Diferencia entre revisiones de «Jesús de Nazaret»

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[[Archivo:Christ Carrying the Cross 1580.jpg|250 px|thumb|Aunque no existen retratos de Jesús ni ninguna indicación acerca de su aspecto físico, son muy frecuentes sus representaciones en el arte cristiano. ''Jesús con la cruz a cuestas'', por [[El Greco]].]]
[[Archivo:Hagiasophia-christ.jpg|thumb|250px|[[Mosaico]] con una representación de Jesús de Nazaret, existente en la antigua [[Iglesia de Santa Sofía]], [[Estambul]], fechada cerca de [[1280]].]]
'''Jesús de Nazaret''', también conocido como '''Jesús''', '''Cristo''' o '''Jesucristo''', es la figura central del [[cristianismo]]. Para la mayoría de las denominaciones cristianas, es el [[Hijo de Dios]] y, por extensión, una encarnación de Dios mismo. Su importancia estriba asimismo en la creencia de que, con su muerte y posterior [[resurrección de Jesús|resurrección]], redimió al [[homo sapiens|género humano]]. En el [[Islam]], donde es conocido por el nombre de [[Isa]], lo consideran también como uno de sus [[profeta]]s más importantes. Es uno de los personajes que han ejercido una mayor influencia en la [[cultura]] [[Occidente|occidental]].
 
Según la opinión mayoritariamente aceptada en medios académicos, basada en una lectura crítica de los textos sobre su figura,<ref name=existencia>Aunque la mayoría de los historiadores y expertos bíblicos opina que estos datos pueden darse por ciertos, dada la concordancia de las fuentes, una minoría de estudiosos pone en tela de juicio la historicidad de Jesús de Nazaret, debido a la práctica inexistencia de menciones en fuentes no cristianas.<br />
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* Las historias de la adoración de los pastores, la [[circuncisión de Jesús]], la [[Presentación de Jesús en el Templo|presentación en el Templo]] y [[Jesús entre los doctores|el encuentro de Jesús con los doctores del Templo]] sólo se encuentran en Lucas.</ref>
 
En los evangelios de Mateo y de Lucas aparecen sendas [[genealogía]]s de Jesús (Mt 1, 2-16; Lc 3, 23-38).<ref>{{Biblia|Mt|1:2-16}}, {{Biblia|Lc|3:23-28}}.</ref> La de Mateo se remonta al patriarca [[Abrahám|Abraham]], y la de Lucas a [[Adán]], el primer hombre según el [[Génesis]]. Estas dos genealogías son idénticas entre Abrahán y [[David]], pero difieren a partir de este último, ya que la de Mateo hace a Jesús descendiente de [[Salomón]], mientras que, según Lucas, su linaje procedería de Natam, otro de los hijos de David. En ambos casos, lo que se muestra es la ascendencia de [[José de Nazaret|José]], a pesar de que, según los relatos de la infancia, éste solo habría sido el padre putativo de Jesús.
 
=== Bautismo y tentaciones ===
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Gran parte de los hechos de la vida pública de Jesús narrados en los evangelios tienen como escenario la zona septentrional de [[Galilea]], en las cercanías del [[mar de Galilea|mar de Tiberíades]], o lago de Genesaret, especialmente la ciudad de [[Cafarnaúm]], pero también otras, como [[Corozaín]] o [[Betsaida]].<ref> {{Biblia|Mt|11:20-21}}, {{Biblia|Lc|10:13}}</ref> También visitó, en el sur de la región, localidades como [[Qana|Caná]] o [[Naín]], y la aldea en la que se había criado, [[Nazaret]], donde fue recibido con hostilidad por sus antiguos convecinos.<ref> {{Biblia|Mt|13:53-58}}, {{Biblia|Mc|6:1-6}}, {{Biblia|Lc|4:16-30}}. Según el relato de Lucas, los habitantes de Nazaret intentaron matar a Jesús. </ref> Su predicación se extendió también a [[Judea]] (según el Evangelio de Juan, visitó [[Jerusalén]] en tres ocasiones desde el comienzo de su vida pública), y estuvo en [[Jericó (Cisjordania)|Jericó]]<ref> {{Biblia|Mt|20:29}}, {{Biblia|Mc|10:46}}, {{Biblia|Lc|18:35}}. </ref> y [[Betania]] (donde resucitó a [[Lázaro]]).<ref> {{Biblia|Jn|11:38-44}} </ref>
 
Escogió a sus principales seguidores (llamados en los evangelios [[Apóstol]]es; en griego, «enviados»), en número de doce, de entre el pueblo de Galilea. En los sinópticos se menciona la lista siguiente: [[Simón Pedro|Simón, llamado Pedro]] y su hermano [[Andrés el Apóstol|Andrés]]; [[Santiago el Mayor|Santiago el de Zebedeo]] y su hermano [[Juan el Apóstol|Juan]]; [[Felipe el Apóstol|Felipe]] y [[Bartolomé el Apóstol|Bartolomé]]; [[Tomás el Apóstol|Tomás]] y [[Mateo el EvangelistaApóstol|Mateo el publicano]]; [[Santiago el Menor|Santiago el de Alfeo]] y [[Judas Tadeo|Tadeo]]; [[Simón el Cananeo|Simón el celoso]] y [[Judas Iscariote]], el que posteriormente traicionaría a Jesús (Mt 10,2-4; Mc 3,16-19; Lc 6, 13-16).<ref>{{Biblia|Mt|10:2-4}}, {{Biblia|Mc|13:16-19}}, {{Biblia|Lc|6:13-16}}. En los tres sinópticos, los apóstoles son agrupados por parejas, aunque no siempre coinciden en su distribución. </ref> Algunos de ellos eran pescadores, como las dos parejas de hermanos formadas respectivamente por [[Simón Pedro|Pedro]] y [[Andrés el Apóstol|Andrés]], y [[Juan el Apóstol|Juan]] y [[Santiago el Mayor|Santiago]].<ref> {{Biblia|Mt|4:18-22}}, {{Biblia|Mc|1:16-20}}. En el Evangelio de Juan, Simón y Andrés son discípulos de Juan el Bautista que se unieron a Jesús en Judea. </ref> Mateo se identifica generalmente con Leví el de Alfeo, un publicano de quien en los tres sinópticos se relata brevemente cómo fue llamado por Jesús (Mt 9,9; Mc 2,14; Lc 5,27-28).<ref> {{Biblia|Mt|9:9}}, {{Biblia|Mc|2:14}}, {{Biblia|Lc|5:27-28}}, </ref> lo que acarreó a Jesús numerosos reproches de los [[fariseos]].
 
El Evangelio de Juan sólo menciona los nombres de nueve de los apóstoles, aunque en varios pasajes hace referencia a que eran doce.<ref> Véase, por ejemplo, {{Biblia|Jn|6:67}}, {{Biblia|Jn|6:70}}, {{Biblia|Jn|6:71}}. En diferentes pasajes cita a los siguientes: Simón Pedro, Andrés, los hijos de Zebedeo (es decir Santiago y Juan), Felipe, Natanael, Dídimo Tomás, Judas Iscariote y otro Judas. Natanael es generalmente identificado con el Bartolomé que mencionan los sinópticos. </ref>
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==== Unción en Betania y Última Cena ====
[[Archivo:Leonardo da Vinci (1452-1519) - The Last Supper (1495-1498).jpg|thumb|300px|''[[La Última Cena (Leonardo)|La Última Cena]]'' de [[Leonardo da Vinci]].]]
En [[Betania]], cerca de Jerusalén, fue ungido con perfumes por una mujer.<ref> {{Biblia|Mt|26:6-13}}, {{Biblia|Mc|14:5-9}}, {{Biblia|Jn|12:1-8}}. En el relato de Juan, la mujer que unge a Jesús es [[María de Betania]], hermana de [[Lázaro de Betania|Lázaro]]; en los otros dos no se menciona su nombre. </ref> Según los sinópticos, la noche de Pascua cenó en Jerusalén con los Apóstoles, en lo que la tradición cristiana designa como [[La Última Cena|Última Cena]]. En el transcurso de esta cena pascual, Jesús predijo que sería traicionado por uno de los Apóstoles, [[Judas Iscariote]]. Tomó pan en las manos, diciendo "Tomad y comed, éste es mi cuerpo" y, a continuación, cogiendo un cáliz de vino, dijo: "Bebed de él todos, porque ésta es la sangre de la Alianza, que será derramada por la multitud para la remisión de los pecados".<ref> {{Biblia|Mt|26:26-29}}, {{Biblia|Mc|14:22-25}}, {{Biblia|Lc|22:19-20}}. Para los cristianos, este gesto de Jesús representa la institución del [[sacramento (religión)|sacramento]] de la [[Eucaristía]]. </ref> Profetizó también, según los sinópticos, que no volvería a beber vino hasta que no lo bebiera de nuevo en el Reino de Dios.<ref> El Evangelio de Juan no hace referencia a la Última Cena, ya que no sitúa la detención de Jesús en la noche de Pascua, sino la anterior: sí aparece en él, sin embargo, el anuncio de la traición de Judas (Jn 13, 21-30) y un episodio que no aparece en los sinópticos, el lavatorio de los pies de los discípulos (Jn 13, 1-20). </ref>
 
