Diferencia entre revisiones de «Imperio bizantino»

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A finales del [[siglo V]], durante el reinado del emperador [[Anastasio I (Bizancio)|Anastasio I]], el peligro que suponían las [[invasiones bárbaras]] parece definitivamente conjurado. Los pueblos germánicos, ya asentados en el desaparecido Imperio de Occidente, están demasiado ocupados consolidando sus respectivas monarquías como para interesarse por Bizancio.
 
=== La época de [[Justiniano I|Justiniano]] ===
{{AP|Recuperatio Imperii}}
[[Archivo:LocationByzantineEmpire 550.png|thumb|325px|right|Mapa del Imperio bizantino en [[550]] d.C bajo el reinado de Justiniano]]
 
Durante el reinado de [[Justiniano I]] ([[527]]-[[565]]), el Imperio llegó al apogeo de su poder. El Emperador se propuso restaurar las fronteras del antiguo Imperio Romano, para lo que, una vez restaurada la seguridad de la frontera oriental tras la victoria del general [[Belisario]] frente al expansionismo [[Imperio Sasánida|persa]] de [[Cosroes I]] en la [[batalla de Daras]] ([[530]]), emprendió una serie de guerras de conquista en Occidente:
 
Entre [[533]] y [[534]], tras sendas victorias en [[batalla de Ad Decimum|Ad Decimum]] y [[Batalla de Tricamerón|Tricamarum]], un Ejército al mando de Belisario conquistó el reino [[vándalo]], ubicado en la antigua provincia romana de África y las islas del Mediterráneo Occidental ([[Cerdeña]], [[Córcega]] y las [[Baleares]]). El territorio, una vez pacificado, fue gobernado por un funcionario denominado ''magister militum''. En [[535]] [[Mundus]] ocupó [[Dalmacia]]. Ese mismo año Belisario avanzó hacia Italia, llegando en [[536]] hasta Roma tras ocupar el sur de Italia. Tras una breve recuperación de los ostrogodos ([[541]]-[[551]]), un nuevo ejército bizantino, comandado esta vez por [[Narsés (general bizantino)|Narsés]], anexionó nuevamente Italia, creándose el [[exarcado de Rávena]]. En [[552]] los bizantinos intervinieron en disputas internas de la [[Hispania visigoda]] y anexionaron al Imperio extensos territorios del sur de la Península Ibérica, llamándola [[Provincia de Spania]]. La presencia bizantina en Hispania se prolongó hasta el año [[620]].
 
[[Archivo:Justinian mosaik ravenna.jpg|thumb|290px|left|Justiniano en los mosaicos de la [[iglesia de San Vital en Rávena]]]]
 
La época de Justiniano no sólo destaca por sus éxitos militares. Bajo su reinado, Bizancio vivió una época de esplendor cultural, a pesar de la clausura de la [[Academia de Atenas]], destacando, entre otras muchas, las figuras de los poetas [[Nono de Panópolis]] y [[Pablo Silenciario]], el historiador [[Procopio de Cesarea|Procopio]], y el filósofo [[Juan Filopón]]. Entre [[528]] y [[533]], una comisión nombrada por el Emperador codificó el [[Derecho romano]] en el ''[[Corpus Iuris Civilis]]'', permitiendo así la transmisión a la posteridad de uno de los más importantes legados del mundo antiguo. Otra recopilación legislativa: el ''[[Digesto]]'', dirigido por [[Triboniano]], fue publicado en [[533]]. El esplendor de la época de Justiniano encuentra su mejor ejemplo en una de las obras arquitectónicas más célebres de la historia del Arte, la [[iglesia de Santa Sofía]], construida durante su reinado por los arquitectos [[Antemio de Tralles]] e [[Isidoro de Mileto]].
 
Dentro de la capital se quebrantó el poder de los partidos del [[circo]], donde las carreras de [[cuádriga]]s habían devenido en una diversión popular que levantaba pasiones. De hecho, eran usadas políticamente, expresando el color de cada equipo divergencias religiosas (un precoz ejemplo de movilizaciones populares usando [[colores políticos]]). La Iglesia reconoció al señor de Constantinopla como rey-sacerdote y restauró la relación con Roma. Surgió una nueva Iglesia de la Divina Sabiduría como signo y símbolo de un esplendor magnífico y majestuoso.
 
Las campañas de Justiniano en Occidente y el coste de estos actos de esplendor imperial dejaron exhausta la hacienda imperial y precipitaron al Imperio en una situación de crisis, que llegaría a su punto culminante a comienzos del [[siglo VII]]. La necesidad de más financiación permitió que su odiado ministro de hacienda, Juan de Capadocia, impusiera mayores y nuevos impuestos a los ciudadanos de Bizancio. La revuelta [[Niká]] ([[534]]) estuvo a punto de provocar la huida del Emperador, que evitó la emperatriz [[Teodora]] con su famosa frase ''la púrpura es un glorioso sudario''.<ref>O ''bello sudario'', o ''buen sudario''. [[Procopio]], en su ''[[Historia Secreta]]'' reproduce así las palabras de Teodora:
{{cita|quien ha recibido el poder soberano no debe vivir si se lo deja quitar. Tú César, si quieres huir, nada es más fácil... en cuanto a mí, Dios no permita que abandone la púrpura y aparezca en público sin ser saludada como Emperatriz. Aprecio mucho esta antigua sentencia: "La púrpura es un glorioso sudario".}} (Citado por Pilar Benejam, ''Horizonte'', [http://books.google.es/books?id=xPB_jvo8nA0C&pg=PA106&lpg=PA106&dq=p%C3%BArpura+sudario+Justiniano+Teodora&source=web&ots=3vdUksl2qB&sig=dJ5EMTvi6ie-Klnv0AYRan51-Qo&hl=es&sa=X&oi=book_result&resnum=2&ct=result pg. 106])</ref> Así mismo, un desastre se cernió sobre el Imperio el año [[543]] d.C. Se trataba de la [[Peste Justiniana]]. Se cree que provocada por el bacilo ''[[Yersinia pestis]]''. Sin duda fue un elemento clave que contribuyó a agudizar la grave crisis económica que ya sufría el Imperio. Se estima que un tercio de la población de Constantinopla pereció por su causa.
 
escrito por melojo
 
=== El repliegue de Bizancio ===