Diferencia entre revisiones de «Julio César»

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{{Usuario:Pilar del Valle/Plantilla:JC
|nombre = Cayo Julio César
|título = [[Dictador romano|Dictador]] de la [[República romana|República Romana]]
|imagen = Rimini083.jpg
|epígrafe = Estatua de bronce de César, en [[Rímini]].
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|nombre completo = Gaius Julius Caesar
|fecha de nacimiento = [[13 de julio]] de [[100 a. C.|100 a. C.]]
|lugar de nacimiento = [[Roma]], [[República romana|República Romana]]
|fecha de defunción = [[15 de marzo]] de [[44 a. C.|44 a. C.]]
|lugar de defunción = [[Roma]], [[República romana|República Romana]]
|predecesor = [[Lucio Cornelio Sila]] (como [[dictador romano|Dictador de la República Romana]])
|sucesor = [[César Augusto]] (como [[Emperador romano]])
|consortes = [[Cornelia Cinna minor]] ([[84 a. C.|84&nbsp;a.&nbsp;C.]] – [[68 a. C.|68&nbsp;a.&nbsp;C.]]) <br /> [[Pompeia Sulla]] ([[68 a. C.|68&nbsp;a.&nbsp;C.]] – [[63 a. C.|63&nbsp;a.&nbsp;C.]]) <br /> [[Calpurnia Pisonis]] ([[59 a. C.|59&nbsp;a.&nbsp;C.]] - [[44 a. C.|44&nbsp;a.&nbsp;C.]])
|descendencia = [[Julia César|Julia Caesaris]], [[Cesarión]] (no reconocido)
|dinastía = [[Dinastía Julio-Claudia|Julio-Claudia]]
|padre = [[Cayo Julio César III|Cayo Julio César]]
|madre = [[Aurelia Cota|Aurelia Cotta]]
}}
'''Cayo Julio César''' ([[Latín]]: ''Gaius Iulius Caesar'';<ref>Epigráficamente, <small>IMP·GAIVS·IVLIVS·CAESAR</small>, es decir, el ''Emperador Cayo Julio César'', según el sistema de filiación (''[[praenomen]]'', ''[[nomen]]'' y ''[[patronímico|patronimicus]]'') de la [[nombrenombres romanoromanos|nomenclatura romana]]. Tras su muerte, en [[42 a. C.]] fue deificado por el Senado, convirtiéndose en ''Divus Caesar'', el ''Divino César''.</ref> [[Roma]], [[13 de julio]] de [[100 a. C.]]<ref>La fecha del nacimiento de César no aparece con claridad en ningún texto antiguo. [[Wilhelm Drumann]], al que siguen Piganiol, Klotz y Cary, la situaba en el año [[100 a. C.]]; [[Jérôme Carcopino]] señalaba al año 101, y [[Theodor Mommsen]] el [[102 a. C.|102]], con el beneplácito de Fowler, Ferrero y Holmes.</ref> - Ibídem, [[15 de marzo]] de [[44 a. C.]]) fue un líder [[militar]] y [[político]] de la [[historiaHistoria de la República romanaRomana tardía|era tardorrepublicana]].
 
Nacido en el seno de la [[gens]] [[Gens Iulia|Iulia]], en una familia [[Patricios|patricia]] de escasa fortuna, estuvo emparentado con algunos de los hombres más influyentes de su época, como su tío [[Cayo Mario]], quien influiría de manera determinante en su carrera política. En [[84 a. C.]], a los 16 años, el [[Populares|popular]] [[Lucio Cornelio Cinna|Cinna]] lo nombro ''[[flamen Dialis|flamen dialis]]'', cargo religioso del que fue relevado por [[Lucio Cornelio Sila|Sila]], con el cual tuvo conflictos a causa de su matrimonio con la hija de Cinna. Tras escapar de morir a manos de los sicarios del dictador, fue perdonado gracias a la intercesión de los parientes de su madre.<ref>Plutarco, ''César'', 1; Suetonio, ''César'', 1-2.</ref> Trasladado a [[Asia]], combatió en la [[Tercera Guerra Mitridática]] como [[Legado romano|''legatus'']] de [[Marco Minucio Termo]]. Volvió a Roma a la muerte de Sila en [[78 a. C.]], ejerciendo por un tiempo la abogacía. En [[73 a. C.]] sucedió a su tío [[Cayo Aurelio Cotta]] como [[pontífice]], y pronto entró en relación con los cónsules [[Cneo Pompeyo Magno|Pompeyo]] y [[Marco Licinio Craso|Craso]], cuya ''amicitia'' le permitiría lanzar su propia carrera política.<ref>Probablemente en la campaña electoral de 71 a. C. (Canfora 2000: 30).</ref> En [[70 a. C.]] César sirvió como [[cuestor]] en la [[administración provincial romana|provincia]] de [[Hispania]] y como [[edil curul]] en [[Roma]]. Durante el desempeño de esa [[magistrado|magistratura]] ofreció unos espectáculos que fueron recordados durante mucho tiempo por el pueblo.
 
En [[63 a. C.]] fue elegido [[pretor|''praetor urbanus'']]<ref>Juez que dirimía las disputas entre ciudadanos romanos.</ref> al obtener más votos que el resto de candidatos a la pretura. Ese mismo año murió [[Quinto Cecilio Metelo Pío]], ''[[Pontifex Maximus]]'' designado durante la dictadura de Sila, y, en las elecciones celebradas con objeto de sustituirle, venció César. Al término de su pretura sirvió como [[promagistrado|propretor]] en Hispania, donde lideró una breve [[campaña militar|campaña]] contra los [[Lusitania|lusitanos]]. En [[59 a. C.]] fue elegido [[cónsul romano|cónsul]] gracias al apoyo de sus dos aliados políticos, [[Cneo Pompeyo Magno|Pompeyo]] y [[Marco Licinio Craso|Craso]], los hombres con los que César formó el llamado ''[[Primer triunvirato|Primer Triunvirato]]''. Su colega durante el consulado, [[Marco Calpurnio Bíbulo|Bíbulo]], se retiró a fin de entorpecer la labor de César que, sin embargo, logró sacar adelante una serie de medidas legales, entre las que destaca una ley agraria que regulaba el reparto de tierras entre los soldados veteranos.
 
Tras su consulado fue designado [[procónsul]] de las provincias de [[Galia#Galia Transalpina|Galia Transalpina]], [[Iliria]] y [[Galia#Galia Cisalpina|Galia Cisalpina]]; esta última tras la muerte de su [[gobernador romano|gobernador]], [[Quinto Cecilio Metelo Céler|Céler]]. Su gobierno estuvo caracterizado por una política muy agresiva en la que sometió a la práctica totalidad de [[celtaceltas|pueblos celtas]] en varias campañas. Este conflicto, conocido como la ''[[Guerra de las Galias]]'', finalizó cuando el general republicano venció en la ''[[Batalla de Alesia]]'' a los últimos focos de oposición, liderados por un jefe [[arverno]] llamado [[Vercingétorix]]. Sus conquistas extendieron el dominio romano sobre los territorios que hoy integran [[Francia]], [[Bélgica]], [[Países Bajos|Holanda]] y parte de [[Alemania]]. Fue el primer general romano en penetrar en los inexplorados territorios de [[Britania]] y [[Germania]].
 
Mientras César terminaba de organizar la estructura administrativa de la nueva provincia que había anexionado a la República, sus enemigos políticos trataban en Roma de despojarle de su ejército y cargo utilizando el [[Senado romanoRomano|Senado]], en el que eran mayoría. César, a sabiendas de que si entraba en la capital sería juzgado y exiliado, intentó presentarse al consulado ''in absentia'', a lo que la mayoría de los senadores se negaron. Este y otros factores le impulsaron a desafiar las órdenes senatoriales y protagonizar el famoso cruce del ''[[Río Rubicón|Rubicón]]'', donde al parecer pronunció la inmortal frase "''[[Alea iacta est]]''" (la suerte está echada) iniciando así un conflicto conocido como la ''[[Segunda Guerra Civil de la República de Roma]]'', en el que se enfrentó a los ''[[optimates]]'',<ref>Facción conservadora del Senado.</ref> que estaban liderados por su viejo aliado, Pompeyo. Su victoria, basada en las derrotas que infligió a los conservadores en [[Batalla de Farsalia|Farsalia]], [[Batalla de Tapso|Tapso]] y [[Batalla de Munda|Munda]], le hizo el amo de la República. El hecho de que estuviera en guerra con la mitad del mundo romano no evitó que se enfrentara a [[Farnaces II del Ponto|Farnaces II]] en [[Batalla de Zela|Zela]] y a los enemigos de [[Cleopatra VII]] en [[Alejandría]]. A su regreso a Roma se hizo nombrar cónsul y ''dictator perpetuus'' —dictador vitalicio— e inició una serie de reformas económicas, urbanísticas y administrativas.
 
A pesar de que bajo su gobierno la República experimentó un breve periodo de gran prosperidad, algunos senadores vieron a César como un [[tiranía|tirano]] que ambicionaba restaurar la [[monarquía romana|monarquía]]. Con el objeto de eliminar la amenaza que suponía el dictador, un grupo de senadores formado por algunos de sus hombres de confianza como [[Marco Junio Bruto|Bruto]] y [[Cayo Casio Longino|Casio]] y antiguos lugartenientes como [[Cayo Trebonio|Trebonio]] y [[Décimo Junio Bruto Albino|Décimo Bruto]], urdieron una conspiración con el fin de eliminarlo. Dicho [[complot]] culminó cuando, en las ''[[idus de marzo]]'', los conspiradores asesinaron a César en el Senado. Su muerte provocó el estallido de otra guerra civil, en la que los partidarios del régimen de César; [[Marco Antonio|Antonio]], [[César Augusto|Octavio]] y [[Marco Emilio Lépido (siglo I a. C.)|Lépido]], derrotaron en la doble ''[[Batalla de Filipos]]'' a sus asesinos, liderados por Bruto y Casio. Al término del conflicto, Octavio, Antonio y Lépido formaron el [[Segundo Triunvirato]] y se repartieron los territorios de la República, aunque, una vez apartado Lépido, finalmente volverían a enfrentarse en [[Batalla de Actium|Actium]], donde Octavio, heredero de César, venció a Marco Antonio.
 
Al margen de su carrera política y militar, César destacó como [[oratoria|orador]] y [[literatura|escritor]]. Redactó, al menos, un tratado acerca de [[astronomía]], otro acerca de la [[religión romana|religión republicana romana]], y un estudio sobre el [[latín]], ninguno de los cuales ha sobrevivido hasta nuestros días. Las únicas obras que se conservan son sus ''[[De Bello Gallico|Comentarios de la Guerra de las Galias]]'' y sus [[deDe Bellobello Civilicivili|''Comentarios de la Guerra Civil'']]. Se conoce el desarrollo de su carrera como militar y gran parte de su vida a través de sus propias obras y de los escritos de autores como [[Suetonio]], [[Plutarco]], [[Marco Veleyo Patérculo|Veleyo Patérculo]] o [[Eutropio]].
 
== Biografía ==
=== Primeros años ===
César nació en Roma el [[12 de julio|12]]/[[13 de julio]] del año [[100 a. C.]]; no obstante, su fecha de nacimiento no ha sido establecida con claridad y pudo haberse situado en algún punto entre los años [[102 a. C.|102]] y [[101 a. C.]]<ref>Véase referencia 2.</ref> Perteneció a una [[gens]] [[patriciospatricio|patricia]] —la Julia— que, según la leyenda, se remontaba hasta [[Ascanio|Iulo]], hijo del príncipe [[Troya|troyano]] [[Eneas]] y nieto de la [[mitología romana|diosa]] [[Venus (mitología)|Venus]]. Fue el propio César quién estableció la relación entre su familia e Iulo durante el discurso que pronunció en el funeral de su tía Julia, esposa de [[Cayo Mario]].<ref>Según Suetonio (''Vida de César, César'' 6): {{Cita|Por parte materna la estirpe de mi tía tiene origen de reyes, por parte de padre está emparentada con los dioses inmortales. Pues los Marcio reyes proceden de Anco Marcio y de tal linaje ha sido su madre; y del de Venus los Julios, a cuya estirpe pertenece nuestra familia. Existe por tanto en la raza la sacralidad de los reyes, que destacan enormemente entre los hombres, y también el encumbramiento de los dioses, bajo cuya potestad están los mismos reyes.}}</ref> Con los años, en el apogeo de su poder, César iniciaría en Roma la construcción de un templo dedicado a su supuesta antepasada, ''Venus Genetrix''. El patronímico ''César'' parece que puede provenir de la palabra latina "''caesaries''", cuyo significado es "''cabellera o barba''". Contrariamente a lo sostenido por algunos autores, la palabra [[cesárea]] no tiene nada que ver con César, ni éste nació por medio de esa [[cirugía]].<ref>Goldsworthy, Adrian, ''César'', pág. 55.</ref>
[[Archivo:Roman school.jpg|thumb|350px|Alumnos con su [[pedagogo]].]]
 