==== Arresto ====
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[[Archivo:Grunewald - christ.jpg|thumb|<small>''La resurrección de Cristo'', en el [[Retablo de Isenheim]], por el pintor alemán [[Matthias Grünewald]] ([[siglo XVI]]).</small>]]
Los cuatro evangelios relatan que Jesús resucitó de entre los muertos al tercer día después de su muerte y se apareció a sus discípulos en varias ocasiones.<ref> {{Biblia|Mt|28}}, {{Biblia|Mc|16}}, {{Biblia|Lc|24}}, {{Biblia|Jn|20-21}}</ref> En todos ellos, la primera en descubrir la resurrección de Jesús es [[María Magdalena]]. Dos de los evangelios (Marcos y Lucas) relatan también su [[ascensiónAscensión de JesúsJesucristo|ascensión]] a los cielos. Los relatos sobre Jesús resucitado varían, sin embargo, según los evangelios:
 
* En el '''Evangelio de Mateo''', [[María Magdalena]] y "la otra María" fueron al sepulcro en la mañana del domingo. Sobrevino un terremoto, y un [[ángel]] vestido de blanco removió la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella. Los guardias, que presenciaron la escena, temblaron de miedo y "se quedaron como muertos" (Mt 28, 1-4). El ángel anunció a las mujeres la resurrección de Jesús, y les encargó que dijeran a los discípulos que fueran a [[Galilea]], donde podrían verle. Al regresar, el propio Jesús les salió al encuentro, y les repitió que dijeran a los discípulos que fueran a Galilea (Mt 28, 5-10). Entre tanto, los guardias avisaron a los príncipes de los sacerdotes de lo ocurrido. Éstos les sobornaron para que divulgaran la idea de que los discípulos de Jesús habían robado su cuerpo (Mt 28, 11-15). Los once apóstoles fueron a Galilea, y Jesús les hizo el encargo de predicar el evangelio (Mt 28, 16-20).
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=== Profecías en el Antiguo Testamento concernientes a Jesús ===
Según los autores del Nuevo Testamento, la vida de Jesús supuso el cumplimiento de algunas profecías formuladas en ciertos libros del [[Antiguo Testamento]]. Los libros bíblicos más citados en este sentido por los primeros cristianos fueron [[Libro de Isaías|Isaías]], [[Libro de Jeremías|Jeremías]], los [[Libro de los salmosSalmos|Salmos]], [[Libro de Zacarías|Zacarías]], [[Libro de Miqueas|Miqueas]] y [[Libro de Oseas|Oseas]]. Para los autores del Nuevo Testamento, en una visión compartida por los cristianos posteriores, en estos textos se anuncia la venida de Jesús de Nazaret, que sería el [[Mesías]] que esperaba el pueblo de Israel. A menudo los redactores de los evangelios, sobre todo el autor del [[Evangelio de Mateo]], citan explícitamente estos textos para subrayar el cumplimiento de estas profecías en la vida y muerte de Jesús. Entre otras cosas, consideran que fueron profetizadas las circunstancias y el lugar de nacimiento de Jesús (Is 7,14; Miq 5,2);<ref>{{Biblia|Is|7:14}}, {{Biblia|Miq|5:2}}</ref> su relación con [[Galilea]] (Is 9,1);<ref>{{Biblia|Is|9:1}}</ref> su condición mesiánica (Is 9, 6-7; Is 11, 1-9; Is 15, 5);<ref> {{Biblia|Is|9:6-7}}, {{Biblia|Is|11:1-9}}), {{Biblia|Is|16:5}}</ref> el papel de precursor de [[Juan el Bautista]] (Is 40,3)<ref>{{Biblia|Is|40:3}}. Esta profecía es citada explícitamente en los cuatro evangelios del Nuevo Testamento ({{Biblia|Mt|3:3}}, {{Biblia|Mc|1:2-3}}, {{Biblia|Lc|3:4-6}}, {{Biblia|Jn|1:23}}). </ref> e incluso su pasión y muerte sacrificial (a este respecto se citan sobre todo cuatro poemas, incluidos en el Deutero Isaías, o "Segundo Isaías",<ref> Acerca del significado de esta expresión, véase el artículo [[Libro de Isaías]]. </ref> que presentan la figura de un "[[Canto del Siervo|Siervo de Yahvé]]",<ref> {{Biblia|Is|42:1-7}}, {{Biblia|Is|49:1-7}}, {{Biblia|Is|50:4-9}}, {{Biblia|Is|52:42-53:12}}. </ref> a cuyo sacrificio se atribuye un valor redentor, pero también otros muchos pasajes.<ref> Por ejemplo, {{Biblia|Zc|12:10}}. </ref>
 
Los [[Judaísmo|judíos]], que también consideran sagrados estos libros, no aceptan la creencia cristiana de que estas profecías se refieren a Jesús de Nazaret. Para la investigación histórica actual, el principal interrogante es hasta qué punto estos libros contribuyeron a moldear los relatos evangélicos.
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[[Archivo:P52 recto.jpg|thumb|150px|<small> [[Papiro]] [[Papiro P52|P52]], el más antiguo manuscrito conocido del [[Nuevo Testamento]], que contiene un breve fragmento del [[Evangelio de Juan]]. Mayoritariamente datado hacia 125, se considera actualmente el documento más antiguo conservado en relación con Jesús de Nazaret.</small>]]
 
Por otro lado, Jesús, como otros muchos destacados dirigentes religiosos y filósofos de la Antigüedad, no escribió nada, o, al menos, no hay constancia alguna de que así haya sido. Todas las fuentes para la investigación histórica de Jesús de Nazaret son, por lo tanto, textos escritos por otros autores. El más antiguo documento inequívocamente concerniente a Jesús de Nazaret<ref name ="7q5"> En 1972 el jesuita español José O'Callaghan afirmó que EL [[papiro 7Q5|7Q5]], uno de los papiros hallados en Qumrán, junto al Mar Muerto, era un fragmento del Evangelio de Marcos (concretamente Mc 6, 52-53). Su hipótesis fue apoyada por algunos biblistas, entre ellos C.P. Thiede, pero fue en general rechazada por los estudiosos. Véanse Piñero, Antonio: ''Guía...'', pp. 66-67; y Meier, John P.: ''Un judío marginal...'', p.124.</ref> es el llamado papiro [[Papiro P52|P52]], que contiene un fragmento del [[Evangelio de Juan]] y que data, según los cálculos más extendidos, de hacia 125, es decir, aproximadamente un siglo después de la fecha probable de la muerte de Jesús (hacia el año 30).
 
