El modelo romano incluía una forma muy diferente a la de los griegos(pero vivian chupando vino) de definir y concebir a los dioses. Por ejemplo, en la mitología griega [[Deméter]] era caracterizada por una historia muy conocida sobre su dolor por el rapto de su hija [[Perséfone]] a manos de [[Hades]]. Los antiguos romanos, por el contrario, concebían a su equivalente [[Ceres (mitología)|Ceres]] como una deidad con un sacerdote oficial llamado ''[[Flamen]]'', subalterno de los ''flamines'' de [[Júpiter (mitología)|Júpiter]], [[Marte (mitología)|Marte]] y [[Quirino (mitología)|Quirino]], pero superior a los de [[Flora (mitología)|Flora]] y [[Pomona]]. También se le consideraba agrupado en una tríada con otros dos dioses agrícolas, [[Liber]] y [[Libera (mitología)|Libera]], y se sabía la relación de dioses menores con funciones especializadas que le asistían: ''Sarritor'' (escardado), ''Messor'' (cosecha), ''Convector'' (transporte), ''Conditor'' (almacenaje), ''Insitor'' (siembra) y varias docenas más.
Así pues, la «mitología» romana arcaica, al menos en los referente a los dioses, no estaba formada por relatos sino más bien el entrelazamiento y las complejas interrelaciones entre dioses y humanos.