Diferencia entre revisiones de «Nacionalismo español»

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La movilización de la oposición era cada vez más abierta, y las más espectaculares, además de los conflictos de naturaleza laboral generalizados por todo el país, fueron precisamente en Cataluña y el País Vasco, las que incluían desafíos al concepto uniformador de España incuestionable durante el franquismo. El más divulgado fue un lema triádico: ''Libertad, Amnistía, Estatuto de Autonomía''. [[Adolfo Suárez]] era desde 1976 el nuevo presidente del gobierno, más conforme a los deseos reformistas del rey. Tras las elecciones de junio de 1977, consideró la conveniencia de dar el golpe de efecto de la vuelta del exilio de [[Josep Tarradellas]] (y su grito ''Ja soc aquí'' en la ''[[Plaça de Sant Jaume]]'', el 29 de septiembre del mismo año),<ref>Francesc Valls: [http://www.elpais.com/articulo/reportajes/CATALUnA/Ja/soc/cumple/25/anos/elpepusocdmg/20020929elpdmgrep_3/Tes ''El 'Ja sóc aquí' cumple 25 años''], El País, 29/09/2002 </ref> al que hábilmente reconoció el cargo de ''President de la Generalitat'' (en un primer momento de forma no explícita, sino a través de la fórmula protocolaria del tratamiento de ''honorable''). Al mismo tiempo, significó un punto de tensión para los militares, cuyo [[ruido de sables]] amenazaba permanentemente con un golpe de estado, que se evitó, en buena medida por la forma en que fueron controlados por el vicepresidente [[Manuel Gutiérrez Mellado]]. Sólo la vuelta de [[Santiago Carrillo]] (finales de 1976, poco antes del referéndum de la Ley para la Reforma Política) y la [[legalización del PCE]] (9 de abril, sábado santo de 1977, a pocos meses de las elecciones de junio) supusieron un desafío mayor, con dimisiones incluidas ([[Gabriel Pita da Veiga y Sanz|almirante Pita da Veiga]]).<ref>Victoria Prego[http://www.elmundo.es/especiales/2002/04/nacional/sabadorojo/martes.html ''Sábado santo rojo''], El Mundo, 9 de abril de 2002</ref> La existencia de un terrorismo de varios frentes ([[GRAPO]], [[ETA]] y grupos ultraderechistas) hacía particularmente delicada la situación, que estuvo a punto de convertirse en insostenible en enero de 1977 (los llamados ''[[Siete días de enero]]'' en la película de [[Juan Antonio Bardem]]), cuando se produjeron simultáneamente secuestros de altas personalidades por el GRAPO y el atentado ultraderechista contra un despacho de abogados laboralistas conocido como [[Matanza de Atocha de 1977|matanza de Atocha]]. Los repetidos atentados de la [[ETA]] contra policías, militares y políticos ''españolistas'' en el País Vasco, y la quema de banderas españolas en numerosas manifestaciones, era ampliamente calificada de desafío inaceptable a la españolidad del País Vasco por los medios de prensa ultraderechistas, que abiertamente llamaban a la intervención del ejército (especialmente el periódico ''[[El Alcázar]]''). Las conspiraciones de algunos elementos militares ([[Operación Galaxia]]) fueron fácilmente detectadas y neutralizadas antes de que pasaran a fase de ejecución, hasta el fallido [[Golpe de Estado en España de 1981|golpe de estado de 23 de febrero de 1981]].
 