Si bien los testimonios materiales referentes a la vida de Jesús son muy tardíos, la investigación filológica ha logrado reconstruir la historia de estos textos con un alto grado de probabilidad, lo que arroja como conclusión que los primeros textos sobre Jesús (algunas cartas de Pablo) son posteriores en unos veinte años a la fecha probable de su muerte, y que las principales fuentes de información acerca de su vida (los evangelios canónicos) se redactaron en la segunda mitad del siglo I. Existe un amplio consenso acerca de esta cronología de las fuentes, al igual que es posible datar algunos (muy escasos) testimonios acerca de Jesús en fuentes no cristianas entre la última década del siglo I y el primer cuarto del siglo II.
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===== Las cartas de Pablo de Tarso =====
Los textos más antiguos conocidos relativos a Jesús de Nazaret son las cartas escritas por [[Pablo de Tarso]], consideradas anteriores a los [[evangelio]]s. Pablo no conoció personalmente a Jesús. Su conocimiento de él y de su mensaje, según sus propias afirmaciones, puede provenir de una doble fuente:<ref> Piñero, ''Fuentes del cristianismo'', p. 325 </ref> por un lado, sostiene en sus escritos que se le apareció el propio Jesús resucitado para revelarle su evangelio, una revelación a la que Pablo concedía gran importancia (Gal 1,11-12); por otro, también según su propio testimonio, mantuvo contactos con miembros de varias comunidades cristianas, entre ellos varios seguidores de Jesús. Conoció, según él mismo afirma en la Epístola a los Gálatas, a [[Simón Pedro|Pedro]] (Gal 2, 11-14), [[Juan el Apóstol|Juan]] (Gal 2, 9), y [[Santiago el Justohermano de Jesús|Santiago]], al que se refiere como "hermano del Señor" (Gal 1, 18-19; 1 Cor 15, 7).
 
Aunque la tradición cristiana atribuye a Pablo catorce [[epístola]]s incluidas en el Nuevo Testamento, solo existe consenso entre los investigadores actuales en cuanto a la autenticidad de siete de ellas, que se datan generalmente entre los años 50 y 60 ([[Primera epístola a los tesalonicenses|1 Tesalonicenses]], [[Epístola a los filipenses|Filipenses]], [[Epístola a los gálatas|Gálatas]], [[Primera epístola a los corintios|1 Corintios]], [[Segunda epístola a los corintios|2 Corintios]], [[Epístola a los romanos|Romanos]] y [[Epístola a Filemón|Filemón]]). Estas epístolas son cartas dirigidas por Pablo a comunidades cristianas de diferentes lugares del [[Imperio romano|Imperio Romano]], o a individuos particulares. En ellas se tratan fundamentalmente aspectos doctrinales del cristianismo. Pablo se interesa sobre todo por el sentido sacrificial y redentor que según él tienen la muerte y resurrección de Jesús, y son escasas sus referencias a la vida de Jesús o al contenido de su predicación.<ref> De hecho, en sus cartas cita con frecuencia textos del [[Antiguo Testamento]], pero apenas sí se refiere a dichos de Jesús. Solo en {{Biblia|1Cor|7:10}} y {{Biblia|1Cor|11:23-26}} acude directamente a la predicación de Jesús de Nazaret como fuente de autoridad. En las cartas de Pablo, sin embargo, no es sencillo diferenciar cuándo hace referencia a la predicación del Jesús histórico y cuándo a su propia experiencia del Jesús resucitado. </ref>
 
Sin embargo, las epístolas paulinas sí proporcionan alguna información. En primer lugar, se afirma en ellas que Jesús nació "según la Ley" y que era del linaje de David, "según la carne" (Rom 1,3), y que los destinatarios de su predicación eran los judíos circuncisos (Rom 15,8). En segundo lugar, refiere ciertos detalles acerca de su muerte: indica que murió crucificado (2 Cor 13,4), que fue sepultado y que resucitó al tercer día (1 Cor 15,3-8), y atribuye su muerte a los judíos (1 Tes 2, 14) y también a los “poderosos de este mundo” (1 Cor 2,8). Además, la [[Primera epístola a los corintios|Primera Epístola a los Corintios]] contiene un relato de la [[La Última Cena|Última Cena]] (1 Cor,23:27), semejante al de los evangelios sinópticos (Mt 26, 26-29; Mc 14,22-25; Lc 22,15-20).
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Los estudiosos están de acuerdo en que la principal fuente de información acerca de Jesús se encuentra en tres de los cuatro [[evangelio]]s incluidos en el Nuevo Testamento, los llamados [[evangelios sinópticos|sinópticos]]: [[Evangelio de Mateo|Mateo]], [[Evangelio de Marcos|Marcos]] y [[Evangelio de Lucas|Lucas]], cuya redacción se sitúa generalmente entre los años [[70]] y [[100]].
 
El punto de vista dominante en la crítica actual es que los evangelios no fueron escritos por testigos personales de la actividad de Jesús. Se cree que fueron escritos en [[idioma griego|griego]] por autores que no tenían conocimiento directo del Jesús histórico. Algunos autores, sin embargo, continúan manteniendo el punto de vista tradicional sobre esta cuestión, que los atribuye a personajes citados en el Nuevo Testamento.<ref> La tradición cristiana atribuye la autoría de estas obras a personajes citados en el Nuevo Testamento: los [[apóstol]]es [[Juan el Apóstol|Juan]] y [[Mateo el EvangelistaApóstol|Mateo]], y a dos colaboradores cercanos de los primeros seguidores de Jesús, [[Marcos el Evangelista|Marcos]] y [[Lucas el Evangelista|Lucas]]. Esta adscripción es tardía (del siglo II) y no se sustenta en datos aportados por los propios textos. No obstante, para referirse a los evangelios está generalizada la denominación tradicional de evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, sin que esto implique posicionamiento alguno en el tema de su autoría </ref>
 
Aunque no es aceptada por la totalidad de los críticos, las afinidades entre estos evangelios suelen ser explicadas por la llamada [[teoría de las dos fuentes]], propuesta ya en 1838 por Ch. Weisse, y que fue luego significativamente matizada por B.H. Streeter en 1924. Según esta teoría, el evangelio más antiguo es Marcos (y no Mateo, como se creía anteriormente). Tanto Lucas como Mateo son posteriores, y utilizaron como fuente Marcos, lo que explica el material común entre los tres sinópticos, denominado "de triple tradición". Pero, además, existió una segunda fuente, a la que se dio el nombre de [[Fuente Q|Q]], que contenía casi exclusivamente palabras de Jesús, lo cual explica el llamado material de doble tradición, que se encuentra en Mateo y Lucas, pero no en Marcos (Q es hoy considerado un documento independiente, del que incluso existen ediciones críticas).<ref> J.M. Robinson, y otros: ''El "Documento Q" en griego y en español con paralelos del Evangelio de Marcos y del Evangelio de Tomás''. Salamanca: Sígueme, 2002. ISBN 84-301-1464-5</ref> Por último, tanto Lucas como Mateo contienen material propio, que no se encuentra en ninguna de las dos fuentes hipotéticas.
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*'''Evangelio de Mateo''': fue escrito en griego, posiblemente en Siria, y es más tardío que Marcos, al que utiliza como fuente. Probablemente se redactó en los años 80 del siglo I. Combina como fuentes Q, Marcos, y otras, y su intención principal es destacar la figura de Jesús como plenitud de la Ley y los profetas del Antiguo Testamento, por lo cual utiliza abundantemente citas de las Escrituras judías.
 
*'''Evangelio de Lucas''': es la primera parte de una obra unitaria cuya segunda parte es el texto conocido como [[Hechos de los apóstoles|Hechos de los Apóstoles]], dedicada a narrar los orígenes del cristianismo. Al igual que Mateo, utiliza como fuentes Q y Marcos.
 
