Diferencia entre revisiones de «Cantar de mio Cid»

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Lo más característico del estilo del poema épico del Cid es un uso consciente de una lengua arcaizante, que se vinculaba con el los cantares de gesta y constituyó una lengua artificial identificada con este subgénero narrativo hasta el siglo XIV, como muestra el tardío ''[[Cantar de las mocedades de Rodrigo]]''. Este código específico ha provocado dificultades en cuanto a la datación del poema a partir de sus rasgos lingüísticos. El tono arcaico daba a este verso heroico un tinte de antigüedad, de valor intrínseco por producirse en una edad mítica, en un tiempo heroico. Constituiría un registro propio del estilo sublime o grave medieval. Pero además de los arcaísmos, en esta modalidad lingüística aparecen los neologismos, cultismos latinos e incluso arabismos.
 
En el plano fónico se aprecian [[aliteración|aliteraciones]], </u>rimas noninternas sey meotros puedeefectos olvidar<br/>oídmeeufónicos, todamuy relacionados con la <u>cort</u>naturaleza eoral, pésevosrecitada deo miosemicantada malque tenían estos poemas. Así,<br/>los ifantesse ha propuesto como ejemplo de Ca<u>rrión</u>aliteración el verso 286 («Tañen las campanas en San Pero a clamor») con su recurrencia en las nasales, que m'evocan desondraronla tanpeculiar mal.|Cantaracústica de miolas Cid, edcampanas. deDe Montanerrima Frutosinterna, vv.pueden 3253-3256.}}destacarse los siguientes versos:
{{Cita|¡Merced, ya rey e se<u>ñor</u>, por amor de caridad!<br/>La rencura ma<u>yor</u> non se me puede olvidar<br/>oídme toda la <u>cort</u> e pésevos de mio mal,<br/>los ifantes de Ca<u>rrión</u>, que m' desondraron tan mal.|Cantar de mio Cid, ed. de Montaner Frutos, vv. 3253-3256.}}
 
Pasando al ámbito léxico, destaca el uso de expresiones de la variedad lingüística clerical y jurídica, como «curiador» ('avalista'), «rencura» ('querella'), «entención» ('alegato') o «manfestar» ('confensar'). Destaca, asimismo, el empleo de pares de sinónimos, como «a rey e a señor», «grandes averes priso e mucho sobejanos», «a priessa vos guarnid e metedos en las armas» o «pensó e comidió»; caso especial es la pareja aparentemente antitética pero en realidad sinónima, ejemplos de ello son «venido es a moros, exido es de cristianos», «si a vos pluguiere, Minaya, e non vos caya en pesar», «antes perderé el cuerpo e dexaré el alma» o «passada es la noche, venida es la mañana». Paralelo es el uso de las parejas léxicas que incluyen la referencia a un todo mediante la conjunción de dos términos que se complementan, como es el caso de «grandes e chicos» (que equivale a 'todo el mundo'), «el oro e la plata» ('riquezas de todo tipo'), «de noch e de día» ('en todo momento') o «a caballeros e a peones» ('a toda la hueste'). En general se aprecia un recurso recurrente a las estructuras sintácticas bimembres, que en ocasiones suponen un [[oxímoron]] («e faziendo yo a él mal e él a mí grand pro»).