Su padre, llamado al igual que él [[Cayo Julio César III|Cayo Julio César]], fue un político poco influyente que llegó a la [[pretor|pretura]].<ref>Goldsworthy, Adrian, ''César'', pág. 53</ref> Su ascenso a través del ''[[cursus honorum]]'' se vio interrumpido al morir en [[campaña militar|campaña]]. Su madre, llamada [[Aurelia CotaCotta|Aurelia]], era una [[nobleza|noble]] [[plebeplebeyo|plebeya]]ya perteneciente a una rama de la ''gens'' ''Aurelii'', los ''Aurelii Cottae''; familia integrante de la nobleza plebeya de [[senadoSenado romanoRomano|rango senatorial]] con gran riqueza e influencia. El historiador [[Tácito]] la compara con [[Cornelia]], madre de los [[GracoGracos]]s, basándose en su inteligencia, la pureza de sus costumbres y la nobleza de su carácter.<ref>Tácito, Cornelio. ''De oratoribus'', 28</ref>
 
El hecho de que los ''Julio Césares'', pertenecientes al poderoso [[patriciospatricio|patriciado]] republicano, no obtuvieran cargos importantes durante el [[repúblicaRepública romanaRomana|periodo republicano]] se explica por su falta de fortuna en comparación a la [[aristocracia]] romana de la época; de hecho, César creció en uno de los barrios más pobres de la ciudad, la Subura.
 
Único hijo varón del matrimonio de sus padres, su infancia transcurrió en un ambiente esencialmente femenino, entre su madre y sus dos hermanas. Al igual que a todos los jóvenes nobles y patricios de la época, se le inculcó el temor a los dioses, el respeto a las leyes, las reglas de la decencia, la modestia y la frugalidad. Tras el estallido de la ''[[Guerra Social (91–88 a. C.)|Guerra Social]]'' su tío Sexto fue elegido [[cónsul romano|cónsul]], dando así un poco de fama a la familia. Cuando tenía diez años se vio confiado a las enseñanzas de [[Marco Antonio Grifón]], un [[Gramático|''grammaticus'']] de origen [[galosGalo (puebloGalia)|galo]] y formado en la escuela de [[retórica|retóricos]] [[Alejandría|alejandrinos]] considerado uno de los hombres más versados en [[literatura]] [[literatura griega|griega]] y [[literatura romana|romana]] de su época. Aprendió a leer y a pensar con las obras de [[Homero]], la ''[[Ilíada]]'' y la ''[[Odisea]]''; primero con la traducción al latín de [[Livio Andrónico]] y después con el texto original en [[griego antiguo|griego]]. Algunos autores contemporáneos vinieron a adherirse a esta base literaria, que recibían de una manera más o menos uniforme los jóvenes romanos de su tiempo. Asimismo, aprendió [[oratoria]] y a [[escritura|escribir]] [[poesía]].<ref>Gerald Walter, ''César'': "Capítulo II", pág 16. Impreso: Ediciones Ciencias Sociales ISBN 956-06-0465-X</ref>
 
La mujer de Mario, su tía paterna Julia, desempeñó también un papel muy destacado en la educación y orientación del joven César. Durante su vida, el general había sido un influyente político reformista, líder de la facción progresista del Senado, los ''populares'', enemigos de los conservadores, los ''optimates''.
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Ciertas fuentes clásicas registran que César padecía [[epilepsia|crisis epilépticas]] que podían producirse en cualquier momento y hacerle perder el conocimiento. [[Suetonio]] menciona dos de estas crisis, y [[Plutarco]] una, durante la ''[[Batalla de Tapso]]''; constituye la única ocasión de la que se tiene noticia en que un ataque epiléptico interfirió en su capacidad de mando.<ref>Suetonio, ''Vida de los doce Césares, César'', 45</ref><ref>Plutarco, ''[[Vidas paralelas]], César y Alejandro'', 17</ref><ref> Goldsworthy, Adrian ''César'', pág 598</ref>
 
Tras la Guerra Social aumentaron los enfrentamientos entre ''optimates'' y ''populares'' con las disputas entre Mario y Sila por el mando del ejército que debía ir a combatir al rey [[Mitrídates VI|Mitrídates VI del Ponto]], lo que condujo a la marcha de Sila sobre Roma, que dejó al cargo de un cónsul ''optimate'' y otro ''popular'', y al golpe de Estado de Mario y Cinna, iniciándose un período de tres años (''Cinnanum tempus'': 87-84) en el que Cinna dirigió el Estado en calidad de cónsul.
 
[[Archivo:Sulla Glyptothek Munich 309.jpg|thumb|200px|[[Lucio Cornelio Sila]].]]
En [[84 a. C.]], Cinna nombra al joven César (de 16 años), ''[[flamen Dialis|flamen dialis]]'', el sacerdote de [[Júpiter (mitología)|Júpiter]], y lo casó con su hija Cornelia (Flaminia) tras haberse divorciado de su matrimonio con [[Cosutia]], perteneciente a una rica familia de rango ecuestre. Ese mismo año y tras el asesinato de [[Lucio Cornelio Cinna|Cinna]] y las derrotas de [[Cneo Papirio Carbón|Carbón]] y [[Cayo Mario el joven|Mario el joven]] (hijo de Cayo Mario) a manos de Sila, el líder conservador entró en Roma. La situación de César era muy insegura pues estaba unido a través de varios lazos familiares al bando perdedor; no sólo era sobrino de Mario, sino que además estaba casado con la hija de Cinna. [[Lucio Cornelio Sila|Sila]] trató de atraerlo a su bando como había hecho con varios de los seguidores de su enemigo; para probar su lealtad le ordenó divorciarse de su esposa, a lo que, para sorpresa del dictador, el joven se negó.<ref> Montanelli, Indro ''Historia de Roma'', pág 228</ref>
 
Enfurecido, Sila ordenó a una banda de [[sicario]]s que lo capturaran y asesinaran, anuló su nombramiento como ''flamen dialis'', y confiscó toda su fortuna. A César no le quedó otra salida que huir de Roma; viéndose obligado a cambiar de refugio cada noche, cayó enfermo al no estar acostumbrado a esta clase de vida. Una noche fue sorprendido por los sicarios de Sila, pero pudo salvarse al sobornarles con el dinero que se ofrecía por su cabeza, dos talentos de oro. Tras escapar de los hombres de Sila, permitió a su familia interceder por él ante el dictador. Su madre, sus tíos [[Marco Aurelio Cotta|Marco]], [[Cayo Aurelio CotaCotta (cónsul 75 a. C.)|Cayo]] y [[Lucio Aurelio CotaCotta (cónsul 65 a. C.)|Lucio]], las [[vestal|vírgenes vestales]] y el yerno de Sila, [[Mamerco Emilio Lépido Liviano]], lograron convencer al dictador que accedió a regañadientes a perdonarle la vida. Tras ordenar el cese de la persecución dijo que ese joven sería el fin de los ''optimates'', pues «en el veo a muchos Marios».<ref>Montanelli, Indro, ''Historia de Roma'', pág. 228</ref>
[[Archivo:Corona civica.png|thumb|left|270px|[[Corona civil|Corona cívica]].]]
 
Al percatarse de que el perdón de Sila podía ser revocado en cualquier momento, César juzgó que lo más seguro era alejarse de Roma durante un tiempo y decidió viajar a Oriente para participar en la [[Guerras Mitridáticas|guerra]] contra [[Mitrídates VI]] del [[Reino del Ponto|Ponto]] bajo las órdenes del [[cónsul romano|cónsul]] [[Marco Minucio Termo]]. Durante el [[asedio|sitio]] de [[Mitilene]] se le ordenó ir a [[Bitinia]] para solicitar a [[Nicomedes IV de Bitinia|Nicomedes IV]] la cesión de una pequeña [[flota]] a fin de asaltar la ciudad rebelde. Al parecer, el rey asiático quedó tan deslumbrado con la belleza del joven mensajero romano que lo invitó a descansar en su habitación y a participar en un festín donde sirvió de copero real durante el banquete. La aventura de César en Asia llegó muy pronto a oídos de los ciudadanos de Roma. En la política romana, acusar a alguien de mantener relaciones homosexuales pasivas era una estrategia común,<ref> Goldsworthy, Adrian ''César,'' pág.95</ref> pues la [[Homosexualidad en la antigua Roma|homosexualidad]] [[Pasivo (sexualidad)|pasiva]], a diferencia de la [[Activo (sexualidad)|activa]], era considerada una práctica vergonzosa. Sus enemigos políticos proclamaron que se había prostituido con un rey bárbaro y le apodaron «la reina de Bitinia», causando un gran daño a su reputación. Sin embargo, César siempre desmintió este hecho. El resto de la campaña le valió una mejor reputación, mostrando gran capacidad de mando y un arrojo y valor personal encomiables, por los que Minucio Termo, tras la toma de Mitilene le concedería la [[corona civil|corona cívica]], la [[condecoración]] al valor más alta que se otorgaba en la República Romana.<ref> Goldsworthy, Adrian, ''César'', pág.94</ref>
 
Después de la muerte de Sila en el [[78 a. C.|78&nbsp;a.&nbsp;C.]], César regresó a Roma e inició una carrera como [[abogado]] en el [[Foro Romano|Foro romano]], dándose a conocer por su cuidada [[oratoria]]. Su primer caso fue dirigido contra [[Cneo Cornelio Dolabela]], un protegido de Sila que en el año [[81 a. C.]] había sido elegido cónsul y después, al año siguiente, [[procónsul]] en [[macedonia (provincia romana)|Macedonia]], y donde al parecer había [[malversación de caudales públicos|malversado]] los fondos del Estado. Dolabela, al enterarse del proceso en su contra contrató para su defensa a uno de los más ilustres abogados de la época, [[Quinto Hortensio Hórtalo|Quinto Hortensio]] (llamado «El Bailarín» por su manera de moverse en los estrados) y al eminente Lucio Aurelio Cotta —su propio tío, pero esto era normal—. A pesar de estos formidables enemigos, César mostró su calidad de orador que, aunque no le sirvió para ganar la causa, sí le procuró la fama que buscaba.<ref>Goldsworthy, Adrian, ''César'', págs. 99-108</ref>
 
Al año siguiente unas ciudades griegas que habían sido saqueadas por [[Cayo Antonio Hybrida]] durante la campaña de Sila en [[Grecia]], le confiaron la defensa de su causa. César habló ante el [[pretor]] [[Marco Terencio Varrón|Marco Terencio Varrón Lúculo]] con mucha elocuencia y ganó el juicio, pero Hybrida apeló a los [[tribuno de la plebe|tribunos de la plebe]], los cuáles ejercieron su derecho al veto, dejando en suspenso la sentencia dictada en su contra.<ref>Goldsworthy, Adrian, ''César'', pág 103</ref> En el año [[73 a. C.|73 a.C.]] la muerte de su tío le abrió las puertas para ser elegido ''pontifex'' en su sustitución, entrando de esa manera en el Colegio de Pontífices, un organismo religioso de gran calado en la vida piadosa de Roma.
 
A pesar de este éxito, César decidió viajar a [[Rodas]] para ampliar su formación estudiando [[filosofía]] y [[retórica]] con el gramático [[Apolonio Molón]], que era considerado el mejor de la época. Sin embargo, durante el viaje, su barco fue asaltado por los [[pirata]]s a la altura de la isla [[Farmacusa]] que lo raptaron. Cuando exigieron un rescate de 20 [[talento (moneda)|talentos]] de oro (un talento equivalía a 26 kilos aproximadamente), César se rió y los desafió a pedir 50. En su cautiverio se dedicó a componer algunos discursos, tenía por oyentes a los piratas, a los cuales trató de ignorantes y bárbaros cuando no aplaudían. Treinta y ocho días después, el rescate llegó y César fue liberado después de un cautiverio bastante cómodo, durante el cual a pesar de tratar a sus secuestradores con amabilidad, les avisó en varias ocasiones de su negro futuro. Así, una vez recuperada su libertad, organizó una [[Armada|fuerza naval]] que partió del puerto de [[Mileto|Milesios]], capturó a los piratas en su refugio y los llevó a la prisión en [[Pérgamo]]. Una vez capturados fue en busca de [[Junio]], gobernante de Asia, porque le competía a este castigar a los apresados. Junio se interesó más en el botín y dejó a los bandidos a juicio de César, quien los mandó [[crucifixión|crucificar]], tal como les había prometido (aunque en un gesto de "compasión" ordenó que primero los degollaran).<ref> Montanelli, Indro, ''Historia de Roma'', pág.228</ref><ref>Goldsworthy, Adrian ''Grandes Generales del Ejército Romano'', pág. 213</ref>
 
En [[69 a. C.]], Cornelia falleció mientras daba a luz a un niño que nació muerto y poco después César perdió a su tía Julia, viuda de Mario, a quien se había sentido muy unido. En contra de las costumbres de la época, César insistió en organizar sendos funerales públicos. Ambos funerales sirvieron también para desafiar las leyes de Sila, pues en el sepelio de Julia se exhibieron las imágenes de Cayo Mario y del hijo que había tenido con ella y que también había luchado contra Sila: su difunto primo, [[Cayo Mario el joven|Cayo Mario el Joven]]; y en el sepelio de Cornelia, la imagen de su padre [[Lucio Cornelio Cinna]]. Todos ellos habían sido proscritos, y las leyes del dictador prohibían mostrar sus imágenes en público, pero César no vaciló en quebrar las reglas. Este desafío fue muy apreciado por los [[plebeplebeyo]]yoss y los que formaban la facción de los populares, y, en la misma medida, repudiado por los [[optimates]].<ref>Goldsworthy, Adrian ''César'', pág 133</ref>
 