===== Evangelio de Juan =====
Generalmente se considera que el [[Evangelio de Juan]] es más tardío que los sinópticos (data en torno al año 100) y que la información que ofrece acerca del Jesús histórico es menos fiable. Muestra una teología más desarrollada, ya que presenta a Jesús como un ser preexistente, sustancialmente unido a Dios, enviado por él para salvar al género humano.<ref> Piñero, ''Guía para entender el Nuevo Testamento'', pp.392-393. </ref> Sin embargo, parece que utilizó fuentes antiguas, en algunos casos independientes de los sinópticos, por ejemplo, en lo relativo a la relación entre Jesús y [[Juan el Bautista]], y al proceso y ejecución de Jesús.<ref> Theissen y Merz, pp. 55-56.</ref> Relata pocos [[milagro]]s de Jesús (solo siete), para los que posiblemente utilizó como fuente un hipotético "[[Evangelio de los Signos]]". En este evangelio son muy numerosas las escenas de la vida de Jesús que no tienen un paralelo en los sinópticos (entre ellas, algunas de los más conocidas, como las [[bodas de Caná]] o la resurrección de [[Lázaro|Lázaro de Betania]]).
 
===== Evangelios apócrifos =====
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===== Otros textos cristianos =====
 
*'''Dichos atribuidos a Jesús en otros libros del Nuevo Testamento''': estos dichos son denominados convencionalmente ''agrapha'', es decir "no escritos". Dejando aparte las cartas de Pablo, ya mencionadas, se encuentran dichos atribuidos a Jesús en [[Hechos de los apóstoles|Hechos de los Apóstoles]] (Hch 20, 35); en la [[Epístola de Santiago]] y en la [[Primera epístola de Pedro]].
 
* '''Referencias de otros escritores cristianos de los siglos II y III''', entre las que destacan la [[primera epístola de Clemente|primera]] y [[Segunda epístola de Clemente|segunda]] epístolas de Clemente; las cartas de [[Ignacio de Antioquía]]; y un texto perdido, atribuido a [[Papías de Hierápolis|Papías]], titulado ''Exposición de las palabras del Señor'', que supuestamente recogía tradiciones orales sobre Jesús, y del que se conocen solo fragmentos por citas de autores posteriores, como [[Ireneo de Lyon]] y [[Eusebio de Cesarea]].<ref> Theissen, Gerd, y Merz, Annette, op. cit., p. 76. </ref> La historicidad de estas referencias es considerada en general bastante dudosa.
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* [[Suetonio]], hacia [[120]], menciona a los cristianos y en otro pasaje de la misma obra, hablando del emperador [[Claudio]], dice que a "los judíos, instigados por Chrestus, los expulsó de Roma por sus hábitos escandalosos" (''De Vita Caesarum. Divus Claudius'', 25). El nombre "Chrestus" ha sido interpretado como una lectura deficiente de "Christus"; sin embargo, no puede excluirse que el pasaje haga referencia a un agitador judío en la Roma de los años 50.
 
Existe otro texto que, aunque es bastante dudoso, podría ser una referencia a Jesús de Nazaret: se trata de una carta, conservada en [[idioma siríaco|siríaco]], escrita por un tal Mara Bar-Serapion, en la que se habla de un "rey sabio" condenado a muerte por los judíos. No hay acuerdo sobre si esta carta data del siglo I, II o [[siglo III|III]] de nuestra era, y tampoco está claro si es o no una referencia a Jesús de Nazaret.
 
La escasez de fuentes no cristianas indica sin duda que la actividad de Jesús no llamó la atención en su época, a pesar de que, según las fuentes cristianas, su predicación congregó a multitudes. Estas fuentes no aportan absolutamente nada nuevo al conocimiento de Jesús como personaje histórico, y únicamente han sido aducidas para demostrar su existencia.
Línea 244:
=== Contexto ===
==== Marco histórico ====
El pueblo judío, sin estado propio desde la destrucción del [[Templo de Jerusalén#Primer Templo|Primer Templo]] en [[587 a. C.|587&nbsp;a.&nbsp;C.]], en tiempos de [[Nabucodonosor II]], había pasado varias décadas sometido, sucesivamente, a [[Babilonia|babilonios]], [[imperioImperio aqueménidaAqueménida|persas]], la [[dinastía Ptolemaica|dinastía ptolemaica]] de Egipto y el [[Imperio seléucida|Imperio Seléucida]], sin que se produjeran conflictos de gravedad. En el [[siglo II a. C.|siglo II&nbsp;a.&nbsp;C.]], sin embargo, el monarca seléucida [[Antíoco IV Epífanes]], decidido a imponer la [[helenización]] del territorio, profanó el [[Templo de Jerusalén|Templo]] (el Segundo Templo, reconstruido en época persa), lo que desencadenó una rebelión, acaudillada por una familia sacerdotal, los [[Macabeos]], que tendría como consecuencia el establecimiento de un nuevo estado judío independiente, que duraría hasta el año [[63 a. C.|63&nbsp;a.&nbsp;C.]]
[[Archivo:Jerusalen siglo primero.jpg|thumb|350px|<small>Maqueta de una reconstrucción de la ciudad de Jerusalén (siglo I).</small>]]
En este año, el general romano [[Cneo Pompeyo Magno|Pompeyo]] intervino en la guerra civil que enfrentaba a dos hermanos de la [[Asmoneos|dinastía asmonea]], [[Hircano II]] y [[Aristóbulo II]]. Con esta intervención dio comienzo el dominio romano en Palestina. Dicho dominio, sin embargo, no se ejerció siempre de forma directa, sino mediante la creación de uno o varios estados clientes, que pagaban tributo a Roma y estaban obligados a aceptar sus directrices. El propio Hircano II fue mantenido por Pompeyo al frente del país, aunque no como rey, sino como [[etnarca]]. Posteriormente, tras un intento de recuperar el trono del hijo de Aristóbulo II, Antígono, quien fue apoyado por los [[Imperio Parto|partos]], el hombre de confianza de Roma fue [[Herodes I el Grande|Herodes]], quien no pertenecía a la familia de los asmoneos, sino que era hijo de [[Antípatro de Macedonia|Antípatro]], un general de Hircano II de origen [[edom|idumeo]].
 
Tras su victoria sobre los partos y los seguidores de Antígono, Herodes fue nombrado rey de Judea por Roma en [[37 a. C.|37&nbsp;a.&nbsp;C.]] Su reinado, durante el cual, según opinión mayoritaria, tuvo lugar el nacimiento de Jesús de Nazaret, fue un período relativamente próspero.
Línea 254:
Estos nuevos gobernantes correrían diversa suerte. Mientras que Antipas se mantuvo en el poder durante cuarenta y tres años, hasta [[39]], Arquelao, debido al descontento de sus súbditos, fue depuesto en [[6|6&nbsp;d.&nbsp;C.]] por Roma, que pasó a controlar directamente los territorios de Judea, Samaría e Idumea.
 
En el período en que Jesús desarrolló su actividad, por lo tanto, su territorio de origen, Galilea, formaba parte del reino de Antipas, responsable de la ejecución de Juan el Bautista, y al que una tradición tardía, que solo se encuentra en el Evangelio de Lucas, hace jugar un papel secundario en el juicio de Jesús. Judea, en cambio, era administrada directamente por un funcionario romano, perteneciente al orden ecuestre, que llevó primero el título de [[prefecto (desambiguación)|prefecto]] (hasta el año [[41]]) y luego (desde [[44]]) el de [[procurador]]. En el período de la actividad de Jesús, el prefecto romano era [[Poncio Pilato]].
 
