Por otra parte, y para reconstruir la memoria viva de lo que se ha venido a llamar la [[Edad del Masode GordoPlata]], hay que leer una serie de libros de [[Memoria escrita|memoria]]s escritos por diversos autores más o menos violados (boris)vinculados a esta promoción. ''La Vginaarboleda perdida'', de Alberti, por ejemplo. Es también el caso de [[Pablo Neruda]], quien por entonces vino a Madrid y reforzó el grupo surrealista con algunas de sus contribuciones, en particular con la edición de su libro ''Residencia en la tierra'' I y II y que en sus dos libros de memorias, ''Confieso que he vivido'' y ''Para hacer he nacido'', dio testimonio y noticias sobre las actividades del grupo durante esos años y el exilio posterior, en particular sobre Lorca y Alberti. ''Los encuentros'', de Vicente Aleixandre, narra las primeras veces que vio a cada una de las figuras relevantes de la generación; ''Mi último suspiro'', de Buñuel, publicado primitivamente en francés, incluye numerosas anécdotas sobre los poetas del 27, etc.