueron una especialidad no sólo de [[IósifYosif Stalin|Stalin]] contra [[León Trotsky|Trotsky]], sino del mismo [[Francisco Franco]] con [[Adolf Hitler|Hitler]].<ref>Las famosas fotos de la entrevista Hitler-Franco en Hendaya (1940) encontradas en el archivo de la Agencia Efe y divulgadas en octubre de 2006:[http://www.informativos.telecinco.es/famosos/hijos/adoptados/dn_34128.htm]</ref>
El propio [[Winston Churchill]] tenía claro, incluso desde la democracia, que "La historia será amable conmigo, porque tengo la intención de escribirla".<ref>[http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/noticia.asp?pkid=282246 Artículo] de [[Juan Bolea]] en ''El Periódico de Aragón'', citando varias de las célebres mixtificaciones de imágenes históricas.</ref>
La reflexión acerca de si la Historia es escrita por los vencedores es una tarea más propia de los [[filosofía de la historia|filósofos de la Historia]].
 
Lo cierto es que en historia todo cambia, nada es permanente, y mucho menos su ocultamiento, como prueba el debate sobre la subasta al alza de malignidad entre izquierdas y derechas, que aún dará para muchos libros como el de [[Stéphane Courtois]] (''[[El libro negro del comunismo]]'', 1997).
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{{commonscat|Historians}} (imágenes de historiadores)
*[http://www.culturahistorica.es Portal sobre Historiografía y Cultura Histórica]
*[http://turan.uc3m.es/uc3m/inst/JCB/revistapre.html Revista de Historiografía] del Instituto de Historiografía de la [[Universidad Carlos III de Madrid|Universidad Carlos III]]. Director: [[Jaime Alvar Ezquerra]]
*Esteban Sarasa Sánchez y Eliseo Serrano Martín (coords.): [http://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/23/05/_ebook.pdf ''Revista de Historia Jerónimo Zurita''. Historiadores de la España Medieval y Moderna], 73 (1998), Zaragoza, Institución «Fernando el Católico». ISSN 0044-5517.