Diferencia entre revisiones de «Gonzalo Queipo de Llano»

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Queipo manda capturar inmediatamente la Maestranza de Artillería, con lo cual se priva a los posibles opositores al golpe de las armas necesarias para hacerle frente. Sevilla "la roja", ciudad con un amplio [[movimiento obrero]], se aprestó en precario a su defensa en barrios como [[Triana (Sevilla)|Triana]], La Macarena, San Marcos, San Julián y otros, en los que tras un llamamiento a la [[huelga]] general lanzado desde [[Unión Radio]] de Sevilla, se formaron barricadas y se incendiaron iglesias y algunos edificios pertenecientes a la aristocracia, tales como de las familias Marañón, Fernández Palacios, Grosso, Delgado Brackembury y la del marqués de Villamarta, así como la fábrica de jabones y perfumes del marqués de Luca de Tena, propietario del [[diario ABC]] y, según se supo luego, implicado en la sublevación.
 
Fingiéndose leales a la República, y mediante otros engaños, los oficiales del Regimiento de Artillería 3º Ligero proveen a los demás alzadosfacciosos de medios para hacerse con el control del centro de Sevilla. Usando con valentía el tiro de piezas de artillería contra los edificios civiles (Hotel Inglaterra, Telefónica, Gobierno Civil) los militares sublevados consiguen la rendición del gobernador civil y la toma del Edificio Telefónica, situada en la plaza Nueva. Cabe destacar la magnánima descripción de su clemencia, en el pequeño patio de la División, para con los 200 guardias de asalto tomados prisioneros y condenados inmediatamente a muerte, descrita con sencillez castrense por el mismo Queipo en sus memorias. Denota una vesania sólo justificable por la tensión nerviosa de aquellos momentos.<ref>El destino posterior de estos guardias de asalto perdonados por Queipo (obligados a tocarse con gorrillo cuartelero para distinguirlos de los no traidores) fue de colaboración en primera línea con los rebeldes. Ver "La ruta victoriosa de una sección de guardias de asalto por los pueblos de Sevilla y Córdoba". Diario Odiel (Huelva) 18.081936</ref>
 
[[Archivo:Sevilla city walls.JPG|thumb|250px|left|Murallas de la Macarena, donde fueron ejecutadosasesinados preferentemente los condenados por el aparato jurídico militar de Queipo. Aparte del pelotón de fusilamiento, era reglamentaria la presencia de un sacerdote y un médico, que certificaba la defunción. Finalmente el pelotón desfilaba por delante del cadáver.<ref>"Alta sentencia. Ejecución de un espía y de un traidor a España". Guión (Córdoba) 30 septiembre de 1936</ref><ref>Francisco Espinosa: "La justicia de Queipo". Crítica. Barcelona. 2006.</ref>]]
 