El prefecto no residía en [[Jerusalén]], sino en [[Cesarea Marítima]], ciudad de la costa mediterránea que había sido fundada por Herodes el Grande, aunque se desplazaba a Jerusalén en algunas ocasiones (por ejemplo, con motivo de la fiesta de [[Pésaj]] o Pascua, como se relata en los evangelios, ya que era en estas fiestas, que congregaban a miles de judíos, cuando solían producirse tumultos). Contaba con unos efectivos militares relativamente reducidos (unos 3.000 hombres),<ref> Sanders, p. 42. </ref> y su autoridad estaba supeditada a la del [[legado]] de [[Siria (provincia romana)|Siria]]. En tiempos de Jesús, el prefecto tenía el derecho exclusivo de dictar sentencias de muerte (''ius gladii'').
Línea 263:
Aunque separada de [[Judea]] por la historia, [[Galilea]] era en el siglo I una región de [[judaísmo|religión judía]]. Tenía, sin embargo, algunos rasgos diferenciales, como una menor importancia del Templo, y una menor presencia de sectas religiosas como los [[saduceo]]s y los [[fariseos]]. Estaba muy expuesta a las influencias [[período helenístico|helenísticas]] y presentaba grandes contrastes entre el medio rural y el medio urbano.
 
Al este de Galilea se encontraban las diez ciudades de la [[Decápolis]], situadas todas ellas al otro lado del río [[Río Jordán|Jordán]], a excepción de una, [[BeitBet She'an|Escitópolis]] (llamada también Bet Shean). Al noroeste, Galilea limitaba con la región sirofenicia, con ciudades como [[Tiro (ciudad)|Tiro]], [[Sidón]] y Aco/Tolemaida. Al sudoeste se situaba la ciudad de Cesarea Marítima, lugar de residencia del [[prefecto (desambiguación)|prefecto]] (luego procurador) romano. Por último, al sur se encontraba otra importante ciudad, [[Sebaste]], así llamada en honor al emperador [[César Augusto|Augusto]].<ref> "Sebastos" es la traducción aproximada al griego de "Augusto". </ref>
 
En pleno corazón de Galilea se encontraban también dos importantes ciudades: [[Séforis]], muy cercana (5 ó 6 km) a la localidad de donde era originario Jesús, [[Nazaret]]; y [[Tiberíades]], construida por Antipas y cuyo nombre era un homenaje al emperador [[Tiberio]]. Tiberíades era la capital de la monarquía de Antipas, y estaba muy próxima a [[Cafarnaúm|Cafarnaún]], ciudad que fue con probabilidad el centro principal de la actividad de Jesús.
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==== El judaísmo en los tiempos de Jesús ====
 
En tiempos de Jesús, al igual que en la actualidad, el [[judaísmo]] era una religión [[monoteísmo|monoteísta]], basada en la creencia de un único Dios. Los judíos creían que Dios había elegido a su pueblo, Israel, y había establecido con él una alianza a través de [[Abrahám|Abraham]] y [[Moisés]], principalmente. Los actos fundamentales de dicha alianza eran, para los judíos, la vocación de Abraham, el éxodo, y la promulgación de la ley en el Sinaí.<ref>Theissen y Merz, p. 153.</ref> La fidelidad de los judíos a esta alianza se manifestaba, además de en su adoración a su único Dios, en la rigurosidad con que seguían los mandamientos y preceptos de la [[Torá]], o la llamada [[Ley mosaica]]; ésta regulaba todos los aspectos de la vida de los judíos, como la obligación de [[circuncisión|circuncidar]] a los hijos varones, la prohibición de trabajar en [[sábado]], y otras ciertas reglas alimentarias (por ejemplo, la de no comer carne de cerdo) y de purificación.
[[Archivo:P8170082.JPG|thumb|250px|Maqueta del Segundo templo de Jerusalén, de época contemporánea a Jesús de Nazaret.]]
En el siglo I, el centro del culto a Dios era el [[Templo de Jerusalén]]. Era necesario acudir a éste tres veces al año (durante las llamadas [[fiestas de peregrinación]]), para realizar diversos sacrificios y entregar ofrendas. El culto del Templo era administrado por los sacerdotes y levitas, cuyo número era muy elevado,<ref> Según Flavio Josefo (''Contra Apión'' 2, 108), eran unos 20.000. </ref> los que desempeñaban los llamados oficios sagrados durante las fiestas, tales como custodiar y limpiar el Templo, preparar los animales y la leña para los sacrificios, y cantar salmos durante las celebraciones públicas.<ref> Sanders, pp. 63-64. </ref> Los sacerdotes y levitas se mantenían con los tributos de los campesinos, obligatorios para todos los judíos.
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La fecha de nacimiento de Jesús no puede ser calculada con precisión, aunque la mayoría de los estudiosos coinciden en situarla en torno al año [[4 a. C.|4&nbsp;a.&nbsp;C.]] Las fuentes cristianas no ofrecen una cronología absoluta de los acontecimientos de la vida de Jesús, con una sola salvedad: Lc 3,1 fija el comienzo de la actividad de [[Juan el Bautista]] en "el año quince del reinado de [[Tiberio]]", que posiblemente pueda interpretarse como equivalente a uno de estos años: [[27]], [[28]] o [[29]]. Un poco más adelante (Lc 3,23), indica que Jesús contaba aproximadamente 30 años al comienzo de su predicación. Los relatos de la infancia de Mateo y Lucas, aunque muy cuestionables por otras razones, coinciden en situar el nacimiento de Jesús en época de [[Herodes I el Grande|Herodes el Grande]], que murió en el [[4 a. C.|4&nbsp;a.&nbsp;C.]] Lucas, sin embargo, añade un dato incongruente con el anterior, cuando indica que el viaje de María y José a Belén tuvo lugar siendo [[Quirino]] gobernador de Siria, es decir, después del año [[6]].
 
Convencionalmente, se adoptó como su fecha de nacimiento de Jesús la calculada en el siglo VI por [[Dionisio el Exiguo]], basada en cálculos erróneos y que hoy sirve de inicio de la llamada era cristiana;<ref>En el año [[525]], el papa [[Hormisdas]] encargó a [[Dionisio el Exiguo]], un astrónomo y abad escita de un monasterio romano, establecer como año primero de la [[después de Cristo|era cristiana]] el del nacimiento de Jesús. Dionisio se equivocó en unos seis años al datar el reinado de [[Herodes I el Grande]], por lo que dedujo que Jesús nació el año 753 de la fundación de Roma. Éste es el origen de la actual era cristiana.</ref> también convencionalmente, en el [[siglo IV]] comenzó a celebrarse su nacimiento el [[25 de diciembre]].<ref>Se declaró oficialmente el [[25 de diciembre]] la fiesta de la [[Navidad|Natividad de Jesús]] en el año [[336]], por orden del [[papa]] [[Julio I]], cristianizando así una fiesta pagana que tiene sus raíces en la celebración del [[solsticio|solsticio de invierno]] y que ya había sido instituida en el [[siglo III]] por [[Aureliano]] como natalicio del dios [[Sol Invictus]]. La elección de esta fecha no tiene ninguna base histórica. Antes de pasar a celebrarse el 25 de diciembre, se conmemoraba el nacimiento de Jesús el [[6 de enero]], junto con la [[epifanía]] y el bautismo de Jesús por [[Juan el Bautista|San Juan]]. El [[6 de enero]] había sido, además, la fecha de inicio del año nuevo en la antigua civilización egipcia, tras los cinco primeros días de este mes, que, en sus tradiciones, no pertenecían ni a un año ni al otro. La [[Iglesia ortodoxa|Iglesia Ortodoxa]] sigue celebrando el nacimiento de Jesús el 6 de enero.</ref>
 
==== Orígenes familiares ====
Sobre la familia de Jesús, todos los evangelios están de acuerdo en el nombre de su madre, [[María (madre de Jesús)|María]] y de su padre, [[José de Nazaret|José]], si bien dos de los evangelios (Mateo y Lucas) contienen relatos, diferentes entre sí, acerca de la concepción milagrosa de Jesús por obra del Espíritu Santo. Según estos relatos, José no habría sido su padre verdadero, sino solo su padre legal, por ser el esposo de María. La mayoría de los investigadores creen que estos relatos son bastante tardíos: no se mencionan en los evangelios de Marcos y de Juan, y existen indicios que permiten sospechar que en tiempo de Jesús éste era conocido como "hijo de José".<ref> Véase, por ejemplo, {{Biblia|Lc|4:22}}, {{Biblia|Jn|1:45}}, {{Biblia|Jn|6:42}}. Las epístolas de Pablo de Tarso no mencionan tampoco la concepción milagrosa, lo que hace suponer que se trata de un añadido tardío a la historia de Jesús. </ref>
 
