La educación ha de ser el soporte fundamental de las transformaciones en cualquier sociedad, ésta es el instrumento por el cual cualquier avance relevante puede filtrarse en el tejido social, esparciendo sus bondades y creando condiciones para el beneficio individual y colectivo, por tal motivo surge la exigencia de una educación que alcance a toda la sociedad y que muestre una respuesta en calidad, a las demandas sociales.
Una educación con suficiente cobertura y con una calidad relevante, es determinante para impulsar, sostener y soportar un desarrollo integral.
Sin duda en nuestro país la educación básica ha intentado por diferentes medios y políticas atender a diferentes aspectos que puedan conducir a la calidad, se ha puesto gran énfasis en cuestión de la cobertura pero apostando a una cobertura con ciertas pinceladas de equidad, desgraciadamente aunque resulta contradictorio, también atiende a políticas y niveles de eficiencia en función de la distribución de los recursos, provocando que los recursos en todos sus tipos estén concentrados en donde menos se necesitan, apunto: los mejores maestros, los mayores recursos financieros y materiales, están distribuidos en algunas partes de las ciudades y no en las zonas marginadas.
En México la educación básica está compuesta por el nivel preescolar, el de primaria y el
