Diferencia entre revisiones de «Academia Argentina de Letras»

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La Academia reglamenta además los premios literarios nacionales. Desde [[1984]] otorga un premio homónimo a los egresados universitarios de la carrera de letras que alcancen el máximo promedio en todas las universidades nacionales, así como el premio ''Academia Argentina'' a autores destacados de narrativa, poesía y ensayo.
 
== Historia ==
=== Antecedentes ===
Los antecedentes más remotos de la lexicografía en la zona del [[río de la Plata]] se remontan a un reducido pero riguroso ''Léxico rioplatense'' compilado en [[1845]] por [[Francisco Javier Muñiz]] (1845) y otro de [[1860]] elaborado por [[Juan María Gutiérrez]] para el francés [[Martín de Moussy]].
 
El [[9 de julio]] de [[1873]] un grupo de intelectuales argentinos, especialmente porteños, fundó en Buenos Aires la ''Academia Argentina de Ciencias y Letras''. Presidida por el poeta [[Martín Coronado]], la Academia no tenía como tarea exclusiva el estudio de la lengua; se dedicaba, antes bien, a diversas ramas del saber —desde el derecho y la ciencia hasta la plástica, la literatura y la historia— en su implicación en la cultura nacional. Intentó, eso sí, la compilación de un ''Diccionario del Lenguaje Argentino'', tarea para la cual se recogieron varios miles de vocablos y locuciones. Sin embargo, a la disolución de la Academia en [[1879]] el proyecto quedó inconcluso.
 
De este trabajo, que incluía estudios llevados a cabo por especialistas acerca de los argots profesionales e investigaciones sobre los localismos del interior del país, sólo se conserva una docena de vocablos publicados en el efímero órgano de la Academia, ''El Plata Literario''. El mismo periódico dio a conocer en [[1876]] una ''Colección de voces americanas'', obra de [[Carlos Manuel de Trelles]], con unas 300 voces, que se había incorporado al proyecto. Sin embargo, la iniciativa daría frutos al menos en cuanto a establecer la necesidad de una entidad dedicada al estudio del idioma local. Cuando, en la [[años 1880|década de 1880]], bajo el programa de creación de Academias corresponsales gestado por la Real Academia Española de la Lengua, se cursaron invitaciones a varios destacados intelectuales argentinos para conformarla —entre ellos [[Ángel Justiniano Carranza]], [[Luis Domínguez]], [[Vicente Fidel López]], [[Bartolomé Mitre]], [[Pastor Obligado]], [[Carlos María Ocantos]], [[Ernesto Quesada]], [[Vicente Quesada]] y [[Carlos Guido Spano]]— otros —como [[Juan Bautista Alberdi]], [[Juan María Gutiérrez]] y [[Juan Antonio Argerich]]— dudaban de la conveniencia de acogerse al proyecto español, sospechando de un intento de restauración cultural de la península. Argerich argumentó que constituiría «''una sucursal, vasalla del imperialismo español''», y contrapropuso la creación de «''una Academia argentina de la lengua castellana''» que generase su propio diccionario. Obligado, por el contrario, argumentó públicamente a favor del establecimiento de una academia correspondiente.
 
En [[1903]] [[Estanislao Zeballos]], en el estudio preliminar que escribió para las ''Notas al castellano en la Argentina'' de [[Ricardo Monner Sans]], propuso sin éxito a los entonces corresponsales de la RAE —Bartolomé Mitre, Vicente Fidel López, Vicente G. Quesada, Carlos Guido Spano, Rafael Obligado, [[Calixto Oyuela]], Ernesto Quesada y él mismo— conformar una sección argentina de la Academia. No fue hasta siete años más tarde, y mediante las gestiones del marqués de Gerona, [[Eugenio Sellés]], llegado a la Argentina como parte de la comitiva que acompañó a la infanta [[Isabel María Francisca de Borbón]] a las festividades del centenario de la nación, que estos mismos fundarían la primera Academia Argentina de la Lengua. De los dieciocho académicos de la que ésta constaría, Vicente Quesada y Calixto Oyuela fueron elegidos respectivamente presidente y secretario con carácter vitalicio.
 
El plan de actividades que Obligado pergeñó para esta constaba no sólo de la tarea de corregir y ampliar el léxico local contenido en el diccionario de la Academia española, sino también convenir con las restantes academias latinoamericanas la coordinación de un registro de las locuciones locales para la confección de un vocabulario hispanoamericano separado. Con ello buscaba evitar dudas acerca del celo nacionalista y purista de los peninsulares, que ya había ocasionado roces con otras academias corresponsales. El ''diccionario de americanismos'' estaría abierto a su empleo por la RAE, pero constituiría en principio un emprendimiento separado.
 
Al programa, ampliado a instancias de Zeballos, se sumaron los nuevos miembros de la Academia, [[Samuel Lafone Quevedo]], [[Osvaldo Magnasco]], [[José Matienzo]], [[José María Ramos Mejía]] y [[Enrique Rivarola]]. Sin embargo, la falta de apoyo político y los recelos mutuos con la RAE llevarían a la pronta disolución del organismo, que no alcanzó a publicar sus investigaciones.
 
=== Fundación ===