Estaba previsto que en un principio, antes de que empezasen a hacerse efectivas las sanciones a que diera lugar el bando de Estado de Guerra, debían consentirse ciertas revueltas generadoras de caos social a cargo de comandos civiles armados (pioneros o pistoleros), lo que el falangista [[Dionisio Ridruejo]] postuló como «represión informal y espontánea»<ref>Dionisio Ridruejo :"Escrito en España". Madrid. J.del Toro Ed. 1976, pp. 120-121.</ref> En realidad se trataba de: {{cita| “La destrucción física de los cuadros de los partidos del Frente Popular, de los sindicatos obreros y de las organizaciones masónicas, sin perder de vista tampoco a los partidos democráticos más moderados y a las personalidades independientes [...] se puede hablar de una operación perfecta de extirpación de las fuerzas políticas que habían patrocinado y sostenido la República".}}
Dejando aparte anécdotas hagiográficas escritas por amigos del general Queipo,<ref>José Cuesta Monereo y Antonio Olmedo Delgado: "General Queipo de Llano: aventura y audacia". Barcelona. AHR. 1958</ref><ref> Luis Montán :Episodios de la Guerra Civil nº 5 : "Cómo conquistó Sevilla el general Queipo de Llano". Librería Santaren. Valladolid . 1938 [http://hjebhw.bay.livefilestore.com/y1pYG4Ijlzk86-Emt-mKeWND04x3KhdoWODsVt87gOQVUs6ASkatBxN8wJVEPCbzA32YM-I2MXLWpTZ6nqOnrLX-A]</ref><ref> Guzmán de Alfarache : "¡18 de julio!.Historia del alzamiento glorioso de Sevilla". Sevilla. Editorial FE. 1937</ref> la toma consolidada de Sevilla en los días siguientes por el [[Legión Española|Tercio]] y los [[Regulares]] llegados de Cádiz se produce por el empleo indiscriminado de la artillería y del salvaje terror africanista en los barrios que resistían. [[Arturo Barea]] recuerda: {{cita| «Cuando atacaba, el Tercio no reconocía límites a su venganza. Cuando abandonaba un pueblo, no quedaba más que incendios y los cadáveres de hombres, mujeres y niños. Así, fui testigo ocular de la destrucción total de los pueblos del Beni Arós en la primavera de 1921. Cuando se asesinaba a un legionario en una marcha solitaria por el campo, se degollaban a todos los hombres de los pueblos vecinos, a no ser que se presentase el asesino».<ref>[[Arturo Barea]]: "Struggle for the spanish soul". Seckler & Warbur. London. 1941 Págs. 30-31</ref>}} Para reducir los costes de la rebelión ante posibles represalias y como respuesta a la resistencia de los adversarios, los golpistas habían acordado emplear en territorio español las mismas medidas represivas y de escarmiento de Marruecos;<ref>Blanco Escolá, Carlos: "Las falacias de la Guerra Civil". Planeta. 2005, pág. 274</ref> una combinación brutal de detenciones, violaciones, fusilamientos, [[emasculación|emasculaciones]] y otras sevicias. Los crímenes, sin ningún tipo de juicio, declaración o defensa se sucedieron generalmente junto a los cementerios o en las cunetas de las carreteras. En los libros registros civiles de juzgados y en los de cementerios puede leerse: "Desconocido o bien Fulano [...] fallecido el día XX de julio de 1936 a las [en blanco] a consecuencia de aplicación del bando de guerra". En otros casos el médico certificaba lo evidente "por herida de bala, hemorragia, anemia aguda etc". La acusación era verbal, sobre la base de delaciones, listas negras o informes oficiosos, en todo caso consentidos o inducidos por la autoridad militar:<ref name="Julio">Julio Prada Rodríguez : "De la agitación republicana a la represión franquista. Ourense 1934-1939". Ariel. Barcelona. 2006 . págs.191 y siguientes.</ref> se los llevaban y eran fusilados en el acto. En los escasos registros o sumarios encontrados, las víctimas civiles fueron acusadas de "delitos" como ser votante de izquierda, ser familia de republicanos destacados, haber discutido con alguien de política o haber mirado mal al cura.<ref> Richard Barker :"El largo trauma de un pueblo andaluz". Ayuntamiento de Castilleja del Campo. 2007, pág. 141</ref> Cualquier cosa, por insignificante que fuera, podía ser motivo para el escarmiento.
 
{{cita|"Es necesario crear una atmósfera de terror, hay que dejar sensación de dominio eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todo el que no piense como nosotros. Tenemos que causar una gran impresión, todo aquel que sea abierta o secretamente defensor del Frente Popular debe ser fusilado".|[[General Mola]]: Instrucción Reservada. Base 5ª}}
[[Archivo:Capitaniasevilla.jpg|thumb|250px|right|Edificio de Capitanía en la plaza de la Gavidia, cuartel general de Queipo de Llano en Sevilla.( En la actualidad sede de la Consejería de Justicia y Administración Pública de la Junta de Andalucía) .]]
Siguiendo los usos castrenses la sublevación se consumó formalmente con la lectura del ''bando'' firmado por el general Queipo de Llano con el sello de la República<ref>[http://es.wikisource.org/wiki/Bando_de_Estado_de_Guerra_de_18_de_julio_de_1936,_Sevilla Bando de Estado de Guerra de 18 de julio de 1936.] Wikisource. Según la Constitución vigente el estado de guerra sólo podía promoverlo el Gobierno .</ref> declarando con naturalidad el ''estado de guerra'' en la Plaza Nueva, delante del ayuntamiento. Queipo de Llano dispuso que se leyera por la radio cada media hora. En su virtud, convirtiendo a los leales a la República en traidores (o «la Justicia al revés», en palabras de [[Serrano Suñer]]), el general se hizo con la fuente de toda legitimidad . En un primer ensayo de autoselección Queipo había dispuesto :{{cita| "Para poder distinguir a las personas de orden y amantes de la verdadera justicia, todos los que por tal se tengan deben presentarse al Gobierno Civil o Jefatura de la División a ofrecer el concurso que su conciencia le dicte".<ref> ABC de Sevilla,20 de julio de 1936</ref> }} A sus 61 años, asentado en Capitanía<ref> El edificio de Capitanía fue acondicionado por la Junta de Andalucía como Consejería de Justicia y Administración Pública. Por una ironía de la Historia, el antiguo despacho del general Queipo de Llano se convirtió en el actual despacho de la máxima autoridad de la Justicia andaluza . Ver El País (ed. andaluza) 11 de julio de 2009 pág.4</ref> y con la ayuda del teléfono, del telégrafo<ref>El general Queipo enviaba "bandos locales" por telegrama a los puestos de la Guardia Civil . Ver anexo documental. Documento nº 1 [http://www.memorialibertaria.org/IMG/pdf/Informe_para_la_denuncia_a_la_Audiencia_Nacional.pdf]</ref> y del micrófono, se convirtió en el cabecilla indiscutible para Andalucía del plan represivo maestro llamado técnicamente por los historiadores ''limpieza política''.<ref name="Rafael">Rafael Cruz: La limpieza política rebelde en el inicio de la Guerra de 1936. Hispania Nova, nº 7, 2007 [http://hispanianova.rediris.es/7/dossier/07d007.pdf]</ref> Una voluntad premeditada y programada de aniquilamiento de la democracia aplicando sistemáticamente la brutalidad en todo el país conforme se desarrollara el golpe de estado.
 
