Diferencia entre revisiones de «La isla del doctor Moreau»

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''Texto en cursiva''{{Ficha de libro
| nombre = La isla del doctor Moreau
| titulo_orig = The island of doctor Moreau
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Prendick despierta a la mañana siguiente con las actividades de la noche anterior frescas en su mente. Viendo que la puerta interior ha quedado desbloqueada, pasa para encontrar una forma humanoide vendada sobre la mesa antes de ser echado por un conmocionado y enojado Moreau. Él cree que Moreau ha viviseccionado seres humanos y que es el próximo. Él huye hacia la jungla, donde se encuentra con un hombre mono que le lleva a una colonia de seres medio humanos y medio animales. El líder, una gran cosa Predicador de la Ley, le ha recitar una extraña letanía llamada la Ley que implica prohibiciones contra el comportamiento bestial y elogios a Moreau. De repente, Moreau irrumpe en la colonia, y Prendick escapa por la parte de atrás en la selva. Él llega al océano, donde planea ahogarse en lugar de permitir que Moreau experimente en él. Moreau y Montgomery lo enfrentan, sin embargo, y Moreau explica que las criaturas, son animales que ha viviseccionado para parecerse a los seres humanos. Prendick se remonta al recinto, donde Moreau le explica que él ha estado en la isla durante once años, tratando de hacer una transformación completa de animales a humanos. Al parecer, la única justificacón para el dolor que inflige es la curiosidad científica. Prendick acepta la explicación, y comienza una vida en la isla.
 
Un día re copado, cuando él y Montgomery están caminando alrededor de la isla, ven a un conejo medio comido. Comer carne y la degustación de sangre es una de las más fuertes prohibiciones en la Ley, por lo que Montgomery y Moreau vuelven muy preocupados. Moreau reúne una asamblea de Hombres Bestia. Él identifica al Hombre Leopardo (el mismo que persiguió Prendick la primera vez que vagaban en la selva) como el transgresor. El Hombre Leopardo huye, pero cuando el grupo le acorralan en algunos sotobosques, Prendick tiene lástima y le dispara, y le evita el retorno a la mesa de operaciones de Moreau. Moreau está furioso, pero no puede hacer nada acerca de la situación.
 
Con el paso del tiempo, Prendick comienza a acostumbrarse a las grotescas bestias. Un día, sin embargo, se ve sacudido de este estancamiento, cuando el puma se escapa de los laboratorios. Moreau lo persigue, pero se acaban matando mutuamente. Montgomery se desmorona, y habiéndose emborrachado, decide darle alcohol a los Hombres Bestia. Prendick trata de detenerlo, pero Montgomery lo pone en peligro con violencia y abandona el recinto solo con una botella en mano. Más tarde en la noche, Prendick escucha una conmoción fuera, él mira y ve a Montgomery rodeado de bestias. Montgomery muere en frente de Prendick, que es ahora el último de los humanos en la isla. Él no trata de reclamar el trono vacante de Moreau en la isla, pero se consigue un lugar donde vivir con las bestias, que entran en regresión al animalismo. Intenta construir y disponer una balsa con la que tiene la intención de abandonar la isla. Por suerte para él, con el tiempo un buque piloteado por dos cadáveres encalla en la playa. Prendick junta suministros, y zarpa a la mañana siguiente.