Diferencia entre revisiones de «Muerte de Dios»

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La frase «'''''Dios ha muerto'''''» (en [[idioma alemán|alemán]] {{Audio|De-Gott_ist_tot.ogg|"''Gott ist tot''"}}), también conocida como la '''muerte de Dios''', es usualmente atribuida al [[filosofo]] [[Alemania|alemán]] [[Friedrich Nietzsche]]. Sin embargo, la encontramos antes en [[Hegel]] (''[[Fenomenología del espíritu]]'', FCE, 435). Se refiere al colapso de las [[Ciudad estado|ciudades estado]] y su orden autónomo. Es un momento que se expresa plásticamente en el [[panteón]] romano, recinto circular que reunía todas las deidades de las provincias sin conceder preeminencia a ninguna. «Dios ha muerto» es una frase dolorosa, que sirve como expresión de una de las figuras del Espíritu, denominada «Conciencia desventurada»: «''es el destino trágico que reúne todos aquellos dioses individuales y todos aquellos atributos de la substancia en un panteón, en el espíritu autoconsciente como espíritu''» ([[ibid]]. p. 436). Es una figura o momento espiritual, incomprensible al margen de su contrario dialéctico, la «conciencia cómica», que simboliza la liberación del espíritu de las formas anquilosadas en las que estaba preso por los diversos órdenes mitológicos y teocráticos, que aglutinó el Imperio romano: «''la ausencia total de terror, la ausencia de esencia de cuanto es extraño, y un bienestar y un sentirse bien de la conciencia, tales como no se encontrarán nunca ya fuera de esta comedia''» ([[ibid]]. p. 433).
 
Nietzsche retoma la frase en ''[[La gaya ciencia]]'' (porta''Die qfröhliche loWissenschaft''), cazoZarathustraen la sección 108 («Nuevas luchas»), en la sección 125 («El loco»), y por tercera vez en la sección 343 («Lo que pasa con nuestra alegre serenidad»). También se encuentra en ''[[Así habló Zarathustra]]'', libro responsable de popularizar la frase. La idea indicada en «El loco» es la siguiente:
 
{{cita|Dios ha muerto. Dios sigue muerto. Y nosotros los hemos matado. ¿Como podríamos reconfortarnos, los asesinos de todos los asesinos? El más santo y el más poderoso que el mundo ha poseído se ha desangrado bajo nuestros cuchillos: ¿quién limpiará esta sangre de nosotros? ¿Que agua nos limpiará? ¿Qué rito [[Expiación (religión)|expiatorio]], qué juegos sagrados deberíamos inventar? ¿No es la grandeza de este hecho demasiado grande para nosotros? ¿Debemos aparecer dignos de ella?|Nietzsche, ''La gaya ciencia'', sección 125}}