=== Inicio de la represión ===
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{{cuadro azul|"En cuanto a los obreros, nadie me ganará en amor al proletariado, cuyas legítimas conquistas apoyará el Ejército".<ref> El Pensamiento y el propósito del general Queipo de Llano. ABC de Sevilla, 22 de julio de 1936</ref>
 
«Me dirigía a los obreros en tono paternal, que me hiciesen caso a mí era lo más conveniente para ellos, pues yo tenía una idea muy arraigada de que el pueblo era igual que los niños, a los que hay que cuidar y mimar cuando son buenos, pero que no se pueden dejar nunca sin castigo sus malas acciones». Queipo de Llano, ''Memorias''<ref>Jorge Fernández-Coppel: "Queipo de Llano. Memorias de la guerra civil". La esfera de los libros. Madrid. 2008, pág. 195.</ref>|}}Por el hecho de proclamar el ''bando'' en las plazas públicas de cada lugar quedaba automáticamente implementado el "estado de guerra" con todas sus consecuencias.: Con''"la sumirada autoproclamadaque autoridadacusa, el generaldedo consiguióque denuncia, la legitimidadmano jurídicaque apunta los nombres en la lista... estaban dentro de los pueblos, y muchas de las víctimas eran conducidas a la muerte por vecinos conocidos"''.<ref>Gil Andrés, C.: "Lejos del frente. La guerra civil en la Rioja Alta". Barcelona, Crítica, 2005, pág.
183,187,209</ref>
Con su autoproclamada autoridad, el general que fue expulsado por dos veces del Ejército<ref> Baja definitiva de varios generales en el Ejército. Gaceta de Madrid, 22 de julio de 1936. La «Gaceta» publica un decreto del Ministerio de la Guerra, por el que se dispone que causen baja definitiva en el Ejército los generales de división, don Francisco Franco, don Manuel Goded, don Miguel Cabanellas, D. Gonzalo Queipo de Llano, don Joaquín Fanjul y don Andrés Saliquet. El Gobierno dará en su día cuenta del precedente decreto.</ref> consiguió la legitimidad jurídica .
El fiscal Felipe Acedo Colunga sentó jurisprudencia: "Considerando que el Exmo. Sr. General D. Gonzalo Queipo de Llano una vez posesionado del mando militar de la División y declarado el Estado de Guerra [es] la única autoridad legítima ante la tradición de la Patria y su historia futura [...]".<ref>Espinosa Maestre, F.: "La Justicia de Queipo de Llano". Crítica. Barcelona. 2006. pág. 69</ref>
Durante cinco días no hubo mayor autoridad que él en Andalucía. La subsiguiente represión se desencadena bajo una seriación de Bandos y Órdenes más específicos que emanaban directamente del general Queipo de Llano . Se dictaron instrucciones precisas para que no se inscribiera a los asesinados en los Registros civiles, con la intención de dejar el menor rastro posible.<ref> Francisco Espinosa Maestre : Informe sobre la represión franquista . Estado de la cuestión . [http://www.memorialibertaria.org/IMG/pdf/Informe_para_la_denuncia_a_la_Audiencia_Nacional.pdf] </ref>
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"También recordaré que poseemos 43 sucursales del Banco de España, y ellos sólo 28".<ref> Ver ABC de Sevilla, 23 de agosto de 1936, pág. 3</ref>}} Mantenía abiertas varias cuestaciones a la vez y los nombres aparecían en la prensa, pero recién detectada la menor "fatiga de los donantes" Queipo de Llano ordenaba una nueva colecta patriótica voluntaria .
En la región bajo su mando utilizó la misma violencia higiénica que en los barrios sevillanos, por lo que durante muchos años ha sido recordado con espanto por el imaginario colectivo andaluz.<ref>El propio general Queipo de Llano se defiende con amargura en sus memorias sobre el calificativo de "bestia" que le aplicaban algunos cf. Jorge Fernández-Coppel op.cit. págs. 388-389</ref> Utilizó para este trabajo fundamentalmente a la [[Guardia Civil]] , a los falangistas , carlistas, [[José García Carranza|Policía Montada]] y otras fuerzas paramilitares derechistas.<ref>Es imposible conocer el número real de víctimas bajo responsabilidad directa de Queipo de Llano. Como aproximación, Andalucía es la Autonomía que cuenta con el mayor número de asesinatos reclamados al juez Garzón (29.091) "2.995 nombres". El País 07/10/2008 [http://www.elpais.com/articulo/madrid/2995/nombres/elpepiespmad/20081007elpmad_10/Tes]</ref> Al igual que [[Mola]] en el norte<ref> El tema favorito de las charlas de Mola era el encarnizamiento contra [[Manuel Azaña]]</ref> Queipo utilizó la [[radiodifusión]] como medio de guerra psicológica. Son famosas sus ''charlas'' radiofónicas a través de los micrófonos de [[Unión Radio]] Sevilla, dirigida por el teniente coronel Antonio Fontán, en las que todos los días, generalmente a las diez de la noche, con el fin de amedrentar al enemigo y animar a los partidarios nacionalistas en zona republicana, en un lenguaje directo y generalmente chabacano, se burlaba de los dirigentes de la República y hacía alusiones a la ''virilidad'' de legionarios y regulares, con comentarios tales como:
 
