Los persas tenían un complejo y avanzado sistema de administración de las provincias. Estas se componían de tres funcionarios: un general, un secretario y el jefe de provincia.
Cada uno desempeñaba un papel específico dentro de la provincia: el primero de reclutar tropas y dirigirlas a la batalla, el segundo de los temas administrativos y contabilidad de la provincia, y el tercero se ocupaba de ser el representante de esta, y de hacer recaudar impuestos.
AHI ESTA SU EJERCITO
Con este sistema los persas se aseguraron que no hubiera corrupción en sus colonias. Y además un Inspector real solía pasar después de un determinado tiempo para verificar que todo estuviera en orden dentro de la provincia, e informaba al rey sobre el asunto.