Diferencia entre revisiones de «Monarquía feudal»

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== Caracterización ==
 
A veces se han caracterizado como precoces [[Monarquía nacional|monarquías nacionales]] (concepto que no debe utilizarse de una forma anacrónica, puesto que las [[Nación|naciones]], tal y como se entenderán en la [[Edad Contemporánea]] no se habían formado).<ref>Valdeón, op. cit., vol. 12 "Introducción"</ref> Después de años 1000 ya se puede dar por terminada la época de las [[Invasiones bárbaras]], que habían supuesto desde la [[Antigüedad tardía]]. Con el asentamiento de [[vikingo]]s al norte, [[Magiares|húngaros]] y [[eslavo]]s al este y el retroceso de la presencia musulmana en el sur de Europa, las distintas zonas del mapa europeo empiezan a dibujar identidades, nunca del todo coherentes, sobre todo desde el punto de vista religioso y a veces también étnico y lingüístico (empiezan a aparecer manifestaciones literarias de las [[lenguas romances]]). Las monarquías feudales no son una manifestación política de esas confusas identidades, puesto que las confusas y cambiantes fronteras políticas y el concepto más patrimonial y dinástico que nacional de la monarquía lo hacen imposible.
 
Hacia el interior de sus reinos, los reyes feudales apenas tienen más [[poder]] que el que les confiere el mantenimiento de la [[fidelidad]] de sus vasallos, sobre todo en la manifestación más importante que es el cumplimiento de la obligación del ''[[auxilium]]'': el acudir con su [[hueste]] cuando son requeridos para un servicio militar. La capacidad de hacer cumplir esa obligación queda en la práctica en manos del vasallo, si este prefiere su fidelidad a otro señor o ejercer el poder por sí mismo. La sanción de la [[felonía]] (incumplimiento de la obligación del vasallaje, bien del señor, bien del vasallo) dependía de la capacidad militar efectiva del que la invocara. Otra cosa era la sanción religiosa de la [[excomunión]], que ponía en manos de la autoridad religiosa un poderoso mecanismo, no menos eficaz por ser de origen espiritual.