Bandas de aliento en la Sierra; sones y jarabes en la Mixteca; chilenas en la Costa; música de Marimba en el Centro; canciones zapotecas en el Istmo; y la canción mixteca es la más reconocida, junto con el himno de Oaxaca, el vals [[Dios nunca muere]].
El TEQUIO
concebido desde nuestra matriz cultural zapoteca, complementa el acto de ofrendar; implica la realización individual y significa el darse a los demás; no en una simple socialización, más bien en la conjugación del ser colectivo y del ser individual que daba origen a la inagotable fuente de creatividad, esencia del hombre integral zapoteco.
La palabra TEQUIO es una voz náhuatl a la que no hemos podido arribar a su esencia zapoteca desvanecida en la brumosa lejanía de los siglos. Pudiera ser que TEQUIO viene de TEQUITL, “trabajo”; TEQUITI, “trabajo o tributo”; TEQUIYOTL, “esencia de trabajo” (11). Del verbo conjugado en tercera persona TEQUITIA, “trabajar para los otros”, dar obra o tequio a otros”, “encargarse de algo”. En términos generales TEQUIO: “cosa queda trabajo, tributo, impuesto, tarea, empleo, funciones, cargo, deber o embargo”