{{cita|"En San Fernando hay muchos familiares de tripulantes de la escuadra pirata que están en nuestro poder; nos servirán de rehenes y sus vidas responderán de los que mueran en San Sebastián".<ref>ABC de Sevilla, 20 de agosto de 1936, pág. 4</ref>
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En el culmen de su gloria sevillana, Queipo quedó inmortalizado por el pintor [[Carlos Vázquez]] en un celebrado tríptico que fue expuesto en la sala Loscertales, llevando por título ''«Sevilla, 18 de julio de 1936»''. Queipo aparecía en el panel central como gallardo héroe, acompañado de su ayudante César López Guerrero en el momento de entrar en el regimiento Soria para iniciar la sublevación. En el panel de la izquierda se representa una visión trágica de la Sevilla frentepopulista. En el panel de la derecha aparece Sevilla en forma de bella mujer esplendorosa haciendo el saludo fascista.<ref>Concha Langa Nuño (2006). «Cultura y propaganda en la Sevilla de la Guerra Civil», en ''Andalucía y la Guerra Civil: estudios y perspectivas''. Universidad de Sevilla. Pág. 201.</ref><ref>El 4 de marzo de 1939 el general Queipo de Llano inaugura una exposición de Carlos Vázquez en el local de Los Certales -Rioja, 14- de Sevilla. Entre la obra expuesta figura un tríptico laudatorio del citado general. Paradero desconocido .</ref><ref>Una fotografía del enorme tríptico puede verse en ABC de Sevilla, 5 de marzo de 1939, pág. 13</ref>
 
Finalizada la guerra fue ascendido a [[teniente general]], al ser restablecido este rango anteriormente suprimido por la República. En su transcurso habían muerto los generales [[Sanjurjo]], [[Mola]] y [[Cabanellas]] . Quedaban Queipo y [[Franco]] como [[Generalísimo]] . Queipo y todos los generales vencedores esperaban obtener de Franco las recompensas que creían merecer por todo lo que habían hecho . En forma de substanciosas condecoraciones pensionadas, de ministerios o de otras prebendas políticas. Se creían con más derechos que los falangistas u otros advenedizos.<ref> Paul Preston: "Franco y sus generales". Fragmentos. El País 20 abril de 2008 [http://www.elpais.com/articulo/reportajes/Franco/generales/elpepusocdmg/20080420elpdmgrep_6/Tes]</ref> Pero Queipo sentía que se le acababa el recorrido . ¿Qué podría hacer un hombre incómodo como él hasta su pase a la reserva? . El [[Duce]] había aconsejado a [[Franco]] por aquellos días que se liberara cuanto antes de todos los elementos de los que no pudiera fiarse para la revolución.<ref> Conde Ciano. "Diario . 1939-1940" . Plaza y Janés. Barcelona. 1961 . Comentario al 12 de junio de 1939, pág. 121</ref> Con su carácter atolondrado e impulsivo Queipo entraba con facilidad "al trapo" . Para evitar previsibles excesos verbales en la inminente reunión extraordinaria
del [[Movimiento Nacional|Consejo Nacional del Movimiento]] que se preparaba,<ref> Ver La Vanguardia Española, 6 de junio de 1939</ref> y al que pertenecía, fue quitado de enmedio con un viaje oficial a Alemania,<ref> El general Queipo de Llano sale con dirección a Alemania. La Vanguardia Española, 2 de junio de 1939</ref> donde agasajó a la [[Legión Cóndor]], saludó a [[Hitler]] y se entrevistó con [[Goering]] .