=== Ascenso político ===
César fue elegido [[cuestor]] por los [[AsambleasComicios romanas(romanos)|Comicios]] en el [[69 a. C.|69&nbsp;a.&nbsp;C.]], con 30 años de edad, como estipulaba el ''[[cursus honorum]]'' romano. En el sorteo subsiguiente, le correspondió un cargo en la [[Administración provincial romana|provincia romana]] de [[Hispania Ulterior]], situada en lo que es hoy día [[Portugal]] y el sur de [[España]]. Según cuenta una leyenda local, en el [[Templo de Hércules Gaditano]] (Herakleión) de la ciudad de [[Cádiz|Gades]], situado en lo que actualmente es el [[Islote de Sancti Petri]], Julio César tuvo un sueño que le predecía el dominio del mundo después de haber llorado ante el busto de [[Alejandro Magno]] por haber cumplido su edad sin haber alcanzado un éxito importante.<ref>Plutarco, ''Vidas Paralelas, Alejandro y César''. 24, 5</ref><ref>Suetonio, ''Vida de los doce Césares, César'' 1, 7</ref> Allí, como cuestor, conoció a [[Lucio Cornelio Balbo el Mayor|Lucio Cornelio Balbo "El Mayor"]] el cual, posteriormente, se convirtió en consejero y amigo del futuro dictador y [[promagistrado|propretor]] de la Hispania Ulterior en el año [[61 a. C.]] Gades proporcionó un gran apoyo a la flota romana en su campaña de [[Lusitania]], donde Balbo ya era ''praefectus fabrum'', esto es, una especie de jefe de ingenieros, perteneciente a la plana mayor de las legiones.
[[Archivo:Julius Caesar Coustou Louvre MR1798.jpg|thumb|250px|Julio César. Obra de [[Nicolas Coustou]].]]
A su regreso a Roma, César prosiguió su carrera como abogado hasta ser elegido [[edil curul]] en el año [[65 a. C.|65&nbsp;a.&nbsp;C.]], el primer cargo del ''cursus honorum'' que se desempeñaba dentro de Roma. Las funciones de un edil pueden ser equiparadas, en cierto modo, a las de un moderno Presidente de una Junta Municipal e incluían la regulación de las construcciones, del tránsito, del comercio y otros aspectos de la vida diaria, entre otras, las funciones de jefe de policía. Pero el cargo, el primer peldaño público para llegar a la magistratura suprema del consulado, podía ser también el último que se desempeñara, pues incluía la organización de los juegos en el [[Circo Máximo]], lo que, debido a lo limitado del presupuesto público, exigía al edil la utilización de fondos personales. Esto fue especialmente verdad en el caso de César, que pretendía realizar unos juegos memorables para impulsar su carrera política. Y, de hecho, empleó todo su ingenio para conseguirlo, llegando a desviar el curso del [[Tíber]] e inundar el Circo para ofrecer una [[naumaquia]] (es decir, un combate entre barcos). Acabó el año con deudas del orden de varios cientos de talentos de oro.<ref>Goldsworthy, Adrian ''César'', págs. 142-143</ref>
 
Sin embargo, su éxito como edil fue una ayuda importante para que, después de la muerte de [[Quinto Cecilio Metelo Pío]] en el año [[63 a. C.]], César fuera elegido ''[[Pontifex Maximus]]'',<ref>en la elección, que fue llevada a cabo en los Comicios, tuvo el apoyo, entre otros de Tito Labieno que lo propuso en su calidad de tribuno</ref> dignidad que dotaba al electo de enorme ''[[auctoritas]]'' y ''[[dignitas]]''. El día de su elección había sospechas de un atentado contra él, lo que obligó a Julio César a decir a su madre: {{Cita|Madre, hoy verás a tu hijo muerto en el Foro o vistiendo la toga del sumo pontífice.|Suetonio<ref> Suetonio ''Vida de los Doce Césares, César'', 13</ref>}} El cargo implicaba una casa nueva en el Foro, la ''Domus Publica'', la presidencia del [[Colegio de Pontífices]] y una cierta preeminencia en la vida religiosa de Roma, así como la asunción de los deberes y derechos del [[pater familias|paterfamilias]] sobre las Vírgenes [[VestalVestales]]es.<ref> Suetonio ''Vida de los Doce Césares, César'', 13</ref>
 
Su estreno como ''Pontifex Maximus'' fue marcado por un escándalo. Después de la muerte de Cornelia Cinna, César se había casado con Pompeya Sila (hija de Cornelia Sila y [[Quinto Pompeyo Rufo]]), nieta de Sila. Como esposa del ''Pontifex Maximus'' y una de las mujeres más importantes de Roma, Pompeya era responsable de la organización de los ritos de la ''[[Bona Dea]]'' en diciembre, una [[liturgia]] exclusivamente femenina, donde los hombres no podían participar. Pero durante las celebraciones del año [[62 a. C.|62 a.C.]][[Publio Clodio Pulcro]] (un joven líder [[demagogia|demagogo]], conceptuado peligroso) consiguió entrar en la casa disfrazado de mujer, al parecer, movido por el lascivo (carnal) propósito de yacer con Pompeya. En respuesta a este sacrilegio, del cual ella probablemente no era culpable, Pompeya recibió una orden de [[divorcio]]. César admitió en público que él no la consideraba responsable, pero justificó su acción con la célebre máxima: {{Cita|La mujer de César no sólo debe ser honrada, además debe parecerlo.|Plutarco<ref>Plutarco. ''Vidas paralelas, Alejandro y César''. 9-10</ref>}} Sin embargo, Clodio fue perdonado.
 
En el [[63 a. C.]] César fue electo [[pretor|pretor urbano]], el puesto de pretor más distinguido ya que era el que se ocupaba de los asuntos entre ciudadanos romanos. En las mismas elecciones, [[Marco Tulio Cicerón]] salió elegido cónsul ''senior''. Fue un año particularmente difícil no sólo para César, sino también para Roma. Durante su consulado, Cicerón reveló una conspiración para destituir a los [[magistrado]]s electos y reducir la funcionalidad del Senado, [[complot]] liderado por [[Lucio Sergio Catilina]], un patricio frustrado por su falta de éxito político. Si bien no se celebró juicio contra ellos, en el sentido estricto del término, lo cierto es que casi todos los acusados en la conspiración, y desde luego, Catilina, estuvieron presentes en las sesiones del Senado en las que se les "juzgó"; en la tercera reunión, Cicerón descargó su responsabilidad sobre la curia haciendo que los senadores debatieran la pena a la que habría de condenarse a los conjurados. El resultado fue una sentencia de muerte para cinco prominentes romanos aliados de Catilina y para el propio Catilina.<ref>Montanelli, Indro ''Historia de Roma'', págs 221-223</ref> Todos estos extremos quedaron para la posteridad en las famosas [[Catilinarias]] escritas por el propio Cicerón.
Línea 98:
En la primera reunión del Senado durante el consulado de César, éste trato de ofrecer un generoso acuerdo para recompensar a los veteranos de Pompeyo. Catón no estaba dispuesto a que se aprobara y empezó a utilizar su táctica favorita: habló y habló hasta que César le impidió seguir, indicándoles con un gesto de la cabeza a sus [[lictor]]es que se lo llevaran. Al verlo, algunos senadores comenzaron a abandonar sus puestos; al ser interrogados por César para conocer porqué se marchaban uno de ellos le contestó que "''prefiero estar en la cárcel con Catón, que en el senado contigo''".<ref>Dión Casio , ''op. cit.'' 38.3</ref>
 
Ante ello, se vio obligado a rectificar, pero su retirada fue puramente estratégica: llevó la campaña de su ley agraria directamente ante los [[AsambleasComicios romanas(romanos)|Comicios]]. Roma empezó a llenarse de veteranos de Pompeyo, lo que alarmó a los conservadores. Sin embargo, César podía hacer aprobar la propuesta por el pueblo con fuerza de ley, pero ir contra la voluntad del Senado era una táctica poco ortodoxa, que arruinaría su crédito entre sus colegas y su carrera habría terminado. La estrategia de César se desveló en la recta final de la votación: no sorprendió a nadie que la primera persona en hablar en favor de sus veteranos fuese Pompeyo; pero la identidad de la segunda persona que apoyó la moción fue sorpresiva: [[Marco Licinio Craso]]. Los optimates, desbordados, vieron como caían todas sus esperanzas. Juntos los tres hombres, podrían repartirse la República como gustasen.<ref> Apiano, 2.9.</ref> Los historiadores designan esta unión como el [[primer Triunvirato|primer triunvirato]], o el ''gobierno de los tres hombres''. Para confirmar la alianza, Pompeyo se casó con [[Julia César|Julia Caesaris]], la única hija de César, y a pesar de la diferencia de edades y ambiente social, el matrimonio fue un éxito.<ref>Goldsworthy, Adrian ''César'', págs. 227-229</ref>
 
Las razones por las que estas tres personalidades de la vida pública romana decidieron unirse, no deben buscarse más que en los intereses de cada uno. Pompeyo necesitaba a César para que se aprobaran las leyes agrarias que dotaran de tierras a sus veteranos; Craso quería un mando proconsular que le proporcionara verdadera gloria, que no había conseguido en su represión de la revuelta de [[Espartaco]] y César necesitaba del prestigio de Pompeyo y de los fondos de Craso para poder conseguir la provincia que ansiaba.<ref>Montanelli, Indro, ''Historia de Roma'', pág 229-230</ref> Desde luego, no debe pensarse que el acercamiento de estos tres grandes personajes de la República fue súbito, por más que constituyera una sorpresa para sus coetáneos, maniobra política de cuya existencia se dieron cuenta más bien gradualmente.<ref>Goldsworthy, Adrian, ''Grandes Generales del Ejercito Romano'', pág.215</ref>
 
Marco Bíbulo y los conservadores que lo apoyaban iniciaron una estrategia en la retaguardia: empezaron a usar el veto para oponerse a las propuestas de César; pero César no estaba dispuesto a que no le dejaran legislar, y llevó sus proyectos directamente ante los Comicios, donde se aprobaban, entre otras cosas, por el decidido apoyo físico de los veteranos de Pompeyo.<ref>Goldsworthy, Adrian ''Grandes Generales del Ejercito Romano''pág 215</ref> Sin embargo, cuando en un altercado algunos elementos del '' populus'' arrojaron una cesta de [[estiércol]] a la cabeza de Bíbulo, éste optó por retirarse de toda la vida política, aunque sin renunciar a su magistratura, con el pretexto de dedicarse a la observación de los cielos en busca de presagios.<ref>Goldsworthy, Adrian ''César'', págs. 224-227</ref><ref>Goldsworthy, Adrian ''Grandes Generales del Ejercito Romano''pág 215</ref> Esta decisión, aparentemente de espíritu religioso, estaba destinada a impedir a César aprobar leyes durante su consulado, pero César ignoró sistemáticamente los augurios desfavorables que publicaba diariamente Bíbulo y se apoyó para la toma de decisiones en los [[tribuno de la plebe|tribunos de la plebe]] y en los Comicios.<ref>Goldsworthy, Adrian ''César'', págs. 224-227</ref>
 
Como es sabido, los romanos denominaban a sus años por el nombre de los dos cónsules que regían dicho período. El año [[59 a. C.]], tras la nula participación de Bíbulo, fue llamado por los propios romanos (con sentido del humor) el "''año de Julio y César''".<ref>Goldsworthy, Adrian ''César'', págs. 224-227</ref><ref>Suetonio ''Vida de los doce Césares, César'', 20. Al parecer había una copla popular a éste respecto, que decía «''Non Bibulo quidquam nuper, sed Cesare factum est: Non Bibulo fieri consulte nil memini''» , esto es, «Nada es de Bibulo todo es de César, pues nadie recuerda lo que hizo aquel».</ref>
Línea 108:
=== La Guerra de las Galias ===
{{AP|Guerra de las Galias}}
Tras un año difícil como cónsul, César recibió poderes proconsulares para gobernar las provincias de [[Galia#Galia Transalpina|Galia Transalpina]] (actualmente el sur de [[Francia]]) e [[Iliria]] (la costa de [[Dalmacia]]) durante cinco años, gracias al apoyo de los otros dos miembros del triunvirato, que cumplieron con la palabra dada. A estas dos Provincias se añadió la [[Galia#Galia Cisalpina|Galia Cisalpina]] tras la muerte inesperada de su gobernador [[Quinto Cecilio Metelo Céler]]. Eran unas provincias muy buenas para alguien que, como César, y siguiendo la típica mentalidad del procónsul romano, no tenía intenciones de gobernar pacíficamente, pues estaba necesitado de bienes para pagar las fabulosas sumas que adeudaba.<ref>Goldsworthy, Adrian ''César'', pág 256-257</ref>
[[Archivo:Cesare prima Gallia 58 a.C. jpg.jpg|Roman world before Gaul's conquest of Iulius Caesar in 58 BC.|thumb|370px| El Mundo Romano antes de la [[Guerra de las Galias]].]]
 
Línea 115:
Entre sus [[legado]]s (comandantes de legión) se contaban sus primos [[Lucio Julio César]] y [[Marco Antonio]], Marco Licinio Craso, hijo de su compañero de triunvirato, así cómo [[Tito Labieno]], cliente de Pompeyo, y [[Quinto Tulio Cicerón]], el hermano más joven de [[Marco Tulio Cicerón]], todos hombres que habrían de ser personajes importantes en los años siguientes.
 