En cuanto a los nuevos partidos políticos, cuya legalización parecía sólo cuestión de tiempo desde el discurso de Arias conocido como el del ''[[espíritu del 12 de febrero]]'' (1974) que implicaba el consentimiento de ''[[asociaciones políticas]]'', fueron situándose en el espectro político de izquierda a derecha, correspondiendo a éstos últimos las defensas más cerradas del concepto de ''unidad de España'', que no obstante todos tenían que respetar en sus estatutos tal como quedó previsto en la definitiva [[Ley para la Reforma Política]] de diciembre de 1976 (aceptada por las Cortes franquistas en lo que se conoció como su ''harakiri'' o suicidio político). No se legalizó a los que mantuvieran claras reivindicaciones independentistas, aunque sí al [[PNV]] o los partidos nacionalistas catalanes ([[Pacte Democràtic per Catalunya]], de [[Jordi Pujol]], mientras que la tradicional Esquerra, que apoyaba otra coalición, sólo obtuvo un diputado). Incluso pudo presentarse y obtener un diputado [[Euskadiko Ezkerra]], vinculado a [[ETA político-militar]] (una rama de ETA que acabó por reinsertarse en el sistema democrático). También ofrecía dificultades legalizar a partidos de izquierda, a los que se sugirió desde el ministerio del interior ([[Rodolfo Martín Villa]]) que centraran sus reivindicaciones programáticas en cuestiones teoréticas, como el cuestionamiento de los valores de la burguesía. No obstante, algunos de los partidos de extrema izquierda no fueron legalizados hasta meses después de las elecciones ([[PTE]] u [[ORT]]) aunque pudieron presentarse de hecho a través de coaliciones ''ad hoc''. A pesar de ello no obtuvieron representación parlamentaria. Tampoco pudieron presentarse los que no optaron por utilizar eufemismos para salvar su orientación republicana, otro de los escollos legales ([[Izquierda Republicana]] y otros partidos históricos). El PCE, significativamente, respondió a una urgente sugerencia del gobierno con una famosa rueda de prensa (14 de abril de 1977) en que se abandonaba el uso de la bandera tricolor en beneficio de la rojigualda. El mismo PCE insistirá posteriormente para que la legislación sobre uso de la bandera llevara este texto:<ref>Casimiro García-Abadillo [http://www.elmundo.es/papel/2002/10/07/espana/1243345.html ''La bandera de la concordia''], en El Mundo, 7 de octubre de 2002.</ref>
{{cita|La bandera de España simboliza la nación; es signo de soberanía, unidad e integridad de la patria y representa los valores superiores expresados en la Constitución.}}
cuando ya se había sustituido oficialmente el escudo franquista (con el águila) por el denominado ''constitucional''.
 
Ningún partido de extrema derecha obtuvo representación parlamentaria en 1977, quedando la derecha representada por [[Alianza Popular]], una coalición de personalidades franquistas con los aperturistas [[Manuel Fraga]], [[José María de Areilza]] y [[Alfonso Osorio]], y el claramente nostálgico [[Arias Navarro]]. Consiguió mayoría relativa la [[Unión de Centro Democrático]] (UCD), coalición apresurada de múltiples partidos y personalidades democristianas, liberales y socialdemócratas cobijados bajo el gobierno de Suárez. Simultáneamente a los debates constitucionales se produjo la apertura del "proceso preautonómico", con el que se preveía generalizar la descentralización del Estado (se denominó ''[[café para todos]]'', expresión atribuida al ministro [[Manuel Clavero Arévalo]]),<ref>Aníbal Malvar[http://www.elmundo.es/suplementos/cronica/2006/535/1138489203.html ''Café para todos, chocolate para algunos''], en El Mundo, 29 de Enero de 2006.</ref> lo que implicó a buena parte de la clase política, interesada en acceder a la nuevas parcelas de poder territorial que estaban por crearse en todas las regiones. Eso amplió decisivamente la base de apoyo del nuevo sistema entre muchos antiguos franquistas lo suficientemente pragmáticos para realizar lo que se llamó ''[[cambio de chaqueta]]''. [[Fernando Vizcaíno Casas]], un novelista de ideología ultraderechista con gran éxito de ventas —''Al tercer año resucitó'' (1978)—, llegó a titular una de sus obras ''De camisa vieja a chaqueta nueva'', parafraseando el himno de Falange.