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== Biografía ==
Hija ilegítima, su madre fue la criolla Isabel Ramírez de Santillana y su padre Pedro Manuel de Asbaje y Vargas Machuca, militar español de [[Vergara]], en la provincia vasca de [[Guipúzcoa]]. Aprendió [[náhuatl]] con sus vecinos.<ref> Ezequiel A. Chávez, ''Sor Juana Inés de la Cruz: Ensayo de psicología''. México: Porrúa, 1970, pp.6-7 </ref> Asimismo, aprendió a leer y escribir a los tres años al tomar las lecciones con su hermana mayor a escondidas de su madre.<ref> Véase ''Respuesta a Sor Filotea de la Cruz'', en ''Obras completas'', t. IV, ed. de Alberto G. Salceda. México: FCE, 1957, p. 455 </ref>
SOR JUAN INES DE LA CRUZ NACIO ANTES SEYAMABA SALOME PICATE EN 1999Y MURIO EL 20048 NACI EN TECOJORINJO SZERCAS DE PINOSUARES ALOS 3 AÑOS APRENDIO LEEER ALOS 8 AÑOS QUERIA IRSE A UNA UNIVERSIDAD ELLA VIVIA SERCAS DE PANOAYA TANLEJOS DE TECOJORINJO SU ABUELITO SE YAMABA SALOMON
 
Descubrió la biblioteca de su abuelo y así se aficionó a los libros.<ref> Calleja, "Aprobación", en Antonio Alatorre (ed.), ''Sor Juana a través de los siglos'', t. I, p. 241 </ref> Aprendió todo cuanto era conocido en su época, es decir, leyó a los clásicos griegos y romanos, y la teología del momento. El amor al saber de la niña Juana era tanto que, deseosa de aprender, le propuso a su madre disfrazarse de hombre para asistir a la universidad, según ella misma escribió.<ref> ''Respuesta a Sor Filotea de la Cruz, en ''Obras completas'', p. 446</ref>
 
La mandaron a vivir con unos tíos en la ciudad de México, quienes le hicieron entrar en la corte virreinal novohispana.<ref> Calleja, ''loc. cit.''</ref> De este tiempo hay muy pocos datos biográficos, aunque se sabe que fue dama de la virreina, la [[Marquesado de Mancera|marquesa de Mancera]]. Durante esta época ya escribía poemas cortesanos y la asombrosa inteligencia de la jovencita maravillaba a todos, al grado que el virrey decidió reunir a cuarenta sabios para que la interrogaran, y a todos contestó con inteligencia y conocimiento.<ref> Diego Calleja, "Aprobación", en Antonio Alatorre (ed.), ''Sor Juana a través de los siglos'', t. I. México: Colegio Nacional-Colegio de México-UNAM, 2007, pp. 241-242</ref> De esta manera terminó llamando la atención del padre Núñez de Miranda, confesor de los virreyes, quien, al saber que la jovencita no deseaba casarse, le propuso entrar en religión.<ref> Diego Calleja, "Aprobación", en Antonio Alatorre (ed.), ''Sor Juana a través de los siglos'', p. 243 </ref> Aprendió [[latín]] en veinte lecciones impartidas por Martín de Olivas y probablemente pagadas por Núñez de Miranda.<ref group=nota>También [[Marco Aurelio Almazán]] menciona su aprendizaje del latín.</ref><ref> Diego Calleja, loc. cit., p. 241 </ref> Después de un intento fallido con las [[Carmelitas]], cuya regla era de una rigidez extrema que la llevó a enfermarse, ingresó en la [[Orden de San Jerónimo|orden de las Jerónimas]], donde la disciplina era algo más relajada, y tenía una celda de dos pisos y sirvientas.
 
Allí pasó la vida, escribiendo versos sacros y profanos, villancicos para festividades religiosas (San Pedro, Santa Catarina, Navidad...) [[auto sacramental|autos sacramentales]] y dos [[comedia]]s . También sirvió como administradora del convento, con buen tino, y realizó experimentos científicos.<ref name="ByV"> {{cita web|autor = |año = |url =http://www.biografiasyvidas.com/biografia/j/juana_ines.htm|título =Sor Juana Inés de la Cruz|obra =Biografías y Vidas|fechaacceso=11, 01| añoacceso =2009| idioma = }}</ref>
 