En materia de tácticas, Julio César usó con gran resultado lo que se conoció como ''celeritas caesaris'', o «rapidez cesariana» (que puede comparase, salvando las distancias, a la denominada [[blitzkrieg|guerra relámpago]] del siglo XX), aparte de su genio militar tanto en batallas campales como en asedio de ciudades. Además, supo conjugar sabiamente la fuerza, la [[diplomacia]] y el manejo de las rencillas internas de las tribus galas, para separarlas y vencerlas.<ref>César, Julio ''Comentarios a la Guerra de las Galias,'' passim</ref><ref>Goldsworthy, Adrian, César,pág. 439</ref>
[[Archivo:Il ponte di Cesare sul Reno.jpg|thumb|left|380px| El puente de César sobre el Rin. Cuadro de [[John Soane]], 1814]]
César derrotó pueblos como los helvecios en [[58 a. C.]], a la confederación belga y a los [[nervios]] en [[57 a. C.]] y a los [[vénetos]] en [[56 a. C.]] Finalmente, en [[52 a. C.]], César venció a una confederación de tribus galas lideradas por [[Vercingétorix]] en la [[batalla de Alesia]]. Sus crónicas personales de la campaña están registradas en sus ''Comentarios a la Guerra de las Galias'' (''[[De Bello Gallico]]'').
Línea 121:
De acuerdo con [[Plutarco]], la guerra se cerró con un balance de 800 ciudades tomadas (como la de Avarico, en la cual de los 40.000 defensores, solo quedaron 800), 300 tribus sometidas, un millón de galos reducidos a la [[esclavitud]] y otros tres millones muertos en los campos de batalla. [[Plinio]] habla de 1.192.000 muertos y más o menos los mismos prisioneros y [[Marco Veleyo Patérculo|Veleyo Patérculo]] dice que murieron 400.000 galos y muchos más fueron tomados prisioneros, aunque las cifras de los antiguos historiadores deben tomarse con mucha precaución, incluidas las del propio Julio César.<ref>Goldsworthy, Adrian ''César'', pág 456</ref><ref>Plutarco, ''Vidas Paralelas, César'', 15</ref>
 
Utilizó en varias ocasiones la táctica de sorprender al enemigo apareciendo ante él como por ensalmo y, a despecho de los días de marcha, hacía que sus soldados se enfrentasen directamente con el adversario, pese a que éste consideraba que el cansancio invalidaría el empuje de sus legiones. Fue igualmente brillante en los asedios de ciudades, llegando al culmen en el [[Batalla de Alesia|sitio de Alesia]] en donde ordenó construir una doble línea de fortificaciones de varios kilómetros de extensión, para blindarse frente a los casi trescientos mil galos que intentaban ayudar a los ochenta mil asediados soldados de [[Vercingétorix|Vercingetórix]] a los que César tenía acosados dentro de la plaza fuerte. César, con menos de cincuenta mil efectivos correspondientes a diez legiones nunca completas tras ocho años de guerras en las Galias, venció a unos y a otros en la misma batalla en la que se decidió el destino de los galos.<ref>César, Julio ''Comentarios a la Guerra de las Galias,'' passim</ref>
 
=== Crisis política ===
Línea 131:
Sin embargo, en [[54 a. C.]], Julia Caesaris murió durante un parto, dejando al padre y al marido muy apenados. [[Marco Licinio Craso]], por su parte, murió en el [[53 a. C.]] en la [[Batalla de Carrhae]], frente a los [[partos]]) durante la desastrosa campaña de [[Persia]], condenada al fracaso desde el inicio por una pésima planificación. Todavía en la Galia, César trató de asegurarse la alianza con [[Cneo Pompeyo Magno]] proponiéndole matrimonio con una de sus sobrinas, pero éste prefirió casarse de nuevo con Cornelia Metela, hija de [[Quinto Cecilio Metelo Escipión]], perteneciente a la facción optimate.
 
El desastre de la Batalla de Carrhae en el que Craso murió, con sus legiones, al enfrentarse a los [[Imperio Parto|partos]] y la muerte de Julia acabó por romper el triunvirato. Días después, tras la victoria de César en la [[Batalla de Alesia|Alesia]], [[Marco Celio Rufo|Celio]], como [[tribuno]], lanzó una propuesta de ley adicional: César sería dispensado de la obligación de acudir a Roma para presentar su candidatura al consulado. Esta medida suponía que los opositores y enemigos de César que pretendían procesarle por los supuestos crímenes de su primer consulado perderían toda posibilidad de juzgarle, puesto que César en ningún momento dejaría de desempeñar una magistratura. Mientras fuese procónsul, César tendría inmunidad judicial, pero si se veía obligado a entrar en Roma para presentarse al consulado perdería su cargo y, durante un tiempo, podría ser atacado con toda una batería de demandas de sus enemigos.<ref>Montanelli, Indro '' Historia de Roma'', pág 243</ref>
 
El poder de César era visto por muchos senadores conservadores como una amenaza. Si César regresaba a Roma como cónsul, no tendría problemas para hacer aprobar leyes que concediesen tierras a sus veteranos, y a él una reserva de tropas que superase o rivalizase con las de Pompeyo. [[Catón el Joven|Catón]] y los enemigos de César se opusieron frontalmente, con lo que el Senado se vio envuelto en largas discusiones sobre el número de legiones que debería de tener bajo su mando y sobre quién debería ser el futuro gobernador de la [[Galia#Galia Cisalpina|Galia Cisalpina]] e [[Iliria]].
[[Archivo:PompeoMagno.jpg|thumb|left|300px|Estatua de Pompeyo el Grande.]]
Pompeyo finalmente se decantó por favorecer a los tradicionalistas y emitió un veredicto claro: César debía de abandonar su mando la primavera siguiente, faltando todavía meses para las elecciones al consulado, tiempo más que suficiente para juzgarle.<ref>Montanelli, Indro ''Historia de Roma'', pág 243</ref> Sin embargo, en las siguientes elecciones para [[tribuno de la plebe]] fue elegido [[GayoCayo Escribonio CuriónCurio (tribuno de la plebe)|Curio]], que se reveló como [[cesariano]], vetando todos los intentos de apartar a César de su mando en las Galias. Jurídicamente, todos los intentos consulares de apartar a César de sus tropas se veían anulados por la ''[[tribuno de la plebe|tribunicia potestas]]''.
 
A finales del mismo año César acampó en [[Rávena]] con la [[Legio XIII Gemina|XIII legión]]. Pompeyo tomó el mando de dos legiones en [[Capua]] y empezó a reclutar levas ilegalmente, un acto que, como era predecible, aprovecharon los cesarianos en su favor. César fue informado de las acciones de Pompeyo personalmente por Curio, que en esos momentos ya había finalizado su mandato. Mientras tanto su puesto de tribuno fue ocupado por [[Marco Antonio]] que lo desempeñó hasta diciembre.
Línea 141:
Pero cuando el Senado le contestó definitivamente impidiéndole concurrir al consulado y poniéndole en la disyuntiva de licenciar a sus Legiones o ser declarado enemigo público, comprendió que, escogiera la alternativa que escogiera, se entregaba inerme en manos de sus enemigos políticos. El [[1 de enero]] de [[49 a. C.]], [[Marco Antonio]] leyó una carta de César en el Senado, en la cual el procónsul se declaraba amigo de la paz. Tras una larga lista de sus muchas gestas, propuso que tanto él como [[Cneo Pompeyo Magno|Pompeyo]] renunciaran al mismo tiempo a sus mandos. El Senado ocultó este mensaje a la opinión pública.<ref>Montanelli, Indro, ''Historia de Roma'', pág 243-244</ref>
 
[[Quinto Cecilio Metelo Escipión|Metelo Escipión]] dictó una fecha para la cual César debería haber abandonado el mando de sus legiones o considerarse enemigo de la República. La moción se sometió inmediatamente a votación. Sólo dos senadores se opusieron, [[GayoCayo Escribonio CuriónCurio (tribuno de la plebe)|Curio]] y [[Marco Celio Rufo|Celio]]. Marco Antonio, como tribuno, vetó la propuesta para impedir que se convirtiera en ley. Tras el veto de Marco Antonio a la moción que obligaba a César a abandonar su cargo de gobernador de las Galias, Pompeyo notificó no poder garantizar la seguridad de los [[tribuno de la plebe|tribunos]]. Antonio, Celio y Curio se vieron forzados a abandonar Roma disfrazados como esclavos, acosados por las bandas callejeras.
 
El 7 de enero, el Senado proclamó el [[estado de emergencia]] y concedió a Pompeyo poderes excepcionales, nombrándole ''cónsul sine collega''. Catón y Marcelo instaron al Senado a que pronunciara la famosa frase {{Cita|''Caveant consules ne quid detrimenti res publica capiat'' (Cuiden los cónsules que la república no sufra daño alguno).}} que equivalía a dictar la [[ley marcial]], e instaron a Pompeyo a trasladar inmediatamente sus tropas a Roma. La crisis había llegado a su punto más álgido.<ref>Montanelli, Indro, ''Historia de Roma'', pág 244</ref>
Línea 159:
Tras ponderar la situación, César se dirigió a [[Hispania]] en una marcha forzada de apenas 27 días, para derrotar a los seguidores de Pompeyo en esa poderosa provincia. Allí había establecidas varias legiones al mando de legados pro-pompeyanos, a lo que había que añadir que la generalidad de las poblaciones autóctonas habían jurado fidelidad al propio Pompeyo (que seguía siendo Procónsul de esa provincia). Tras varias escaramuzas y batallas, César se midió contra sus enemigos en la [[Batalla de Ilerda]], cerca de la actual [[Lérida]], donde los derrotó definitivamente.<ref>Suetonio, ''Vida de los doce Césares, César,'' 34</ref>
 
Sólo cuando consideró segura la retaguardia, y después de organizar las instituciones políticas en Roma, que había caído en la [[anarquía]], César se dirigió a [[Grecia]]. El [[10 de julio]] de [[48 a. C.]], César fue derrotado en la [[Batalla de Dirraquio|Batalla de Dirraquium]]. Sin embargo, Pompeyo no supo o no pudo hacer uso de esta victoria para acabar con César, y éste consiguió huir con su ejército casi intacto para luchar en otro momento. El encuentro final se dio poco después, el [[9 de agosto]], en la [[Batalla de Farsalia]].<ref>Suetonio, ''Vida de los doce Césares, César'',35</ref> César obtuvo una victoria aplastante, gracias a un ardid táctico. Sin embargo, sus enemigos políticos consiguieron huir: [[Cneo Pompeyo Magno]] partió hacia [[Rodas]] y de ahí a [[Egipto]], [[Quinto Cecilio Metelo Escipión]] y [[Catón el Joven|Marco Porcio Catón]] marcharon hacia el norte de África.
[[Archivo:Legione romana parata.JPG|thumb|left|370px|Legión en orden de marcha.]]
De regreso a Roma, fue nombrado [[dictador romano|dictador]], con [[Marco Antonio]] como ''Magister equitum'', y fue, junto a [[Publio Servilio Vatia Isaúrico (cónsul 48 a. C.)|Publio Servilio Vatia Isaúrico]] como colega junior, electo cónsul por segunda vez.
 
En [[47 a. C.]], César se dirigió a [[Antiguo Egipto|Egipto]] en busca de Pompeyo, pero le sorprendió el hecho de que el viejo aliado y enemigo había sido asesinado el año anterior. Al saber de su suerte, César quedó apenado por su asesinato y por haber perdido la oportunidad de ofrecerle su perdón.<ref>Montanelli, Indro, ''Historia de Roma'', pág 248.</ref> Tal vez debido a esto y a los intereses de Roma en Egipto, César decidió intervenir en la política egipcia y substituyó al rey [[Ptolomeo XIII|Ptolomeo XIII de Egipto]], que ya tenía la dignidad de [[faraón]], por su hermana [[Cleopatra VII de Egipto|Cleopatra]] que creía más afín a Roma. Durante su estancia, quemó sus naves para evitar que las usaran en su contra, lo que provocó el incendio de un almacén de libros anexo a la [[Biblioteca de Alejandría]]. César tuvo un romance con la reina de [[Dinastía Ptolemaica|Egipto]] y de la relación parece que nació un niño, el futuro [[Cesarión|Ptolomeo XIV de Egipto]] ([[Cesarión]]), que sería el último faraón de [[Egipto]], si bien César nunca llegó a reconocerlo oficialmente como hijo suyo.<ref>Suetonio, ''Vida de los doce Césares, César,'' 35</ref>
 
Después de las campañas de Egipto, César se dirigió al [[Anatolia|Asia Menor]], donde derrotó a [[Farnaces II del Ponto|Farnaces]] [[Reino del Ponto|rey del Ponto]] en la [[Batalla de Zela]], en la cual pronunció la famosa frase de ''Veni, vidi, vici'' («Fui, vi, vencí»), por la facilidad de su victoria;<ref>Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 35 y respecto de la frase Veni, Vidi, Vici, op. cit., 37</ref> y después se dirigió al [[África del Norte|norte de África]] para atacar a los líderes de la facción conservadora allí refugiados. En la [[Batalla de Tapso]] en [[46 a. C.]], César obtuvo una victoria más y vio desaparecer a dos de sus más encarnizados enemigos: [[Quinto Cecilio Metelo Escipión]] y [[Marco Porcio Catón el Joven|Marco Porcio Catón]]. Pero los hijos de Pompeyo, [[Cneo Pompeyo el Joven|Cneo]] y [[Sexto Pompeyo|Sexto Pompeyo Fastulos]], así como su antiguo legado principal en las Galias, [[Tito Labieno]], consiguieron huir a las provincias de [[Hispania]].<ref>Suetonio, ''Vida de los doce Césares, César'', 35 ''in fine''</ref>
 