Los hermanos de Jesús son mencionados en varias ocasiones en los evangelios y en otros libros del Nuevo Testamento (sobre este tema, véase el artículo [[Hermanos de Jesús]]).<ref>Los evangelios los mencionan claramente: "Su madre y sus hermanos estaban fuera"({{Biblia|Mt|12:46-50}}). Además, es mencionado por Juan —“Porque ni aún sus hermanos creían en él” ({{Biblia|Jn|7:5}})—. Pablo también hace mención en sus cartas a “Santiago el hermano del Señor” ({{Biblia|Galatas|1:19|Gálatas}}). En Corintios, dice “¿No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana por mujer como también los otros apóstoles, los hermanos del Señor y Cefas?” ({{Biblia|1Corintios|9:5}}). El libro de los Hechos menciona a Santiago ({{Biblia|Hechos|13:17}}, {{Biblia|Hechos|15:13}} y siguientes). Una fuente extra-bíblica, el historiador [[Flavio Josefo]], menciona que Santiago, hermano de Jesús, fue linchado en el año 62 d. de C. Siglos más tarde, la teología cristiana, para defender el dogma de la virginidad de María, planteó el argumento de que la palabra utilizada para designar a los hermanos, tanto en arameo ''(âch-'achâ)'' como en griego ''(adélfoi)'', puede también utilizarse para denominar a los parientes. El hebreo y el arameo no tienen una palabra específica para primos, sino que se designa de igual forma a primos y hermanos. En griego sí existen otras palabras para referirse a los primos y parientes que nunca son usadas con los hermanos de Jesús. Se ha dicho, no obstante, que los autores del Nuevo Testamento, por influencia de las lenguas semíticas, pudieron utilizar el término "hermano" para referirse también a los parientes. </ref> En {{Biblia|Mc|6:3}} se mencionan los nombres de los cuatro hermanos varones de Jesús: [[Santiago el Justohermano de Jesús|Jacob]] (Santiago), José, Judas y Simeón o Simón, y se indica también la existencia de dos hermanas.<ref> Según [[Hegesipo de Jerusalén|Hegesipo]] las hermanas se llamaban Salomé y Susana.</ref>
 
Son numerosas las fuentes que indican la ascendencia [[David|davídica]] de Jesús, a través de José (a pesar de que, como antes se ha dicho, algunos evangelios afirman explícitamente que José no fue el padre biológico de Jesús). Varios pasajes del Nuevo Testamento muestran que era llamado "hijo de David",<ref> Véase, por ejemplo, {{Biblia|Mc|10:47-48}}. </ref> y que la idea de su origen davídico estaba muy extendida en los primeros años del cristianismo<ref>{{Biblia|Lc|1:27}}, {{Biblia|Mt|1:16}}, {{Biblia|Hch|13:23}}, {{Biblia|Rm|1:3-4}}</ref> aunque él nunca se refirió a sí mismo como tal. Los críticos no están de acuerdo, sin embargo, en que esta ascendencia davídica sea un dato cierto, dado que puede tratarse de una adición de los evangelistas para demostrar la condición mesiánica de Jesús. Las genealogías de Jesús que aparecen en Mateo y Lucas ({{Biblia|Mt|1:1-16}} y {{Biblia|Lc|3:23-31}}) son diferentes entre sí, aunque ambas vinculan a José, padre legal de Jesús, con la estirpe de David.<ref>Geza Vermes, ''Jesús el judío'', pp. 227-229.</ref>
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*El hecho de que gran parte de los acontecimientos de la vida de Jesús narrados en los evangelios tengan claros paralelos en la Biblia judía, lo que ha llevado a pensar que los relatos evangélicos fueron modelados a semejanza de los del Antiguo Testamento.<ref>Doherty señala que numerosos elementos del Nuevo Testamento son recreaciones de historias presentes en el Antiguo Testamento: los milagros, por ejemplo, eran necesarios según las profecías de Isaías (Is 35, 5-6), y están inspirados en relatos semejantes acerca de los profetas Elías y Eliseo. También señala una fuerte dependencia de la Escritura hebrea en el relato de la Pasión. En el relato evangélico tomado en su conjunto ve la repetición de un tema frecuente en el Antiguo Testamento: la vindicación del justo inocente. (Ref: [http://pages.ca.inter.net/~oblio/partthre.htm ''THE JESUS PUZZLE. Was There No Historical Jesus? Part Three: The Evolution of Jesus of Nazareth''.]</ref>
 
La mayoría de los estudiosos consideran esta teoría bastante inverosímil.<ref> "There are those who argue that Jesus is a figment of the Church’s imagination, that there never was a Jesus at all. I have to say that I do not know any respectable critical scholar who says that any more.” Burridge, R & Gould, G, ''Jesus Now and Then'', Wm. B. Eerdmans, 2004, p.34.</ref><ref> En Christopher Price (2003): [http://www.bede.org.uk/price1.htm "Scholarly opinions on the Jesus Myth"], se recogen opiniones en este sentido de Howard Marshall, Michael Grant, Will Durant, [[Rudolf Karl Bultmann|Rudolf Bultmann]], Robert Van Voorst, Graham Stanton y Richard Carrier. Algunas de ellas: "The theory of Jesus' nonexistence is now effectively dead as a scholarly question" (Robert Van Voorst); "To sum up, modern critical methods fail to support the Christ myth theory" (Michael Grant); "That a few simple men should in one generation have invented so powerful and appealing a personality, so loft an ethic and so inspiring a vision of human brotherhood, would be a miracle far more incredible than any recorded in the Gospel." (Will Durant); "No sane person can doubt that Jesus stands as founder behind the historical movement whose first distinct stage is represented by the Palestinian community." (Rudolf Bultmann).</ref> Según Antonio Piñero, desde la década de 1920 "no se considera científico negar la existencia histórica de Jesús debido a la cantidad de pruebas directas o indirectas de su existencia".<ref> Antonio Piñero, ''Guía para entender el Nuevo Testamento'', p. 152.</ref> Como argumentos que hacen más verosímil la existencia histórica de Jesús, Piñero cita: 1) la mención de Jesús en las obras de dos autores no cristianos considerados fiables ([[Tácito]] y [[Flavio Josefo]]); 2) el conjunto de textos cristianos transmitidos acerca de su figura, ya que "aunque los escritos cristianos se manifiesten como obras de seguidores de Jesús, negar la existencia histórica del personaje central de ellas presenta muchas más dificultades que admitirla";<ref>Antonio Piñero, ''op. cit.'', p. 153.</ref> 3)las alusiones en dichos textos a figuras históricas cuya existencia puede comprobarse con documentos no cristianos; 4) las reinterpretaciones y remodelaciones de la figura de Jesús realizadas por los autores de las fuentes cristianas, que no hubieran sido precisas si el personaje fuera una invención; y 5) el desarrollo del cristianismo, difícil de explicar sin la figura de Jesús.<ref>Antonio Piñero, ''op. cit.'', pp. 152-154.</ref>
 
==== Otras teorías minoritarias ====
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* Morton Smith, en su libro ''Jesus the magician'', identifica a Jesús como un mago.
 
*Varios eruditos, notablemente [[Hyam Maccoby]], creen que [[Barrabás]] es la versión griega del arameo Bar Abba, "Hijo del Padre", supuestamente el sobrenombre del mismo Jesús. Según ello, al pedir a [[Poncio Pilato|Pilato]] la liberación de [[Barrabás]], el pueblo pedía la liberación de Jesús.
 