Su confesor, el jesuita Antonio Núñez de Miranda, le reprochaba que se ocupara tanto de temas mundanos, lo que junto con el frecuente contacto con las más altas personalidades de la época debido a su gran fama intelectual, desencadenó las iras de éste, principalmente después de que Sor Juana fuese elegida para realizar un Arco Triunfal en honor a los recién llegados virreyes, quienes le dispensaron inmediatamente su favor. Bajo la protección de la entonces virreina, marquesa de la Laguna, decidió rechazarlo como confesor.<ref> Véase Antonio Alatorre, "La ''Carta'' de Sor Juana al Padre Núñez", ''Nueva Revista de Filología Hispánica'', XXXV (1987), pp. 591-673 </ref>
 
Esta amistad con las virreinas queda plasmada en poemas al uso de la época, esto ha llevado a que algunos lectores del siglo XX pretendan encontrar en ellos "tendencias homosexuales". A las dos que coincidieron temporalmente con ella les escribió poemas bastante encendidos, y a una le dedicó un retrato y un anillo. Fue precisamente la condesa de Paredes quien se llevó las obras de Sor Juana a España y financió la edición de sus obras.<ref> Antonio Alatorre, "Para leer la ''Fama y obras pósthumas'' de Sor Juana Inés de la Cruz", ''Nueva Revista de Filología Hispánica'', XXIX (1980), pp. 457-458 </ref>
 
Sor Juana se vio involucrada en una disputa teológica, a raíz de una crítica privada que realizó de un sermón del muy conocido predicador de treinta años atrás, el jesuita [[António Vieira]], que fue publicada por el obispo de Puebla [[Manuel Fernández de Santa Cruz]]; éste la prologó bajo el seudónimo de Sor Filotea, recomendándole que dejara de dedicarse a las "humanas letras" y se dedicase en cambio a las divinas, de las cuales, según el obispo de Puebla, sacaría mayor provecho. Esto provocó la reacción de la poetisa a través del escrito ''[[Respuesta a Sor Filotea]]'', donde hace una encendida defensa de su labor intelectual y en la que reclamaba los derechos de la mujer a la educación.<ref name="ByV"/>
 
Hasta la fecha no se sabe por qué dejó de escribir, los críticos católicos han visto en Sor Juana una mayor dedicación a las cuestiones sobrenaturales y una entrega mística a Jesucristo,<ref>Véase Alfonso Méndez Plancarte, "Introducción", en Juana Inés de la Cruz, ''Obras completas'', t. I, ed. de... México: FCE, 1951, pp. 31-33, y también Alberto G. Salceda, "Introducción", en Juana Inés de la Cruz, ''Obras completas'', t. IV, ed. de... México: FCE, 1957, pp. 39-45 </ref> otros han visto, en cambio, una conspiración misógina tramada en su contra, tras la cual fue condenada a dejar de escribir y se le obligó a cumplir lo que las autoridades eclesiásticas consideraban las tareas apropiadas de una monja.<ref> Véase Octavio Paz, ''Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe''. 3ª ed., México: FCE, 1983, pp. 511-608, véase también Elías Trabulse, ''Los años finales de Sor Juana''. México: Condumex, 1995. </ref> Hasta la fecha no han existido datos concluyentes, pero sí se han avanzado en investigaciones donde se ha descubierto la polémica que causó la "Carta Atenagórica".<ref>Véase Antonio Alatorre y Martha Lilia Tenorio, ''Serafina y Sor Juana: con tres apéndices''. México: El Colegio de México, 1998, y también José Antonio Rodríguez Garrido, ''La Carta Atenagórica de Sor Juana: Textos inéditos de una polémica''. México: Conacyt-UNAM, 2004. así como Elías Trabulse, ''El enigma de Serafina de Cristo''. Tóluca: Instituto Mexiquense de Cultura, 1995 </ref>
 
Lo cierto es que llamó a Núñez de Miranda para que la asistiese otra vez y poco antes de su muerte fue obligada por su confesor a deshacerse de su biblioteca y su colección de instrumentos musicales y científicos, los cuales se vendieron para ayudar a los pobres. Murió por una epidemia el [[17 de abril]] de 1695.<ref>{{cita web|autor = |año =2006|url =http://es.encarta.msn.com/encyclopedia_761557923/Sor_Juana_In%C3%A9s_de_la_Cruz.html|título =Sor Juana Inés de la Cruz|obra =Encarta|fechaacceso=11, 01| añoacceso =2009| idioma = }}</ref>
 
 
[[Archivo:Sor Juana Inés de la Cruz.JPG|thumb|Estatua de Sor Juana Inés en [[Madrid]]]]
 
== Obras ==