=== Tras la Victoria ===
Línea 172:
En septiembre, celebró sus [[triunfo romano|triunfos]], ofreciendo cuatro desfiles triunfales que se desarrollaron entre el día 21 de septiembre y el día 2 de octubre.<ref>Goldsworthy, Adrian ''César''. pág 601</ref> Galos, egipcios, asiáticos y africanos desfilaron encadenados ante la multitud, mientras jirafas, carros de guerra britanos y batallas en lagos artificiales dejaban boquiabiertos a sus conciudadanos. La guerra entre romanos fue enmascarada por las victorias contra extranjeros y las celebraciones no tuvieron precedentes en sus dimensiones y duración.
[[Archivo:Roman Lictor with fasces.JPG|thumb|370px|[[lictor|Lictores]]. Cada cónsul iba precedido por doce y el dictador por veinticuatro.]]
Durante las celebraciones fue ejecutado ritualmente [[Vercingétorix|Vercingetórix]], que había permanecido en una cárcel de plata desde su captura tras Alesia; en ese mismo desfile, se rompió el eje de su carroza y estuvo a punto de caer al suelo. El desfile triunfal contra [[Farnaces|Farnaces II]], contó con una carroza que portaba el lema «''[[Veni, vidi, vici]]''» (Llegué, vi, vencí).<ref>Suetonio, ''Vidas de los doce Césares, César'', 24</ref>
 
César no olvidó recompensar a sus tropas, y así entregó a cada [[legionario]] cinco mil [[denario]]s (el equivalente a lo que ganarían en los 16 años de servicio obligatorio), a cada [[centurión]], diez mil y a cada [[tribuno]] y [[prefectoPrefecto romanode la Ciudad|prefecto]], veinte mil denarios. Además les asignó también terrenos, aunque no cercanos a Roma, para no despojar a ciudadanos y establecer así [[Colonia romana|colonias romanas]] en territorios recientemente conquistados. Distribuyó al pueblo diez [[Medidas de capacidad romanas|modios]] de trigo por cabeza y otras tantas libras de aceite con 300 sestercios, en cumplimiento de una antigua promesa que le había hecho, a los cuales agregó 100 más por la demora. Rebajó el alquiler de las casas: en Roma hasta la suma de 2.000 sestercios, en el resto de Italia hasta quinientos. A todo ello añadió la distribución de carnes, y después del triunfo sobre [[Hispania]] dos festines públicos, y no considerando el primero bastante digno de sus magnificencias, el que ofreció cinco días después fue mucho más abundante.<ref name="pag24">Suetonio, ''Vidas de los doce Césares, César'', 38.</ref> Dio también espectáculos de varios tipos, incluyendo combates de gladiadores y comedias en todos los barrios de la ciudad, desempeñándolas actores de todas las naciones y en todos los idiomas. Juegos en el circo, atletas y una naumaquia completaron el programa.<ref name="Suetonio39">Suetonio,'' Vida de los doce Césares, César'', 39</ref>
 
En el [[Foro Romano|Foro]], combatieron entre los gladiadores Furio Leptino, en cuya familia figuraban [[pretor]]es, y Quinto Calpeno, que había formado parte del Senado y defendido causas delante del pueblo. Los hijos de muchos príncipes de [[Asia]] y de [[Bitinia]] bailaron la [[pírrica]]. El ciudadano romano Décimo Liberio representó en los juegos un mimo de su composición, recibiendo quinientos mil [[sestercio]]s y un anillo de oro y pasando después desde la escena, por la orquesta, a sentarse entre los ''equites''.<ref name="Suetonio39"/>
Línea 188:
 
=== El poder absoluto ===
Debe señalarse que no está históricamente demostrado que la intención de César fuera proclamarse [[monarca|rey]]; y, de haber querido serlo, no puede saberse qué tipo de rey, si un ''rex'' a la manera [[etruscosetrusco|etrusca]], como lo habían sido [[Servio Tulio]] o [[Lucio Tarquinio Prisco]], uno a semejanza del [[faraón]] egipcio o, simplemente, al estilo de los "[[Títulos y cargos del Imperio bizantino|Basileus]]" helénicos. Lo cierto es que un análisis ponderado de los hechos, según nos han llegado de las fuentes, parece indicar que pensaba en instaurar un régimen autocrático de algún tipo, o, al menos, lo pensaban en las esferas más cercanas a él.<ref>Goldsworthy, Adrian ''César'' pág 641</ref>[[Archivo:RSC 0022.jpg|thumb|375px|[[Denario]] cesariano del año 44 a. C. En el anverso, el busto de César laureado y la leyenda CAESAR IM P M; en el reverso, la diosa [[Venus (mitología)|Venus]] portando un cetro y a [[Victoria (mitología)|Victoria]] y la leyenda L AEMILIVS BVCA.]]
 
César, después de vencer tras el último intento de los pompeyanos (dirigido por Cneo Pompeyo, hijo de Pompeyo Magno) se mostró desconfiado, pensando en la posibilidad de un inminente intento de asesinato. Muestra de ello es que en diciembre del año [[45 a. C.]], en vísperas de las [[Saturnales]], fue a pasar unos días con el suegro de [[César Augusto|Cayo Octavio]] (su sobrino nieto) en la residencia que éste poseía cerca de Puteoli (hoy [[Pozzuoli]]) e hizo que lo acompañara una escolta de 2.000 hombres.
 
Cicerón, cuya villa colindaba con la de [[Lucio Marcio Filipo]], había pedido a César que le hiciera el honor de cenar con él. El dictador aceptó. Los sucesos de aquella noche quedaron registrados en una célebre carta de [[Marco Tulio Cicerón]] a [[Tito Pomponio Ático]]. Según Cicerón, César llegó a la villa acompañado de toda la guardia. Tres salones especiales recibieron al séquito de Cesar. La cena fue un gran éxito. "Como él [César] se había purgado", precisa [[Marco Tulio Cicerón]], "bebió y comió con tanto apetito como energía". César se mostró conversador brillante e ingenioso. "Por otra parte", añade su anfitrión, "ni una palabra de asuntos serios. Conversación enteramente literaria". Al día siguiente, 20 de diciembre, partió a Roma.<ref name="pag482">Walter, Gerard ''César'', Capítulo 57 pag 482. Impreso:Ediciones Ciencias Sociales</ref>
 
El [[Senado romanoRomano|Senado]] había aprovechado la ausencia de César para votar en bloque los decretos relativos a los honores que le eran conferidos. "Así", explica [[Dion Casio|Dión Casio]], "esta labor no debía parecer el resultado de una coacción, sino la expresión de su libre voluntad". Cuando César estaba ya de regreso en Roma, antes de colocar los decretos a los pies de [[Júpiter (mitología)|Júpiter Capitolino]] como era tradicional, los senadores decidieron presentárselos personalmente. De este modo, se subrayaba aún más la importancia del homenaje que el Senado le rendía.<ref>Walter, Gerard ''Cesar'' Capítulo 57 pag 483. Impreso:Ediciones Ciencias Sociales</ref>
 
César estaba en el vestíbulo del templo de Venus Genetrix, ocupado en discutir los planos de los trabajos que los arquitectos y artistas habían venido a someterle. Cuando se le anunció que el Senado ''in corpore'' había venido a verlo, precedido de los magistrados en ejercicio y de una multitud de ciudadanos de diversos rangos, hizo como que no le daba importancia alguna y continuó, sin interrumpirla, la conversación con sus colaboradores.<ref name="pag483">Walter, Gerard ''Cesar'' Capítulo 57 pag 483. Impreso:Ediciones Ciencias Sociales</ref>
[[Archivo:Curia Iulia.JPG|thumb|left|240px|La [[Curia Julia]], lugar de reunión del [[Senado romano|Senado Romano]], mandada edificar por César durante su dictadura pero terminada por [[César Augusto|Octavio Augusto]], tras la destrucción de la [[Curia Hostilia]], por los seguidores de Clodio.]]
Uno de los senadores se adelantó para pronunciar un discurso apropiado a las circunstancias. Entonces César se volvió hacia él y se preparó a escucharlo, sin dignarse siquiera a levantarse de su asiento. Probablemente, se trataba de poner en evidencia su disgusto con la afrenta que le infligió el tribuno Aquila tres meses antes. Asimismo, su respuesta dejó anonadados a los senadores: En vez de alargar la lista de honores a él acordados, insistió más bien en reducirlos... Pero no obstante los aceptó. Esta actitud produjo una tremenda indignación entre los miembros del [[Senado romanoRomano|Senado]] y en la multitud que asistió a esta solemnidad.<ref name="pag483" />
 
César no se limitó a aceptar las distinciones honoríficas con las que lo había colmado el Senado, sino que, al mismo tiempo supo apoderarse de múltiples prerrogativas de un carácter más realista que le permitieron reunir en sus manos la totalidad del poder gubernamental. Exigió y obtuvo que todos sus actos fuesen ratificados por el Senado, los funcionarios públicos fueron obligados a prestar juramento, desde su entrada en funciones, de no oponerse jamás a medida alguna emanada de él y se hizo atribuir los privilegios de los tribunos de la plebe, con lo que obtuvo la "''[[tribunotribunos de la plebe|tribunicia potestas]]''" y la inmunidad sacrosanta que los distinguía.<ref name="pag483" />
 
Como consecuencia, el Senado perdía su poder, permaneciendo como una asamblea consultiva que aprobaba resoluciones, resoluciones que el dictador podía pasar por alto, sin dar siquiera una explicación para hacerlo. En lo sucesivo sería César quien tendría el derecho exclusivo de disponer de las finanzas del estado, y quien prepararía la lista de los candidatos al consulado y demás magistraturas.<ref name="pag484>Walter, Gerard ''César'' Capítulo 57 pag 484. Impreso:Ediciones Ciencias Sociales</ref>
Línea 208:
Ésta comenzó cuando la estatua de oro que acababa de ser erigida de César en la rostra, fue coronada con una diadema portando una cintilla blanca, distinción de la realeza. Se trataba de una primera tentativa, todavía muy discreta, de sondear el terreno y simular un deseo popular en favor de la coronación de César como rey. Dos tribunos del pueblo ordenaron arrancar la diadema y lanzarla lejos, hecho esto simularon erigirse en defensores de la reputación cívica de César.<ref name="Suetonio79">Suetonio, ''Vida de los doce Césares, César'', 79</ref>
 
En los últimos días de enero tenían lugar en el [[Monte Albano]], en las cercanías de Roma, las tradicionales fiestas latinas. César estaba llamado a asistir bien como [[Pontifex Maximus|Pontífice Máximo]] o como [[dictador romano|dictador]]. Optó por esta última calidad, lo cual le permitía, usando el privilegio que le había concedido el [[Senado]], figurar en estas ceremonias vistiendo la toga púrpura y calzando las altas botas rojas. Al concluir las fiestas, César hizo su entrada en Roma a caballo. En medio de la multitud que lo esperaba, y desde que se le vio aparecer, resonaron aclamaciones, escuchándose voces que lo saludaban con el título de rey, quizá provenientes de satélites debidamente aleccionados. Inmediatamente el partido opuesto intervino y se escucharon exclamaciones de protesta. César salvó la situación respondiendo: «Mi nombre es César y no Rex», lo cual, en rigor, podría interpretarse como que él sólo veía en los saludos de que era objeto una alusión a su parentesco con la gens ''Marcci Reges'', a la que pertenecía su madre.<ref name="pag485>Walter, Gerard ''César:'' Capítulo 57 pag 485. Impreso:Ediciones Ciencias Sociales</ref>
 
Otro acto estaba previsto para el 15 de febrero, día de las fiestas [[Lupercales]]. Para asistir a ellas César usó el mismo ropaje que había usado en las fiestas latinas y ocupó un sitial de oro sito en medio de la tribuna de las arengas, delante del cual debía pasar la procesión conducida por [[Marco Antonio]]. Junto al dictador se situó el cuerpo de magistrados en ejercicio: su jefe de caballería [[Marco Emilio Lépido]], los pretores, los ediles, etc. Mientras desfilaba delante de la tribuna el colegio de sacerdotes Julianos, uno de ellos, Licinio, apareció a nivel del estrado y depositó a los pies de César una corona de laurel entrelazada con la cintilla de la diadema real, momento en que estallaron los aplausos. Entonces Licinio subió a la tribuna y puso la corona sobre la cabeza de César que hizo un gesto de protesta y se dirigió a Lépido para que lo ayudara, pero éste no hizo nada.<ref name="Suetonio79"/>
Línea 214:
[[Cayo Casio Longino]], se adelantó y, quitando la corona de la cabeza de César, la puso sobre sus rodillas, pero César la rechazó. En el último minuto, Marco Antonio trató de componer las cosas. Escaló la rostra, se apoderó de la corona y la colocó de nuevo sobre la cabeza del dictador, pero César esta vez se quitó él mismo la corona y la arrojó lejos de sí. Esto le valió los aplausos de la multitud, pero algunos espectadores le pidieron que aceptara la ofrenda del pueblo.<ref name="Suetonio79"/> Marco Antonio aprovechó el momento para recoger el emblema, tratando de ceñírselo de nuevo y se escucharon gritos de ''¡Salud, oh rey!'', pero con ellos se mezclaban protestas indignadas. César se quitó la corona y ordenó llevarla al templo de Júpiter «donde será mejor colocada», y requirió al redactor de los actos públicos que hiciera constar allí «que habiéndole ofrecido el pueblo la realeza de manos del cónsul, él la había rechazado».<ref name="pag486>Walter, Gerard ''César,:'' Capítulo 57 pag 486. Impreso:Ediciones Ciencias Sociales</ref>
 