== Repercusiones históricas de Jesús de Nazaret ==
Es abismal la diferencia entre la mínima repercusión histórica que la predicación de Jesús alcanzó durante su vida y su influencia posterior en la historia universal. El movimiento religioso iniciado por Jesús, escindido del judaísmo, terminó convirtiéndose en una nueva religión, el [[cristianismo]], que fue ganando adeptos por todo el ámbito del Mediterráneo durante los primeros siglos de nuestra era. A pesar de ser duramente criticada, e incluso perseguida, durante el siglo IV la religión cristiana llegó a ser la religión principal (oficialmente la única a partir del [[Edicto de Tesalónica]]) del [[Imperio romano|Imperio Romano]]. La Iglesia cristiana alcanzó un enorme poder, y mantuvo su estructura fuertemente jerarquizada después de las invasiones bárbaras que marcaron el final del Imperio Romano de Occidente. En Oriente, continuó siendo la religión oficial del [[Imperio bizantino|Imperio Bizantino]] hasta el final de este estado, a mediados del siglo XV, si bien en gran parte de los antiguos territorios orientales del Imperio Romano se vio desplazada, a partir del siglo VII, por el avance del [[Islam]].
 
El cristianismo se incorporó a la herencia cultural de [[Europa]], hasta el punto de ser considerado en la actualidad por muchos uno de sus principales rasgos de identidad. Con la expansión de la cultura europea que comenzó en el siglo XV, esta religión se difundió por otros muchos lugares del mundo, especialmente por [[América]], donde es hoy también la religión más importante. En la actualidad, la religión cristiana, en sus diferentes denominaciones, es la que cuenta con mayor número de seguidores en todo el mundo.
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La figura de Jesús de Nazaret es el centro de todas las religiones denominadas cristianas, aunque existen diferentes interpretaciones acerca de su persona.<ref>Dado que el cristianismo dista mucho de ser una corriente uniforme de creencias y pensamiento, para hablar sobre Jesús en el cristianismo, habría que describir las modalidades o concepciones cultivadas por las distintas ramas del cristianismo, también llamadas denominaciones cristianas. Si bien todas esas concepciones son perfectamente admisibles como posiciones de fe, exponerlas sin más en pie de igualdad conduciría a cierto relativismo que no daría cuenta del hecho innegable de que unas son creencias mayoritarias y otras particulares, que unas fueron desestimadas sólo después de largos debates y otras se consideraron herejías de manera tajante y desde el primer momento.</ref> En general, para los cristianos, Jesús de Nazaret es el protagonista de un acto único<ref>La historicidad de la resurrección de Jesús de Nazaret es un hecho que diferencia la religión cristiana de las religiones griegas. Si, para estas últimas, el tiempo es una entelequia circular y repetitiva, que se sucede a modo de eterno retorno, el cristianismo asume desde el principio una noción lineal del tiempo, en la cual la resurrección es un hito histórico único sobre el cual se ordena la historia pasada y la futura. Véase Puech, Henry: ''El tiempo en el cristianismo''.</ref> e intransferible, por el cual el hombre adquiere la posibilidad de elevarse por encima de su naturaleza caída y alcanzar la salvación.<ref>En contraposición a las concepciones científicas que consideran al hombre como la cima de la evolución natural, la teología cristiana considera que el hombre es una espiritualidad ''caída''. Véase Josef Pieper: ''Las virtudes fundamentales''. Ed. Rialp pp. 180.</ref> Dicho acto se consuma con la resurrección de Jesús de Nazaret. La resurrección es, por tanto, el hecho central del cristianismo y constituye su esperanza [[Soteriología|soteriológica]]. Como acto, es privativo de la divinidad e inasequible al hombre. De forma más precisa, la ''encarnación'', la ''muerte'' y la ''resurrección'' compensan en tres actos sucesivos los tres obstáculos que separaban, según la doctrina cristiana, a Dios del hombre: la naturaleza,<ref>La naturaleza de Dios (increada) y la naturaleza del hombre (criatura) están separadas por el abismo ontológico del acto creativo ''ex nihilo''</ref> el pecado<ref>La posibilidad del pecado es exclusiva de la voluntad de la criatura alejada de Dios</ref> y la muerte.<ref>Entendida sobre todo en el sentido ontológico (dejar de ser)</ref> Por la ''encarnación del Verbo'', la naturaleza divina se hace humana.<ref>{{Biblia|Jn|1:14}}</ref> Por la ''muerte'' de Cristo, se supera el pecado y por su ''resurrección'', la muerte.<ref>Vladimir Lossky: ''Teología mística de la iglesia de oriente''. pp. 101</ref>
 
Históricamente, el núcleo de la doctrina cristiana quedó fijado en el [[Concilio de Nicea]], con la formulación del [[Símbolo niceno|Símbolo Niceno]]. Este concilio es reconocido por las principales denominaciones cristianas: católicos, ortodoxos y las diferentes iglesias protestantes.
El texto del Credo Niceno en lo referente a Jesús es el siguiente:
 
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{{AP|Disputas cristológicas}}
 
* [[Nestorianismo]]: variante doctrinal inspirada en el pensamiento de [[Nestorio]] que cuenta con iglesias activas actualmente como la [[Iglesia asiria del Oriente|Iglesia Asiria de Oriente]]. El centro de su doctrina es el rechazo a considerar que el ''Dios Hijo'' pudo ser niño alguna vez. En consecuencia, separan la persona humana y la persona divina de Jesús. Fue rechazada por el [[Concilio de Éfeso]].
 
* [[Monofisismo]]: es la variante doctrinal que unifica en una las dos naturalezas de Jesús de Nazaret. Fue promovida por [[Eutiques]] y rechazada en el [[Concilio de Calcedonia]]. Las [[Antiguas iglesias orientales]] son denominaciones monofisitas, así como también las [[iglesias coptas]].
Línea 466:
Varios movimientos religiosos de impronta cristiana, generalmente protestante, surgidos a partir de la segunda mitad del siglo XIX, se apartan de las creencias de las religiones cristianas mayoritarias en lo referente a la trinidad divina, y a la naturaleza de Cristo y su misión. Se discute por ello si estos movimientos pueden considerarse propiamente cristianos.
 
Los [[movimiento de los Santos de los Últimos Díasmormonismo|mormones]] (''La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días'') creen que Jesucristo, ofrece la salvación en dos aspectos diferentes, de la muerte física y de la muerte espiritual.<ref>"Guía Para el Estudio de las Escrituras: Salvación | El Libro de Mormón". La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Salt Lake City 1992; pág. 184 de la Guía Para el Estudio de las Escrituras.</ref> Los mormones también mantienen la creencia de que después de su resurrección Jesucristo visitó América y continuó allí su enseñanza.<ref> Tercer libro de Nefi capítulos 11 al 28 | El Libro de Mormón. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Salt Lake City 1992; págs 518-559.</ref>
 
Los [[Testigos de Jehová]] consideran a Jesús como el único ser creado por Dios directamente y no es un hombre ni el Dios todopoderoso, sino “una poderosa criatura espiritual” y un Rey entronizado
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El [[judaísmo]], religión en cuyo marco se desarrolló la predicación de Jesús, rechaza la creencia de que Jesús es Dios, ya que resulta incompatible con su estricto [[monoteísmo]]. Igualmente rechaza su identificación con el [[Mesías]] o como [[profeta]].
 
En líneas generales, puede decirse que el judaísmo prestó escasa atención a Jesús de Nazaret. Sin embargo, un personaje llamado Yeshu (alt: Jeshu, Yeishu, en [[idioma hebreo|hebreo]]: יש"ו) es mencionado en antiguos textos rabínicos, entre ellos el [[Talmud de Babilonia]], redactado en fecha anterior al año 600, y la literatura [[midrash|midrásicamidrás]]ica, de entre 200 y 700. El nombre es similar, aunque no idéntico, a [[Yeshúa]], que es considerado por muchos autores el nombre original de Jesús en arameo. Además, en varios manuscritos del Talmud de Babilonia aparece con el sobrenombre "ha-Notztri", que puede significar "el Nazareno". Por este motivo, y por ciertas coincidencias entre la historia de Jesús conocida por los evangelios cristianos y la del Yeshu citado en el Talmud, algunos autores han identificado a ambos personajes. Existen, sin embargo, discrepancias sobre este punto.
 
En los textos rabínicos, Yeshu es caracterizado desde un punto de vista muy negativo: aparece como un embaucador que empuja a los judíos a apostatar de su religión.
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Jesús, llamado en [[idioma árabe|lengua árabe]] `Īsā o `Īsā ibn Maryam (‘Jesús, hijo de María’), es uno de los principales [[profeta]]s del [[Islam]]. Según el [[Corán]], fue uno de los profetas más queridos por Dios y, a diferencia de lo que ocurre en el cristianismo, para los musulmanes no tiene carácter divino. Existen notables diferencias entre el relato de los Evangelios y la narración coránica de la historia de Jesús.
 
La virginidad de María es plenamente reconocida (Corán, 3,41; 5,19; 19,22 y ss). Jesús es quien anunció la llegada de [[Mahoma]] como último profeta (Corán, 3,75; 61,6), aunque siguen su vida y prédica a través de los textos de los evangelios apócrifos. La muerte de Jesús es tratada de forma compleja, al no reconocer explícitamente su sacrificio, sino que antes de la muerte es sustituido por otro ser -del que nada se dice-, mientras Jesús asciende con Dios y burla a los judíos (Corán, 3,48; 4,156). La muerte ignominiosa de Jesús no se contempla, aunque sí se afirma su regreso el día del [[Juicio Final]] (Corán, 4,157; 43,61) y el descubrimiento, en ese día, de que la obra de Jesús fue verdadera (en el sentido de enviado por Dios). El Corán rechaza la [[Trinidad (cristianismoreligión)|Trinidad]] (según el concepto del [[tawhid]]), teniéndola por falsa, y considera a Jesús por «Verbo de Dios», pero no hijo de él.<ref name="Vernet">La Trinidad plantea un problema a Mahoma: el [[politeísmo]] que tanto combatió. Aceptar que Dios es Uno y Trino constituyó un problema desde el principio. Las teorías de la Trinidad que conoció Mahoma fueron las de los [[coliridianos]] únicamente. No obstante, sus posiciones sobre la Trinidad se acercan al propio [[Concilio de Letrán]], donde se trata de corregir la creencia de que Jesús es hijo de Dios en un sentido humano. Así hay quien ve semejanzas, aún en la diferencia. ''«Son infieles quienes dicen Dios es el tercero de una triada. No hay dios, sino un Dios único. ... El Mesías, hijo de María, no es más que un Enviado»''. (Corán 5 77-79) ''«¡Gente del Libro! No exageréis en vuestra religión ni digáis, sobre Dios, más que la verdad. Realmente el Mesías, Jesús, hijo de María, es el Enviado de Dios, su Verbo, que echó a María en espíritu procedente de él. Creed en Dios y en sus enviados, pero no digáis Tres ... ¿Tendría un hijo cuando tiene lo que está en los cielos y en la tierra? ¡Dios basta como garante!»'' (Corán, 4 169-170). Vermet, Juan. ''El Corán'', pp. 48, 49, 135, 146, 147.</ref>
 
== Jesús en la ficción y en el arte ==
=== Jesús en el arte ===
[[Archivo:Meister aus Tahull 001.jpg|thumb|''Pantocrator rodeado por la [[mandorla]]'', en la iglesia [[Arte románico|románica]] de [[Iglesia de SanSant ClementeCliment de Taüll|Sant Climent de Taüll]]. Flanqueando la mandorla, se encuentra el [[tetramorfos]], alegoría de los cuatro evangelios.]]
 
En un primer momento, el arte cristiano evitó representar a Jesús en forma humana, prefiriendo evocar su figura mediante símbolos, tales como el [[monograma]] formado por las letras griegas [[Χ]] y [[Ρ]], iniciales del nombre griego Χριστός ([[Cristo]]), en unión a veces de [[Α]] y [[Ω]], primera y última letras, respectivamente, del [[alfabeto griego]], para indicar que Cristo es el principio y el fin; el símbolo del pez (ΙΧΘΥΣ, «ikhtus», en griego, [[acróstico]] de ''Ἰησοῦς Χριστός, Θεοῦ Υἱός, Σωτήρ'' (''Iesous Khristos Theos uios Soter''; "Jesucristo hijo de Dios Salvador"); el [[Agnus Dei|Cordero de Dios]]; o incluso mediante símbolos antropomórficos, como el del [[Buen Pastor]].
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*[[Fiódor Dostoyevski|Fiodor Dostoievski]]: ''[[Los hermanos Karamázov]]'' (1880).
*[[Mijaíl Bulgákov]]: ''[[El Maestro y Margarita|El maestro y Margarita]]'' (escrito entre 1928 y 1940, publicado en 1967).
*[[Robert Graves]]: ''Rey Jesús'' (1947).
*[[Nikos Kazantzakis]]: ''Cristo Crucificado'' (1948) y ''[[La última tentación de Cristo]]'' (1951), en la que se basaría [[Martin Scorsese]] para su película homónima.
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*[[Mirza Ghulam Ahmad]]: ''Jesús en la India'' 1899
*[[Andreas Faber-Kaiser]]: ''Jesús vivió y murió en Cachemira''
*[[J. J. Benítez|Juan José Benítez]]: ''[[Caballo de Troya (novela)|Caballo de Troya]]'' (1984-2006; saga de varios volúmenes).
*[[Fida Hassnain]]: ''La historia de Jesús'' (1995)
 
=== Jesús en el cine ===
{{AP|Jesús de Nazaret en el cine}}
La vida de Jesús según los relatos del Nuevo Testamento, y generalmente desde una perspectiva cristiana, ha sido un tema frecuente en el cine casi desde su misma aparición. De hecho, Jesús de Nazaret es uno de los personajes más interpretados en el cine. Ya en 1898 la vida de Jesús fue llevada a la pantalla por Georges Hatot y [[Hermanos Lumière|Louis Lumière]], en un filme titulado ''La vie et la passion de Jésus-Christ''.<ref>{{imdb título|0222481|La vie et la passion de Jésus-Christ}}</ref> En el [[cine mudo]] destaca la superproducción ''[[Rey de reyes (película de 1927)|Rey de reyes]]'' (1927), de [[Cecil B. DeMille]].
 
El tema fue abordado después en varias ocasiones, y desde muy numerosos puntos de vista: desde las superproducciones de Hollywood, como ''[[Rey de reyes (película de 1961)|Rey de reyes]]'' ([[Nicholas Ray]], 1961) y ''[[La historia más grande jamás contada]]'' ([[George Stevens]], 1965), hasta las visiones más austeras de cineastas como [[Pier Paolo Pasolini]] (''[[El Evangelio según San Mateo]]'', 1964), o más intelectuales como la presente en ''[[The Man from Earth]]'', donde se menciona la teoría de que Jesús pasó muchos años de su vida en medio oriente, en donde conoció a [[Buda (concepto)|Buda]]. Dieron su personal interpretación de la figura de Jesús también autores como [[Luis Buñuel|Buñuel]] (''[[Nazarín]]'', 1958), y [[Carl Theodor Dreyer|Dreyer]] (''[[Ordet]]'', 1954).
 
Algunas de las películas más recientes sobre la vida de Jesús no han estado exentas de polémica: es el caso de ''[[La última tentación de Cristo]]'' (1988), de [[Martin Scorsese]], basada en la novela homónima de [[Nikos Kazantzakis]], muy criticada en general por su interpretación de Jesús, bastante apartada del punto de vista cristiano tradicional. El filme de [[Mel Gibson]], ''[[La Pasión de Cristo]]'' (2004) suscitó en cambio la aprobación de amplios sectores del cristianismo, pero fue tachado de antisemita por algunos miembros de la comunidad judía.
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{{Destacado|af}}
{{BD|los años 0 a. C.|los años 30|Jesus de Nazaret}}
 
[[Categoría:Jesús de Nazaret| ]]
[[Categoría:Personajes del Nuevo Testamento]]