Mientras tanto, se recurrió a los [[libros Sibilinos|libros sibilinos]] que, habiendo sido consumidos por las llamas en tiempos de [[Lucio Cornelio Sila]], habían sido reemplazados desde entonces por copias espurias. Los encargados de la custodia de dichos libros anunciaron que ciertos pasajes de los mismos dejaban entender que los ejércitos romanos no obtendrían la victoria sobre los [[parto]]s en la guerra que iba a comenzar de un momento a otro, hasta que estuviesen mandados por un rey. Pronto circuló en Roma el rumor que en la próxima sesión del [[Senado]], que debía tener lugar el 15 de marzo, el quindecenviro [[Lucio Aurelio CotaCotta (cónsul 65 a. C.)|Lucio Aurelio Cotta]], tío del dictador, tomaría la palabra para proponer que fuese conferido el título de rey a su sobrino.<ref name="pag487>Walter, Gerard ''César'' Capítulo 57 pag 487. Impreso:Ediciones Ciencias Sociales</ref>
 
=== Complot y asesinato ===
Línea 224:
 
==== La conspiración ====
Los últimos acontecimientos acaecidos y, en particular, el rumor de lo que se preparaba para el 15 de marzo en el [[Senado romanoRomano|Senado]], motivaron que lo que quedaba de la facción ''optimate'' y, entre ellos, [[Cayo Casio Longino]], decidiesen pasar a la acción. Cayo Casio se dirigió a algunos hombres en los que creía poder confiar, y que a su juicio compartían su idea de dar muerte al dictador librando así a Roma del destino que él creía que le esperaba: un nuevo imperio cosmopolita, dirigido desde [[Alejandría]].<ref>Montanelli, Indro ''Historia de Roma''. pág. 255</ref>
 
Sin embargo, Cayo Casio Longino no era probablemente el hombre adecuado para ser la cabeza visible de este tipo de acción, y se acordó tantear a [[Marco Junio Bruto]], considerado como el personaje indicado para este papel.<ref>Montanelli, Indro ''Historia de Roma.'' pág. 255</ref>
Línea 230:
Se especula que, tras una serie de reuniones, ambos estaban de acuerdo en que la libertad de la República estaba en juego, pero no tenían los mismos puntos de vista de cómo actuar; Marco Junio Bruto no pensaba asistir al Senado el día 15, sino que abogaba por la protesta pasiva (la abstención); pero Cayo Casio Longino le replicó que como ambos eran pretores, podían obligarlos a asistir. Entonces respondió Bruto: «En ese caso, mi deber será, no callarme, sino oponerme al [[proyecto de ley]], y morir antes de ver expirar la libertad». Cayo Casio Longino rechazó de lleno esta solución, pues entendía que no era dándose muerte como se iba a salvar la [[República romana|República]], y lo exhortó a la lucha, a pasar a la acción. Su elocuencia terminó por convencer a su interlocutor.<ref name="pag491">Walter, Gerard ''César'': Capítulo 58 pag 491. Impreso:Ediciones Ciencias Sociales</ref>
 
El nombre de Marco Junio Bruto atrajo varias adhesiones valiosas, no en vano se decía descendiente de aquel otro Bruto ([[Lucio Junio Bruto]]) que había dirigido la expulsión del último rey de Roma, [[Tarquinio el Soberbio]] en [[509 a. C.]]; entre otras adhesiones a la trama, se produjo la de [[Décimo Junio Bruto Albino]], un familiar del dictador, en quien éste tenía entera confianza. En total, el número de los conjurados parece haber sido de unos sesenta, de los cuales 23 se encargaron de la ejecución material del [[atentado]]. Durante las reuniones preliminares se elaboró un plan de acción. Se decidió por unanimidad atentar contra César en pleno [[Senado romanoRomano|Senado]]. De este modo, se esperaba que su muerte no pareciera una emboscada, sino un acto para la salvación de la patria, y que los senadores, testigos del asesinato, inmediatamente declararían su solidaridad.<ref>Suetonio, ''Vida de los doce Césares, César,'' 80</ref> Los planes de los conjurados no solamente preveían el asesinato de César, sino que además deseaban arrastrar su cadáver al Tíber, adjudicar sus bienes al Estado y anular sus disposiciones.<ref>Suetonio, ''Vida de los doce Césares, César'', 82 ''in fine''</ref>
 
Hay que tener en cuenta que las motivaciones de los magnicidas eran muy heterogéneas, ya que los había movidos por un auténtico sentido de salvación de la República. A éstos se les habían unido otras personas movidas por el rencor, la envidia, o por la idea de que si César acaparaba las magistraturas, a ellos no les tocaría nunca llegar al poder.<ref>Goldsworthy, Adrian ''César.'' págs 643-646</ref>
Línea 247:
* '''Καὶ σὺ τέκνον'''. ''Kai sy, teknon?'' (Griego, ‘¿tú también, hijo mío?’). [[Suetonio]].<ref>Suetonio, ''Vida de los doce Césares, César'', 80</ref>
*''Tu quoque, Brute, filii mei!'' (traducción al latín de la frase anterior: ‘¡Tú también, Bruto, hijo mío!’).
*''Et tu, Brute?'' (Latín, ‘¿Tú también, Bruto?’, versión inmortalizada en la pieza de [[William Shakespeare|Shakespeare]]).<ref>Shakespeare, William ''La Tragedia de Julio César''. Acto III, escena I</ref>
*[[Plutarco]] nos cuenta que no dijo nada, sino que se cubrió la cabeza con la toga tras ver a Bruto entre sus agresores.<ref>Plutarco, ''Vidas Paralelas, César'', 66</ref>
 
Tras el asesinato, los conspiradores huyeron, dejando el cadáver de César a los pies de una estatua de Pompeyo, donde quedó expuesto por un tiempo. De allí, lo recogieron tres esclavos públicos que lo llevaron a su casa en una litera,<ref name="Suetonio82"/> de donde [[Marco Antonio]] lo recogió y lo mostró al pueblo, que quedó conmocionado por la visión del cadáver. Poco después los soldados de la [[Legio XIII Gemina|decimotercera legión]], tan unida a César, trajeron antorchas para incinerar el cuerpo de su querido líder. Luego, los habitantes de Roma, con gran tumulto, echaron a esa hoguera todo lo que tenían a mano para avivar más el fuego.<ref>Suetonio, ''Vida de los doce Césares, César,'' 84-85</ref>
 
La leyenda cuenta que Calpurnia Pisonis, la mujer de César, después de haber soñado con un presagio terrible, advirtió a César de que tuviera cuidado, pero César ignoró su advertencia diciendo: ''«Sólo se debe temer al miedo»''. En otras se cuenta cómo un vidente ciego le había prevenido contra los [[Idus de marzo|Idus de Marzo]]; llegado el día, César le recordó divertido en las escaleras del Senado que aún seguía vivo, a lo que el ciego respondió que los ''idus'' no habían acabado aún.<ref>Suetonio, ''Vida de los doce Césares, César,'' 81</ref>
 
=== Consecuencias del magnicidio ===
Las consecuencias de la muerte de César son numerosas, y no se limitan a la guerra civil posterior. El nombre "César", por ejemplo, se convirtió en común a todos los emperadores posteriores, debido a que Augusto (de nombre, Cayo Octavio), al ser adoptado oficialmente por el dictador cambió su nombre por el de Cayo Julio César Octaviano; dado que todos los emperadores posteriores a Augusto hasta Nerón fueron adoptados, el ''cognomen'' César acabó siendo una especie de "título" más que un nombre, y, así, desde Vespasiano en adelante los emperadores lo ostentaron como tal sin haber sido adoptados por la familia César. Tanto prestigio acumuló el cognomen, que de César provienen los apelativos [[kaiser|káiser]] y [[zar]].<ref>Véase la etimologia de la palabra Käiser en el DRAE; en cuánto a la etimología de Zar, proviene del ruso царь, a su vez del eslavónico цѣсарь, procedente del latín'' caesar'', se puede ver en [http://www.etymonline.com/index.php?term=czar esta web]</ref>
 
Muchas de sus iniciativas quedaron en suspenso a su muerte, entre ellas:
*Reprimir a los [[dacios]], que bajo el reinado de [[Burebista]] se habían extendido hasta el [[Mar Negro|Ponto Euxino]] y la [[Tracia]];<ref>Carcopino, Jerôme (2004): ''Julio César. El proceso clásico de la concentración del poder'', p. 257 ''seqq''.</ref> enseguida llevar la guerra al [[Partos|Imperio Parto]], pasando por [[Armenia Inferior|Armenia Menor]], y no combatirlos en [[batalla campal]] hasta haberles medido sus fuerzas.<ref name="su44"/>
 
*La construcción de un templo a [[Marte (planeta)|Marte]], mayor que cualquier otro del mundo, rellenando hasta el nivel del suelo el lago en que ofreció la [[naumaquia]].<ref name="su44">Suetonio, ''Vida de los doce Césares, César'', 44</ref>
Línea 271:
*Se proponía secar las [[lagunas Pontinas]], abrir salida a las aguas del [[lago Fucino]], construir un camino desde el [[mar Adriático]] hasta el [[Tíber]], a través de los [[Apeninos]] y abrir el [[istmo de Corinto]].<ref name="su44"/>
 
En el lugar de la cremación de su cadáver se construyó un altar que serviría de epicentro para un templo a él dedicado, pues en el año [[42 a.C.]] el Senado le deificó con el nombre de ''Divus Julius'',<ref>Suetonio, ''Vida de los doce Césares'', César, 88</ref> acción que se convertiría en costumbre a partir de ese momento, con lo que todos los emperadores desde Augusto fueron deificados a su muerte. Esta práctica es la que, al parecer, inspiró las últimas palabras de [[Tito Flavio Vespasiano|Vespasiano]], que al sentirse morir parece ser que dijo "''Creo que me estoy convirtiendo en dios''".<ref>Suetonio, Vida de los doce Césares, Vespasiano, 23.4</ref>
 
Después de la muerte de César, estalló una lucha por el poder entre su sobrino-nieto [[César Augusto]], a quien en su testamento había nombrado heredero universal, y [[Marco Antonio]], que culminaría con la caída de la República y el nacimiento de una especie de [[Monarquía]], que se ha dado en denominar ''[[Principado]]'', con lo que la conspiración y el [[magnicidio]] se revelaron a la postre inútiles, ya que no impidieron el establecimiento de un [[Autocracia|sistema autocrático]].
Línea 277:
== Relaciones familiares ==
=== Ascendientes ===
El padre de Julio César, [[Cayo Julio César III]], nacido hacia [[135 a. C.]] y muerto en [[85 a. C.]], era hijo de [[Cayo Julio César II]]. Perteneciente a una familia patricia que había dado varios cónsules ([[Sexto Julio César|Sexto Julio César II]] y [[Sexto Julio César|Sexto Julio César III]]), ejerció durante su vida las funciones de [[cuestor]] ([[99 a. C.]] ó [[98 a. C.]]), [[pretor]] ([[92 a. C.]]) y después [[procónsul|gobernador]] de [[Asia (provincia romana)|Asia]] ([[91 a. C.]]). Murió bruscamente por causas naturales en [[Pisa]]e en [[85 a. C.]]<ref>[[Plinio el Viejo]], ''[[Naturalis HistoriæHistoria|Historia Natural]]'', 1</ref>
 
Su madre, [[Aurelia Cota|Aurelia Cotta]], nacida en [[120 a. C.]] y muerta en [[54 a. C.]] ó [[53 a. C.]],<ref>Suetonio, ''Vida de los doce Césares, César'', 26</ref> procedía de una familia patricia y consular (sus tres hermanos fueron cónsules). Para [[Tácito]]<ref>[[Tácito]], ''Diálogo de los oradores'', 28, 6</ref> y [[Plutarco]],<ref>[[Plutarco]], ''Vida de César'', 10</ref> encarna el ideal de [[enfermería obstétrico-ginecológica|matrona]] romana, ejemplar por la educación y la devoción que siente hacia sus hijos y su familia.<ref>Plutarco, ''Vida de César'', 7</ref> Habiendo enviudado en [[85 a. C.]], no volvió a casarse y siguió viviendo con su hijo.
 
=== Hermanas ===
Además de César, [[Cayo Julio César III]] y [[Aurelia Cota|Aurelia Cotta]] tuvieron otras dos hijas, [[Atia Balba Cesonia|Julia Caesaris Maior]] y [[Julia César la Menor|Julia Caesaris Minor]].
 
La información acerca de Julia Caesaris «Maior» es escasa. Suetonio confirma la existencia porque la menciona en relación con la acusación de [[Publio Clodio Pulcro]], perseguido por sacrilegio y adulterio. Fue llamada a testificar en contra de Publio Clodio, que era a la vez acusado de sacrilegio y convicto de adulterio con Pompeya, su esposa. César afirmó no saber nada, aunque su madre Aurelia y su hermana Julia declararon fielmente a los mismos jueces toda la verdad.<ref>Suetonio,''Vida de los doce Césares, César'', 74</ref> Tuvo al menos un hijo, porque distintos autores mencionan la parte reservada a este niño en el testamento de César.<ref>Suetonio, ''Vida de los doce Césares, César'', 83</ref><ref>[[Apiano]], ''Guerra civil'', III, 22-23</ref>
 
Julia Caesaris «Minor» nació en [[101 a. C.]] y murió en [[51 a. C.]]. Octavio, nacido en [[63 a. C.]], pronunció su elogio fúnebre a los 12 años.<ref> Suetonio, ''Vida de los doce Césares, Augusto'', 8</ref> Se casó con [[Marco Atio Balbo (Pretor 62 a. C.)|Marco Atio Balbo]], originario de [[Ariccia|Aricia]] y era la madre de [[Atia Balba Cesonia|Atia Balba Caesonia]] y la abuela de Octavio, que sería adoptado por César y se convertiría más tarde en [[César Augusto|Augusto]].
 
=== Esposas ===
Línea 304:
 
=== Descendencia ===
*[[Cornelia Cinna minor]] le da su único descendiente legítimo,<ref>Tácito, ''Anales,'' Libro III, VI: «...así el divino Julio, privado de su hija única».</ref> una hija llamada [[Julia César|Julia Caesaris]], que nace en [[83 a. C.]] u [[82 a. C.]] y se casa con [[Cneo Pompeyo Magno|Pompeyo]] en [[60 a. C.]] Muere en [[54 a. C.|54&nbsp;a.&nbsp;C.]]
*Durante su estancia en Egipto, César mantiene relaciones con [[Cleopatra VII]] que dará a luz más tarde (hacia [[47 a. C.]], o más probablemente hacia 44 a. C.) a un niño, [[Cesarión|Ptolomeo XV]] llamado ''[[Cesarión]]''. Sin embargo, la paternidad de César con respecto a este niño es discutida por los historiadores,<ref>Goldsworthy, Adrian, ''César'', págs. 637-638</ref> no sólo modernos sino de la antigüedad. Y parece que ya fue objeto de una polémica poco tiempo después de la muerte del dictador:
{{cita|Algunos autores griegos han escrito que este hijo se le parecía por la silueta y los andares; Marco Antonio afirmó, en pleno senado, que César lo había reconocido; e invocó el testimonio de C. Matio, de C. Oppio, y de otros amigos del dictador. Pero Gayo Oppio creyó necesario defenderle y justificarle sobre este punto, y publicó un libro para demostrar que el hijo de Cleopatra no era, como ella decía, hijo de César.|Suetonio, ''Vida de los doce Césares, César'', 52}}
Cesarión fue asesinado muy joven (con 15 o 17 años) por Augusto, el hijo adoptivo de César y primer [[emperador romano]].
 
*En [[46 a. C.]], César, sin descendencia legítima, adoptó a su sobrino-nieto Octavio por testamento que, según la costumbre romana en caso de adopción, fue llamado a partir de entonces Cayo Julio César Octaviano. Más tarde se convertirá en [[César Augusto|Augusto]], primer [[emperador romano|emperador de Roma]].
*Y por último, César fue tal vez padre de [[Marco Junio Bruto|Bruto]], al que habría tenido con [[Servilia Cepionis]] en [[85 a. C.]] En efecto, Plutarco en su obra, ''Vida de Bruto'', cuenta la benevolencia de César hacia aquel<ref name="Plutarco Bruto5">Plutarco, ''Vidas paralelas, Bruto'', 5 {{Cita|Se dice que, en ese día, César sintió por él el más vivo interés: recomendó a sus oficiales que no le mataran en el combate y, que lo trajeran a su presencia si se rendía voluntariamente; que le dejasen ir si se defendía contra aquellos que le arrestasen, y que no hicieran ninguna violencia contra él.}}</ref> y la creencia que había adquirido de ser el padre natural, ya que el niño había nacido durante el período en el que frecuentaba a Servilia Cepionis:<ref name="Plutarco Bruto5"/>{{Cita|Quería, dicen, complacer a Servilia, madre de Bruto, que le amaba perdidamente: y como Bruto nació en la época en que esta pasión estaba en toda su fuerza, César se persuadió que él era el padre.}}
 
Línea 335:
:El orden de los meses y la distribución de los días era así: ''januarius'' (31 días); ''februarius'' (28, ó 29 los años bisiestos); ''martius'' (31); ''aprilis'' (30); ''maius'' (31); ''junius'' (30); ''julius'' (31) (anteriormente ''quintilis'' y llamado así en honor del propio César); ''sextilis'' (30) (renombrado ''augustus'' en el reinado de su hijo adoptivo); ''september'' (31); ''october'' (30); ''november'' (31); ''december'' (30)
 
*Completó el [[Senado romanoRomano|Senado]], diezmado por la guerra civil, aumentando el número de senadores a 900 y llenándolo de partidarios suyos, en especial ''equites'', élites provinciales, y algún que otro escriba, centurión e incluso hijo de liberto. Entre los más destacados y poderosos se encontraron los Balbos.<ref>Syme, Ronald (1989): ''La revolución romana'', pp. 112-34).</ref>
 
*Creó nuevos patricios, aumentó el número de [[Pretor|pretores]], de [[Edil|ediles]], de [[Cuestor|cuestores]] y de magistrados inferiores, ampliando por ejemplo el [[vigintivirato]] a 26 magistrados (''vigintisexviratum''); rehabilitó a algunos a los que los [[Censor|censores]] habían despojado de su dignidad o condenado los jueces por [[cohecho]]. Compartió con el pueblo el derecho de elección de [[Magistratura romana|magistrados]]; de suerte que, exceptuando sus competidores al consulado, los demás candidatos los designaban por mitades, el pueblo y él. Los suyos los designaba en tablillas que mandaban a todas las tribus conteniendo esta breve inscripción: «César dictador, a tal tribu. Os recomiendo a ''fulano'' y a ''mengano'' para que obtengan su dignidad por vuestro sufragio.» Admitió a los honores a los hijos de los proscritos.<ref name="su41">Suetonio, ''Vida de los doce Césares, César'', 41</ref>
Línea 363:
*Prohibió el uso de literas, de la púrpura y las perlas, exceptuando a ciertas personas, ciertas edades y en determinados días.<ref name="su43"/>
 
*En cuanto a la moneda, incrementó a cuatro el número de ''tresviri auro argento aere flando feriundo'' (“triunviros responsables de la fundición y acuñación de oro, plata y bronce”), confiando la dirección de la ceca del templo de Juno Moneta (así como las rentas públicas) a algunos de sus propios esclavos.<ref>Suetonio, ''César'', 76.</ref> También creó una ceca privada con la que acuñó regularmente, de 48 a 44 a. C., el oro que obtuvo en la Guerra de las Galias y saqueando el erario público (15.000 lingotes).<ref>Suetonio, ''César'', 54.</ref> Fijó el peso del [[áureo|aureus]] en 1/40 de la [[libra romana]] (aproximadamente el equivalente a 8 [[gramo]]s). Tuvieron gran éxito al ser similares en peso y ley a las estáteras macedonias.<ref>Harl, Kenneth (): ''Coinage in the Roman Economy'', 53.</ref> También fijó el áureo en 25 denarios, de modo que una libra de oro equivaliera a 1.000 denarios, tras el descenso del precio del oro (a 750 denarios la libra) que habían provocado el caudal de botín traído de las Galias.<ref>Suetonio, ''César'', 54.</ref> Debe destacarse asímismo que Julio César fue el primer dirigente romano vivo cuyo apareció en una moneda en circulación (44 a. C.), por autorización del Senado.<ref>Goldsworthy, Adrian, ''César'', pag. 633</ref> Sin embargo, no hubo ninguna emisión substancial de bronce bajo su gobierno, por lo que continuó la escasez de numerario propia del siglo I a. C.<ref>Burnett, Andrew (1987): ''Coinage in the Roman World'', p. 36.</ref> En un intento de restaurar la liquidez, hizo aprobar una ley que prohíbía que nadie acumulara más de 15.000 denarios, pretendiendo poner en circulación las monedas atesoradas. Esta ley, como puede suponerse, debió ser sin duda alguna tan ineficaz como inaplicable.<ref>(Burnett 1987: 197).</ref>
 
*Para evitar problemas, fue el primer legislador romano que instaló a sus veteranos en colonias fuera de Italia.<ref>Meliani, Chiara ''et alii'', ''Atlas Ilustrado de la Antigua Roma'', pág. 111</ref>
Línea 371:
Indiscutiblemente, uno de los aspectos más reconocidos de la personalidad de Julio César es, sin duda, su genio militar. Este genio fue puesto a prueba muchas veces a lo largo de su accidentada vida castrense, y César respondió a los retos casi siempre con innovaciones tácticas o añagazas que sorprendieron a sus contrarios y que le hicieron ganar ventajas en un terreno u otro.
 
Según Suetonio, César era un auténtico soldado, que compartía con sus ''milites'' las fatigas de la guerra; era experto en las armas y en [[equitación]].<ref> Suetonio, ''Vida de los doce Césares, César'', 64, dice: {{Cita|''Era César muy diestro en el manejo de las armas y caballos y soportaba la fatiga hasta lo increíble; en las marchas precedía al ejército, algunas veces a caballo, y con más frecuencia a pie, con la cabeza descubierta a pesar del sol y de la lluvia. Salvaba largas distancias con increíble rapidez, sin equipaje, en un carro de alquiler, recorriendo de esta forma hasta cien millas por día. Si le detenían los ríos, los pasaba a nado o sobre odres henchidos, y con frecuencia se anticipaba a sus correos''}}.</ref> También sabemos que era un general valiente,<ref>Suetonio, ''Vida de los doce Césares, César,'' 53-54, cuenta por ejemplo: {{Cita|''En Alejandría atacó un puente, pero una inesperada salida del enemigo le obligó a saltar a una barca, perseguido por gran número de enemigos; se lanzó al mar, y recorrió a nado el espacio de doscientos pasos hasta otra nave, sacando la mano derecha fuera del agua para que no se mojasen los escritos que llevaba, y llevando cogido con los dientes su manto de general para no abandonar aquella prenda al enemigo''}}</ref>que dirigía sus tropas desde el propio frente de batalla, para que su ejemplo infundiera valor en los soldados, y era proclive a las arengas y mantenedor de una férrea disciplina.<ref>Suetonio, [[op. cit.]], 62-65</ref> Sin embargo, sus soldados lo veneraban y fueron muy raros los casos de deserción, quizá debido al carácter magnánimo de César.<ref>Suetonio, ''op. cit'', 66-75</ref> También montaba un [[equus caballus|caballo]] de nombre [[Genitor]] que nació en los establos que el general tenía en su casa. El caballo presentaba [[atavismo]] en las patas, por lo que tenía varios dedos largos rematados en [[pezuña]] además de [[pezuñacasco (anatomía)|casco]] central,<ref>Suetonio, ''Vida de los doce Césares, César,'' 61</ref> algo causado por la desactivación del [[gen]] inhibidor que impide el crecimiento de más dedos en los caballos aparte del tercero durante el desarrollo [[embrión|embrionario]].
Para ofrecer una visión lo más amplia posible de la capacidad táctica de César se ha elegido ofrecer breves reseñas de algunas de sus batallas; quizá no las más representativas o fundamentales, pero sí de las que supusieron alguna innovación táctica o una muestra de cómo César dirigía sus tropas: la [[Batalla de Bibracte]] como ejemplo de batalla contra fuerzas no romanas, la [[Batalla de Alesia]] como ejemplo de [[asedio]], la [[Batalla de Farsalia]] como ejemplo de lucha entre romanos, la [[Batalla de Ruspina]] por la manera en la que se convirtió de una derrota casi segura en una retirada ordenada, y la [[Batalla de Tapso]] en África, que supuso la derrota de las fuerzas Pompeyanas establecidas en esa provincia y, a la larga, la muerte de Catón y otras figuras señeras de la oposición a César.
Línea 378:
{{AP|Batalla de Bibracte}}
 
En el año [[58 a. C.|58&nbsp;a.&nbsp;C.]], César acababa de tomar posesión de su cargo de [[procónsul]] de la [[Galia]], cuándo fue advertido de que una [[confederación]] de [[pueblos germánicos]], compuesta por los [[helvecios]], los [[boyos|boios]] y los [[tulingios]], habían decidido dejar sus tierras ancestrales y emigrar a la [[Galia#Galia Comata|Galia Comata]].
 
Ambas fuerzas coincidieron en las cercanías de la localidad de [[Bibracte]], donde César había tomado posiciones en lo alto de una colina. Contaba con cuatro legiones veteranas, las VII, VIII, IX y X, que ordenó en ''triplex acies'' al pie de la subida; las legiones XI y XII, de novatos, y los auxiliares fueron desplegados bajo una elevación del terreno en la cima.[[Archivo:Lugh spear Millar.jpg|thumb|letf|250px|Guerreros celtas.]]
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[[Archivo:SiegeAlesia.png|right|thumb|400px|''Las fortificaciones construidas por César en Alesia de acuerdo a la hipótesis de localización en Alise-Sainte-Reine''. <br /><small>En el mapa de la esquina la cruz muestra la localización de Alesia en la Galia (hoy Francia). En el esquema, el círculo muestra el punto débil en la circunvalación.</small>]]
 
Alesia estaba situada en la cima de una colina rodeada por valles y ríos y contaba con importantes defensas. Dado que un asalto frontal sobre la fortaleza sería suicida, César consideró mejor forzar un [[asedio]] de la fortaleza para rendir a sus enemigos por hambre. Considerando que había cerca de 80.000 hombres fortificados dentro de Alesia junto con la población civil, el hambre y la sed forzarían rápidamente la rendición de los [[galosgalo (puebloGalia)|galos]]. Para garantizar un bloqueo perfecto César ordenó la construcción de un [[perímetro]] circular de fortificaciones. Los detalles de los trabajos de ingeniería se encuentran en los ''Comentarios a la Guerra de las Galias'' (''[[De Bello Gallico]]'') de Julio César y han podido ser confirmados por las excavaciones arqueológicas en la zona. Se construyeron muros de 18 km de largo y 4 metros de alto con fortificaciones espaciadas regularmente en un tiempo récord de 3 semanas. Esta línea fue seguida hacia el interior por dos diques de cuatro metros y medio de ancho y cerca de medio metro de profundidad. El más cercano a la fortificación se llenó de agua procedente de los ríos cercanos. Asimismo, se crearon concienzudos campos de trampas y hoyos frente a las empalizadas con el fin de que su alcance fuese todavía más difícil, más una serie de torres equipadas con artillería y espaciadas regularmente a lo largo de la fortificación.<ref>César, Julio ''Comentarios a la Guerra de las Galias'', 69-70</ref>
 
La caballería de [[Vercingétorix|Vercingetórix]] a menudo contraatacaba los trabajos romanos para evitar verse completamente encerrados, ataques que eran contestados por la caballería germana que volvió a probar su valía para mantener a los atacantes a raya. Tras dos semanas de trabajo, parte de la caballería gala pudo escapar de la ciudad por una de las secciones no finalizadas. César, previendo la llegada de tropas de refuerzo, mandó construir una segunda línea defensiva exterior protegiendo sus tropas. El nuevo perímetro era de 21 km, incluyendo cuatro campamentos de caballería. Esta serie de fortificaciones les protegería cuando las tropas de liberación galas llegasen: ahora eran sitiadores preparándose para ser sitiados.<ref>César, Julio ''Comentarios a la Guerra de las Galias'', 70-2</ref>
 
Por estos tiempos, las condiciones de vida en Alesia iban empeorando cada vez más. Con los 80.000 soldados y la población local había demasiada gente dentro de la fortaleza para tan escasa comida.<ref>César, Julio ''Comentarios a la Guerra de las Galias'', 71-4</ref>
 
A finales de septiembre las tropas galas, dirigidas por [[Comio|Commio]], acudieron en refuerzo de los fortificados en Alesia, y atacaron las murallas exteriores de César. Vercingetórix ordenó un ataque simultáneo desde dentro. Sin embargo, ninguno de estos intentos tuvo éxito y a la puesta del sol la lucha había acabado. Al día siguiente, el ataque galo fue bajo la cobertura de la oscuridad de la noche, y lograron un mayor éxito que el día anterior. César se vio obligado a abandonar algunas secciones de sus líneas fortificadas. Sólo la rápida respuesta de la caballería, dirigida por Marco Antonio y [[Cayo Trebonio]], salvó la situación. La pared interna también fue atacada, pero la presencia de trincheras, los campos plantados de "''lirios''" y de "''ceppos''", que los hombres de Vercingetórix tenían que llenar para avanzar, les retrasaron lo suficiente como para evitar la sorpresa. Para entonces, la situación del [[ejército de la Roma Antigua|ejército romano]] también era difícil.<ref>César,Julio ''Comentarios a la Guerra de las Galias'', 79-80</ref>
 
El día siguiente, el [[2 de octubre]], [[Vercasivellauno]], un primo de Vercingetórix, lanzó un ataque masivo con 60.000 hombres, enfocado al punto débil de las fortificaciones romanas, que César había tratado de ocultar hasta entonces, pero que había sido descubierto por los galos. El área en cuestión era una zona con obstrucciones naturales en la que no se podía construir una muralla continua. El ataque se produjo combinando las fuerzas del exterior con las de la ciudad: Vercingetórix atacó desde todos los ángulos las fortificaciones interiores. César confió en la disciplina y valor de sus hombres, y ordenó mantener las líneas. Él personalmente recorrió el perímetro animando a sus legionarios.<ref>César,Julio ''Comentarios a la Guerra de las Galias'', 82-83</ref>[[Archivo:Archeodrome Beaune 8.jpg|thumb|left|300px|Reconstrucción actual de las fortificaciones de Alesia.]]
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=== La Batalla de Farsalia ===
{{AP|Batalla de Farsalia}}
Después de haber sido derrotados en la [[Batalla de Dirraquio|Batalla de Dyrrachium]], los cesarianos se enfrentaron definitivamente en batalla campal a Pompeyo y sus aliados en las cercanías de [[Farsalia (ciudad)|Farsalia]].
 
César tenía con él a las legiones VII, VIII, IX, X, XI, XII y XIII muy reducidas en cuanto a fuerza, pues probablemente no estaban compuestas por más de 2750 legionarios cada una de ellas, y, además las legiones VIII y IX, que habían sostenido el frente de batalla en [[DurrësDürres|Dyrrachium]] y habían quedado seriamente mermadas, a las que se les dio la orden de que actuaran como una sola y se protegieran una a la otra; además, contaba con un pequeño contingente de caballería. En el otro lado, Pompeyo dirigía una fuerza de once legiones, posiblemente de 4.000 hombres cada una, y una caballería de 7.000 jinetes, junto con un fuerte destacamento de [[Arquero (ejército)|arqueros]] y [[hondero balear|honderos]].<ref>Cowan, Ross ''Roman Battle Tactics'', pág. 26-27</ref> [[Archivo:Balearic Slinger.jpg|thumb|200px|Hondero balear.]]
 
Ambos generales formaron sus ejércitos en ''triplex acies'', uno frente a otro, y la caballería apostada en las respectivas alas izquierdas, pues los flancos derechos de las formaciones se apoyaban en el río Enipeus, que protegía de esa manera el ala derecha. César colocó a las legiones IX y VIII en el flanco derecho, apoyadas en el río, y después fue colocando sucesivamente a la XI, XII, XIII, VI, VII y X. Pero tras la línea de caballería, ocultos tras una pequeña elevación del terreno, detrajo y colocó una cuarta fila, compuesta de seis cohortes, en sentido oblicuo a la caballería y que recibió órdenes estrictas de no moverse bajo circunstancia alguna hasta que le fuera señalado por un [[vexillum]].<ref>Cowan, Ross ''Roman Battle Tactics'', pág. 26-27</ref>
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La obra escrita que llega hasta nuestros días coloca a César entre los grandes maestros de la [[latín|lengua latina]]. Sus trabajos conocidos incluyen:
* ''[[De Bello Gallico]]'' – Comentarios sobre las campañas de la [[Galia]]
* ''[[De bello civili|De Bello Civili]]'' – Comentarios sobre la guerra civil
 
No se puede asegurar que la autoría del llamado "''Corpus Cesariano''" o "''Tria Bella''", esto es la ''Guerra de Alejandría'', la ''Guerra de África'' y la ''Guerra de Hispania'', sea de César y entre sus traductores existe un consenso generalizado acerca de que no fueron escritas por él, aunque sí están posiblemente basadas en sus notas.<ref>César, Cayo Julio y Autores del Corpus Cesariano, ''Guerra Civil; Guerra de Alejandría; Guerra de África; Guerra de Hispania'', Introducción</ref>
 
Tanto la ''Guerra de las Galias'' como la ''Guerra Civil'', son indiscutiblemente obra de César y están escritas en un latín de gran perfección sintáctica. Ambas son prueba de la erudición de su autor y fueron usadas, sobre todo, como propaganda ante el Senado y el pueblo de Roma. En ellas hace importantísimas referencias a múltiples aspectos de la vida cotidiana en el [[ejército de la Roma Antigua|ejército romano]] de la [[historiaHistoria de la República romanaRomana tardía|tardorrepública]], de su organización, tácticas, técnicas y armamento.<ref>César, Cayo Julio y Autores del Corpus Cesariano, ''Guerra Civil; Guerra de Alejandría; Guerra de África; Guerra de Hispania''</ref><ref>César, Cayo Julio, ''Guerra de las Galias''</ref>
 
Asimismo, hizo descripciones [[Etnografía|etnográficas]] de pueblos [[celtaceltas]]s y [[pueblos germánicos|germanos]] incluyendo temas como la organización social y militar, la religión o la lengua que aún hoy en día son de obligado estudio para los expertos en las diferentes materias.<ref>César, Cayo Julio, ''Guerra de las Galias''</ref>
 
Igualmente describió lugares geográficos, como la [[Selva Hercinia]],<ref> César, Cayo Julio, ''Guerra de las Galias'', 6.24.2, 25.1</ref> y describe en sus escritos importantes aspectos que permiten comprender mejor la política de la República romana de los últimos años del [[siglo I a. C.]] y a figuras como Pompeyo, Cicerón, Catón y otros.<ref>César, Cayo Julio y Autores del Corpus Cesariano, ''Guerra Civil; Guerra de Alejandría; Guerra de África; Guerra de Hispania''</ref>
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En cuanto al [[cine]], el personaje ha aparecido en numerosos filmes, desde la pantalla grande a la [[televisión]], bien como protagonista, bien como actor secundario.
 
Uno de los más reputados, tanto por la calidad de la cinta como por la de sus actores, es la película del año [[1953]], [[Julio César (película de 1953)|Julio César]], dirigida por [[Joseph L. Mankiewicz]] y cuyos papeles principales los desempeñaban [[Marlon Brando]] (como Marco Antonio), [[Louis Calhern]] (como César), [[Deborah Kerr]] (como Porcia) y [[James Mason]] (como Bruto). Con música de [[Miklós Rózsa]], el guión es una adaptación de la obra de teatro de Shakespeare. Fue nominada a cinco [[Premios Óscar]], de los que ganó uno.<ref>Fue nominada a los Oscar por Mejor Actor (Marlon Brando), Mejor Banda Sonora Original, Mejor Película, Mejor Fotografía en Blanco y Negro y Mejor Dirección Artística, ganando solamente éste último</ref>
 
Otro de los filmes más premiados y conocidos, en el que César es protagonista, es la cinta ''[[Cleopatra (1963)|Cleopatra]]''. Dirigida por [[Joseph L. Mankiewicz]], con fotografía de [[Leon Shamroy]] y música de [[Alex North]], los papeles principales fueron interpretados por [[Elizabeth Taylor]] como Cleopatra, [[Richard Burton]] como Marco Antonio y [[Rex Harrison]] como César. Fue nominada a ocho premios Óscar de los que ganó cuatro.<ref> Fue nominada para Mejor Película, Mejor Sonido, Mejor Montaje, Mejor Fotografía en color, Mejor Dirección Artística en color, Mejor Música original, Mejor Diseño de Vestuario en color y Mejores Efectos Especiales y ganó los de Mejor Fotografía en color, Mejor Dirección Artística en color, Mejor Diseño de Vestuario en color y Mejores Efectos Especiales.</ref>
 
En el mundo del [[historieta|cómic]], sin duda una de las más célebres representaciones de César es el personaje salido de la pluma y el pincel de [[René Goscinny|Goscinny]] y [[Albert Uderzo|Uderzo]], antagonista (soberbio, orgulloso, pero al final, casi siempre justo) de su célebre personaje [[Astérix (Astérix el Galopersonaje)|Astérix]].
 
== Filmografía ==
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|[[1960]]|| ''[[Espartaco (película)|Spartacus]]''|| [[Stanley Kubrick]] ||[[John Gavin]]
|-
|[[1963]]|| ''[[Cleopatra (película de 1963)|Cleopatra]]''|| [[Joseph L. Mankiewicz]] ||[[Rex Harrison]]
|-
|[[1970]]|| ''Julius Caesar ''|| [[Stuart Burge]] ||[[John Gielgud]]
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* {{cita libro
| autor = '''[[Plutarco]]'''
| título = [[Vidas paralelas|Vidas Paralelas]]: Obra Completa, Volumen VI: [[Alejandro Magno|Alejandro]] & César; Agesilao & Pompeyo; Sertorio & Eúmenes
| año = 2007
| editorial = Madrid: Editorial Gredos
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== Véase también ==
*[[Historia de la República romana tardía|Historia de la República Romana tardía]]
*[[Constitución Republicana]]
*[[Segundo Triunvirato]]
*[[Invasiones de Britania por César|Invasiones de César a Britania]]
*[[Primera Guerra Civil de la República de Roma]]
*[[Historia de la estructura del ejército romano]]
*[[Tácticas romanas de infantería]]
*[[Giulio Cesare]], [[ópera]] de [[Georg Friedrich Händel|Haendel]]
 
== Enlaces externos ==
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{{Sucesión
| título = [[Pontifex Maximus|Pontífice Máximo]]
| período = [[63 a. C.|63]] - [[44 a. C.]]
| predecesor = [[Quinto Cecilio Metelo Pío]]